Me encantaba la forma en que respiraba.

Era quizás mi canción favorita, si se me permite decirlo, para escuchar. Poner mi mano en su pecho y sentirlo subir y bajar bajo las yemas de mis dedos mientras dormía. Su corazón latía fuerte y puro. Podía escuchar las pequeñas respiraciones escapar de sus labios y desaparecer en el aire, en mis oídos donde recordaría el sonido para siempre. Su respiración hacía que parte de mí se sintiera viva, como si cada vez que soltaba un pequeño gemido en sueños o contuviera la respiración mientras se giraba de lado, yo también lo sintiera. Me encantaba ver la forma en que abría y cerraba la boca, como si murmurara para sí mismo en sueños. Me gustaba agarrar sus largos dedos y encontrar todas las formas en que podía entrelazarlos con los míos. Me encantaban sus dedos, eran los mismos que rozaban mi mejilla y mandíbula antes de besarnos y los que siempre conseguían apretar mi cadera antes de ahuecar mi espalda suavemente.

Su piel era más suave que la mía, aunque siempre me decía que le recordaba al jabón. Era una de esas cosas que tenía en la cabeza, esas últimas cosas que siempre repetía. Eso era parte de Harry, repetir cosas y querer que siguieran igual. Me dijo que nunca quería que cambiara la forma en que preparo el té y que siempre pusiera la ropa en montones diferentes. Me gustaba besarle cuando decía esas cosas.

Y sus rizos de color chocolate. Siempre eran suaves bajo mi toque, deslizándose de mis dedos cada vez que pasaba mis manos por su pelo. Me encantaba la forma en que se veía la parte de atrás de su cabeza, cuando todos sus rizos estaban empujados hacia adelante y asomaban detrás de sus orejas.

Pero no podía ver la parte de atrás de su cabeza en este momento, porque estaba tumbado, todavía dormido, sus párpados lilas estaban cerrados para revelar una cortina de pestañas oscuras como el carbón. Había una máscara de oxígeno colocada sobre sus labios, empañándose cada vez que respiraba. Esperaba que pronto pudiera respirar solo.

El médico había dicho que solo una persona podía entrar en la habitación y, por supuesto, eso significaba que Anne tenía que ir primero. Esperaba que pudiera sentir mi mirada de puro resentimiento mientras mis ojos le seguían hasta que desapareció en el pasillo. Estuve tentado de preguntarle dónde había ido Ross, si había decidido volverse menos cobarde y finalmente enfrentarse al hecho de que el chico al que hundió, el chico que había separado de su madre estaba herido. Espero que se haya sentido culpable, que todas las palabras que había dicho le dejaran una sensación de ardor en la boca, una sensación de revuelo en el estómago como me había pasado a mí ayer.

El médico había dicho que no habían llegado tarde para curarle el pulmón colapsado, y que si tenía puesto el respiradero el tiempo suficiente, se curaría por sí solo. Apuesto a que Niall se estaba riendo de mí en secreto por lo mucho que había llorado, y por lo mucho que sonreí cuando lo supe. Sabía que iba a estar bien.

Pero ¿cuál es la definición de bien? Lo miré en el diccionario mientras Anne estaba ocupada pidiendo perdón a un ángel dormido. Ponía, del mejor modo posible o lo que se supone o espera que debiera ser u ocurrir. Y me pregunté, ¿Harry iba a estar bien con las costillas rotas, una muñeca fracturada y grapas en la frente? ¿iba a estar bien con que su madre finalmente le visitara y se diera cuenta de que tenía que haber un accidente de coche para que ella finalmente estuviera allí para él?

¿Estaba bien antes del accidente? No lo sé, estaba demasiado ocupado hablando con mi madre por teléfono para agarrarle del brazo y preguntarle. Ojalá lo hubiera hecho, porque tal vez eso me ahorraría mucho dolor.

Pero ahora, aquí estaba, intentando ignorar la obvia presencia de Anne en la sala de espera, y admirando la curva de la mandíbula y los pómulos de Harry, ¿cómo puede uno ser tan guapo, tan impresionante? Sí, Anne era guapa y nunca había conocido a su padre, Des, pero nunca había visto a alguien tan perfecto, atractivo, como este chico acostado aquí mismo. Había una venda que cubría el corte justo debajo de la línea del pelo y una escayola en la muñeca. Y sabía que cuando despertara le iba a costar respirar porque tenía las costillas fracturadas.

Sostuve su mano con fuerza en la mía, brincando un poco cuando escuché pasos detrás de mí. Giré la cabeza, sorprendido de ver a un médico. No era el médico que había pasado toda la noche curando a Harry, sino uno diferente.

"¿Dónde está el otro doctor?" pregunté. Miré su etiqueta con su nombre. Dr. Lucas.

Se rió entre dientes, pasando una mano por uno de sus antebrazos antes de acercarse a mí, el pequeño y patético yo, que estaba arrodillado junto a la pequeña cama de Harry. Mantuve el ceño fruncido cuando Anne entró, pero me sentí un poco mejor cuando Niall, Liam y Zayn le siguieron.

"Le tocaba el turno de noche, yo tengo el turno de día" explicó, y apreté la mano flácida de Harry con más fuerza cuando Anne se acercó. Parecía cansada, su pelo desordenado y círculos oscuros debajo de sus ojos verdes que se parecían mucho a los de Harry. Lo poco de piedad que quedaba en mi estómago se desvaneció tan rápido como vino.

"Entonces, ¿qué vamos a hacer cuando se despierte?" preguntó Liam con el ceño fruncido. Me miró preocupado, como si me preguntara si estaba bien. Asentí levemente y él me dio una pequeña sonrisa.

"Bueno, cuando empiece a dar señales de que lo va a hacer, inmediatamente le inyectaré un poco de paracetamol por vía intravenosa junto con un poco de ibuprofeno para reducir la inflamación de las costillas y la muñeca y también para reducir el dolor que va a tener. Las costillas rotas tardan unas cuatro semanas en curarse, tal vez más para Harry porque se fracturó bastante. Va a tener dificultades para respirar por un tiempo, es un poco como dolores agudos, tanto en las costillas como en el pecho. Pero antes de darle alguna pastilla antiinflamatoria, tengo algunas preguntas que creo que Anne podría tener la respuesta" vi como Niall nos hizo un gesto a mi, Liam y Zayn para que se fueran.

Iba a protestar, pero sabía que Anne probablemente sabía más sobre su historial médico que yo.

"¿Harry tiene antecedentes de sangrado o úlceras de estómago, enfermedad cardíaca, presión arterial alta o enfermedad renal?"

Levanté mis cejas. Vaya.

Anne negó con la cabeza, mirando a Harry y sus ojos brillaban con lágrimas.

"¿Tiene asma?"

Esta vez yo negué con la cabeza.

"Está bien, entonces creo que estará bien cuando se le dé el ibuprofeno"

Asentí con la cabeza, no muy seguro de lo que significaba todo eso, pero él era médico, así que debería tener razón.

"Necesita tomarse las cosas con calma por un tiempo, sin actividades que le causen dificultad para respirar. Su muñeca, según he escuchado, ya se la había roto antes. Pero, aun así, os daré a cada uno un documento sobre cómo curarle cuando llegue a casa. Necesitamos mantenerle aquí para asegurarnos de que sus costillas fracturadas no causen ningún daño a sus órganos internos, y también debemos asegurarnos de evitar que contraiga neumotórax, hemotórax o una infección en el pecho. Louis, ¿cuál es tu relación con el señor Styles?"

"Novio" dije, a la vez que Anne dijo "Amigo"

El doctor Lucas parpadeó, sintiendo la incomodidad entre nosotros dos.

"Está bien, ¿está viviendo contigo?"

"Sí, él vive conmigo ahora mismo" intencionalmente miré a Anne. Lo que realmente me enfadaba era lo bien que nos trataba a Harry y a mí antes de que llegara Ross. Era como si hubiera cambiado por completo. Empecé a preguntarme si era culpa suya, de Ross o de los dos.

"Creo que sería una buena idea traer algunas de sus cosas aquí para que no se aburra por completo. Va a estar aquí una semana más o menos"

Suspiré de alivio. Todo este tiempo, estaba pensando que iba a morir, pero iba a estar bien. Un poco golpeado, pero vivo. Su corazón seguía latiendo, sus pulmones, aunque dañados, seguían funcionando. Ahora todo lo que necesitaba era verle abrir los ojos, ver la forma nerviosa en que siempre parpadeaban, llenos de asombro y duda.

Parecía como si el doctor Lucas me había leído la mente y sonrió.

"No te preocupes, Harry se despertará en unas pocas horas como mínimo. Eso te da tiempo para ir a casa, ducharte, comer y descansar un poco. Estoy seguro de que quedarte despierto toda la noche no ha sido agradable"

Me encogí de hombros.

"Más agradable de lo que ha pasado Harry"

Anne se puso de pie, sacudiéndose los pantalones como si hubiera algo en ellos. Se apartó el pelo oscuro de la cara y me miró a los ojos durante medio segundo antes de mirar al doctor Lucas.

"Gracias por esto, por todo. Le agradecería al otro médico también, pero él no está aquí. No tienes ni idea de cuánto significa esto para mí"

Entrecerré mis ojos hacia ella.

"Deja de mentir" murmuré, pero secretamente esperaba que me escuchara.

Aparentemente no lo hizo, o eso o ella no quería que yo supiera que lo había escuchado. El doctor Lucas le siguió hasta la puerta, después de estrecharme la mano y decirme que esperaba que Harry se recuperara rápidamente.

Yo también lo esperaba.

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El olor a sopa de pollo con fideos era bastante abrumador, sobre todo porque era lo primero que olió Harry cuando se despertó. Se sentía entumecido por todas partes, no sabía si eso era algo bueno o malo.

"¿Dónde estoy?" murmuró para sí mismo, sabiendo que no obtendría respuesta. Todo lo que vio fueron paredes blancas, un televisor y una silla. Oh, y el plato de sopa que estaba en la mesa junto a él.

Luego cometió el error de respirar profundamente, como siempre hacía cuando acababa de despertar. Sintió un dolor agudo en los pulmones y las costillas por un segundo antes de toser, tosiendo tan fuerte que no podía respirar. Ni siquiera pudo hacer nada más que abrir los ojos cuando Louis entró corriendo, el Louis que había dejado completamente atrás.

"Lou" tosió, con los ojos llorosos "Lou, ¿qué-" tosió con fuerza "¿Qué me ha-

"Shh, shh bebé deja de hablar. Hace que te duela más el pecho" Harry continuó tosiendo mientras Louis tocaba el pequeño botón rojo etiquetado como enfermera en el mando junto a su cama. Pronto, había una enfermera con su pelo rubio recogido en un moño desordenado corriendo, sus ojos llenos de preocupación.

"¿Está todo bien?" preguntó, antes de ver a Harry, que estaba inclinado sobre la cama, pero que aún no encontraba alivio de la tos constante y sus ojos estaban llorosos, en parte por las lágrimas de dolor.

Se acercó con calma, agarrando suavemente del brazo a Harry y apoyándole en la cama de nuevo. Estaba llorando, luchando y haciendo una mueca de dolor cada vez que tosía.

"Necesitas más analgésicos, cariño" dijo en voz baja, amablemente. A Louis inmediatamente le cayó bien. Vio como al principio ella le ponía la máscara de oxígeno sobre los labios y una almohada detrás de su espalda, luego le inyectó más analgésicos en su intravenosa "Vas a toser un poco, pero no te dolerá tanto si tomas más paractamol. Voy a traerte una bolsa de hielo para ayudarte con el dolor, cariño. Solo intenta respirar profundamente, estás tosiendo porque tus pulmones están intentando eliminar el líquido" Harry le miró con los ojos muy abiertos y Louis extendió el pulgar para secarle una lágrima de debajo del ojo.

Louis se inclinó.

"Estás bien, ángel" susurró, antes de besar su mejilla "Estás bien"

La enfermera, en cuya etiqueta de nombre ponía, Hannah, enfermera titulada, sonrió.

"Sí, lo está. Avísame si empieza a toser sangre"

Se rió cuando Louis jadeó.

"No es gran cosa, pasa todo el tiempo con pacientes con costillas fracturadas. Probablemente no va a pasar, siempre y cuando siga tomando estos analgésicos y no se mueva demasiado. Su pulmón derecho todavía está muy débil, así que si tiene problemas para respirar, ponle esta máscara de oxígeno"

Louis forzó una sonrisa.

"Por supuesto"

Hannah se inclinó y sus labios tocaron la oreja de Louis.

"Será mejor que no le beses por mucho tiempo, puede dejarle sin aliento"

Louis se sonrojó al ver la sonrisa juguetona de Hannah mientras le guiñaba un ojo a Harry, palmeando su hombro.

"Iré a buscarte esa bolsa de hielo. Por cierto, voy a ser tu enfermera hasta que te den de alta. Harry, ¿necesitas un poco de agua?"

Harry asintió rápidamente y Louis frunció el ceño.

"Yo lo traigo. No quiero que espere"

"Hay una botella de agua en la nevera pequeña. Echa un poco en una taza y saca una pajita del cajón de allí. Iré a buscaros un menú para que elijáis algo para la cena"

Harry observó a Louis coger el agua para él, sus manos se movían delicadamente y gentilmente como siempre. El analgésico estaba empezando a hacer efecto de nuevo, y vacilante se quitó la máscara. Respiró con cuidado y duda, y afortunadamente no soltó una tos seca.

Louis se acercó a él y le entregó el agua.

"Harry, no tienes idea de cuánto te he echado de menos" suspiró, inclinándose y besando su sien.

Harry sonrió.