setenta y tres
Harry se despertó la mañana siguiente con su ordenador portátil debajo de la almohada y las mantas enredadas en los tobillos. Respiró hondo por la nariz, cerrando los ojos con fuerza por un momento mientras bostezaba en silencio. No hacía mucho frío, lo que era sorprendente porque estaban en enero.
Eran las seis, por supuesto, y solo quedaba un día para el fin de semana. Podría superarlo.
Lo primero que hizo fue ponerse un pantalón de chándal, una sudadera y sus playeras para correr. No había empezado a correr, pero era un pasatiempo que iba a adquirir si quería mantenerse en forma. Se pasó los dedos por los rizos y se cepilló los dientes antes de caminar hacia la cocina.
Su madre estaba allí, sentada a la mesa, sola. Su pelo castaño oscuro recogido en una coleta con su flequillo colgando en su rostro. Harry pudo ver el moretón visible en su mejilla izquierda y le dolió el corazón.
Harry caminó vacilante hacia ella, respiró hondo y se sentó frente a ella.
"Buenos días" dijo en voz baja.
Ella levantó la cabeza, antes de sonreír suavemente y empujar un tazón lleno de cereales hacia él.
"Te he servido los cereales" luego señaló con la cabeza la jarra de leche en la mesa "Ahí tienes la leche, cariño"
"Como Gemma" susurró Harry, antes de sonreír a su madre. No tenía ni idea de cuánto apreciaba que ella hiciera eso, ya que unos días antes ella le estaba diciendo que sus hábitos eran molestos "Gracias mamá"
"De nada, Harry" se quitó el flequillo de la cara y se reclinó en la silla "Normalmente no me levanto tan temprano. No entiendo cómo lo haces cada mañana. Me vendrían bien unas horas más"
"¿Entonces por qué te has levantado?" Harry preguntó con curiosidad "No lo digo porque sea algo malo, solo tengo curiosidad" echó un poco de leche en sus cereales, con cuidado de que llegara a la cantidad perfecta. Luego cogió la cuchara que estaba al lado de su tazón y empujó los cereales para abajo para que estuvieran todos cubiertos de leche.
"Quería hablar con mi pequeño"
Harry se sonrojó.
"No soy pequeño, mamá. Voy a cumplir diecinueve en un mes"
Anne parecía estar a punto de llorar. Y resultó que lo estaba haciendo. Su labio tembló un poco antes de enterrar su rostro en sus brazos, sus hombros temblaron cuando un pequeño sollozo escapó de sus labios. Le costó mucho no llorar con ella, porque ver a los demás tristes era su punto débil, especialmente si era su madre.
"Mamá, mamá, ¿qué pasa?" Harry preguntó preocupado, levantándose de su asiento y yendo detrás de ella, colocando su cuerpo sobre su espalda y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura en un abrazo incómodo pero reconfortante "¿He dicho algo malo?"
Anne respiró hondo y levantó la cabeza, y Harry volvió a donde estaba sentado. Sus ojos estaban llorosos y se apartó el flequillo de la cara mientras intentaba componerse para no parecer tan triste.
"Tienes casi diecinueve años y siento que me lo he perdido todo. Me he perdido todos esos años" ella apartó la mirada "Ni siquiera celebré tu decimoctavo cumpleaños, ¿qué mala madre soy? Echo de menos que seas mi pequeño bebé, cuando podía abrazarte en mis brazos y mecerte de un lado a otro cuando llorabas"
Harry sintió que una ola de tristeza y vacío le inundó ante esa frase, ¿era malo que él también lo echara de menos? Echaba de menos ir a donde su madre por todos sus problemas, echaba de menos volver a casa todos los días de escuela con sus problemas y dejar que ella le meciera de un lado a otro en sus brazos. Echaba de menos hornear galletas con ella y su padre cuando era pequeño y se comía la mitad de la masa de las galletas. Echaba de menos ser ese niño rubio que usaba pantalones estilo militar, camisetas de los Power Rangers y una estúpida gorra de estilo vendedor de periódicos.
Anne se mordió el labio.
"¿Es malo que eche de menos a tu padre?"
Harry negó con la cabeza antes de detenerse y asentir.
"Un poco" se metió una cucharada de cereales en la boca y se encogió de hombros.
Anne apoyó la mejilla en la mano.
"Supongo que echo de menos cuando éramos una familia feliz, Harry"
Y todo lo que Harry pudo hacer fue suspirar, porque sí, él también lo echaba de menos
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"¿Adivina qué bebé? Es viernes. Lo que significa-
"¡Que no hay clases mañana!" Niall, Liam, Zayn y Harry gritaron al unísono. Harry sonrió para sí mismo, mirando a los chicos que estaban holgazaneando en la habitación de Niall, comiendo lo que encontraron en la cocina. Liam tenía una bolsa de patatas fritas, Zayn un poco de pastel y Niall una bolsa grande de golosinas.
Todo lo que Harry tenía era su ordenador portátil, mirando el rostro de Louis e intentando no parecer demasiado cariñoso.
"¿Y adivinad qué más significa?"
"¿Qué?" Harry preguntó, frunciendo el ceño.
"Mañana vas a venir a la cita con mi médico"
"¿No se suponía que era hoy?"
Louis frunció el ceño.
"Sí, la he tenido que cancelar porque ha nevado"
"¿Qué quieres decir?" Harry preguntó, rápidamente mirando por la ventana "Es precioso"
Niall resopló.
"Sí. Precioso"
Harry se giró para mirarle.
"Lo es"
Louis se aclaró la garganta.
"De cualquier manera, vas a venir conmigo al médico mañana por la mañana, no me importa si Niall estaba planeando en llevarte a ver una película, porque nadie sale sin mí"
"¡Oh, míranos, Lou!" Liam gritó, riendo a carcajadas y metiéndose más patatas fritas en la boca. Harry no estaba seguro de lo que estaba haciendo. Había algo en su teléfono que le hacía gritar de rabia todo el tiempo. Harry no entendía por qué a la gente le gustaba jugar a juegos que les hacían enfadar. Quiero decir, ¿por qué perder el tiempo haciendo eso cuando podrías estar mirando a un guapísimo chico de ojos azules con pelo como plumas y una sonrisa como el sol?
"He hablado con mi madre hoy. Me refiero a hablar de verdad" dijo Harry con nerviosismo. Niall y Zayn miraron hacia arriba, probablemente confundidos con él ofreciéndose a hablar sobre él. O eso o querían saber qué había pasado. A Harry no le importaba. No deberían sorprenderse. Era Louis.
"Estoy muy orgulloso de ti" dijo Louis gentilmente, sonriéndole y mirando a un lado antes de encontrar los ojos de Harry "Jodidamente orgulloso de ti"
Harry se sonrojó, pero no apartó la mirada de Louis. Lo que hizo que la apartara fue Liam haciendo ruidos de arcadas.
"Vosotros dos sois asquerosos. Basta"
Niall le tiró una gominola que le dio en la nariz, lo que hizo que Liam estornudara. Harry tuvo que admitir que los estornudos de Liam eran bastante adorables. Pero Louis era más adorable.
"Entonces, ¿qué te ha dicho, ángel?" Louis preguntó con curiosidad. Estaba acostado en su cama, con la cabeza apoyada contra el cabecero. A Harry le encantaba como le quedaba a su pequeño cuerpo la sudadera oversized de la universidad de Doncaster que Harry le había dado como regalo de felicitación. Era tan grande que sobresalía un poco por sus brazos y dejaba al descubierto sus clavículas perfectas. No podía dejar de mirar el pelo esponjoso de Louis, su estúpida y adorable nariz y sus ojos azules pálidos enmarcados por un par de pestañas oscuras como el carbón. Impresionante, era lo que Louis era.
"Me ha dicho que me echaba de menos. Cuando era pequeño, quiero decir" explicó Harry "Y que desea que las cosas fueran como solían ser"
"¿Que se supone que significa eso?" preguntó Zayn, acercándose para sentarse junto a Harry "Harry, la vida continúa. No puedes estar esperando que el pasado vuelva, porque no va a pasar"
"Lo sé" suspiró Harry "No sé lo que estaba esperando que le dijera, ¿siento haber terminado como una mierda? No lo sé" bajó la voz "Y ha dicho que echaba de menos a mi padre"
Los ojos de Louis se oscurecieron de inmediato y frunció el ceño profundamente, mientras que Zayn se inclinó y le dio un abrazo.
"Creo que ella simplemente echa de menos a tu familia, cariño"
Louis gimió, mirando al techo.
"Ojalá pudiera abrazarte así" señaló a Zayn "Porque es mío" luego volvió su atención a Harry "Y creo que tiene razón. Ella le echa de menos a él, no a lo que hizo, ¿sabes a lo qué me refiero?"
Harry asintió de mala gana.
"Creo que sí, pero quiero decir" sus mejillas se sonrojaron "Yo también"
Louis entrecerró los ojos.
"Harry"
Zayn le agarró por los brazos.
"¿En serio, Harry? Elabóralo"
Harry frunció el ceño.
"No echo de menos eso" podía sentir sus mejillas ardiendo, y era peor porque Liam y Niall ahora también estaban escuchándole, sentándose a su lado también "Simplemente echo de menos- cuando- a él le gustaba- solía gustarme cuando- solía levantarme en el aire y hacerme girar y decirme que estaba orgulloso de mí, supongo. Sí. Y le gustaba- decía que era el padre más afortunado del mundo. Eso es lo que echo de menos"
Louis parecía como si estuviera a punto de llorar, los otros tres parecía como si no supieran qué decir.
"Lo siento" fue lo que finalmente dijo Liam "No te mereces nada de esto, Harry. En absoluto"
Harry solo miró su teclado, pasando suavemente sus dedos sobre las teclas en relieve. Le encantaba ese sentimiento. Sin embargo, le hacía cosquillas. Se rió entre dientes. Era agradable distraerse de lo que sucedía a su alrededor. Esa técnica también le ayudaba cuando le dolía la cabeza. Cada vez que se metía en la ducha, el agua caliente le quemaba todos los cortes de la herida que Ross había reabierto.
Zayn se inclinó y abrazó a Harry de nuevo, excepto que con más fuerza y significado. Niall se unió, y luego Liam. Harry podía sentir lágrimas en sus ojos y se encontró con los ojos de Louis en la cámara por encima del hombro de Niall. Louis simplemente asintió con la cabeza y Harry sintió un dolor sordo en la parte inferior de las costillas cuando Louis articuló te quiero.
"Puedes con esto. Eres fuerte. Eres un campeón" dijo seguido en voz alta.
Niall se rió a carcajadas, mientras que Zayn se apartaba.
"Bueno, es un gran portero de waterpolo"
Los ojos de Louis se agrandaron.
"¿De verdad? Harold, ¿por qué no me has contado eso, bebé?"
Harry se encogió de hombros. Personalmente, no pensaba que fuera tan bueno, pero Zayn actuaba como si fuera un profesional. Era divertido, en realidad, pero halagador al mismo tiempo.
"Bueno, voy a ir a ver tus partidos" Louis miró a Zayn, que se había salido del abrazo y estaba tirado en el suelo, con una de las gominolas de Niall entre los dientes, como si lo estuviera sosteniendo allí "Zayn, ¿cuándo es el próximo partido?"
"¡El sábado!" gritó Zayn después de haberse tragado la golosina "No este, el siguiente"
Harry sintió una presión en el pecho, ¿por qué no sabía esto?
"Zayn, no estoy listo" dijo débilmente, recostándose en el pie de la cama de Niall, ajustando el portátil en sus muslos "No he estado en el agua por un tiempo y me van a quitar los puntos en unos pocos días. Cuatro días no es suficiente para entrenar"
Zayn le fulminó con la mirada, poniéndose boca abajo. Harry pensaba que tenía que ser incómodo la forma en que apoyaba los codos en la alfombra.
"Harry, no has entrenado tanto tiempo como Luke y eres mejor. No necesitas entrenar, amigo mío. Eres un Harry prodigio"
Harry se rió, agachando la cabeza.
"Vale" murmuró.
Cuando miró hacia arriba, se dio cuenta de que Louis le había estado mirando todo ese tiempo, y eso le asustó e intrigó al mismo tiempo, ¿qué podría haber para mirar? Era normal. Pero Louis aparentemente no lo creía así, porque cuando vio que Harry había descubierto lo que estaba haciendo sonrió más ampliamente.
"Qué ángel eres, Styles"
Harry estaría mintiendo si dijera que eso no había provocado un salto en su corazón, un momento en el que apenas podía respirar.
"No puedo respirar" dijo en voz baja, y abrió mucho los ojos, ¿por qué había dicho eso?
Pero cuando miró a su alrededor, Niall y Liam estaban ocupados configurando la PlayStation para poder jugar a FIFA. Suspiró aliviado. Pero Louis le había escuchado.
"Está bien, bebé Harold ángel Styles. Estoy acostumbrado a quedarme sin aliento"
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