"¿Es malo que esté nervioso?" Louis se rió entre dientes, de pie junto a la puerta y arrastrando los pies de un lado a otro. Tenía los brazos cruzados sobre el pecho y los hombros encorvados, y se estaba mordiendo el labio. Harry podía decir fácilmente que, de hecho, estaba nervioso.

"¿Por qué sería eso malo?" Harry preguntó, inclinando la cabeza. Deseó que la forma en que lucía ahora no le afectara tanto. Harry no pudo decidir si le gustaba la opresión de su pecho cuando miró al chico mayor. Extendió la mano y pasó los dedos por el fino material blanco de la camiseta de fútbol de Louis. Era blanca, tenía algunas manchas de hierba descolorida y el número diecisiete escrito detrás. Las mangas colgaban holgadamente alrededor de sus brazos delgados y bronceados. Su piel se veía muy suave.

"Porque normalmente tengo mucha confianza" Louis hizo una pausa, apartándose el flequillo de los ojos y empujando la botella de agua contra su cadera "Pero por alguna razón me estoy poniendo mervioso y no me gusta. Es tu culpa, Harold"

Harry resopló.

"No he hecho nada"

Louis sonrió, sus ojos se arrugaron por un momento, antes de inclinarse y besar a Harry suavemente.

"Serás mi amuleto de la suerte, ángel" susurró, y la forma en que su respiración se abanicó sobre los labios de Harry hizo que sus mejillas ardieran. Harry tuvo que dar un paso atrás, solo un poco, una sensación abrumadora le invadió cuando Louis extendió la mano y le pasó el pulgar por el labio inferior. Harry cerró los ojos ligeramente, inclinando la cabeza hacia el chico ante su ligero toque.

"Lo vas a hacer muy bien" susurró Harry "No has estado entrenando todo este tiempo para nada. Es tu primer partido, y va a ser dentro así que no tienes que preocuparte por el frío. Estoy seguro de que lo vas a hacer perfecto"

Louis suspiró.

"Espero que tengas razón, bebé. No pude dormir anoche, estaba demasiado nervioso" admitió.

"¿Por qué no me lo dijiste?" Harry preguntó en voz baja "Podría haberte cantado"

Los ojos de Louis se agrandaron y respiró hondo.

"Eso habría sido maravilloso" se rió levemente, acariciando los rizos de Harry con un poco de asombro en sus ojos. Harry todavía se preguntaba por qué Louis estaba tan intrigado y fascinado con sus rizos.

Harry se sonrojó de nuevo, cada segundo que Louis le miraba se ponía aún más nervioso. Ajustó el reloj en su muñeca antes de mirar a los ojos al chico de nuevo.

"Vayamos al partido"

"Por supuesto. Te he conseguido asiento en primera fila"

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"¿Uno de los jugadores es tu hermano?"

"No" dijo Harry.

"¿Familiar?"

"No"

"¿Novio?"

Harry no respondió, pero tuvo que girar la cabeza cuando escuchó el largo suspiro que se escapaba de los labios de la persona sentada a su lado. Los dos estaban en la primera fila, tan cerca del campo que, si extendía la mano por encima de la valla lo suficiente, podría tocarla. Harry se perdió cuando Louis tenía partidos en el instituto y los asientos eran aleatorios, dependiendo de quién llegara primero. Ahora, sin embargo, era fútbol universitario y era serio. Harry sonrió ante eso, antes de recordar al chico sentado a su lado.

"¿Hay algo malo con eso?" Harry dijo a la defensiva, finalmente mirando a los ojos al chico. Los suyos eran azul océano, un poco menos azules que los de Louis. Tenía los labios carnosos y la piel pálida de porcelana. Pero Harry no pudo examinarle mucho tiempo antes de que el chico saltara hacia atrás, con los ojos muy abiertos y el pesar claro en su rostro.

"¡No hay nada de malo en eso!" dijo rápidamente "No, no, mi novio está ahí fuera, ¿le ves? el número cinco. Pelo castaño oscuro y rizado. Su nombre es Darren"

A Harry no le gustaban los estereotipos, pero no le sorprendía que el chico fuera gay por su voz aguda y femenina. La razón por la que le gustaba la de Louis era porque tenía un tono profundo y ronco, un tono suave y maravilloso en susurros del que nunca se cansaba.

Deja de pensar en Louis por una vez.

Cuando Harry no respondió, el chico se rió y miró a su alrededor antes de volver a hablar.

"¿Cómo se llama tu novio?"

Harry le miró fijamente durante un rato. No le miró a los ojos, no, todavía se sentía incómodo con eso. Pero en cambio, miró su frente y reflejos rubios, su corazón latía rápidamente en su pecho mientras reflexionaba si debía o no compartir a su Louis con alguien. Aunque jugaba en el campo y era el capitán, Harry todavía se sentía como si Louis fuera su pequeño secreto, alguien a quien quería y mantenía con él en su pequeño rincón del universo.

Pero, decidió que el chico sonriente se enteraría antes o después, por lo que habló orgulloso pero nervioso.

"Louis. Louis Tomlinson. Número diecisiete" sonrió, señalando a su novio, de pie en el campo con las manos en las caderas, la cabeza en alto y una mirada decidida en su rostro. Les estaba diciendo algo a los jugadores, pero estaba al otro lado del campo, así que no podía oírle. Pero podía verle, y eso era suficiente. Le encantaba la forma en que Louis estaba de pie, la forma en que cruzaba sus diminutos tobillos y balanceaba las caderas.

Harry no se dio cuenta de que el chico le estaba mirando con una amplia sonrisa hasta que desvió su atención del campo hacia él.

"¿Qué?" Harry preguntó, inseguro.

"Nunca había visto algo así" dijo el chico "Ni siquiera creo que yo mire a Darren así. Eso ha sido algo profundo"

"Te preocupas por él" fue todo lo que terminó diciendo, a punto de mirar de nuevo al campo, cuando Harry le detuvo.

"¿Cuál es tu nombre?"

El chico sonrió, mostrando los dientes cortos y soltando una pequeña risa.

"Chris Colfer"

Harry asintió.

"Harry. Harry Styles"

Chris se rió un poco e inclinó la cabeza.

"Suena como el nombre de una estrella de cine"

Harry arqueó una ceja.

"¿En serio?" Harry se sonrojó, sintiéndose como un tonto cuando las imágenes del estrellato pasaron por su mente. Se vio a sí mismo en el escenario, cantando y actuando, o tal vez protagonizando una película. Nunca se lo admitiría a nadie excepto a Lou, pero ese había sido su sueño desde que era un niño con pelo rubio y mejillas regordetas. Louis insistía en que sus mejillas aún estaban regordetas y adorables, y nunca dejaba de tocar su hoyuelo cada vez que sonreía lo suficiente para que apareciera.

"Sí" asintió Chris, riendo, y abrió la boca para hablar de nuevo cuando Harry señaló el campo. El partido había empezado.

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"Vamos, vamos, vamos" murmuró Harry en voz baja, viendo cómo Louis pateaba hábilmente el balón por el campo hacia la portería del equipo contrario. Cada segundo que pasaba en el reloj, más ansioso se ponía el chico. Los dos equipos estaban empatados, y Harry se dio cuenta de que Louis estaba extremadamente frustrado por eso. Estaba abanicando sus manos en el aire y soltando bocanadas de aire constantemente, y su nerviosismo también ponía nervioso a Harry. Al menos estaba dentro, o habría estado helado. Harry podía ver su aliento entrando en el edificio.

Harry observó de cerca, ignorando los pequeños cánticos que Chris estaba haciendo a su lado, mientras Louis empujaba a cualquiera que estuviera cerca de él fuera del camino, mordiéndose el labio y ocasionalmente cerrando los ojos. Harry siempre se había preguntado por qué Louis jugaba con los ojos cerrados, pero el otro chico siempre decía que era porque le ayudaba a concentrarse y a convertirse en uno con la pelota. Harry no lo entendía muy bien, pero decidió que, si Louis siempre podía jugar bien, entonces no importaba cómo lo hiciera. Especialmente porque siempre se veía atractivo jugando.

Harry sonrió cuando Louis dio una gran patada, levantando el pie hacia atrás y chutando la pelota, pero luego su corazón se detuvo. Porque mierda, Louis se estaba cayendo, se había resbalado sobre la suave y verde hierba, sus ojos se agrandaban por el miedo, pero Harry sabía que todavía estaba mirando para ver si entraba la pelota. Era tan apasionado por el fútbol, que ignoraba todo lo demás. Su tobillo se retorcía debajo de él, haciendo que todos en la multitud se encogieran mientras él se desplomaba en el suelo. Harry estaba a punto de saltar la valla cuando Chris le agarró.

"Espera. No salgas. Espera a que alguien le lleve al banquillo"

Harry sintió que se le encogía el corazón cuando Louis terminó su caída golpeándose la cabeza contra el suelo y rodando de dolor. Harry se llenó de lágrimas cuando Louis vomitó en la hierba, antes de agarrarse el tobillo, y estaba lo suficientemente cerca como para que Harry pudiera oír los fuertes gemidos de dolor que escapaban de su boca.

Al menos había entrado el balón y el marcador cambió a 3-2, pero parecía que a ninguno de sus compañeros le importaba eso. Todos se apiñaron alrededor de su capitán, le hicieron preguntas preocupadas y se ofrecieron a ayudarle a levantarse. La respiración de Harry se aceleró y se mordió el labio mientras las lágrimas se escapaban de sus ojos.

"Lou" exhaló, apoyándose en la reconfortante mano de Chris en su hombro. Saltó cuando el chico del que Chris estaba hablando antes, Darren, corrió hacia ellos.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Chris "¿Está bien?"

Darren se humedeció los labios, apartando la mirada antes de encontrarse con los ojos de Harry.

"¿Conoces a Louis? Me ha dicho que venga a buscarte"

Harry inmediatamente se agarró a los lados de la valla y saltó, tropezando por la hierba hacia Louis. No esperó a que Darren le siguiera.

"¡Louis!" gritó, tambaleándose y cayendo en la hierba junto al chico que habían logrado llevar a un lado. Decidieron continuar el partido ahora que la preocupación inicial había terminado. Pero todavía estaba herido, Harry sabía que tenía un dolor severo por la forma en que cerraba los ojos y sus mejillas estaban sudorosas y enrojecidas, más de lo que habían estado en el campo.

Harry agarró la bolsa de hielo que el entrenador había estado haciendo, cogiéndola lo más rápido que pudo, antes de colocarla suavemente en el tobillo de Louis.

"¿Estás bien?" Harry susurró, inclinándose y colocando su cabeza contra el pecho de Louis. Podía oír los latidos de su corazón, su latido rápido e irregular "Estoy aquí, cariño" suspiró.

"Estoy bien" Louis consiguió esbozar una sonrisa, y Harry extendió la mano y le secó las lágrimas.

"Has metido gol, Lou" Harry le sonrió con tristeza, y le encantó la forma en que los ojos de Louis se iluminaron por un momento, como si no sintiera dolor en absoluto.

"¿Lo he hecho? ¿vamos ganando?"

Harry asintió con entusiasmo.

"Solo les quedan dos minutos para que termine el partido. Apuesto a que vais a ganar"

Louis bajó los ojos al suelo, su rostro triste de nuevo.

"¿Qué pasa si no puedo jugar el resto de la temporada?" susurró, luchando por pronunciar las palabras "Espero que sea sólo un esguince. Un esguince muy, muy grave"

Harry frunció los labios y se mordió la lengua para evitar decir palabras negativas. La lesión parecía bastante grave e iban a ir al hospital en cuanto el entrenador les dejara.

Solo esperaba que todo estuviera bien.

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"Vete a dormir. Cuanto más duermas, más rápido te vas a recuperar"

"Es sólo un esguince, ángel. Va a estar curado para mañana"

Harry puso los ojos en blanco, moviendo los dedos de los pies debajo de la gruesa capa de mantas en la cama de Louis.

"No lo va a estar, te lo puedo asegurar" dijo, en parte comprensivo.

"No lo sé. Ven aquí. Tengo los pies fríos"

Harry se deslizó hacia Lou, quien estaba siendo extremadamente tonto desde que llegaron a casa del hospital. Tenía una bota negra en el pie, lo que significa que no podía conducir. Harry tuvo que pedirle a Chris que se llevara su coche, lo cual estaba muy reacio a hacer ya que acababa de conocer al chico, pero Louis le aseguró que su novio, Darren, era un chico honesto.

Y ahora ahí estaban.

"Tus pies están sudando, idiota" murmuró Harry en voz baja. La bota de Louis estaba a un lado de su cama, y ahora todo lo que Louis tenía era un grueso calcetín. Harry no podía entender cómo el chico podía tener frío.

"¿Por qué no me dejas encontrar una manera menos vergonzosa de decir, te quiero y quiero abrazarte y escuchar tu respiración y cantar una canción en mi mente al ritmo del latido de tu corazón?"

Por alguna razón, esa frase hizo que el corazón de Harry se derritiera en los brazos de Louis, y se acurrucó tan cerca que sus pechos se estaban tocando y sus piernas estaban enredadas juntas.

"Porque quiero oírte decirlo" susurró Harry.