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cincuenta y seis

"Liam me ha enviado un mensaje diciéndome que va a llegar en unos minutos" dijo Louis emocionado, tirando de la manga de la camiseta de Harry y guardando su teléfono en su bolsillo. Harry podía oler el alcohol de menta en su aliento, aunque solo faltaba una hora para la noche. Aun así, se inclinó hacia el toque del chico mayor, sonriendo cuando Louis besó su mejilla.

"Ángel, ¿no quieres hablar con Zayn y Niall? No les has visto desde hace mucho"

Harry miró al frente y asintió. Sentía que algo no estaba bien, simplemente no sabía qué era. Era una sensación de tirón en el fondo de su estómago y definitivamente no le gustaba. No se lo dijo a Louis, solo asintió una vez más y se encontró con sus ojos azules durante unos segundos, antes de que Louis se alejara y le dejara solo. Se sintió vacío de inmediato. Su brazo izquierdo estaba frío, su corazón dolía por querer la presencia de Louis, como si fuera a deshacerse de la terrible sensación en su estómago. Louis era su protector, la única persona con la que se sentía completamente seguro. Y ahora se estaba yendo para ir a hablar con sus nuevos amigos de Donny.

Frunció el ceño con tristeza, extendiendo la mano por encima de la barra de la cocina para agarrar un mini bastón de caramelo. Lo desenvolvió un poco, metiendo la punta en su boca y dejando que el sabor de la menta se apoderara de sus sentidos. Podía ver a Niall y Zayn teniendo una conversación intensa con algunos otros muchachos en la esquina, y obviamente estaban de acuerdo con lo que estaban hablando. Harry podía recordar que se acercaban a él de esa manera cada vez que intentaban decidir a qué restaurante iban a ir. Harry reconoció a uno de los chicos, pero no quería pensar demasiado en ello. Ya estaba agotado por quedarse despierto anoche.

"Hola Harry"

Harry miró a través de sus pestañas, sacando su bastón de caramelo de su boca lentamente y lamiendo sus labios. Un poco de la luz se escapó de sus rizos y le golpeó en la frente. No intentó arreglarlo.

"Hola" dijo en voz baja, aclarándose la garganta cuando su voz se quebró. La habitación se estaba volviendo sofocante, e intentó no parecer demasiado frenético mientras buscaba a Louis. Finalmente vio al chico en una esquina del piso, con los brazos abrazados a su alrededor y se estaba riendo a carcajadas de algo.

Harry reconoció a la persona frente a él como la misma que había visto hablando con Niall y Zayn. La forma en que sonreía hizo temblar las manos de Harry. Harry ni siquiera podía mirarle a los ojos, así de malditamente flojo era. Se sentía como si estuviera en el instituto de nuevo, donde todos a su alrededor le juzgaban por su falta de habilidades sociales. No era una buena sensación, no. Se miró las manos y jugó con los dedos mientras esperaba que el chico dijera algo.

Lo peor era que no esperaba volver a ver al chico. Pensaba que después de que el chico se graduara todo estaría bien, ¿por qué Louis le había invitado? Quería decirle a Louis que no estaba bien, pero no tenía derecho, ¿no? ¿se les decía a los novios a quién se les permitía invitar a una fiesta? No quería ser pegajoso, sobreprotector o mandón.

Pero también estaba realmente molesto porque Louis le había invitado a él.

Harry le frunció el ceño, encogiéndose de miedo cuando las señales de huir se apoderaron de él. Se sentía acorralado, y quería desesperadamente correr a la habitación de Louis y esconderse. No podía leer la expresión del rostro del chico más alto y grande, y eso le asustó aún más. Odiaba intentar leer a la gente. Lo odiaba.

"¿Ya eres normal?" fue lo que Harry escuchó después de unos momentos de silencio, y dio un paso atrás como si le hubieran abofeteado. Sin embargo, no dijo nada, solo siguió mirando al suelo.

"Oh, entonces ¿no has mejorado? ¿ha empeorado? Veo que no puedes hablar. Qué triste, el autismo apesta, ¿no?"

Harry dio otro paso hacia atrás, cada golpe le golpeaba peor que el primero.

"¿Estás escuchando lo que estoy diciendo? He oído que tu cerebro no funciona bien. Bicho raro"

Harry movió los ojos de un lado a otro y parpadeó rápidamente, porque se le había olvidado lo mucho que eso le dolía.

"¿Estás pensando en si estoy de broma o no? No lo estoy" el chico sonrió y Harry miró hacia arriba por un segundo, para ver su sudadera de la universidad de Doncaster que se veía muy similar a la que tenía Louis.

Hablando de Louis.

Harry dio unos pasos más hacia atrás, intentando desesperadamente llamar la atención de Louis.

Louis finalmente miró hacia arriba, y cuando vio que Harry le estaba mirando le dio una amplia sonrisa, pero luego frunció el ceño rápidamente cuando vio el ceño preocupado en el rostro de Harry.

"¿Harry?" dijo con la boca, y sus ojos se agrandaron cuando empujaron a Harry hacia la puerta de la cocina. Harry se quedó sin aliento en la garganta y tropezó con los pies hasta que se sentó, con la espalda contra la pared de la cocina.

"Deberíamos ir a comprarle un regalo a Louis. Me he olvidado de traer uno. Volveremos antes de que se dé cuenta"

Harry tartamudeó un poco antes de que alguna palabra real saliera de su boca.

"Louis ya se ha dado cuenta" susurró.

"Oh, ¿entonces puedes hablar? No muy alto, ya veo" Stan sonrió y Harry hizo una mueca de dolor cuando se puso entre sus piernas, separándole los pies con sus zapatos de vestir negros. Cerró la puerta con la mano izquierda, bloqueándola antes de girarse hacia el chico más joven, que estaba intentando retroceder contra una pared que no se iba a mover.

"Déjame en paz" suplicó Harry, temblando cuando Stan le frotó el zapato contra la parte interior del muslo "Yo nunca te he hecho nada a ti, Stan"

"Pensaba que habías dicho que ya no ibas a seguir siendo amigo de Louis"

"Yo nunca he dicho eso" Harry tenía la piel de gallina en sus brazos. No, ¿por qué le daba vueltas la cabeza? No había experimentado eso en mucho tiempo.

"¿Harry? ¿estás bien?" Louis gritó a través de la puerta, golpeándola con fuerza "¿Quién ha cerrado la puerta? ¿quién está ahí contigo?"

Harry abrió la boca para responder, pero luego Stan estaba arrodillado en el suelo, poniendo su mano sobre la boca de Harry. Harry abrió los ojos como platos, sacudió la cabeza y cerró los ojos con fuerza. Stan se rió entre dientes.

"Eres realmente guapo" sonrió Stan, y Harry vio calidez en sus ojos. Espera, Stan era malo, ¿no?

"No, no lo soy" dijo Harry cuando Stan le quitó la mano de la boca. Lo mismo que le decía a Lou.

"No, realmente lo eres. Tus ojos son tan jodidamente bonitos, ¿lo sabías?"

El corazón de Harry tartamudeó ante el cumplido y no supo cómo reaccionar.

"¡Harry! Respóndeme, cariño" rogó Louis, y sus golpes se volvieron menos frecuentes. Harry saltó. Se había olvidado de Louis. Stan le había hecho olvidar, solo por un segundo, ¿cómo cojones lo había hecho? Se sintió preocupado, pero luego Stan sonrió y llamó su atención de nuevo.

"Deberías besarme. Tienes unos labios bonitos"

Harry negó con la cabeza frenéticamente.

"No, quiero a Lou-

"Stan. Quieres a Stan"

Harry se estremeció, desconcertado por sus palabras. Estaba muy confundido.

"No, Stan. No lo hago. Quiero a Louis. Quiero a Louis, ¿acaso te he dicho que te quiero?" dijo preocupado, temeroso de haberlo dicho por accidente ¡eso sería traicionar a su Louis! No, no, eso no iba a pasar, ¿por qué Stan estaba diciendo esas cosas? No quería a Stan, en absoluto, ¿por qué Stan pensaba eso?

"¡Harry! ¿Qué pasa, ángel?"

Harry vio como Stan se estremecía físicamente ante las palabras de Louis, una mirada que Harry no podía leer ardía en sus ojos y le asustaba. Stan estaba entre las piernas de Harry y luego estaba agarrando a Harry por la cintura con fuerza, besándole los labios con tanta fuerza que le dolió y mordió el labio de Harry y Harry pudo notar que estaba sangrando por el sabor a metal que pronto recibió su boca.

"Stan, ¿qué estás haciendo?" Harry suspiró, frotándose el labio y al mismo tiempo intentando liberarse del fuerte agarre de Stan. No tenía mucha fuerza, nunca la había tenido. De repente se estaba arrepintiendo de su desinterés por los deportes.

"Vamos a por el regalo de Louis"

"¿Por qué me has besado?" Harry lloró, empujándole e hipando un poco cuando las lágrimas asomaron por sus ojos y le cerraron la garganta. Su visión estaba borrosa. Ahora había mucha gente en la puerta de la cocina.

"¿Hay otra forma de entrar?" oyó decir a Niall, y se quedó en silencio por un momento mientras Stan arrastraba a Harry por la puerta que conducía a las escaleras. Stan les arrastró escaleras abajo y atravesó el vestíbulo, hasta que pasaron por las puertas de salida. Fueron recibidos con un clima frío, la nieve cayendo en cascada sobre el suelo a una velocidad increíble. Las luces del pelo de Harry reflejaban los colores del arcoíris en la nieve. Se distrajo con eso por un momento, y por alguna rara razón su obediencia hizo que Stan se detuviera por un segundo.

"¿Qué?" Stan preguntó, sin aliento.

"Mira las luces" dijo Harry, con los ojos verdes muy abiertos mientras veía los colores del arcoíris brillar en la noche oscura. El viento hacía que los rizos de Harry le entraran en los ojos y los abrió y cerró rápidamente.

Stan salió de su trance con Harry cuando la puerta del edificio se abrió una vez más, pequeñas campanillas indicando que estaba abriéndose. Harry se dio la vuelta, temblando e intentando quitarse la piel de gallina que cubría su piel. Definitivamente estaban a bajo cero, pero estaba demasiado molesto y confundido para preocuparse.

"¡Harry!" podía ver a Louis bajo la luz de la entrada, mirando a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en el chico más alto, cuya presencia era clara ya que iluminaba el área pequeña a su alrededor. Harry pensaba que Louis se veía absolutamente impresionante en ese momento, de pie bajo la luz del porche, con los ojos brillantes y un gorro de Papá Noel rojo en la cabeza. Harry no sabía lo que iba a pasar esa noche, especialmente porque Stan le estaba arrastrando hacia su coche, pero sí sabía que quería a Louis.

"¡Feliz cumpleaños, Louis!" Harry gritó en el aire, justo cuando Louis empezó a caminar hacia ellos.

Stan estaba metiendo a Harry a su coche, y corriendo a su asiento y Louis ahora corría hacia ellos.

"Stan, ¡no te he invitado! ¿Qué estás haciendo? ¡Deja que Harry se vaya!"

"Feliz cumpleaños, Lou" susurró Harry, preparado para que Stan se fuera a buscar el regalo de Louis. Pero luego Louis estaba abriendo la puerta de Harry, antes de que Stan pudiera alejarse. Y sacó al chico más alto, y Harry pudo sentirle temblar por el frío. Louis le besó con fuerza, antes de darle otro abrazo y preguntarle si estaba bien.

"¿Sabes que me ha besado?" dijo Stan desde donde estaba sentado.

Louis se congeló, retrocedió y miró a Harry a los ojos por un segundo antes de abrir la boca y susurrar.

"¿Harry?"

Harry no le mintió a su Louis.

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