cuarenta y nueve
"¿Cuál es tu definición de amor?"
Su voz era tranquila, suave. Sin ser entrometido, solo curiosidad.
Tenían varias latas vacías de Red Bull una al lado de la otra en el escritorio junto a la silla azul de la que Harry se había encariñado increíblemente.
Era tarde por la noche, la lluvia seguía golpeando fuerte contra la ventana y ocultando la noche, escondiendo las tiendas cerradas y las calles vacías. Las piernas de Louis estaban enredadas con las de Harry, su piel ardiente hacía que el calor fluyera por todo su cuerpo y enviara una sensación de aleteo a su corazón.
Harry no sabía cómo responder a la pregunta de Louis, por alguna razón le hacía sentir cálido por dentro, la forma en que la voz dulce y susurrante de Louis se formó alrededor de la palabra amor era encantadora, una cosa mágica y encantadora que Harry nunca podría explicar en un millón de años.
"Harry" Louis le dio un codazo, su voz se volvió increíblemente más suave, y Harry vio como la manecilla de la hora en el pequeño reloj de la pared pasaba la una. Sintió que debería estar cansado, pero estaba relajado. Solo había bostezado una vez, y fue porque Louis había bostezado primero.
"No lo sé" susurró Harry. La lluvia ahogaba su voz y, por alguna razón, Harry lo encontraba emocionante "¿Cuál es la tuya?"
"¿Mi definición de amor?" Louis se echó un poco hacia atrás, inclinando la cabeza y haciendo que su pelo flotara en el aire, colgando en pequeños mechones de lo que Harry consideraba dorado, y extendió sus largos dedos para tocarlo. Era suave, por supuesto que lo era. Louis sonrió, las comisuras de sus labios se levantaron un poco y las arrugas de sus ojos se asomaron, solo un poco. Harry sacó una foto de él en su mente. Nunca quería olvidarlo.
"Sí" Harry asintió "¿Cuál es tu definición de amor, Louis?"
Louis hizo una pausa, acurrucándose aún más en Harry, sus brazos apretando al chico. Harry se sintió un poco mejor de lo que se había sentido en un tiempo, desde que Louis le había hecho comer, solo un poco, y ahora los dolores de hambre no eran tan fuertes.
"Mi definición de amor" tarareó Louis "Es corta. Pero también puede ser larga, ¿cuál prefieres escuchar?"
"Las dos" Harry apretó su mano contra el pecho de Louis, intentando ocultar la sonrisa en su rostro. Louis olía a jabón, tanto como a un niño y Harry esperaba que a Louis no le importara la forma en que estaba jugando con la delgada camiseta gris que el chico se había puesto cuando sintió un poco más de frío. La fina tela se arrugó bajo su tacto suave, y la frotó entre el pulgar y el índice.
"Te voy a decir la larga" decidió Louis. Harry le miró, expectante y emocionado. Asintió cuando Louis respiró hondo, como si estuviera pensando profundamente.
"El amor es- ¿cuál es la palabra?" Louis miró al cielo "El amor es impresionante. Te quita el aliento. Cuando esa persona te besa, se siente mágico. Quieres estar con la persona que quieres todo el día, y cuando se va, sientes como si algo te faltara, como si estuvieras yendo al instituto sin ropa o simplemente flotando, yendo hacia la nada, simplemente esperando que algo, alguien, vuelva. Te obsesionas con cada uno de sus defectos porque esos defectos se convierten en tu parte favorita de esa persona. Su sensibilidad es algo que aprecias, vives por la forma en que vienen a ti cuando están tristes. Cuando tienen lágrimas, quieres ser el que le besa, el que le abraza con tanta fuerza que ninguno de los dos pueda respirar. Y a veces apesta, los dos se ponen celosos y quieren romperse a veces, pero está bien porque sabes que luego vas a estar bien. Estar hablando de vuestros problemas y de vuestras vidas y cosas sin importancia porque el amor es mejor que eso, el amor es mejor que los celos y el odio y la ignorancia. El amor es cuando miras fijamente a los ojos de alguien y puedes escuchar cada pensamiento suyo, y te duele físicamente cuando está sufriendo. Cuando no puedes conciliar el sueño porque has dicho una cosa y el hecho de que le hayas hecho daño te mata, te devora. El amor es cuando miras la forma en que esa persona parpadea, cuando miras la curva de la parte inferior de su labio y los hoyuelos en sus mejillas y cada rizo de su pelo. El amor es cuando sientes que no puedes contener todo, cuando sientes que estás perdiendo la cabeza cuando en realidad estás insensible a todo lo que te rodea menos a esa persona y quieres gritar, quieres gritarle al mundo que quieres a esa persona, que esa persona es tuya y solo tuya y que nadie le puede tocar porque lo que tenéis es mágico, es irrompible incluso por un millón de kilómetros o un par de tíos que intentan interponerse entre vosotros. El amor es cuando estás dispuesto a cambiar, dispuesto a hacer cualquier cosa solo para demostrarle a esa persona que te preocupas tanto por ella que duele, tanto que podrías explotar. El amor es poner azúcar en su té, aunque no sea necesario y observar la forma en que hacen su cama y abren la puerta y apuñalan cada pedazo de macarrones con los dientes de su tenedor, observando la forma en que se desordena los dos lados de su pelo y usa dos dedos para pasarlo por su frente. Es observar la forma en que te mira y te escucha cuando hablas. Es cuando sabes qué harías cualquier cosa, cualquier cosa, para verle sonreír, para ver esa aureola imaginaria que siempre flota sobre sus rizos, que siempre habías querido tocar, pero sabes que no está realmente ahí. Pero lo parece, parece que estás al lado de un ángel"
Harry miró a Louis, viéndole lamer sus labios húmedos y recuperar el aliento, todo el tiempo manteniendo contacto visual con el chico acurrucado en su regazo. Empujó sus dedos con más fuerza contra la camiseta de Louis, sintiendo los latidos del corazón de Louis contra las yemas de sus dedos.
"¿Y quieres saber la definición corta?"
Harry solo asintió, incapaz de decir nada, ya que se había quedado sin habla.
"El amor eres tú"
Harry se quedó sin aliento, pero finalmente pudo reunir algo de sensibilidad mientras sostenía la mirada de Louis.
"Te quiero" susurró Harry.
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"He quemado un poco las palomitas, pero es tarde"
Harry echó la cabeza hacia atrás, sus rizos cayeron sobre el respaldo del sofá mientras se esforzaba por ver a Louis volver al área principal de su piso. Louis caminaba hacia él, pero estaba boca abajo, debido a la vista de Harry.
"Vale" dijo Harry en voz baja. Tenían puesta una película, El chico con el pijama de rayas. Harry tenía un vaso de agua en sus manos, decidiendo que el sabor del té se estaba volviendo repetitivo después de beberlo tanto. Había algunos cubitos de hielo flotando en el agua, tintineando levemente cuando se movía.
Louis se sentó al lado de Harry, inmediatamente puso sus piernas sobre el regazo del chico más joven y se inclinó a su lado.
Puso las palomitas en su regazo, lo suficientemente cerca para que Harry llegara, y volvió a poner la película. Harry supo de inmediato que iba a ser triste, había oído hablar de ella antes y la inocencia en los ojos del niño era tan pura que sabía que algo malo tenía que pasar.
A Harry le encantaba escuchar las risitas de Louis a lo largo de la película, o los pequeños gemidos que escapaban de sus labios cada vez que pasaba algo triste. Louis estaba agarrando su mano, moviendo la otra hacia arriba y hacia abajo sobre el regazo de Harry, peligrosamente cerca de un área determinada y Harry intentó no darle importancia, pero los pequeños movimientos estaban llevándole al límite.
Al principio, Harry no pensaba que Louis lo estaba haciendo a propósito, pero luego escuchó la risa traviesa.
"Para" se quejó Harry, apretando la mano cálida de Louis con fuerza.
"Ángel, no estoy haciendo nada, solo estoy viendo la película. Mira, te lo has perdido. Bruno le ha robado un poco de pan y se lo ha metido en los pantalones"
"Eso es repugnante" murmuró Harry "Louis, eres repugnante"
Louis estalló en carcajadas.
"Solo te estaba contando lo que estaba pasando, cariño"
Harry le fulminó con la mirada, desenredando sus manos.
"No es gracioso" refunfuñó.
"Oh, cariño, Harold ángel Styles. Pensaba que me querías"
"Ahora no, no lo sé" Harry estaba intentando no sonreír con todas sus fuerzas, pero la forma en que Louis lamió su rostro era algo adorable.
"Soy un perro" gritó Louis, y Harry dejó escapar una risita "Guau, guau. Guau" lamió la mejilla de Harry de nuevo y Harry apartó su rostro.
"¿Te he dicho ya que eres repugnante?" se rió "¿Qué estás haciendo? ¿por qué estás actuando como un perro?"
"Porque eres mi gatito"
"Pensaba que era tu ángel"
"Lo eres" dijo Louis inmediatamente "Tú eres mi ángel. Lo eres. Nunca pienses que no lo eres, ¿has pensado que no lo eres?" sonaba preocupado.
"Uh-" comenzó Harry.
"¡Lo eres!"
Harry soltó una risita, pero fue sorprendido con la guardia baja cuando Louis se acercó y agarró los lados de su cara.
"Para" dijo suplicante "Estoy intentando ver la película y me estás distrayendo"
Harry arqueó una ceja.
"Tú me has distraído primero" señaló, intentando contener la respiración, pero era un poco difícil cuando la boca de Louis estaba tan cerca de la suya, tan cerca que podía oler el Red Bull en su aliento.
Louis se apartó.
"Nos vamos fuera" declaró, agarrando el mando y apagando la televisión "Vamos"
Harry se subió encima de Louis mientras iban hacia la puerta de su apartamento. Sintió que debería estar protestando, ya que hacía frío y llovía, pero decidió mantener la boca cerrada. Al menos Louis había cogido un abrigo. El pasillo del edificio estaba oscuro como la boca de un lobo, todos estaban dormidos menos ellos. Harry lo entendía, porque, ¿quién estaría despierto a esas horas de la noche?
Luego abrió la puerta y Louis no soltó a Harry, no. Todavía le estaba agarrando, tocando su trasero mientras andaban por la entrada. Harry intentó no pensar mucho en la mirada de la persona cansada en el escritorio.
Harry se estremeció cuando Louis les llevó al frío del exterior. La lluvia caía con fuerza, y le pegaba el pelo a la cabeza y empapaba la ropa en solo unos segundos. Olía a metal y comida rápida, el olor de las ciudades nunca dejaba de hacer latir con entusiasmo el corazón de Harry.
"¿Estás intentando representar una escena de película romántica?" Harry se rió, teniendo que poner sus labios muy cerca de la oreja de Louis para que el chico mayor le escuchara.
"No, ángel. Estoy intentando bailar. Suéltame, bebé"
Suavemente bajó a Harry a sus pies, y Harry tuvo que agarrarse un poco a Louis antes de recuperar el equilibrio, porque sus rodillas estaban temblando y todavía estaba desorientado por ese beso en el ascensor. El suelo húmedo empapó sus calcetines, haciendo que sus pies se aplastaran cada vez que los movía.
Louis unió sus manos, doblando los codos y sosteniendo sus manos en el aire.
"Pon los pies encima de los míos" susurró.
Harry colocó sus calcetines mojados sobre los pies descalzos de Louis, el ruido de aplastamiento le hizo reír un poco.
"Bailemos ahora" suspiró.
"No está sonando ninguna canción" argumentó Harry.
"Entonces canta. Yo cantaré contigo"
Harry negó con la cabeza de inmediato, parpadeando para quitarse la humedad de los ojos, aunque la lluvia seguía cayendo. El pelo de Louis estaba goteando, colgando frente a sus ojos que brillaban y sus mejillas estaban sonrojadas.
Era cautivador.
Louis empezó a cantar de todos modos, la misma canción que le cantó a Harry hace tanto tiempo.
"Tú eres mi sol, mi único sol" hizo una pausa por un segundo, balanceándose hacia adelante y hacia atrás.
"Me haces feliz cuando los cielos son grises" gimió Harry, apoyando su cabeza en el hombro de Louis y dejando que Louis dirigiera su pequeño baile.
"Nunca sabrás querido" Louis besó suavemente los rizos húmedos de Harry "Cuánto te echo de menos"
Sus voces sonaban preciosas juntas.
"Por favor, no te lleves mi sol"
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