Como a una persona con asperger, a Harry no le gustaba que las cosas se hicieran de manera diferente a lo habitual.

Desayunaba los mismos cereales todos los días y los viernes siempre iba a casa de Niall.

Su cama tenía que estar hecha de cierta manera y su habitación siempre estaba impecable. Solo hacía las tareas del hogar los domingos y tenía que lavarse los dientes a una determinada hora dos veces al día. Prefería usar sus converse negras con calcetines blancos, y su pelo casi siempre estaba peinado con el flequillo rizado sobre su frente. Tenía que llevar puesto el reloj plateado que le habían regalado por Navidad hace dos años todo el rato que estuviera despierto, y su teléfono ha tenido el mismo fondo desde que se lo habían dado. Una foto de Louis, en realidad.

Él estaba en primero y Louis estaba en tercero cuando su madre finalmente decidió que él podría tener su propio teléfono. Ya estaba enamorado del chico mayor, mirándole en los pasillos y accidentalmente rozando las manos con él cuando se cruzaban. Louis era muy diferente entonces. Llevaba un gorro rojo todos los días, con pantalones deportivos rojos y una gran sudadera gris. Tenía el mismo método de vestirse igual todos los días, excepto que usaba una ropa diferente.

A Harry le gustaba lo pequeño que parecía Louis con toda su ropa grande y holgada y su flequillo sobresaliendo por debajo de su gorro descolorido. El pelo de Louis no solía estar tan peinado, y parecía que solo se peinaba el flequillo antes de ponerse el gorro.

Su rostro era más parecido al de un bebé, bien afeitado, con inocentes ojos azules y una brillante sonrisa que a Harry le recordaba al sol.

Y Harry quería una foto de ese sol.

Así que el día que le dieron su teléfono, en su cumpleaños, en realidad, tenía un fondo neutro que odiaba por completo. Así que abrió la cámara durante el almuerzo y apuntó a Louis. Era un iPhone 5, por lo que las imágenes eran de muy buena calidad. Louis estaba sentado en la mesa junto a la de ellos, y Harry tenía una vista perfecta de su rostro.

Parecía un acosador y esperaba que nadie se diera cuenta.

Cuando Louis finalmente sonrío por algo gracioso que había dicho Liam, Harry sacó una foto.

Y resultó increíble.

Tenía los ojos arrugados a los lados y el pelo rozaba sus largas pestañas negras como el carbón, que enmarcaban un azul pálido. La foto estaba clara y perfectamente sacada. Harry se había sentido como un fotógrafo.

Louis llevaba puesta su sudadera y pantalones deportivos habituales, lo que significaba que la capucha de la sudadera se doblaba alrededor de su rostro de una manera adorable, y sus labios estaban de color rojo oscuro ya que acababa de beber de su botella de agua.

Harry pasó su pulgar sobre la foto con una sonrisa en su propio rostro, y luego la puso como su pantalla de bloqueo y su fondo.

Había estado así desde entonces.

Y, siendo como era Harry, y queriendo que todo fuera exactamente igual, al chico más joven le encantaba ver entrar a Louis con la misma ropa. Parecía que el chico de ojos azules podía leer su mente, sabiendo que esos pequeños cambios le molestaban.

Nunca se acercó lo suficiente como para admirar sus manos, pero podía hacerlo desde lejos. Cuando Louis estaba hablando con alguien y ponía la mano en la taquilla, o cuando se las pasaba por el pelo, Harry sonreía y las miraba, porque eran perfectas.

Todo en Louis era perfecto, excepto sus cambios de humor.

Pero ahora que sabía porque los tenía, podía manejarlos.

Así que, cuando Louis apareció en la puerta de su casa, no estaba tan nervioso como normalmente.

Estaba con su teléfono, mirando la foto y repasando cada característica como si no lo hubiera hecho un millón de veces antes, y sonó el timbre. Se tomó su tiempo para ir a la puerta, ya que tuvo que poner su teléfono a cargar y luego ponerse unos calcetines en los pies. Nunca abría la puerta descalzo, era una regla suya que ni siquiera él entendía.

Cuando finalmente llegó a la pequeña puerta de madera de su casa, pudo ver a Louis a través de las ventanas laterales.

Abrió la puerta con una sonrisa, y Louis también sonrió.

"Hola Harry"

"Hola Louis" respondió Harry, asegurándose de que Louis se quitara los zapatos cuando entró en la casa antes de mirar al chico "¿Qué haces aquí?"

"Tengo que hablar contigo" dijo Louis, pero Harry no estaba asustado porque no parecía enfadado o nervioso, solo relajado.

"Vale" fue todo lo que Harry dijo, antes de entrar a la sala de estar y sentarse en el sofá, y Louis se sentó a su lado.

Louis, para su sorpresa, no llevaba puesta su camiseta sin mangas y jeans ajustados negros, y eso le molestó un poco.

Llevaba puesta una sudadera violeta de Jack Wills que se veía inquietantemente similar a la suya, y pantalones deportivos grises que le recordaban a cuando estaba en primero.

"¿Esa es mi sudadera?" Harry preguntó en voz baja, mordiéndose el labio e intentando no mirar la forma en que la sudadera se deslizó un poco hacia abajo y mostró un poco la clavícula de Louis, su hermosa y maravillosa clavícula.

"Sí. La dejaste en la habitación de Niall hace un tiempo, y él me ha dejado quedármela"

"Estás diferente" dijo en voz baja, acercándose con indiferencia a Louis. Afortunadamente, el chico de Doncaster no pareció darse cuenta.

"Lo sé" Louis empujó la rodilla de Harry con la suya, y Harry dejó que sus rizos colgaran frente a su rostro para ocultar el enrojecimiento que cubría sus mejillas.

"¿De qué querías hablar?" su voz salió más ronca de lo que pretendía, y comenzó a jugar con los dedos para evitar el contacto visual con Louis.

"Ya sabes lo que me pasa" suspiró Louis "Y me molesta que todavía no hayas dicho nada al respecto"

"Trastorno límite de la personalidad" Harry respiró "No puedes evitarlo, Louis"

"Lo sé, realmente no puedo controlarlo por completo. Pero puedo evitarlo, y no lo estoy haciendo, simplemente no puedo tomar la medicación" la voz de Louis se redujo a un susurro, un susurro que hizo que el chico rizado se inclinara para escucharle.

"¿Por qué no puedes tomar la medicación, si te ayuda?"

"Quiero arreglarlo por mi cuenta. Quiero ser yo mismo, no algo en lo que me conviertan los medicamentos, ¿has visto los efectos secundarios de esas cosas? Provoca depresión, y ya estoy lo suficiente deprimido. Provoca cambios de humor, lo cual no tiene sentido, porque eso es lo que se supone que tiene que solucionar" gimió de frustración "Necesito tu ayuda para solucionarlo"

"¿Qué se supone que tengo que hacer? Solo soy un bicho raro. Un chico con asperger, que ni siquiera sabe cómo ser social" murmuró Harry, ignorando el hecho de que su terapeuta al que había ido hace unos años dijo que era exactamente lo contrario. Ella le había dicho que podía ser extrovertido, que solo tenía que intentarlo.

Él no se lo creyó.

"No eres un bicho raro, Harry. No digas eso. Eres especial"

Harry no pudo evitar acordarse de los rostros de sus compañeros de clase, cuando susurraban la palabra monstruo y no salían con él. La risa solía atormentar sus sueños, sus palabras eran tan comunes que el dolor en su corazón finalmente se volvió soportable.

Estaba muy destrozado antes de conocer a Zayn y Niall.

Todavía lo estaba, pero no tanto.

Y cuando Louis le rodeó con un brazo, rompió a llorar.

"Harry, por favor no llores" rogó Louis, tirando de Harry más fuerte contra él y envolviendo sus brazos cálidos y suaves alrededor de él, en un abrazo perfecto que le provoco mariposas a Harry.

Ninguno de los dos habló, los dos estaban pensando.

"Creo que es adorable que seas tan callado" susurró Louis, empujando su nariz en los rizos de Harry.

"¿De verdad?" Harry levantó la cabeza, sintiendo sus ojos arder por las lágrimas que se filtraban de sus ojos, pero mirando a Louis de todos modos.

"Sí. Sé que digo lo contrario cuando soy cruel" Louis bajó la voz "Pero no me escuches cuando estoy así. Espero que sepas que todo lo que digo cuando estoy enfadado no lo pienso de verdad. Bueno, la mayor parte del tiempo"

"¿Por qué las dices? ¿Por qué dices cosas que no quieres decir?" Harry preguntó, genuinamente curioso, y Louis le sonrió cuando sorbio por la nariz.

"Cuando estoy así, todo lo que quiero hacer es herir a la persona con la que estoy. Ahora no te lo tomes de una manera rara, pero solo soy malo con las personas cuando tengo un problema con ellos"

Harry arqueó una ceja.

"¿Cuál es tu problema conmigo?"

Louis no respondió, solo miró al frente y jugó con la tela de su sudadera de Jack Wills.

"Louis" presionó Harry, poniendo su mano sobre el hombro del chico mayor.

"Harry, por favor no me hagas que me enfade" respondió Louis en voz baja, apartando la mano de Harry de él y sin dejar de mirar hacia adelante.

Harry realmente le hizo caso esta vez, recostándose en el sofá y viendo la forma en que Louis se lamía los labios y fruncía el ceño.

Se sentaron allí durante unos dos minutos hasta que Louis finalmente habló.

"Creo que sabes la respuesta a esa pregunta, Harry" fue todo lo que dijo.

"No, no lo sé" susurró Harry.

"Este es el problema" dijo Louis, y luego los labios de Louis estaban encima de los de Harry y eran suaves y gentiles y se sentía perfecto.

Harry le devolvió el beso, con tanta pasión como pudo reunir, y no podía creer que Louis, el chico del que llevaba enamorado dos años, le estuviera besando.

Y Louis había empezado el beso.

Se besaron hasta que sus pulmones ardieron y sus labios estaban doloridos. El corazón de Harry latía a un millón de millas por hora y sus manos temblaban y sudaban. Dubitativamente colocó sus manos en el pecho de Louis, sintiendo la suave tela de su sudadera bajo sus dedos.

Los ojos de Louis se habían oscurecido a un color que Harry describiría como el océano durante la noche, con estrellas reflejándose en él y la espuma del mar brillando en la penumbra.

Harry miró hacia abajo para ver la mano de Louis en su cintura.

Finalmente se dio cuenta con un sonrojo que llevaba puestos los pantalones de pijama con patos que Gemma le había regalado por su cumpleaños el año pasado.

Estaba sorprendido de que Louis no hubiera hecho todavía ningún comentario.

Y fue tomado por sorpresa cuando Louis empezó a besarle de nuevo, ahora envolviendo completamente sus brazos alrededor de la delgada cintura de Harry y acercándole más, y Harry mantuvo sus manos sobre el pecho de Louis, doblando sus dedos contra la suave tela.

Finalmente se separaron, sin aliento, y Harry empujó su frente contra la de Louis mientras luchaba por recuperar el aliento.

Louis estaba sonriendo, y eso le hizo sonreír.

"¿Te acuerdas de cuando te dije que tienes una preciosa sonrisa?" Louis susurró, su aliento haciendo cosquillas en los labios de Harry.

Harry asintió tímidamente, con el corazón acelerado.

"Bueno, solo te lo estoy recordando"

"Tu sonrisa es como la luz del sol" suspiró Harry, antes de apartarse y taparse la boca.

No quería decir eso.

Pero ahora Louis le estaba dando su radiante sonrisa, extendiendo su mano hacia adelante y entrelazando sus dedos con los del chico rizado.

"¿De verdad lo crees?" preguntó, pero el corazón de Harry latía demasiado rápido para responder la pregunta. Así que solo asintió con la cabeza e intentó no pellizcarse para comprobar si estaba pasando de verdad.

"Harry, eres una buena persona, y me siento mal porque sigo tratándote como una mierda" Louis frunció el ceño.

Harry iba a decir que estaba bien, pero en realidad no lo estaba.

Le gustaba Louis, mucho, y realmente le gustaba besarle, pero eso no significaba que Louis pudiera hablarle así.

Y solo porque una sonrisa le había parado, no significaba que quisiera que empezara en primer lugar.

"Creo que, si te esfuerzas lo suficiente, puedes controlarlo" dijo Harry con confianza.

Louis negó con la cabeza.

"Me he esforzado mucho antes"

"Sí, pero esfuérzate más. Cuando te enfades, sonríe hasta que te sientas ridículo y piensa en algo que te haga increíblemente feliz"

Y luego Louis miró a Harry con esa sonrisa de complicidad y Harry se desmayó.