Harry y Louis habían conducido a casa en silencio, ninguno de los dos sabía qué decir después de haberse besado.

Bueno, estaban en silencio excepto por Louis gimiendo por frustración y pasando sus manos por su pelo cada pocos segundos, como si fuera lo peor que podría haber hecho.

"Louis, está bien" dijo Harry en voz baja, mientras se detenían en un semáforo en rojo en la carretera.

"¡No, no lo está!" fue todo lo que respondió, soplando aire por sus labios.

"Sabes que todo esto sería mejor si pudieras explicarme tus arrebatos aleatorios" susurró Harry, sacudiendo sus rizos antes de peinarlos sobre su frente. Y todo lo que Louis pudo hacer fue suspirar y apoyar la cabeza en el volante.

"Está bien, te lo voy a decir"

Harry esperó, pero el chico de Doncaster no dijo nada.

"Lou-

"¡Déjame pensar!" Louis gritó, golpeando su mano contra el volante y emitiendo un fuerte bocinazo, y ambos chicos saltaron.

"Está bien" Harry suspiró, mordiéndose el labio y cerrando los ojos, intentando no tomárselo como algo personal.

¿Por qué le gustaba Louis cuando la mitad de las veces le hacía daño?

"Harry, tengo-

"¡Para!" Harry gritó, tapándose los oídos y cerrando los ojos con fuerza. Se sentía como si tuviera cinco años otra vez, intentando bloquear las burlas de sus compañeros de clase cuando le decían que era raro y que lloraba demasiado.

El chico más joven se estremeció cuando Louis puso una mano en su brazo, dándole un suave apretón, y luego todo su cuerpo pareció relajarse por el cálido toque de Louis.

"Harry, quita las manos de tus oídos" dijo Louis suavemente, moviendo su mano por su brazo y entre sus rizos.

El chico rizado, vacilante, se quitó la mano de las orejas y abrió los ojos, y lo único que pudo sentir fue el ligero toque de Louis mientras enredaba sus dedos en su pelo.

"Harry, háblame" susurró Louis, continuando con los pequeños movimientos.

Harry quería hablar, pero no se atrevía a hacerlo.

"Harry" cantó Louis, y cuando su voz se quebró, Harry no pudo evitar sonreír un poquito, pero de inmediato se convirtió en un ceño fruncido.

"¡Harry Styles, Hazza, Rizado, Harold!"

Y Harry se encontró sonriendo como un tonto e intentando no reírse porque Louis ahora estaba acariciando su mejilla y haciendo estúpidos ruidos de bebé.

"¿Quién es un buen chico? ¿quién es un chico adorable?" Louis arrulló, y Harry estaba a punto de morir porque Louis estaba siendo adorable y ahora estaba tocando sus labios con sus dedos cortos y delicados.

"TLP" Louis finalmente suspiró, descansando casualmente sus manos en el volante y mirando al frente.

¿TLP?

Harry pensó, repasándolo una y otra vez en su cabeza antes de recordar buscarlo.

Y pronto Louis estaba dejando a Harry en su casa con una sonrisa triste, y Harry hizo un gesto tímido antes de correr a su habitación y sacar el teléfono del bolsillo.

Hizo clic en la aplicación de Google y escribió TLP.

Trastorno límite de la personalidad.

Los síntomas incluyen: cambios de humor, depresión, autolesiones.

El chico rizado se echó hacia atrás, con la boca bien abierta mientras tiraba el teléfono fuera de sus manos.

Louis. Se lo había contado. Louis tenía un trastorno límite de la personalidad.

Todo lo que pudo hacer fue enterrar su cabeza en la almohada y chillar y patear sus piernas como un idiota porque Louis se lo había dicho y eso significaba que confiaba en él y ahora sabía por qué.

Harry se encontró marcando el número de Liam y empujando el teléfono a su oído con entusiasmo.

"¿Hola?" respondió Liam.

"¡TLP tiene TLP!" Harry gritó, más fuerte de lo que pensaba.

"Te lo ha dicho" respondió Liam, y prácticamente podía escucharle sonreír.

"Sí, me lo ha dicho, ¡y tú no has tenido que hacerlo!"

"Felicidades, has descubierto por qué Louis puede ser un idiota a veces" murmuró Liam, y Harry sintió que su corazón ardía un poco.

"Louis no es un idiota" frunció el ceño, mirando el sitio web y leyendo sobre el trastorno.

"Puede serlo a veces" murmuró Liam.

"No es su culpa" le defendió Harry, agarrando su teléfono con más fuerza. Liam era el mejor amigo de Louis, ¿por qué no podía entenderle?

Desde que era pequeño, parecía ser más comprensivo que la mayoría de la gente. Tal vez era porque era observador o tal vez porque él mismo tenía un problema, pero lo hacía.

Y ahora entendía por qué era tan difícil para Louis.

"Harry, ni siquiera está tomando su medicación"

Los dos guardaron silencio y Harry parpadeó con fuerza, porque sintió que estaba a punto de llorar.

"Voy a hacer que la tome" dijo Harry en voz baja, antes de presionar el botón rojo y suspirar, apoyando la cabeza en la almohada.

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Cuando Harry entró en el instituto el lunes, se sintió más feliz y menos confundido. Y estaba tan feliz que cuando pasó junto a Louis, se acercó e hizo algo de lo que probablemente se arrepentiría más tarde.

Agarró ambos lados de su cintura y tiró de él para abrazarle, porque le gustaba más abrazar que besar.

Y Louis se fundió con él, primero se había sorprendido, pero luego sonrió y a Harry le encantaba que el chico mayor se apoyara en su pecho ya que era más bajo, y todos en el pasillo les estaban mirando fijamente, pero no le importaba.

"Gracias por decírmelo" susurró Harry, y se inclinó tanto que sus labios rozaron la oreja del chico más bajo "Tengo asperger"

Louis solo asintió, presionando su frente contra el pecho de Harry, acercándole más.

"Lo sé" susurró Louis, y Harry sintió que su corazón se detenía por un segundo.

¿Él lo sabía? ¿Cómo?

Y todo se sintió perfecto. Porque los dos conocían los secretos más profundos del otro y Louis llevaba puesta su camiseta blanca sin mangas y pantalones pitillo negros, y su pelo estaba desordenado y liso como siempre. Harry estaba vestido con la camiseta blanca que Zayn le había dado y tenía unos pitillos negros a juego y llevaba sus converse negras favoritas. Su madre le había dado una bandana vieja que tenían, así que también lo llevaba puesto, y de hecho se había sentido más seguro caminando por los pasillos.

"Vamos a tener una cita" murmuró Louis, sus dedos agarraron las caderas de Harry con fuerza, y Harry solo asintió antes de retroceder.

Literalmente, todo el mundo les estaba mirando boquiabiertos, pero las personas que más notó eran Zayn y Niall. El chico rubio en realidad parecía enfadado, mientras que Zayn parecía ¿orgulloso?

Harry negó con la cabeza, caminó por el pasillo e intentó ignorar las miradas de la gente.

Saltó cuando sintió que alguien le agarraba por los hombros y le giraba.

Era Niall.

"Amigo, ¿qué cojones ha sido eso? ¿por qué has abrazado a mi hermanastro?" los ojos de Niall estaban muy abiertos mientras miraba a Harry, y Harry no sabía qué responder.

"Porque quería"

Louis estaba de pie allí, sus ojos azules brillando y una brillante sonrisa en su rostro. Sus piernas se veían cortas y adorables y a Harry le encantaba mirarlas.

"Louis, ¿por qué estás aquí?" Niall suspiró, poniéndose frente a Harry casi protectoramente, y Harry miró la espalda del rubio.

"Estoy aquí porque tienes que dejar de decirle qué pensar. El hecho de que sea callado no significa que no pueda cuidarse a sí mismo" Louis escupió, acercándose a Niall "Siento que soy el único que realmente le entiende, así que ¿puedes dejar de hacerle pensar que soy una persona horrible? No lo soy, ¿de acuerdo? No lo soy" se interrumpió, ahora mirando a Harry.

"Harry" Louis sonrió y extendió su mano, tirando de uno de los rizos de Harry solo para que volviera a su lugar "Hola"

"Hola Louis" Harry se mordió el labio y miró al guapo chico de ojos azules frente a él, su corazón latía increíblemente rápido, y Niall pareció desaparecer por un momento.

"¿Alguien te ha dicho que tienes unos ojos verdes impresionantes?" y su voz era baja y ronca, un sonido tan bonito que Harry chilló, a pesar de su vergüenza.

Louis se rió un poco, lo que hizo obvio que había escuchado al chico más joven, lo que hizo que Harry se sonrojara.

La campana sonó justo cuando Niall abrió la boca para hablar, y Harry rápidamente se apresuró a ir a clase.

"He oído que tú y Louis estabais haciendo cosas en el pasillo" Eleanor sonrió cuando se sentaron en su mesa en el arte.

"Solo nos hemos abrazado" suspiró Harry, sacando su retrato inacabado de Louis del cajón de la mesa y mirándolo.

"¡¿De verdad?! ¡Oh dios mío, eso es tan adorable!" Eleanor chilló, y Harry le dio una pequeña sonrisa que esperaba que la chica morena no pudiera ver.

"Creo que le gustas un poco" agregó, estirando la mano y revolviendo el pelo de Harry.

Él no respondió, solo empezó a pintar el azul en los ojos de Louis que no había notado hasta hoy. También convirtió el ceño fruncido de Louis en una sonrisa.

"Veo que le estás haciendo más feliz" comentó Eleanor, antes de fruncir el ceño ante la imagen de ella misma. Su pelo estaba liso, aunque en realidad era rizado.

"Porque siempre le he tenido miedo" Harry hizo una pausa y admiró su dibujo "Ahora no"

"Hay algo raro entre vosotros dos y quiero saber qué es" se rió Eleanor, golpeando la nariz de Louis en el papel.

"Ojalá yo también lo supiera" suspiró Harry, antes de sacar sus auriculares.

Esa era otra cosa que le encantaba de su profesor de arte. Les dejaba escuchar música, ya que sabía que ayudaba con la inspiración.

Así que se puso los auriculares en los oídos y puso su música clásica, dejando que el ritmo le calmara mientras dibujaba cada pequeño rasgo que recordaba de Louis. Dibujó la pequeña barba en su barbilla y la curva de sus cejas.

Desde que Harry era pequeño, le encantaba dibujar. Era lo único en lo que era bueno, así que eso era lo que hacía todo el tiempo. Su dibujo favorito, además de este, fue el dibujo de la flor que dibujó para su madre.

Fue cuando sus padres no estaban divorciados y su madre no trabajaba todas las horas del día solo para mantenerlos con vida. Estaba alegre, feliz y despreocupada, pero la noche que Harry dibujó la flor, no lo estaba.

Fue el día que Harry perdió el autobús y, en lugar de decírselo a su madre, rompió a llorar y se obligó a caminar hacia el instituto.

Cuando finalmente llegó, todos sus compañeros se rieron de él y le llamaron bebé.

La profesora tuvo que llamar a su madre y explicarle la situación, y ella estaba bastante triste cuando fue a recogerle.

Cuando llegaron a casa, ella abrazó a Harry y le puso la mano en la nuca, dándole suaves besos en la cabeza. Estaba llorando, como siempre, y no podía ver nada porque estaba muy borroso.

Ella sabía que tenía asperger, simplemente no se lo había dicho todavía.

Pero luego se volvió demasiado para ella, pensar en lo difícil que iba a ser para su hijo, y rompió a llorar justo en frente de Harry. Así que Harry salió corriendo y cogió el papel especial que ella le había comprado para Navidad, y luego tres pinturas. Una era rosa, la otra amarilla y la última verde.

Y le dibujó una flor. Por supuesto, como solo tenía ocho años, no fue la mejor, pero fue a donde su madre que todavía estaba llorando en el sofá, y le entregó el papel.

Ella vio el dibujo y empezó a llorar más fuerte, diciéndole que era precioso y que iba a conservar el dibujo para siempre.

Ella no estaba mintiendo. Cada vez que Harry entraba en su habitación, veía la flor rosa en un marco en su mesita de noche y sonreía.

Y desde entonces, Harry estaba obsesionado con dibujar y hacer que su madre se sintiera mejor.

Aprendió por sí mismo a dibujar caras, primero dibujando a sus celebridades favoritas y luego dibujando a Zayn y Niall.

Y su última creación fue Louis, su persona favorita del mundo.

Ahora todo lo que tenía que hacer era averiguar cómo mantener la sonrisa en el rostro de Louis.