31 de octubre de 2010, flashback:

"No estaba planeando en disfrazarme, no" murmuró Harry en el teléfono "Estoy en tercero, ¿no soy demasiado mayor?"

"Harry Styles, estoy un último curso y me voy a disfrazar, idiota"

Harry se animó.

"¿De qué te vas a disfrazar?"

"Bueno, gracias por preguntar" su voz era tranquila "Voy a ser un plátano"

Harry se echó a reír.

"¿Enserio?"

"Sí. Y sabía que no ibas a comprarte un disfraz, así que me he encargado yo de comprarte uno"

Harry podía sentir la emoción en su pecho al pensar en Louis eligiendo un disfraz para él. Se preguntó qué sería.

"Estoy asustado" sonrió, agarrando el teléfono con más fuerza.

"Adiós Harry" Harry prácticamente podía escuchar a Louis sonreír, o tal vez hacer su sonrisa de sol.

Harry colgó el teléfono, lo bloqueó y se lo metió en el bolsillo. Estaba fuera, sentado en su porche delantero.

Era un día inusualmente cálido. Las hojas otoñales se arremolinaban a su alrededor en manchas de color naranja, rojo y marrón. Había un cuenco de semillas de calabaza junto a él, y luego otro cuenco de maíz dulce. Harry estaba feliz de que hiciera un día tan bueno ese Halloween.

Extendió la mano y le dio la vuelta a la calabaza que había tallado para que estuviera frente a él. Le encantaba lo que había hecho. Tenía dos ojos triangulares y una sonrisa torcida, junto con una nariz triangular. Había una pequeña vela encendida en su interior, lo que hacía que brillara en la noche cada vez más oscura. Aún no estaba del todo oscuro, todavía había un poco de luz y podía ver a los niños salir corriendo de sus casas, preparándose para una emocionante noche de truco o trato.

Olía a Halloween, y Harry inhaló. Su pantalón de chándal gris y su camiseta blanca le proporcionaban el calor suficiente para que se sintiera cómodo, por lo que estaba agradecido. Tenía que admitir que estaba un poco ansioso, esperando a que Louis viniera. Louis afirmó que pedir dulces cuando todavía había algo de luz era infantil y cobarde, así que dijo que iba a llegar más tarde. Le dijo a Harry que le guardara un puñado de dulces.

Harry esperaba que los niños escucharan su regla de una sola pieza por persona.

Sonrió suavemente cuando vio a un niño y una niña, probablemente hermano y hermana, que estaban corriendo. La niña iba de princesa y el niño tenía una sábana sobre la cabeza con dos agujeros para los ojos.

"¡Truco o trato!" gritaron al unísono, sosteniendo sus pequeñas bolsas de calabaza. Harry saludó a ambos y puso una barra de chocolate en cada una de sus bolsas abiertas.

"Divertíos" les gritó, viéndoles salir corriendo y suplicar en la casa de al lado.

Harry pensaba que Halloween era una fiesta rara, originalmente era una fiesta para adorar a diablos y demonios y cosas aterradoras que solo veía en películas de terror. Ahora, era solo una oportunidad para que los niños se vistieran como sus personajes favoritos de películas y consiguieran dulces gratis.

Se acordaba de cuando era pequeño, y siempre insistía en disfrazarse de Scooby Doo. Su madre se quejaba y le decía que tenía que probar algo nuevo, algo que no requiriera que usara el viejo y andrajoso disfraz que se dejaba en el ático todos los años. Pero no le hacía caso, solo se ponía el traje gastado y se ponía la nariz de Scooby Doo en la cabeza, que estaba a punto de caerse.

Harry sonrió para sí mismo, se comió otro dulce y cerró los ojos mientras un poco de su pelo se caía suavemente en su rostro. Sus labios estaban ligeramente agrietados por el clima frío que había en octubre, simplemente agradecía que no hiciera demasiado frío.

Harry había repartido caramelos a una docena de niños más cuando el coche de Louis finalmente se detuvo en su entrada. Ahora estaba oscuro. La luna brillaba en el suelo, lo que la hacía parecer aterradora, especialmente porque era la noche de Halloween.

Louis salió de su coche con dos bolsas, una mucho más grande que la otra.

"¡Mira qué adorable eres, repartiendo dulces y sentándote así!" Louis gritó, sonriendo y corriendo por el camino que conducía a su porche delantero "Dame un poco de esos dulces"

Harry contuvo la respiración cuando Louis se puso en cuclillas y se inclinó hacia adelante, su pelo rozando los labios de Harry mientras buscaba entre la variedad de chocolates e intentaba decidir qué tipo quería.

"¿Cuál cojo, Harry?" Louis murmuró, y Harry se echó hacia atrás sorprendido cuando la cabeza de Louis se levantó, revelando una sonrisa tonta y arrugada "Puedes elegir por mí"

Harry se encogió de hombros, sacando una barra de Snickers tímidamente.

"¿Te parece bien?"

"¡Por supuesto que sí!" Louis dijo en voz alta, estirando la mano y alborotando sus rizos "Ahora vamos a entrar para que podamos ponernos nuestros disfraces"

Harry se rió.

"Vale" quitó el cuenco de su regazo, antes de descruzar las piernas. Miró hacia arriba y se dio cuenta de que Louis estaba extendiendo una mano para ayudarle a levantarse. Sonrió y le agarró, dejando que Louis le levantara.

"¡Mamá, vamos a pedir chocolates!" Harry gritó, conduciendo a Louis a su habitación y cerrando la puerta silenciosamente detrás de ellos.

"¿Estás listo para ver tu disfraz?" Louis sonrió, moviendo la bolsa más pequeña en su mano junto con sus cejas.

"Algo así"

"Es perfecto para ti, te lo juro"

"Como si eso ayudara" murmuró Harry.

"Dame un segundo" Louis se mordió el labio y se sentó en la cama de Harry, abriendo la cremallera de la bolsa "Cierra los ojos, Harold"

Harry cerró los ojos y sintió que las pestañas le rozaban el pómulo. La habitación se estaba volviendo más y más fría a medida que avanzaba la noche, y se le ponía la piel de gallina cada vez que escuchaba los gritos de la gente fuera. La última vez que había comprobado, eran las ocho y media, no tan tarde, pero sí lo suficiente como para que salieran cosas aterradoras. Siempre se asustaba en Halloween, desde que empezó a ver películas como El Grito o Paranormal Activity, había tenido miedo de cosas sobrenaturales como esa.

Harry se congeló cuando sintió un ligero aliento en la nuca. Era tibio y olía a chocolate y menta.

"Louis" tartamudeó.

"Shh, no te preocupes. Louis te está poniendo tu disfraz. Es sólo una cosa, no es tan importante. El resto de tu disfraz ya está puesto"

Harry sintió un escalofrío por su espalda cuando Louis le apartó algunos rizos de la parte posterior de su cuello, besando la piel allí suavemente.

"Muy guapo" susurró Louis. Las palabras provocaron una sensación de tirón en la parte inferior de las costillas de Harry, e intentó controlar su respiración temblorosa.

Los lados de los brazos de Louis rozaron el rostro de Harry cuando se estiró para mover su flequillo un poco. Harry se estremeció levemente cuando sintió que Louis deslizaba algo en su pelo, detrás de sus orejas.

"¿Qué me estás poniendo en el pelo, Lou?" Harry preguntó con curiosidad, muy tentado a abrir los ojos y mirar en el espejo.

"Espera un segundo" murmuró Louis "Lo estoy arreglando para que quede bien"

Harry asintió con la cabeza, lo que hizo que Louis agarrara su cabeza.

"Deja de moverte, tonto" se rió.

Harry se sonrojó, aguantando una sonrisa e intentando no saltar arriba y abajo mientras se impacientaba. La alfombra era suave bajo sus pies descalzos, y se concentró en ese sentimiento en lugar de en la persistente mano de Louis en su rostro.

Podía sentir a Louis dando vueltas a su alrededor, así que ahora estaba frente a él. A Harry le gustó la forma en que los calcetines de Louis tocaban sus dedos desnudos, la conexión hacía que la electricidad se disparara por todo su cuerpo.

"Me encanta cuando cierras los ojos. Me encantan tus párpados y tus pestañas y tus labios y tus cejas y vaya, Harry, eres guapísimo" murmuró Louis mientras continuaba moviendo los rizos de Harry en todas direcciones. Harry sintió que le ardían las mejillas y le sudaban las manos.

Louis se inclinó y le besó, lo que le tomó desprevenido, pero en el buen sentido.

"Este Halloween va a ser increíble, porque tu cara es perfecta para tu disfraz"

"¿Ya está?" Harry respondió.

Louis le condujo hacia lo que Harry supuso que era su espejo.

"Abre tus ojos"

Louis puso sus manos alrededor de la cintura de Harry, apoyando su barbilla en el hombro de Harry desde atrás. Harry abrió los ojos, primero vio a Louis detrás de él en el espejo sonriendo cariñosamente antes de notar la cosa flotando sobre su cabeza.

"Eres un ángel" susurró Louis.

Harry se derritió, realmente lo hizo y levantó las manos para tocar los cables casi invisibles que sostenían la aureola blanca brillante sobre su cabeza.

"Gracias" fue todo lo que Harry pudo decir, y Louis tiró de él para darle un suave beso antes de coger su disfraz y ponérselo rápidamente. Harry se rió de lo pequeña que se veía la cara de Louis con el disfraz de plátano grande.

"Vamos, ángel" Louis extendió una mano, con la otra agarrando las dos bolsas "Vamos a usar estas bolsas para poner nuestros dulces"

"Vale" suspiró Harry.

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"No me lo puedo creer. Nos ha dicho que cojamos todos los que queramos, pero aun así me obligas a coger solo uno"

Harry se encogió de hombros.

"Harry, eres demasiado dulce. ¡Vamos a dejarlos para los otros niños, ellos también quieren dulces!" Louis se burló de Harry, pero sus ojos eran burlones y había una brillante sonrisa en su rostro. La mano de Louis que sobresalía de uno de los agujeros del brazo de plátano estaba agarrando la de Harry, y Harry esperaba que su mano no estuviera demasiado sudada.

"No es momento para juegos de niños, ángel, no, nos vamos a una aventura. Una aventura de Halloween" esa frase hizo que Harry se riera y Louis sonrió con orgullo.

"¿A dónde vamos?" Harry preguntó una vez que se hubo recuperado.

"Vamos a donde se esconden los demonios"

Harry jadeó y Louis se echó a reír.

"Eres muy dramático, cariño. Nos vamos al bosque. Niall ha dicho que él y sus amigos estaban asustando a las parejas que siempre caminan por ese sendero, con minilinternas y románticos árboles colgantes"

"¿El bosque?" Harry farfulló "¡Pero es medianoche, podría haber un animal salvaje!"

Louis le besó la nariz suavemente.

"El único animal que va a haber soy yo"

Harry se ruborizó y su cuerpo estaba caliente, y esa frase tenía tanto significado detrás y le molestaba mucho, mucho.

"Vamos, ángel" Louis extendió la mano y balanceó a un confundido Harry en sus brazos, de modo que le estaba llevando al estilo nupcial "Louis te va a llevar, no hay necesidad de preocuparse"

Harry sintió como si debiera haber estado rogando a Louis que le bajara, pero honestamente, le encantaba estar en los brazos de Louis. Le hacía sentirse pequeño, pero en el buen sentido.

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Louis tenía razón sobre el camino. Era bastante romántico. Los árboles que lentamente estaban perdiendo sus hojas por el viento aullante colgaban sobre un sendero recién rastrillado, y había pequeñas calabazas que brillaban a lo largo del camino. Louis les guio, llamando a Niall de vez en cuando.

"Debería estar escondido aquí en alguna parte" dijo Louis, confundido "Este bosque no es tan grande"

Harry empujó su frente contra el pecho de Louis, sintiendo las mariposas en su estómago revolotear cuando Louis dio un paso, haciéndole rebotar levemente. Podía oír el crujir de las hojas bajo los pies de Louis, y era un sonido relajante. Por alguna razón, no se sentía tan asustado, siempre y cuando hubiera un poco de luz y los fuertes brazos de Louis le rodearan.

"¡Niall!" Louis llamó, y Harry vivió por la forma en que la maravillosa voz de Louis hizo eco en el cielo nocturno de octubre.

Louis casi deja caer a Harry cuando alguien saltó de un árbol, con una máscara aterradora con pequeños ojos negros cubriendo el rostro de la persona.

"¡Ahh!" gritaron, y el corazón de Harry latió increíblemente rápido.

"¡Aléjate!" Louis gritó, dándole la espalda para que estuviera de espaldas a la persona y Harry estuviera de espaldas a ellos "Harry, corre, ese no es Niall. Él iba de payaso"

Harry nunca se habría imaginado que su corazón pudiera acelerarse tanto. Dejó que Louis le bajara suavemente al suelo antes de que se alejara corriendo, respiraciones profundas escapando de sus labios. Podía escuchar a Louis discutiendo con el chico, diciendo algo sobre lo grosero que era y cómo olía a calabaza podrida.

"¡Quítate la máscara!" Louis gritó al cielo, ¿era malo que Harry sonriera?

"¡Ángel!" fue lo que escuchó a continuación "Ángel, trae tu pequeño y adorable trasero escuálido aquí ahora mismo, ¡se ha escapado!"

Harry se dio la vuelta y ya no pudo ver nada. No se dio cuenta, pero se había salido del camino y ya no podía ver nada.

Tampoco sabía por qué camino ir. Parecía que cuanto más caminaba, menos podía escuchar a Louis, y cada vez que se giraba en una dirección diferente, la voz de Louis seguía perdiéndose.

"Lou-" comenzó a decir Harry, cuando fue bombardeado por una fuerza enorme, lo que provocó que se estrellara contra el suelo y rodara un poco, con hojas y palos clavándose dolorosamente en su espalda "¡Aléjate de mí!" gritó fuerte, agitando las piernas y pateando a la misteriosa persona.

La persona se defendió, y Harry apenas podía distinguir esa misma máscara blanca, con los ojos negros y el chico tenía el pelo castaño lacio.

"¡Louis!" Harry estaba llorando ahora, porque el chico estaba encima de él, sosteniendo sus muñecas sobre su cabeza "¡Louis ayuda!"

No sabía si el crujido de alguien corriendo hacia ellos era bueno o no.

"¿Quién eres?" Harry sollozó, porque estaba muy asustado y su aureola se había caído cuando había estado rodando por el suelo y quería recuperarlo.

"¡No llores!" dijo la persona detrás de la máscara con preocupación, y Harry intentó desesperadamente colocar esa voz con un rostro, un nombre "Solo estaba bromeando, no llores"

"Tú-" Harry comenzó, cuando toda la presión se liberó de él y entrecerró los ojos para ver a Louis y al chico luchando en el suelo.

"Aléjate de él" gruñó Louis, empujando al chico y corriendo hacia Harry. Harry sintió que sus rodillas cedían cuando Louis finalmente envolvió sus brazos alrededor de Harry, sosteniendo todo su peso para que Harry no tuviera que hacerlo él mismo.

"Ángel, está bien. Sé quién es. No te va a hacer daño" Louis le apretó más fuerte "Aunque quiero hacerle daño" su voz sonaba cruel, aterradora, diferente.

"Liam, eso ni siquiera es jodidamente gracioso. Ni se te ocurra volver a tocar a Harry, y no te atrevas a tirarle al suelo. Él no soy yo, no puede simplemente asumir que eres tú y estar bien con eso"

Liam encendió su linterna y parecía que estaba a punto de llorar.

"Ha sido una broma, Harry, lo siento, he pensado que sería divertido"

Harry le miró con ojos llenos de lágrimas.

"Está bien" susurró "Lo siento, estaba siendo demasiado dramático. Estaba asustado, porque esto me ha pasado, ya sabes, antes"

Louis acunó a Harry en sus brazos.

"Lo sé, Liam no lo va a volver a hacer, no quería hacerte daño. Ahora, ¿qué tal si nosotros tres vamos a buscar a Niall y terminamos la noche? Estoy de humor para una buena película de terror"

"Vale" suspiró Harry.

"¡Esperad!" Liam gritó, agachándose y levantando un objeto retorcido del suelo "Tu aureola"

"Lo has roto" dijo Louis con tristeza, extendiendo la mano y colocándolo en la cabeza de Harry "Está bien, sigues siendo el ángel más guapo que he visto"

Harry se sonrojó, sollozando y parpadeando hasta que las últimas lágrimas se le escaparon de los ojos. Liam se acercó y le abrazó.

"Vayamos a buscar a Niall y a Zayn"

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"Esto no da miedo"

Harry miró a Niall, que temblaba junto a él y Louis. Tenía un tazón de palomitas en el regazo, metiéndose palomita tras palomita en la boca, menos cuando estaba chillando.

"Eres un mentiroso terrible, Niall" señaló Louis, dibujando perezosamente patrones sin sentido en la cadera de Harry.

Zayn estaba abrazado a Niall, agarrando la tela de la camiseta de manga larga de lunares que llevaba puesta Niall. Ninguno de ellos tenía ganas de quitarse el disfraz excepto Louis, que estaba sin camiseta y con pantalones de pijama.

Harry incluso tenía su aureola torcida puesta en sus rizos desordenados. Louis había pasado el resto del viaje de vuelta arrancando las hojas de su pelo y colocando pequeños besos en su mejilla.

La película mostraba actualmente las partes aburridas que a nadie le importaban, y Harry estaba agradecido por el descanso de todo el suspenso. Expediente Warren era una película de terror, aunque alguno de los chicos dijera que no lo era. Louis la había elegido, alegando que él y Niall la veían cada Halloween. Le susurró a Harry que Niall siempre intentaba hacer creer a Louis que no estaba asustado, pero que por lo general terminaba durmiendo en su cama.

Harry se rió de eso, a pesar de que su corazón latía con fuerza mientras anticipaba lo que iba a pasar a continuación. Había una mujer entrando al sótano. Harry nunca entendía por qué la gente en las películas de terror, cada vez que escuchaba un ruido, era lo suficientemente estúpida como para ir a investigar. Personalmente, si escuchaba un gruñido en el sótano o un grito en el armario, no giraba lentamente la perilla de la puerta y miraba para ver qué era. Corría, probablemente se escondería detrás de Louis porque Louis siempre le protegía de los malos.

Harry sonrió ante el pensamiento, acercándose aún más a Louis y apoyando su mejilla en el pecho de Louis. Podía escuchar los latidos rítmicos y constantes de Louis que siempre parecían coincidir con los suyos. Era reconfortante, un ruido suave que hizo muy bien para distraerle de todo lo que estaba pasando en la televisión. De hecho, cuando la mujer finalmente descubrió quién estaba causando el ruido, Harry ya estaba dormido.