Niall y Zayn se sentaron en la cama junto a Harry, con cuidado de no mover su mano. Harry acunó el yeso contra su barriga, esperando no hacerse más daño. Quería arrancar las vendas de su muñeca, y volver a cortarlas mientras miraba a sus mejores amigos. Los ojos de Niall estaban esperanzados, los de Zayn estaban llenos de arrepentimiento.

"Harry, ¿estás bien?" preguntó Zayn en voz baja, extendiendo la mano y tocando su codo "Hemos sido unos amigos de mierda con todo esto. Mierda, hay grandes cortes en tus muñecas y todos sabemos que no es porque te hayas caído"

Harry le devolvió la mirada, sabiendo que si hablaba todo lo que saldría sería un gemido. Se sintió bastante enfermo, pero lo ignoró.

"¿Todavía quieres a Louis?" Niall parecía nervioso cuando dijo eso, evitando los ojos de Harry y jugando con sus dedos.

Harry asintió. Por supuesto, que quería a Louis. Pero también le odiaba, le odiaba con una pasión ardiente. Odiaba lo que Louis le había dicho, odiaba que Louis fuera la razón por la que iba a tener tantas cicatrices, tanto emocional como físicamente.

Le odio, le odio, le odio, le quiero, le quiero.

Harry repitió ese mantra en su cabeza mientras Zayn y Niall derramaban sus corazones, diciendo sus múltiples disculpas y diciéndole a Harry lo que pensaban que debería hacer con respecto a Louis. Al parecer, Louis se había ido, conduciendo y dejando a Liam allí. Harry no quería pensar en a dónde iba Louis.

Podía ir a donde quisiera.

Y luego quedó atrapado en Louis. Tenía un millón de imágenes pasando por su mente, y ya no podía oír a Zayn o Niall. Sus ojos se clavaron en la imagen detrás de la cabeza de Zayn, de él y Louis. Era una foto que Jay les había sacado la mañana de Navidad, de Louis dándole a Harry su anillo de promesa.

Su anillo de promesa.

Estaba en la mano con la que le había pegado la pared, ¿cuándo había sido la última vez que lo llevaba puesto?

Dejó escapar un silencioso suspiro de alivio cuando lo vio en su escritorio, encima de unos pocos libros apilados con los títulos, matar un ruiseñor y orgullo y prejuicio.

"¿Harry? ¿estás escuchando?" Niall dijo, agarrándole por los hombros y sacudiéndole bruscamente mientras Harry cerraba los ojos, el movimiento estaba haciendo que se sintiera enfermo. Probablemente era por la medicina.

"¡Niall, para!" Zayn agarró las muñecas de Niall, y mantuvieron un largo contacto visual durante bastante tiempo, una conversación silenciosa, antes de que Niall quitara su fuerte agarre sobre los delgados hombros de Harry. Harry sintió que se le revolvía el estómago y agitó las pestañas cuando sintió la abrumadora sensación de vomitar.

"Harry, ¿estás bien?" dijo Zayn preocupado, y Harry se acostó en su cama, deslizando las piernas hacia delante para que colgaran del borde. Ahora tenía los ojos cerrados y se humedeció los labios rápidamente. Podía sentir su mente nublarse, desvanecerse.

"Mira los síntomas de esa medicina" le murmuró Zayn a Niall, y Niall cogió la botella.

"Estreñimiento, náuseas, pérdida de apetito, somnolencia, fiebre, dolores de cabeza, alucinaciones"

Sus voces eran muy distantes. Harry estaba sudando mucho ahora, no le gustaba, lo odiaba. Tenía frío y calor al mismo tiempo y su estómago se sentía tan mal que podía sentir la medicina entrando porque su mano ya no le dolía.

Zayn suspiró, dejando la habitación por un segundo antes de volver con un trapo húmedo. Harry pudo sentir una lágrima deslizándose por su mejilla cuando el chico se la colocó en la frente, una sensación fría y húmeda.

"Déjale dormir" dijo Niall con tristeza, apartando algunos rizos de su rostro "Podemos hablar con él más tarde, cuando no se vea tan miserable"

Harry no tuvo la energía para responder, simplemente se hundió más en su colchón e intentó ignorar los golpes de su cabeza. Cuanto más confusa estaba su mente, más se hundía en el sueño y más entumecido se sentía.

¿Qué eran esos colores? Vio algo, moviéndose y desapareciendo dentro y fuera de su habitación, ¿pero no estaban sus ojos cerrados?

Estaba temblando, no, estaba quieto.

"¡Louis!" grité. Me doy cuenta de que huele a palomitas. Mi habitación es muy pequeña y me pregunto por qué. Pero todo en lo que puedo concentrarme es en Louis.

Está justo enfrente de mí, justo al lado de mi tocador. Me gusta ver cómo se mueve. Sus manos revolotean mientras corre por mi habitación, ¿por qué está tan nervioso?

"¡Louis!" digo de nuevo, más alto, y me estremezco ante el tono bajo de mi voz que desprecio. Mis rizos siguen cayendo en mi cara y es bastante molesto. Quiero concentrarme, pero no puedo.

Louis me mira, sus labios fruncen el ceño profundamente. Quiero ver su sonrisa de sol. Me encanta su sonrisa de sol, aunque ya raras veces la veo.

"Louis, ¿por qué te fuiste?" le pregunto en voz alta, pero cada vez que me acerco para no tener que gritar, él da un paso atrás. Lleva sus vans negras y su camiseta blanca sin mangas. Miro sus manos y su nariz. Su nariz es perfecta, creo. Es muy guapo, pero no sé si puedo decirle eso. Probablemente piensa que soy molesto.

"¿No quieres que me vaya?" Louis me responde y le frunzo el ceño, ¿quiero que se vaya? Juego con mis dedos por un segundo. Mis dedos son muy largos, y mis piernas y desearía que no lo fueran. Mis pies cuelgan de mi cama.

¿Pero no estaba tumbado? Niego con la cabeza en confusión, mis rizos rozan mis ojos y me hacen parpadear. Louis ya no me mira, ¿por qué no me mira? No entiendo. Ojalá pudiera leer su mente, sería mucho más fácil.

"Louis, te echo de menos" le digo. Espero. Ahora está vestido con su uniforme de fútbol, ¿por qué? Está pateando una pelota, con un chico que reconozco. No sabía que mi habitación era lo suficientemente grande para jugar al fútbol. Louis se la pasa a Mitchell. Miro a Mitchell, y hay un sentimiento realmente raro en mi corazón y creo que se llama celos. Pero a Louis no le gusta cuando estoy celoso, ¿no?

Louis ignora mi declaración y siento que me tiemblan las manos, ¿qué está pasando? ¿Es un sueño?

"Hola ángel" siento que mi corazón se acelera con la palabra, ¿por qué cada vez que Louis lo dice me siento así? Hay una sensación de dolor en la parte inferior de mis costillas y mi estómago se siente como si tuviera muchas mariposas. Cree que soy un ángel.

"¿Por qué crees que soy un ángel?" pregunto, arrugando mi nariz. Él sonríe, con su sonrisa de sol, y niega con la cabeza por un segundo antes de extender la mano y tocar mis rizos.

Sin embargo, no responde, y tomo nota mental de preguntárselo a Louis más tarde, cuando esté realmente dispuesto a tener una conversación conmigo.

"Louis, ¿qué está pasando?" digo. Los ojos de Louis brillan, son muy azules. Son del color de una piscina, o tal vez del cielo. De cualquier manera, quiero pintar mi habitación del color de sus ojos, por raro que parezca, ¿y si Louis piensa que soy raro? Siento que el pánico crece en mi pecho ante la pregunta, y hago todo lo posible por sacarlo de mi mente.

"Nada, bebé"

Bebé. Me encanta cómo suena al salir de la boca de Louis, especialmente después de que me enseñe su sonrisa de sol. Su sonrisa de sol es un regalo. Es como desenvolver un regalo. Es injusto que me siga dando regalos y yo no le haya dado nada bueno.

Bueno, ¿cómo se llamaba eso? Louis dijo que era hacer el amor. Yo dije que era un regalo, pero no creo que él pensara igual. Actué absolutamente ridículo esa noche. Me da vergüenza. Siento un rubor subir a mis mejillas al recordar esa noche.

Me siento mal, de repente. Louis sigue mirándome, y ahora lleva puesto lo mismo que lleva en mi pantalla de bloqueo. Mi mente empieza a dar vueltas y todavía huele a palomitas. No, el sudor frío ha vuelto. No, estoy sudando, especialmente cuando cada vez que toco mi frente se siente caliente, pero estoy temblando, así que eso debe significar que tengo frío, ¿no?

"Louis, me siento mal"

Espero a que Louis diga algo, pero no lo hace.

Noto la forma en que se lame los labios. Siempre levanta las cejas cuando lo hace, y eso me encanta. Quiero a Louis. Louis me mira y quiero tocar sus pestañas, ¿eso es raro? Me recuerdan a un marco de fotos alrededor de algo realmente bonito. Porque abarcan ese azul realmente bonito que voy a pintar en mis paredes, y juro que a veces son realmente brillantes. Si miro lo suficientemente cerca, lo que generalmente no me gusta hacer porque el contacto visual no es divertido y la gente siempre me juzga cuando me mira a los ojos, pero si miro lo suficientemente cerca puedo ver mi reflejo.

Me pregunto si algunas personas se sonríen a sí mismas cuando ven sus reflejos. Veo que lo hacen en las películas y me hace pensar, ¿qué es un reflejo? ¿qué enseña realmente? Es raro porque nunca nos vemos de frente, solo vemos un reflejo de nosotros mismos. Me pregunto si mi reflejo es lo que Louis ve cuando me mira. Probablemente lo sea, porque eso es lo que veo en sus ojos cuando miro lo suficientemente cerca.

Me doy cuenta de que estoy divagando, en mi propia cabeza, cosa que hago mucho. Es muy molesto, pero es mejor que hablar. Odio mi voz.

De hecho, hay bastantes cosas que no me gustan de mí. Como mis caderas. Levanto mi camiseta, que es blanca, pero sigue cambiando de color. Pellizco la grasa de mis caderas, de mi barriga y siento que las lágrimas me pinchan los ojos.

Me doy cuenta de que Louis está desapareciendo ahora, y respiro temblorosamente antes de hablar.

"Louis, ¿a dónde vas? ¡No te he dicho que te vayas!" lloro.

Louis no me mira. Es raro, porque se está desvaneciendo y nunca había visto que eso sucediera antes.

"¡Harry!"

Oye, finalmente está hablando. Pero espera, no, esa no es la voz de Louis. La voz de Louis suena como una manta suave, como galletas calientes, ángeles y cosas suaves. Me gusta su voz suave. Me hace sentir caliente por dentro. Como beber té caliente, porque después de que se desliza por tu garganta, sientes un poco de calor. Me pregunto si Louis se siente así cuando bebe té, lo bebe con bastante frecuencia. Le encanta el té de Yorkshire, siempre le veo preparándoselo. Afirma que el azúcar no es bueno en el té, pero siempre pone mucho en el mío porque sabe que me gusta.

Recuerdo una vez, después de que le dije que pusiera un poco más de azúcar en mi té, no me hizo caso. Estaba muy confundido, porque generalmente siempre me hace caso, no sé por qué, pero lo hace. De todos modos, simplemente dejó mi taza. La taza era azul, un poco más oscura que el color de los ojos de Louis. Los ojos de Louis eran solo de ese color cuando estaba a punto de besarme, lo que me confunde, pero me gusta. De hecho, hablando de eso, sus ojos son de ese color otra vez, y me gusta que combine con la taza porque me gusta cuando las cosas coinciden.

Estaba agarrado mi mano, y su pulgar estaba frotando mi piel y se sentía muy suave, y espero que sepa cuánto me gustan las cosas suaves. Me gusta lo suave que es la piel de Louis, es más suave que el jabón y las mantas. Me encanta lo suave que es su piel.

También me encanta cómo huele a miel, aunque no era tan prominente entonces, el olor a té en su aliento era mucho más notorio por lo cerca que estaba su boca de la mía. Había acunado mi mandíbula en sus pequeñas manos, sus ojos se arrugaron un poco a los lados mientras sonreía. Me encanta lo pequeñas que son las manos de Louis, y me encantan las arrugas de sus ojos.

Respiré hondo cuando me besó. Siempre soy inseguro de cómo me veo antes de besar a Louis. porque él siempre se ve precioso cuando está a punto de besarme. Tiene los ojos cerrados y, como he dicho, me encantan sus pestañas. Y sus labios siempre están húmedos, y no entiendo porque los míos siempre están secos y por eso mamá me decía cuando era pequeño que siempre llevara vaselina conmigo porque siempre me los lamía. Su nariz era perfecta como siempre, y algunas veces me sentía tentado a inclinarme y besarla.

Pero. Estábamos en su cocina, su gran cocina que probablemente ha costado un millón de dólares diseñar y construir. Todos los electrodomésticos eran de acero inoxidable y la encimera de granito estaba oscura y notablemente fría, especialmente cuando Louis me levantó por la cintura y me ayudó a sentarme en ella. Hacía mucho frío porque solo estaba en bóxers, y el granito frío contra la parte posterior de mis muslos hizo que se me pusiera la piel de gallina en los brazos. Estaba en calzoncillos porque cuando nos habíamos despertado, aunque toda la casa estaba durmiendo, Louis insistió en que me pusiera algún tipo de ropa. Aparentemente no sería bueno que su madre me viera así.

Así que ahí estaba yo, temblando en el mostrador en mis bóxers sin camiseta. Louis también estaba sin camiseta. No creo que estuviera temblando solo por el frío del mostrador, cada vez que Louis frotaba sus manos por mis brazos me ponía la piel de gallina.

"¡Harry!" escucho, interrumpiendo mi recuerdo de Louis esa mañana. Pero lo ignoró, intentando acordarme de más. Por alguna razón, recordar los momentos que tuve con Louis era agridulce. Por supuesto, sé por qué es feliz, pero no sé por qué estoy tan triste.

Louis me había besado suavemente. Sus labios sabían muy bien y eran cálidos y suaves. Por supuesto que eran suaves, como he dicho, Louis siempre es muy suave. La forma en que murmuró ángel en mi boca fue maravillosa, sentí como si estuviera respirando todo lo que había dicho y espero que no encuentre las cosas que noto raras.

La encimera se estaba calentando, probablemente porque yo estaba sentado sobre ella. Louis estaba entre mis piernas, sus costados estaban muy calientes cuando apreté mis piernas con fuerza alrededor de él. Moví mis manos a su espalda. Clavé mis dedos en su piel, moviéndome alrededor de su cuerpo y empujando mis dedos entre cada golpe de sus costillas. Me gustaba sentir sus costados. A él también pareció gustarle, porque dejó escapar un gemido silencioso en mi boca. Me encantan los ruidos que hace.

"¡Harry!"

Había besado a Louis con fuerza, y él tamborileaba con los dedos contra mi espalda baja, contra los hoyuelos que tenía allí pero que odiaba.

"¡Harry Styles, despierta! ¿por qué estás llorando?"

Podía sentir a Louis alejándose, ahora estaba llorando.

"¡Harry!"

Los ojos de Harry se abrieron de golpe.

Sus mejillas estaban húmedas y sus ojos ardían.

"Niall" Harry exhaló, acercándose y tirando de él con fuerza.

Niall le devolvió el abrazo y parecía un poco confundido. Pero a Harry no le importó, solo dejó escapar sollozos entrecortados en su hombro. Podía sentir débilmente a Zayn frotándole la espalda, pero no podía ver nada porque sus ojos estaban borrosos y sus rizos se pegaban a sus mejillas y quería morirse.

Su sueño había sido muy doloroso, muy doloroso.

Anhelaba sentir el toque de Louis, pero también esperaba que Louis nunca volviera. Sus pensamientos contradictorios eran muy molestos y deseaba que nunca estuvieran allí. Deseó que Louis no se hubiera ido hace tanto tiempo y se hubiera hecho amigo de Mitchell. Deseaba que Louis no le hubiera hecho preguntarse si le había engañado o no.

Solo el olor de las palomitas medio vacías en el tazón junto a ellos hizo que salieran más lágrimas. Sus sollozos eran ahogados, ni siquiera podía respirar y no pasó mucho tiempo antes de que estuviera gritando. Niall le abrazó con más fuerza, meciéndole ligeramente y Zayn le estaba diciendo a Harry palabras reconfortantes sin poder hacer nada.

Quería dormirse de nuevo, porque eso siempre ayudaba cuando estaba tan mal, tan entumecido, pero al mismo tiempo tenía miedo de que si se dormía tendría esa pesadilla de nuevo.

Así que luchó consigo mismo, luchó con sus pensamientos y qué hacer y Niall finalmente le ayudó a tomar una decisión cuando le llevó a la sala de estar y le acostó en el sofá. Zayn encendió la televisión, en unos dibujos cualquiera, y Niall vino de la cocina con una tarrina de helado.

"Hemos pensado que te ibas a romper en algún momento" susurró Zayn, abrazándole a su lado y besando su pelo. Niall se sentó a la izquierda de Harry, entregándole una cuchara.

Harry seguía llorando, pero estaba empezando a calmarse. Ahora tenía hipo debido a las respiraciones irregulares que estaba tomando antes.

Metió su cuchara en el helado, que parecía tener el sabor de mantequilla de cacahuete y chocolate. Zayn y Niall le honraron con el silencio y en su lugar dirigieron su atención a la televisión. La mano de Harry estaba muy temblorosa mientras luchaba por sacar un poco de helado de la tarrina. Tenía buena pinta.

Finalmente consiguió un poco en la punta de la cuchara, y vacilante se lo puso en la boca, sintiendo la crema fría convertirse en líquido en su lengua. Pero tuvo problemas para tragarlo debido a las lágrimas que se le habían acumulado en la parte posterior de la garganta.

Cerró los ojos y probó la mantequilla de cacahuete, sintiendo la frialdad adormecer el dolor en su pecho.

No sueñes.