Viajes en coche.

A Harry siempre le habían encantado. Le encantaba apoyar la cabeza contra el cristal frío del coche en movimiento, a veces teniendo que sujetarse cuando pasaban por encima de los baches. Le encantaba ver los árboles, los edificios y los campos pasar rápidamente, borrosos, los colores se mezclaban como pintura húmeda.

Recordó cuando solo tenía ocho años y su madre y su hermana le llevaron al aeropuerto. Estaban planeando ir a Disney World, estaba en Estados Unidos, y Harry estaba muy emocionado. Pero su viaje en avión no fue su parte favorita de llegar allí. Le encantaba conducir hasta el aeropuerto, que estaba a unas dos horas de donde estaba su casa.

Gemma le había preparado la maleta y se acordó de preparar su tazón con cereales que planeaba comer en el avión para el desayuno. Tenían demasiada prisa para desayunar en casa. Bueno, Gemma y su madre tenían prisa. Harry simplemente se quedó en el baño, peinando cada rizo con cuidado, asegurándose de que no hubiera enredos. Lo peinó en un flequillo perfecto en su frente pálida, mirando sus ojos jade en el espejo. Sus labios eran de color rosa oscuro, y tenía algunas pecas claras corriendo por su nariz si mirabas lo suficientemente cerca.

"¡Harry, vamos, cariño! ¡Tenemos que irnos!"

Era Gemma, Harry se dio cuenta por su acento y el tono dulce de su voz. Sabía que a veces ella se estresaba, porque mamá decía que los adolescentes estaban desequilibrados. Así que le hizo caso, poniéndose su par de playeras altas y unos pantalones cortos estilo explorador. Luego, se puso un polo azul que le había comprado su madre.

"¡Ya voy!" respondió con su pequeña voz de ocho años. Y luego tropezó en su camino hacia el coche, llevando su Power Ranger en una mano y su iPod en la otra.

Cuando finalmente se acomodaron en el coche pequeño, Harry intentó ignorar el espacio que faltaba en el asiento del pasajero. En cambio, se puso los auriculares en los oídos y puso la música clásica que Gemma le había descargado. Luego, observó el paisaje mientras su madre salía del garaje y se dirigía a las calles de su vecindario.

Y se fueron, y Harry disfrutó cada segundo.

Y ahora, ahí estaba, sentado en un coche. Pero no estaba en movimiento, y su madre y Gemma no estaban allí, y sus auriculares no estaban puestos en sus orejas.

Pero todavía le gustaba, mucho.

El sol estaba saliendo y estaba haciendo que la nieve del suelo brillara, lo que indicaba que, de hecho, era de día.

Harry respiró hondo, contuvo un bostezo y estiró los brazos por encima de la cabeza. Le dolía un poco la espalda por los incómodos asientos del coche de Niall, pero estaba bien. Aún podía ver a Louis durmiendo en el asiento del conductor, con los labios entreabiertos y un poco de sudor en la cara.

Harry se acercó y apagó la calefacción, porque hacía bastante calor allí, a pesar del clima de fuera.

"Louis" susurró vacilante, tocando la mejilla de Louis con su dedo índice y rápidamente dejándola en su regazo "Louis, despierta"

Se rió cuando los ojos de Louis se abrieron de golpe, revelando un azul pálido que brillaba tan bonito en el sol de la mañana que brillaba a través del parabrisas del coche.

Miró rápidamente a su lado, y su expresión se relajó cuando vio la cara divertida de Harry.

"Oh" suspiró, antes de hacer una pausa y sonrojarse un poco "No es gracioso, Harold. No te rías de mí"

Harry se rió, mirándose las manos y no supo qué decir.

"No sonrías" dijo Louis con una voz burlona, tocando la nariz de Harry y ajustando algunos de los rizos de su frente.

Harry se mordió el labio, intentándolo con todas sus fuerzas, pero no pudo evitar dejar que sus labios formaran una enorme sonrisa. Louis empezó a sonreír mientras miraba a Harry, sus ojos se arrugaron y sus labios se cerraron.

Y dios, era malditamente precioso.

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Estaban sentados en el suelo de la habitación de Harry. Los quitanieves habían pasado esa mañana, moviendo toda la nieve para que la gente pudiera al menos conducir a casa. Las tiendas estaban cerradas porque la ventisca aún seguía y Harry estaba extremadamente emocionado.

Porque ¿a quién no le gustaban los días de nieve?

"¿Tienes todas tus cosas especiales debajo de la cama?" preguntó Louis con curiosidad, viendo a Harry dibujar algo en su gran cuaderno de bocetos que estaba sentado frente a él en el suelo "¿O en tu armario o algo así?"

Harry levantó la cabeza y desvió la mirada de su dibujo.

"Debajo de mi cama" respondió.

"Oh" dijo Louis, asintiendo con la cabeza "¿Qué tipo de cosas especiales guardas ahí abajo?"

Harry agregó más copos de nieve. Estaba dibujando un dibujo del coche de Niall, fuera de la cafetería. Porque dibujaba todos los sitios donde vivía un momento especial. Había dibujado su ventana desde fuera, donde Louis había estado hace mucho tiempo, y dibujó la habitación de Niall y el pasillo exterior, e incluso su habitación en Blackpool, aunque el momento no fue muy agradable.

"Guardo mis dibujos y fotos, y las cosas que he estado coleccionando a lo largo de los años" respondió Harry finalmente a Louis, quien le miraba con atención "Pero no he mirado desde hace mucho"

"Bueno" Louis hizo una pausa, moviendo su culo hacia la cama de Harry "Deberíamos de cambiar eso"

"No" Harry negó con la cabeza "Podría haber cosas aterradoras debajo"

Estaba medio bromeando.

Louis simplemente puso los ojos en blanco, riendo.

"Nunca lo sabrás, a menos que mires"

Harry suspiró, sin dejar de dibujar e ignorando a Louis.

Louis soltó otra carcajada, despeinando los rizos de Harry antes de caer sobre su estómago. El hombre se arrastró debajo de la cama de modo que solo sobresalieran sus piernas. Tomó todo el autocontrol de Harry para mantener sus ojos en el árbol que estaba dibujando.

Cuando finalmente no pudo soportarlo más, escuchando los incoherentes murmullos de Louis que venían debajo de la cama, y ​​algunos de sus chillidos, desvió la mirada y se obligó a mirar las borrosas botas negras de Louis que estaban en sus pies.

No le mires el culo.

Louis dejó escapar un gruñido mientras se deslizaba hacia la luz, sacudiendo su pelo y apartándoselo un poco de sus ojos azules.

"¿Qué es esto?" preguntó, y Harry miró lo que estaba agarrando.

"¡Lo has encontrado!" Harry exclamó, con una gran sonrisa en su rostro "¡Lo he estado buscando durante mucho tiempo!"

"Me encanta lo fuerte que hablas ahora" dijo Louis en voz baja, y justo cuando Harry dijo "¿Qué?" Louis siguió hablando "Me encantan las cámaras polaroid"

"A mí también" Harry restó importancia a lo que Louis había dicho antes.

Miró a Louis mientras Louis miraba a la cámara, y volvió a su dibujo cuando Louis se puso de pie, mirando a través de la lente y sacando fotografías al azar, dejando escapar pequeños ruidos de aprobación mientras miraba la foto en su mano.

Sonrió un poco, agregando algunas hojas al árbol, mientras Louis resoplaba.

"Ángel, ángel, ven aquí" se rió, agitando la mano rápidamente, y Harry lentamente se puso de pie sobre sus largas piernas y se acercó.

"¿Qué?" preguntó temblorosamente, porque su corazón todavía estaba acelerado, porque ángel.

"He sacado una foto de la foto de Gemma y tu madre que tienes en tu pared, pero soy demasiado bajo para sacarla de frente y está un poco inclinada y les hace la barbilla" hizo una pausa, empujando la foto frente a los ojos de Harry "Así"

Harry se echó a reír. Gemma parecía que tenía una barbilla doble del tamaño del resto de su cabeza, al igual que su madre.

"Todo porque soy demasiado bajo" dijo Louis con una voz falsa y triste.

Harry le miró. Era unos centímetros más bajo, su cabeza llegaba a la nariz de Harry.

"No debería" dijo simplemente.

"Sí" dijo Louis suavemente, mirando a los ojos de Harry "Debería ser así"

Cogió sus botas peludas y las colocó sobre las de Harry, lo que hizo que se levantara unos centímetros. Ahora estaban casi cara a cara, aunque Louis era un poco más alto.

"Una pluma" Harry se rió "Una pluma es lo ligero que eres. Una pluma ha aterrizado en mis dedos de los pies"

Había un brillo juguetón en los ojos de Louis mientras pisoteaba los dedos de Harry.

"¡No lo soy! ¡No soy una pluma!"

"Vale" susurró Harry, bajando la voz cuando Louis acercó su rostro al suyo. Podía sentir el cálido aliento a menta de Louis en su rostro.

Harry les había preparado chocolate caliente con bastones de caramelo cuando llegaron, pero primero se habían cepillado los dientes. Y se estaba agradeciendo a sí mismo por eso ahora.

Y justo cuando Harry había inclinado la cabeza, listo para besar al irresistible chico de ojos azules con un gorro sobre el flequillo, Louis se había ido y tenía una cámara en la cara.

¡Clic!

Hizo un puchero mientras la imagen se imprimía, eligiendo no mirarla para evitar la vergüenza.

Pero Louis solo la miró por un segundo, con una pequeña sonrisa en su rostro. Sacudió la cabeza.

"Eres muy guapo"

Harry le arrebató la cámara de la mano.

"Basta" se quejó, pero luego se le ocurrió una idea. Solo necesitaba un poco de sol.

Así que sonrió mucho, porque sabía que así es como obtendría la sonrisa de sol de Louis.

Y funcionó. Louis le miró, un poco confundido por un segundo, pero luego le devolvió la sonrisa, las arrugas de sus ojos eran mucho más prominentes y se veían todos sus dientes y se veía como destellos.

Como la luz del sol.

Harry levantó la cámara y la sacó a la perfección, esperando con impaciencia a que se imprimiera. Y cuando lo hizo, su corazón se hinchó un poco.

Fue sorprendido con la guardia baja cuando Louis apartó la cámara y la tiró sobre la cama, luego agarró a Harry por la cintura y le empujó para que sus rizos flotaran sobre el suelo.

"Ángel"

Y Harry se consumió con menta y miel y amor y los labios de Louis empujaron contra los suyos brusca pero suavemente al mismo tiempo, moviéndose lento y luego rápido. Harry le devolvió el beso, dejando que Louis mantuviera su peso sobre el suelo, al menos hasta que les levantó a ambos rápidamente, todavía besándole.

Este beso era diferente. Harry nunca había sido besado así antes. Porque las manos de Louis estaban en todas partes ahora y sus labios se movían con mucho propósito. Este era un beso de película, en el que todos en la multitud también lo sentían, un beso que estaba poniendo la piel de gallina en todo el cuerpo de Harry. Este era un beso que merecía ser comentado.

Cuando se retiraron para tomar aire, Harry se limitó a mirar a ese chico maravilloso con esos ojos azules soñadores con asombro en los suyos, y sus labios magullados todavía se sentían como si los estuvieran besando.

"Vaya" susurró, levantando sus dedos y tocando sus labios.

Louis dejó escapar una risa sin aliento.

"Ángel, no sabía que podías hacer eso"

Eso ha sido todo cosa tuya, Louis Tomlinson, Harry quería decir, pero solo miró a Louis con los ojos entrecerrados e intentó averiguar cómo a alguien tan guapo podía gustarle alguien como él.

Louis cogió su mano, sosteniéndola suavemente contra sus labios y cerrando los ojos.

"Te quiero" luego se inclinó y colocó otro beso en sus labios, un beso mucho más suave y simple.

Y sí, Harry no estaba preparado para nada extremo, pero estaba bien. Porque esto, esto, poder tocar a Louis y ver su sonrisa y sentir sus cálidos y suaves labios, era suficiente. Esperaba que el amor que irradiaba de él no fuera demasiado obvio.

Cuando finalmente terminaron de sacar fotos, salieron e hicieron un muñeco de nieve torcido antes de sentarse en el viejo y destartalado sofá de Harry frente a un árbol torcido bebiendo té e inventando la letra de una canción torcida.

Y fue muy, muy maravilloso.