sesenta y tres
"¿Por qué estás aquí?"
Harry abrió los ojos al oír la voz baja que venía detrás de él. Estaba envuelto en mantas, frente a la ventana con una máscara de oxígeno colocada sobre sus labios. No le gustaba dormir sin ella porque se despertaba constantemente cuando necesitaba toser, para limpiar el líquido de su pulmón colapsado en curación.
No se movió cuando escuchó la voz de su madre responder a la de Louis.
"Porque Harry es mi hijo y está herido" Anne dijo, obviamente ofendida "Tengo más derecho a estar aquí que tú"
Harry se mordió el labio para no hablar. Anne estaba equivocada, muy equivocada, y quería defender a Louis y decirle que sí, que Louis tenía más derecho a estar ahí que nadie.
"Puede que yo no merezca a Harry, pero estoy seguro de que le merezco más que tú. Y baja la voz, no quiero que Harry se despierte y no descanse lo que necesita, a diferencia de ti" resopló Louis. Harry prácticamente podía verle cruzando los brazos, dándole su mirada característica. Harry movió un poco la cabeza sobre la almohada y Louis inmediatamente se acercó para sentarse a su lado.
"En serio, ¿por qué estás aquí?" preguntó Louis, sentándose en la cama y pasando suavemente su mano por la espalda de Harry antes de acariciar sus rizos suavemente "Anne, honestamente, ¿sabes cuánto daño le has hecho? ¿y a mí? Confié en ti, siempre había pensado que eras muy amable y tolerante, cuando en realidad te vas cuando las cosas se ponen difíciles" su voz era baja y enfadada, pero sus dedos estaban apretando ligeramente el hombro de Harry antes de que apoyara su mano en los rizos de Harry. Harry esperaba que Louis no notara la piel de gallina que subía y bajaba por sus brazos y el escalofrío que sacudía levemente su cuerpo. No, quería escuchar lo que su madre realmente tenía que decir.
"Me preocupo por Harry, tanto que duele y me siento muy mal-
"Anne, no quiero gritar, porque no quiero despertar a Harry, pero no puedes simplemente volver y pensar que un lo siento va a arreglar todo, ¿adivina qué? No va a arreglarse. Tardé mucho tiempo en conseguir que Harry volviera a confiar en mí, e incluso entonces todavía no lo merezco. Pero al menos no me quedé sentado mientras estaba siendo abusado"
Se quedó en silencio por un momento, el único ruido era la respiración de las tres personas y el zumbido de la calefacción. Hannah había entrado y apagado la televisión, supuso Harry. Tenía los ojos cerrados y tenía muchas ganas de abrirlos, pero decidió que podía esperar.
"Te quedaste sentado" Anne dijo "Te quedaste sentado mientras estaba haciendo daño"
La cama se movió cuando Louis se puso de pie. Harry sabía que estaba enfadado, reconoció su respiración agitada.
"No digas eso. No me quedé sentado, Anne"
"Dejaste a Harry cuando se estaba haciendo daño a sí mismo, Louis, ¿te crees que no vi sus muñecas, o las navajas que dejó en el lavabo porque es demasiado inconsciente y nunca sabe cómo mantener las cosas en secreto? No me puede ocultar las cosas, es un libro abierto, Louis. He podido ver lo destrozado que estaba cuando le dejaste, puedo leerle con claridad. Así que sé, sé que lo que hiciste fue tan malo como lo que hice yo. Le has destrozado. Has destrozado a mi hijo"
Harry ya estaba temblando con cada palabra que se le escapaba de la boca a su madre y se estremeció cuando escuchó un estrépito.
"No te atrevas a decir eso de nuevo" espetó Louis, la ira en su voz crecía con cada segundo.
"Ya no interactúa con nadie. Solo mira las cosas estúpidamente porque no sabe cómo estar enamorado sin ser absolutamente ridículo. Y sé que antes no era bueno en eso, pero ahora le has destrozado por completo"
Harry dejó escapar un sollozo ahogado, acurrucándose sobre sí mismo y mordiéndose los nudillos para quedarse callado. Subió las rodillas hasta el pecho, temblando cada vez más con los golpes que le estaba dando su madre. Sí, le había dolido muchísimo cuando sus amigos dijeron eso, ¿pero que su propia madre le llame estúpido, ridículo, destrozado?
Picaba, quemaba.
"¡Vete de aquí, Anne! Solo vete, maldita-
"¿Qué está pasando aquí?" era Hannah.
"¡Sal!" Louis gritó. Había perdido los estribos. Harry estalló en un ataque de tos cuando toda la respiración apresurada se volvió demasiado para él.
"Voy a tener que pediros a los dos que os vayáis. Lo siento, Louis" dijo Hannah en voz baja.
"¡Hannah, no! ¡Tengo que ver a Harry! Harry, ángel, cariño, ¿estás bien?" Louis corrió hacia Harry, y Harry gimió cuando Louis le tocó el brazo.
"Deja de ser malo con mi madre" suspiró Harry, alejándose de él.
"Louis" dijo Hannah, con más firmeza "Tienes que irte a la sala de espera. Ahora" Harry se dio la vuelta y vio como Louis pateaba una silla contra la pared tan fuerte como podía, y podía ver el dolor destellar en sus ojos y deseaba mucho abrazarle, consolarle.
Era raro lo rápido que la habitación podía pasar de ruidosa e intensa a tranquila y silenciosa. Hannah estaba de pie allí, con la mano en el pomo de la puerta mientras veía a Louis desaparecer por el pasillo mientras gritaba todo el camino.
"Te he traído el desayuno. Tengo buenas noticias. Te van a dar el alta en unos días, Harry"
"Quiero que venga Louis"
"Harry, le acabo de decir que se vaya. Creo que sería mejor si te calmaras y comieras algunos de tus cereales"
Harry se secó las lágrimas de las mejillas y se sintió como un niño mientras miraba a Hannah con los ojos verdes muy abiertos.
"Quiero que venga Louis" repitió.
"Por favor, desayuna primero" Hannah puso la bandeja en su regazo y Harry le miró antes de hacer pucheros y mirar su tazón de cereales. Tenía demasiada leche y no podía comer.
"No puedo comer esto" murmuró Harry "Demasiada leche"
"Harry, está bien. No te va a hacer daño"
"¡Hay demasiada leche!" dijo más fuerte, empujando la bandeja fuera de su regazo "Y mis calcetines no son blancos y no me estoy cepillando los dientes con pasta de dientes Colgate y no estoy usando mis botas y Louis no está contento y no estoy usando mis vaqueros negros y no me despierto a las seis en punto y ¡quiero irme a casa!" gritó, quitando las mantas de sus piernas "¡Louis!" gritó.
"Harry, tranquilízate" dijo Hannah apresuradamente, agarrando sus brazos y Harry empezó a llorar cuando presionó un botón en su cintura "Por favor, respira hondo. Te traeré un nuevo tazón de cereales y todo estará bien"
"Solo quiero a Louis" suplicó Harry "Quiero dormir, por favor"
"Harry, Louis no está aquí, ¿vale?"
"¡No! ¡No vale!" Harry gritó, luchando contra el agarre de Hannah "¡Esta habitación no está limpia!"
Y luego empezó a divagar, nombrando todas las cosas que no eran como se suponía que debían y cuánto le molestaba y parecía como si finalmente se hubiera roto, porque todos se rompen en algún momento, ¿verdad? Pero Hannah estaba pidiendo ayuda y Harry estaba gritando.
Y no podía recordar mucho después de eso, pero Louis le estaba agarrando y finalmente, finalmente pudo calmarse.
Porque no era necesario que todo fuera perfecto cuando Louis estaba allí.
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"Me duele la cabeza" murmuró Harry.
Todavía le quedaban algunas semanas hasta que le quitaran las grapas y también los puntos de un par de cortes en todo el cuerpo. Básicamente, todo le dolía y no podía hacer mucho al respecto, salvo tomar un analgésico y rezar para que dejara de doler.
"¿Quieres darte una ducha? Puedo ponerte unas vendas impermeables sobre tus puntos y hay una barra y un asiento para la ducha para que puedas sentarte" dijo Hannah suavemente, cambiándose los guantes antes de sacar una botella de agua oxigenada "Pero primero, tenemos que limpiar esos cortes"
"Sí, quiero darme una ducha" dijo Harry con timidez.
"Está bien, te traeré un poco de champú y jabón" Hannah puso unas bolitas de algodón en la mesa junto a ella, desenroscó la tapa del peróxido y lo dejó alado de los algodones "¿Cual primero?"
Harry se encogió de hombros antes de extender la mano. Tenía puntos de sutura en la palma de la mano y otro en la muñeca. Era un corte que ya había estado allí antes, excepto que esta vez era más profundo.
Estaba poniendo el agua oxigenada en el algodón cuando Louis entró.
"Hola" dijo Louis en voz baja. Se encontró con los ojos de Harry "Ángel"
Harry le miró fijamente, los nervios en su estómago debido a su pronto encuentro con la medicina ardiente desaparecieron repentinamente, derritiéndose con la suavidad en los ojos azules de Louis.
"Hola Louis" susurró. Podía ver a Hannah sonriendo y mirando entre ellos, pero honestamente no le importaba, porque la mirada de Louis simplemente le llevaba a otro mundo.
Sí, todavía estaba enfadado con Louis por hablarle a Anne de esa manera. También estaba enfadado con Anne, pero ella había hecho mucho por él cuando era pequeño y no iba a dejar que Louis le hablara así. Por otra parte, tampoco iba a dejar que Anne le hablara así a su persona favorita en el mundo. Estaba en un aprieto.
"Harry, prepárate para sentir un poco de escozor. Pero te tiene que doler para que se cure. Tiene que estar limpio, ¿vale?"
Harry respiró temblorosamente y asintió.
"Vale"
"¡Espera!" Louis dijo justo cuando ella estaba empezando a bajar su bola de algodón empapada a su mano. Se arrodilló en el suelo y cogió la otra mano de Harry "Aprieta mi mano para distraerte del dolor" le dio a Harry un suave beso en la sien.
Harry se preparó, y justo cuando ella le puso el líquido frío en su corte, le quemó, le quemó tanto que temió arrancarle la mano a Louis. Louis parecía preocupado.
"Está bien, solo mírame" susurró, con el ceño fruncido "Esto me está matando" gimió cuando Harry dejó escapar un pequeño gemido.
"Louis, está bien. Él está bien, ¿verdad Harry?"
Harry esbozó una pequeña y temblorosa sonrisa.
"Sí" empezó, pero de inmediato dejó de hablar cuando ella le puso una nueva bola de algodón en la cabeza, la peor herida de todas.
Hannah se disculpó continuamente, y luego secó cada corte con una gasa.
"Es muy importante que estén secos. La humedad suaviza la piel alrededor del corte y aumenta la posibilidad de que se salga una infección, y eso no sería bueno. Así que, si notas que se mojan, frótalos con una toalla limpia" Harry asintió.
"Además, tienes que limpiarlos con agua y jabón todos los días" hizo una pausa, riendo "Y sé que es irónico porque te he dicho que no los mojes, pero cuando los limpias tienes que hacerlo. Sécalos inmediatamente después. Usa agua tibia y jabón neutro, no del tipo perfumado. Cambia el vendaje al menos cada cinco horas, y si empiezas a sentir entumecimiento u hormigueo, tienes que informar al médico, o si es mientras estás todavía aquí, simplemente dímelo"
Se puso de pie por un segundo, sacando una caja del carrito pequeño.
"Quiero que me veas como te pongo estos vendajes en tu mano, son iguales a los que tienes puestos, excepto que son impermeables. Te vamos a poner tanto impermeables como normales"
Mientras ella ponía cada una de sus vendas, Louis empezó a hablar.
"Hannah, perdóname por cómo actué ayer. A veces me pongo así, y lo siento"
Hannah negó con la cabeza y le sonrió.
"No soy rencorosa, Louis. Está bien. Sé cuáles eran tus intenciones" miró a Harry y le tocó la nariz con la mano izquierda temporalmente libre "Solo quería molestar a este señor de aquí" bromeó, sus pendientes tintinearon mientras se reía.
"Yo también lo siento" susurró Harry.
Hannah le puso la venda en la mano y le indicó que inclinara la cabeza hacia adelante.
"Tú" dijo en voz baja "No tienes nada que sentir"
Por alguna razón, eso hizo que Harry se sonrojara, y sus mejillas ardieron aún más cuando Louis apretó su mano.
"Está bien, puedes ir a ese baño" Hannah hizo un gesto hacia el baño a unos pasos de ellos "Si necesitas ayuda, simplemente pulsa el botón rojo de la pared"
"Estás preparado" Louis se rió entre dientes, pero dejó de reír cuando vio las mejillas de Harry enrojecerse de un rosa claro.
"Louis, ¿puedes ayudarme a levantar esta ramita alta?" Hannah sonrió y Louis se levantó y asintió. Primero, le ayudaron a poner las sábanas a los pies de la cama, y luego los dos le levantaron por debajo de los brazos.
"Puedo caminar" empezó a protestar Harry, pero Hannah y Louis le hicieron callar rápidamente.
"No puedes hacer esfuerzos por un tiempo" dijo Louis, y Hannah asintió.
Y así le llevaron al baño, y Louis y Harry se quedaron mirándose durante unos segundos.
"¿Me puedes ayudar?" Harry le preguntó tímidamente.
Louis asintió, evitando los ojos de Hannah y agradeciéndole.
"Lo tenemos todo controlado" murmuró.
Hannah asintió.
"Acordaos. Botón rojo"
Cerró la puerta de la habitación detrás de ella, y Louis también cerró la puerta del baño. Era una habitación pequeña, con baldosas blancas en el suelo y un juego de toallas. Hannah había llamado a otra enfermera para que le trajera sus cosas. Había una mini botella de champú, de olor manzana verde a petición de Harry. Harry se preguntó si tenían todos los aromas que había.
Louis acarició ligeramente la mandíbula de Harry antes de desabotonar su bata de hospital, pasando sus dedos entre sus omóplatos, como siempre. Su piel era suave y cálida, ardiendo bajo sus dedos.
El toque de Louis era como una pluma y Harry se estremeció, cerró los ojos y se mordió el labio. Louis se inclinó y besó su pelo una vez más y luego soltó su bata para que cayera al suelo, quedándose alrededor de sus pies. Cuando Harry abrió los ojos, les vio a los dos en el espejo, y sonrió suavemente, la vista le debilitó las rodillas.
Louis le estaba abrazando por la cintura, la frente descansaba sobre el hombro de Harry. Y a Harry le encantaba la forma en que su desordenado flequillo colgaba allí, el color miel contrastaba perfectamente con la piel pálida de Harry.
"Hola" susurró Harry, y Louis se estremeció antes de responder.
"Hola ángel"
Harry vio como Louis abría la ducha y verificaba la temperatura antes de quitarse la ropa. Se metieron los dos bajo el suave chorro de agua tibia.
Louis le besó suavemente antes de echar un poco de champú en sus manos. Lo frotó y, teniendo cuidado de evitar su frente, masajeó el champú burbujeante en sus rizos, sus dedos firmes y suaves al mismo tiempo. Harry se volvió dócil contra él, teniendo que sentarse cuando le empezó a doler un poco respirar. Se quedaron en silencio mientras Louis le lavaba el pelo y le ayudaba a lavarse el cuerpo.
Harry estaba intentando no temblar, pero cuando se volvía demasiado, Louis le besaba y podía respirar de nuevo.
"¿Sigues enfadado conmigo?" Louis preguntó una vez que había secado el pelo de Harry con una toalla mientras evitaba sus cortes.
Harry asintió con la cabeza, antes de inclinarse y besarle tan ligero como una pluma.
"Te quiero"
"Yo también te quiero"
Harry ni siquiera fingió no ver la sonrisa increíblemente feliz en el rostro de Louis, sus ojos se iluminaron y se veía como la luz del sol.
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