Harry miró su gran reloj plateado en su pálida muñeca, y por la hora que marcaba la última clase estaba a punto de terminar.

Las palabras no podían describir lo frustrado que estaba. Todo su horario se había estropeado y había ira burbujeando en la superficie y lista para estallar, tanto que iba a tener otro episodio, pero este mucho peor.

Se encogió cuando sonó la campana, caminando lo más rápido posible hacia su taquilla e ignorando las miradas y comentarios de sus compañeros.

"¿Necesitas que te lleve a casa?"

Harry levantó la cabeza para ver a Niall y se sorprendió al ver que sus ojos estaban enrojecidos y tenía un moratón en la mejilla.

"Niall" Harry jadeó en voz baja, extendiendo su gran mano y poniéndola en la mejilla del chico rubio, quien se estremeció.

"Ay, Harry" se rió rotundamente, empujando suavemente la mano de Harry fuera del camino "Aún está sensible"

El chico de pelo rizado se sonrojó, cerró su taquilla suavemente y entrecerró los ojos para ver más cerca el moratón de Niall.

"¿Que te ha pasado?"

"Nada" Niall descartó, rodeando a Harry con un brazo "Me acabo de caer"

"No va a creérselo"

Harry inmediatamente se congeló, sus pies se detuvieron y sus libros casi se cayeron de sus manos. Su corazón latía increíblemente rápido y solo quería que Louis se fuera.

Niall se dio la vuelta, haciendo que Harry se tropezara por la forma en que desvinculaban sus brazos y se cayó dolorosamente sobre su trasero en medio del pasillo.

Louis le miró con ojos preocupados y dio un paso adelante, ofreciéndole una mano pequeña y delicada y una sonrisa temblorosa.

Harry miró sus manos y en cambio dejó que Niall le ayudara a levantarse.

La expresión del rostro de Louis era ilegible, pero no era buena.

"Dile la verdad, Niall" dijo Louis, con la voz quebrada.

"No quiere escucharlo" dijo Niall en voz baja, y los ojos de Harry se abrieron.

"Por supuesto que quiero escucharlo" argumentó.

"Stan, me ha dado un puñetazo en la cara, ¡pero ha sido mi culpa! Yo le he empujado primero porque estaba siendo un gilipollas"

Harry intentó no reírse, pero cuando esa palabra salió de la adorable boca de Niall fue imposible.

Podía ver a Louis sonriéndole, una cariñosa sonrisa de sol que solía hacer que se derritiera, pero ahora solo le dolía, e hizo todo lo posible por evitar los ojos azul pálido de Louis.

Y Niall miró entre los dos, confundido por la tensión.

"¿Ha pasado algo entre vosotros dos?"

"Piensa que soy un bicho raro" susurró Harry, tan bajo que se sorprendió de que incluso pudiera escucharse a sí mismo "Y le asusto"

La cara de Niall cambió de inmediato y se puso frente a Harry.

"Harry no es un bicho raro" gruñó, y los ojos de Louis se abrieron como platos.

"¡Yo nunca he dicho eso!"

Había un grupo reunido a su alrededor, a pesar de que algunas de las personas probablemente tenían que coger un autobús que iban a perder.

Y todo lo que Harry pudo hacer fue cubrir su rostro rojo con manos temblorosas, deseando que le dejaran en paz por una vez porque eso era muy difícil y no podía manejarlo.

"Haz que pare, haz que pare" murmuró, bloqueando las voces de Niall y Louis a medida que se hacían más y más fuertes.

Y cuando Niall miró a Harry, se derrumbó. Dejó que sus rodillas se doblaran mientras caía sobre el suelo polvoriento del pasillo, escuchando el chirriar de sus botas nuevas.

"Harry" murmuró Niall, pero luego Louis le estaba agarrando, sus pequeñas manos extendidas sobre la espalda del chico más joven y su nariz enterrada en su cuello.

"¡No le toques!" Niall gritó, y los susurros que les rodeaban se hicieron más y más fuertes, hasta que la voz de Eleanor se destacó.

"U os vais de aquí ahora mismo o yo personalmente voy a meteros tampones por los agujeros de la nariz a todos"

La visión borrosa de Harry era por las lágrimas y todo lo que podía oler era a Louis, pero se estaba riendo, y le dolió el estómago especialmente cuando Louis se puso de pie lentamente, uno de sus brazos debajo de las rodillas de Harry y otro alrededor de su cintura con fuerza.

Niall dejó escapar un suspiro de derrota.

"Todo lo que haces es hacerle daño, y esperas que te quiera"

Louis se detuvo y Harry lo supo porque ahora era consciente de la respiración constante de Louis en lugar de los pasos suaves y tranquilizadores que estaban dando antes.

"Eso es porque yo también le quiero"

Fue un susurro pequeño y débil, y eso fue lo que hizo que el corazón de Harry se rompiera más, pero al mismo tiempo, revoloteó en su pecho.

Repitió esas palabras una y otra vez en su cabeza como una canción clásica relajante hasta que se quedó dormido, con la mejilla apoyada contra el pecho de Louis mientras el chico mayor le sacaba del instituto.

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Harry se despertó en un coche en movimiento, debido a que los suaves golpes se convirtieron en un gran golpe.

"¿Dónde estoy?" bostezó, sentándose en el cuero muy suave y parpadeando para quitar la borrosidad de sus ojos cansados.

"Dijiste que ibas a ir a una cita conmigo"

Harry giró la cabeza hacia la derecha y miró a Louis en el asiento del conductor, con una sonrisa de suficiencia en su maravilloso rostro.

"Dije eso hace mucho tiempo" murmuró nervioso, sus mejillas ardían "Antes de que supiera cuánto me odiabas"

"¡Maldita sea Harry!" Louis gritó, golpeando sus manos en el volante y haciendo que se desviaran un poco "¡No te odio! ¡Deja de decir eso!"

Harry dio un salto, mordiéndose el labio e ignorando los latidos de su corazón.

"¡Ojalá dejaras de creer todo lo que alguien te dice, es realmente muy molesto! Literalmente, Stan te dice que creo que eres un bicho raro, ¡y asumes que tiene razón! Ni siquiera conoces la mitad de la historia. No sabes-

"Que no sé, ¿qué?" Harry susurró, su labio inferior temblando cuando sintió que sus ojos se nublaban por la humedad acumulada.

"¿A dónde quieres ir?"

"¡No cambies de tema!" Harry gritó, su voz increíblemente fuerte en el pequeño coche, y los dos chicos saltaron.

Louis le miró con los ojos muy abiertos antes de volver a la carretera.

"Tu voz suena sexy así"

Harry estaba enfadado, de hecho, furioso, pero había sangre corriendo por sus mejillas y entre sus piernas y estaba tan nervioso que no podía hablar.

"¿Te gustan las montañas rusas?"

Luego hubo una amplia sonrisa en los dos rostros y se estaban sonriendo tontamente el uno al otro y Harry estaba intentando fruncir el ceño, pero los ojos arrugados de Louis y sus dientes perfectos eran demasiado contagiosos.

Así que simplemente asintió con la cabeza y se mordió el labio, y pudo sentir el hoyuelo que apareció en su rostro.

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"No está lleno de gente, ¿no estás emocionado, Harold?"

Harry se encogió de hombros, mirando nerviosamente las muchas montañas rusas retorcidas que estaban enjauladas por una gran vaya de alambre de púas.

"No te preocupes. Son solo carros rodando sobre acero. Nada de lo que asustarse"

Harry tomó una respiración temblorosa, retrocediendo cuando Louis intentó agarrar su mano.

Louis parpadeó un poco, antes de darle a Harry una sonrisa incómoda que parecía increíblemente falsa, y luego caminaron hacia la entrada y Louis pagó sus entradas.

"Te lo devolveré" ofreció Harry en voz baja, metiendo las manos en los bolsillos de sus vaqueros ajustados negros. Louis negó con la cabeza en silencio. Hacía un poco de viento, y soplaba suavemente a través de su pelo rizado, junto con el de Louis. Caminaron en silencio hasta la primera montaña rusa, una azul que tenía toneladas de vueltas y te ponía boca abajo.

"¿Ésta primero?" Harry preguntó nerviosamente, mirando a Louis, quien se rió.

"Sí" fue todo lo que respondió.

Empezaron a caminar hacía la fila vacía, Louis vitoreando y diciendo cosas al azar y Harry intentando calmar sus nervios.

El empleado tenía una cara aburrida mientras les sentaba uno al lado del otro en la montaña rusa, y continuó mirándolos con cansancio mientras les despedía.

"Oh, dios mío, estamos boca abajo, estamos-" comenzó Louis, antes de girarse para mirar a Harry. Ya había sangre corriendo por su rostro, trayendo un rosa brillante a sus mejillas, y su pelo estaba suspendido en el aire "Harry" susurró.

Harry miró a Louis, completamente avergonzado por su posición.

"¿Qué?" se lamió los labios con nerviosismo.

"No tienes idea de lo guapo que eres, ¿verdad?"

Harry se habría sonrojado, pero toda la sangre ya estaba en sus mejillas, así que simplemente desvió la mirada hacia donde las manos de Louis se aferraban con fuerza al asiento mientras subían la cuesta.

"Rizado" se rió Louis, y luego soltó una de sus manos de los mangos azules antes de estirar la mano y tirar suavemente de uno de los locos rizos de Harry que colgaban por todo el lugar.

"Estoy perdiendo oxígeno" Harry respiró dramáticamente, lo que hizo que Louis se echara a reír.

"Ay, ay, eso duele. No te rías" jadeó Louis, y finalmente se sintieron aliviados cuando estaban bajando la cuesta rápidamente y giraron del lado derecho hacia arriba durante unos segundos.

Harry no pudo evitar gritar, pero por una vez su grito no fue un grito aterrorizado y triste. Estaba lleno de adrenalina, mariposas y Louis, y sintió que finalmente podía respirar.

"Me encantan las montañas rusas" susurró, pero Louis no pudo oírle porque el viento soplaba en sus oídos y por los chillidos extremadamente agudos que provenían del chico mayor.

Después de un par de vueltas más, la velocidad se desaceleró y los chicos se giraron hacia arriba, y Harry estaba sin aliento porque ahora los dos se estaban riendo como adolescentes borrachos y tontos y Louis estaba agarrando su mano.

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"¡La última!" Louis exclamó, sacando las manos y señalando una gran montaña rusa con una cuesta muy alta y empinada, y Harry observó cómo el tren partía desde el principio muy, muy rápido.

"Estoy asustado" gimió Harry avergonzado, estremeciéndose cuando una persona pasó a su lado.

No había mucha gente allí, lo que Louis pensaba que era genial y Harry pensaba que era raro.

"No tengas miedo, Harold. Vas a estar bien"

Lo que dijo resultó incorrecto cuando alguien salió por la salida y vomitó sobre el cemento, seguido por una niña llorando.

"No puedo hacer esto"

Aunque a Harry le habían llegado a gustar las montañas rusas, esa era demasiado para su primer día montando en ellas.

"¡Móntate en la maldita montaña rusa!" Louis gritó, y Harry tenía miedo de que estuviera cambiando de humor, pero luego sonrió con todos sus dientes y empujó su hombro contra el del chico más joven, demostrando que estaba equivocado.

Cuando Harry no respondió, Louis se inclinó más cerca, tan cerca que Harry pudo sentir su cálido aliento en sus labios.

"¿Bien?"

"Bien"

Poco después les estaban atando al asiento y Harry estaba hiperventilando e intentando no asustar a las pocas personas sentadas detrás y frente a él.

"Bebé, respira"

Cuando Louis dijo eso, lo empeoró y ahora realmente no podía respirar porque le había llamado bebé.

"Lo intentaré" chilló, con los nudillos blancos mientras se agarraba con fuerza a la barra que tenía en el regazo presionando contra sus piernas.

Harry miró nerviosamente el reloj de cuenta regresiva junto a ellos.

5...

4...

3...

2...

1...

Harry fue vagamente consciente de que Louis gritaba y tiraba de Harry, muy cerca, y luego se había terminado y todo lo que pudo sentir fue su pelo alborotado por el viento en sus ojos y la sangre corriendo por sus venas y la boca de Louis envolviéndose alrededor de la suya.