Estaba oscuro.

El tipo de oscuridad que cuando abrías los ojos, nada cambiaba. Donde solo podías ver tu mano si la sostenías contra tu cara, el tipo de oscuridad que era inquietante pero extrañamente reconfortante.

Le ayudó el hecho de que apenas podía respirar, debido a su mente giratoria y sus fuertes sollozos.

Harry esperaba que Niall no le hubiera seguido.

Corrió a casa. Corrió y ahora le ardían los músculos y tenía mucosidades en la garganta, pero no tenía tiempo para beber.

Era muy tarde cuando finalmente había llegado a casa, pero todo en lo que podía pensar era en que quería esconderse y quería gritar y estar realmente solo.

Quien sabía que la oscuridad debajo de su propia cama sería la solución.

La alfombra debajo de sus codos estaba empezando a hacerle daño, al igual que su cuello porque estaba bastante encorvado en el pequeño espacio.

Harry había apagado todas las luces y cerrado las persianas, asegurándose de que no pudiera ver ninguna luz, luego se había metido debajo de la cama, con cuidado de no golpearse la cabeza. Y luego lloró, lloró con tanta fuerza que no importaba cuántas veces se enjuagara las lágrimas, seguían saliendo, y tenía hipo y se estaba ahogando, pero ni siquiera podía pronunciar una palabra, aunque quisiera.

Y estuvo allí debajo durante aproximadamente una hora más o menos, hasta que incluso dejó de escuchar a los grillos y escuchó el portazo de un coche desde el camino de entrada, que Harry asumió automáticamente que era su madre. Así que, vacilante, salió de debajo de su pequeño escondite y estiró sus doloridos músculos.

Estaba tan oscuro como antes, y el único ruido era su ventilador soplando suavemente y el sonido de pasos fuera.

Los ojos de Harry se abrieron y su corazón se detuvo cuando se dio cuenta de que su madre estaba durmiendo en su cama.

Ella ya estaba en casa.

Y lo que le asustó aún más fue el golpe silencioso en su ventana, y dejó escapar un gemido, alejándose de la ventana y escondiéndose detrás del otro lado de su cama.

Por supuesto. Justo cuando sus lágrimas se habían secado tenía que empezar a llorar de nuevo, pero ahora era porque estaba horrorizado y asustado y alguien estaba fuera de su ventana.

"¿Harry? Sé que estás ahí"

Harry no sabía si suspirar de alivio o tirar un ladrillo.

Pero se acercó a la ventana con los ojos muy abiertos y la abrió.

El chico del otro lado parecía sorprendido, y sus ojos azules brillaban increíblemente pálidos y hermosos y su pelo estaba increíblemente desordenado y había manchas de lágrimas en sus mejillas bronceadas.

"Sé que es la una de la mañana, pero no podría soportarlo" suspiró, mordiéndose el labio, y Harry se alejó de él, bajando los ojos al suelo e intentando no romper a llorar.

"Y también sé que no me vas a perdonar, joder, no deberías, pero esperaba que esto ayudara" Louis levantó un libro verde claro, del color de los ojos de Harry, estaba un poco roto y había una letra descuidada en la parte de alante "No lo leas ahora, léelo cuando me vaya" pero esa frase no tuvo mucho sentido cuando Louis trepó por la ventana y aterrizó en el suelo junto a Harry.

"Quiero que te vayas ahora" dijo Harry en voz baja "Desearía que ni siquiera estuvieras aquí. Desearía que te fueras y nunca más me hablaras"

El dolor era claro y doloroso en el rostro de Louis cuando dio un paso atrás, su labio temblaba.

"Harry, no lo dices enserio. Tú siempre, siempre-

"Siempre te perdono. Lo sé. Pero tú-" Harry dejó de hablar cuando un sollozo ahogado escapó de los labios de Louis. Se veía completamente miserable en el momento en que Harry comenzó a hablar. Y Harry vio como sus paredes se derrumbaban, mientras se derrumbaba frente al chico más joven.

Y aunque Harry estaba completamente acabado con Louis, se dio cuenta de que Louis nunca sería feo. Podría estar en la peor situación, con lágrimas corriendo por sus mejillas y su rostro arrugado y sus ojos cerrados y rojos, pero aun así estaría malditamente guapo.

Fue desgarrador ver como Louis envolvía sus brazos alrededor de sí mismo, respirando temblorosamente y mirando a todos lados menos a Harry.

"Lo estaba intentando Harry" exhaló, y estaba tan callado que Harry apenas podía oírle "Lo he intentado, pero no he podido. Te dije que no podía, pero dijiste que podía. Siempre has creído en mi a pesar de que estoy jodido, cuando no deberías haberlo hecho" hizo una pausa, y Harry fingió no darse cuenta de que Louis empujaba furiosamente su pulgar contra sus muñecas vendadas. Había terminado con Louis, lo que significaba que ya no podía ayudarle "Nunca voy a ser lo suficientemente bueno para alguien tan guapo y agradable como tú, Harry Styles"

Harry negó con la cabeza rápidamente en desacuerdo.

"Yo no soy guapo"

Louis le ignoró, en lugar de eso, se mordió los labios temblorosos y cerró los ojos con suavidad mientras otra lágrima se deslizaba lentamente. Harry estaba muy tentado de estirar la mano y limpiar esa lágrima.

"Harry, pensaba que me querías"

¡Lo hago! Harry quería gritar. Pero algo le estaba reteniendo, haciéndole morderse la lengua y en su lugar llorar en silencio junto con Louis.

"Y yo te quiero. Amo lo tímido que eres y amo que sonrías ante todo lo que digo, aunque no sea gracioso"

Harry cerró los ojos, asimilando las palabras de Louis que había deseado escuchar durante dos años.

"¿Qué tal si te digo lo que amo de ti? Sí, sí, es una buena idea"

Sonaba como si estuviera hablando solo.

"Uh, me encantan tus mechones rizados, son bastante encantadores"

Harry no pudo evitar sonreír un poco cuando dijo eso.

"Me encanta poder hacerte hablar, como nadie más puede hacerlo, y que cuando estoy en una habitación contigo, eres la única persona que veo"

"Me encanta cómo nunca abres la puerta a menos que no lleves zapatos o calcetines"

Harry levantó la cabeza, su boca a punto de abrirse.

"¿Cómo lo sabes?" él susurró.

"Me encanta cómo solo te gusta comer los mismos cereales en el desayuno y lo limpia que está tu habitación y me encanta que nunca puedas mantener el contacto visual por mucho tiempo a menos que sea conmigo"

Y como para probar su punto, Louis atrapó la mirada de Harry, con una sonrisa temblorosa y llorosa.

Fue doloroso mirar, ver a una persona tan feliz y divertida derrumbarse frente a ti.

Harry le sostuvo la mirada, solo parpadeó para examinar el maravilloso rostro de Louis, el rostro que probablemente nunca volvería a ver tan cerca.

"Te quiero" dijo Louis simplemente. No lo dijo de manera dramática, solo lo dijo con las cejas levantadas y una mirada determinada en su rostro "Te quiero, te quiero, te quiero y no puedes hacer nada al respecto, Harry Styles. Harry Edward Styles"

"¿Cómo sabes mi segundo nombre?"

Louis solo sonrió con complicidad, y le quedaba genial esa sonrisa.

Pero Harry no podía superar el hecho de que Louis le quería, y lo había dicho bastante. Y él apenas había hablado. Estaba nervioso, confundido y frustrado. En el momento en que sucedía algo malo, Louis volvía y hacía algo como esto.

Excepto que, esta vez, se sentía diferente. Louis simplemente se estaba disculpando y Harry ya no le rogaba que no fuera malo.

Y todavía estaba esperando a que Louis empezara a ser malo de nuevo, a que tirara su medicina por el inodoro y luego se llevara una navaja a su muñeca las veces suficientes para que Harry finalmente se derrumbara y lo hiciera él mismo.

Y el pensamiento entristeció a Harry.

Gentilmente cogió la muñeca de Louis con sus grandes manos, ignorando las suaves protestas de Louis.

"Harry, no hagas esto. No quiero hacerte daño, por favor" su voz se quebró con dureza, haciendo que el dolor en el corazón de Harry fuera mucho peor.

Pero desenvolvió suavemente el vendaje blanco, a pesar de que su estómago se revolvió al ver sangre y luego los cortes frescos y dentados que atravesaban las muñecas de Louis.

Los hombros de Harry temblaron cuando un sonido estrangulado escapó de sus labios, y no se permitió cerrar los ojos, incluso cuando Louis le dijo que lo hiciera.

"Harry, cierra los ojos" dijo Louis en voz baja.

Harry estaba agradecido de que el chico mayor no intentara retirar su muñeca.

Sus ojos ardían con lágrimas desbordantes cuando se llevó la muñeca de Louis a la cara y colocó suavemente sus labios sobre los cortes. Cerró los ojos con fuerza, besando todos y cada uno de los cortes con labios temblorosos y fue tan agridulce, pero ni siquiera podía respirar.

Podía sentir a Louis temblando, podía escuchar sus gemidos mientras dejaba que sus lágrimas cayeran sobre los cortes abiertos, y sabía que le dolía, pero también a él verlos.

"Espero que duela" suspiró, antes de sacudir la cabeza y encontrar sus ojos llorosos con Louis "No, no quiero. No quiero que duela. No quiero que te duela. No quiero que te hagas daño. No quiero-

"Está bien, Harry" Louis suspiró, tirando de su muñeca desnuda antes de envolver sus brazos alrededor del chico más joven.

"No quiero que te hagas daño" susurró Harry. Su mente estaba en blanco, podía sentir como el cansancio y los sentimientos se apoderaban de su mente giratoria, la sensación familiar que odiaba.

"Harry, te quiero mucho. No llores, ángel"

"No quiero que te hagas daño" repitió Harry, porque sentía que si decía algo más ni siquiera tendría sentido.

"Ángel, rizado, Harold, mi Harry. Ángel ángel ángel" fue todo lo que dijo Louis, y a harry realmente le gustó la forma en que Louis le estaba meciendo, un suave balanceo que era mucho menos severo que todo lo demás que estaba pasando.

Se inclinó un poco, debido a la pequeña diferencia de altura, y apoyó la cabeza en el hombro de Louis, respirando de forma irregular a través de los labios.

Has terminado con Louis.

El pensamiento parecía inútil e irrazonable, mientras Louis se ponía de puntillas para susurrar dulces palabras al oído de Harry, palabras que Harry pensó que nunca oiría.

Pero lo que más se destacó, ya que era la una de la mañana y Harry apenas podía mantener los ojos abiertos fue lo último que escuchó.

"Duérmete, amor"

Se sintió medio dormido cuando finalmente aterrizó en su cama, sus ojos se cerraron de inmediato mientras se inclinaba sobre la almohada. Se sentía muy suave, especialmente porque Louis era su almohada.