cincuenta y cuatro
"Esa chaqueta no es lo suficientemente abrigada"
Harry dio un salto cuando un brazo le rodeó la cintura con suavidad y le empujó hacia el apartamento.
"Estoy bien" Harry sonrió tímidamente, agachando la cabeza y mirando al suelo. Llevaba un par de botas negras.
"Tus mejillas están sonrojadas" murmuró Louis, besando cada lado de su rostro antes de colocar un beso más en su nariz "El ángel tiene demasiado frío para salir"
"Solo he estado fuera un segundo" se rió Harry, un sonrojo subiendo a sus mejillas por la forma en que Louis le estaba agarrando. Fue tomado por sorpresa cuando Louis se quitó el abrigo de sus propios hombros y lo envolvió alrededor del de Harry, enviando calor por todo su cuerpo. Se estremeció ante el cambio de temperatura, sonriendo tontamente mientras Louis abrazó el abrigo a su alrededor.
"Demasiado frío fuera" susurró Louis.
Harry asintió.
"Ahora vamos a buscar nuestro árbol de navidad, ¿vale? Voy a hacer una fiesta de navidad"
Harry retrocedió sorprendido.
"¿De verdad? Pero tu piso es pequeño, Lou"
"También lo es mi grupo de amigos" se rió Louis, y Harry se rió con él, riendo y tropezando mientras bajaban las escaleras y salían por la puerta del edificio. La nieve cubría el suelo, los árboles y los coches en el aparcamiento. Harry podía decir por el clima que la navidad llegaría en menos de una semana.
"Harry, ¿crees que es una buena idea organizar mi propia fiesta de cumpleaños?" preguntó Louis, genuinamente curioso. Louis tenía ambas manos sobre las rejillas de ventilación, dejando que el aire calentara su piel. Su coche olía a cuero y miel, solo ese aroma almizclado que era Louis. Harry incluso podía oler parte del campo de fútbol, hierba y eso, una parte que Louis había traído a su coche. Los suelos estaban impecables a excepción de algún que otro céntimo o envoltorio de chicle. Harry tuvo que conducir ya que Louis todavía tenía la bota.
"Creo que es una buena idea" dijo Harry en voz baja, girando la llave. El coche cobró vida con un rugido, y encendió los limpiaparabrisas para deshacerse de los pedazos de nieve que bloqueaban su vista "¿Te vas a vestir?"
Louis giró la cabeza para mirar a Harry mientras salían del aparcamiento.
"¿Qué quieres decir con si me voy a vestir? ¿quieres que sea santa claus?" arrugó la nariz, de una manera adorable.
"Yo me voy a vestir" susurró Harry, mirando hacia delante con los ojos muy abiertos al país de las maravillas frente a ellos. No estaba nevando tan fuerte como para que no pudieran ver, pero estaba bastante blanco. No estaba lo suficientemente oscuro para ver luces navideñas, y Harry no podía esperar hasta que fuera de noche y la ciudad y las casas se iluminaran con arcoíris y luces amarillas. Le encantaba la forma en que se reflejaban en la nieve brillante.
"¿De qué te vas a vestir, de ángel?"
Harry sonrió para sí mismo, mirando su regazo con los ojos cerrados por solo un segundo antes de volver a mirar la carretera. Le gustaba no tener que estar más en guardia con Louis. Louis solía gritarle cada dos frases, pero una vez que había empezado a tomar su medicamento con regularidad, simplemente paro. Lo extraño era que Harry echaba de menos ese lado atrevido y mezquino de Louis. No tenía idea de por qué. Tal vez era porque esa parte de Louis, esa parte que había visto cuando era solo un estudiante de segundo, se enamoró de eso tanto como de las otras partes de él. Y esperaba que Louis nunca perdiera ese coraje, ese descaro que todavía estaba allí, pero no tan duro.
"¿Sabes cómo llegar al sitio donde se compran los árboles?" Harry preguntó, tropezando con sus palabras mientras intentaba pensar y se concentraba en conducir al mismo tiempo.
"Gira a la izquierda" fue todo lo que dijo Louis.
"¿Girar a la izquierda dónde?" Harry espetó, parpadeando rápidamente cuando de repente pasaron mil millones de giros a la izquierda.
"En la vuelta" se rió Louis.
Harry quitó su mano derecha del volante y tocó el hombro de Louis.
"Para" se quejó "Sólo dime"
"Cálmate, fiera"
Harry puso los ojos en blanco y decidió seguir adelante hasta que Lou cooperara con él.
"Está bien, gira a la izquierda aquí" murmuró Louis derrotado, pero Harry le ignoró, solo para enfurecerle.
"¡Harold!" chilló el chico.
"¿Eh?" Harry tarareó.
"Nos vamos a perder ahora. Todo lo que puedo ver son árboles, ¡mira lo que has hecho, idiota!" Louis chilló.
Harry no pudo evitar reír cuando Louis comenzó a fingir llorar y pequeños gemidos escaparon de sus labios. Simplemente estaba conduciendo, por la carretera que era convenientemente directa. Louis tenía razón, ahora había árboles rodeándoles, un saliente que hacía que todo a su alrededor fuera más oscuro.
"Se supone que debemos comprar el árbol" refunfuñó Louis en sus manos "No tienes idea de lo mucho que me gustaría poder conducir ahora mismo"
Harry se sonrojó, ¿por qué se sonrojaba? ¿por qué Louis siempre le hacía sonrojar? Decidió echarle la culpa al calor del coche.
Condujeron en silencio durante unos veinte minutos, solo escuchando una emisora de radio navideña y tarareando con ella. Al menos Louis lo hacía. Harry le estaba escuchando. Podría estar escuchando el tarareo de Louis con su vocecita aguda todo el día.
Finalmente, Harry detuvo el coche. Estaban en medio de la nada, el lugar entre la ciudad y el campo. Cuanto más se alejaban, más densa se volvía la capa de árboles y nieve.
"Harry" Louis hizo una pausa, tomando una respiración profunda antes de estirar la mano y apartar algunos de los rizos de Harry de su rostro "¿Qué estás haciendo, bebé? Estoy intentando dejarte hacer lo tuyo, pero me está matando"
Harry le miró, sus ojos verdes ardían en los azules de Louis. Louis se veía tan guapo que dolía, en realidad le causaba dolor en el pecho a Harry. Harry no creía que pudiera describir cómo lucía Louis sin ser un eufemismo. El mejor escritor o narrador del mundo podría intentarlo, pero nunca podría igualar el sentimiento que Harry tenía en su corazón mientras miraba a Louis.
Básicamente, sus ojos estaban muy brillantes, de un azul pálido claro. Sus labios eran de color rojo oscuro y estaban ligeramente agrietados por el clima frío, su piel estaba sonrojada por el aire cálido del coche, bronceada en comparación con la piel pálida de Harry. Su pelo estaba en un flequillo desordenado sobre su frente, parte de él hacia arriba y parte plano. Y vaya, ¿por qué sus pestañas eran tan largas?
Parecía como si Louis estuviera haciendo lo mismo con Harry, recorriendo con la mirada cada rasgo. Incluso llegó al extremo de extender la mano y pasarla por el lugar donde estaba el hoyuelo de Harry cuando sonrió.
"Estamos muy perdidos" dijo Louis a la ligera.
"Encontraremos el camino de vuelta" dijo Harry en respuesta.
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Después de unos treinta minutos, Harry se las arregló para llevarles de vuelta a la civilización, y Louis le dijo las direcciones a la tienda de árboles. Entraron en un camino de grava, las ruedas crujían contra la nieve y las rocas. No había nadie más a excepción de unos pocos hombres vestidos con grandes abrigos y barbas rizadas.
"Vamos a elegir un árbol" sonrió Louis, extendiendo la mano y apretando el brazo de Harry.
Salieron del auto, Louis inmediatamente saltó hacia un pequeño árbol verde y llamó a Harry.
"¡Ángel, ángel, bebé Harold este es el indicado! ¡Este es nuestro árbol!" chilló deslizándose sobre las rocas y dándose la vuelta, saltando arriba y abajo. A Harry le recordó a un canguro.
Harry se estremeció cuando escuchó la risa de un árbol cercano.
"Deja de reírte de mi árbol" susurró con los ojos muy abiertos. Vio como su aliento se disolvía en el aire. Podía escuchar a Louis chillar de fondo e hizo que su corazón tartamudeara.
"Louis, ¡deja de actuar como un tonto!" el árbol dijo. Harry casi se cae de espaldas, tropezando con sus propios pies.
Louis estuvo a su lado en un segundo.
"No te caigas" dijo en voz baja, envolviendo sus brazos firmemente alrededor de su cintura "Ven conmigo. Ignora a Darren. Tenemos que comprar nuestro árbol"
"Oh" fue todo lo que Harry dijo. Era Darren.
Louis condujo a Harry hacia el árbol. Era de la altura de Louis, verde oscuro y esponjoso. Harry se enamoró inmediatamente de él cuando alguien de quien ya estaba enamorado empezó a abrazarle.
"¿Qué te parece este?" Louis sonrió, ni siquiera se inmutó cuando Darren empezó a caminar hacia ellos y les dijo que parecían estar en un anuncio.
"¡Louis, sonríe a la cámara!"
Harry giró la cabeza para ver a Chris justo al lado de Darren, apoyado en su costado con una cámara en la mano derecha. Louis chilló, escondiéndose detrás del árbol.
"¡No, no me saques una foto!" gritó, a pesar de las miradas que recibió de los hombres que supuestamente iban a cortar el árbol por ellos.
Harry fue tomado por sorpresa cuando Louis extendió su mano, tirándole de la manga para esconderse con él.
"Vamos a sacarnos una selfie" dijo Louis con voz de niña.
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"Falta algo"
Harry estaba sentado en el sofá, bebiendo de su humeante taza de café y mirando el árbol, entrecerró los ojos y estiró el cuello para ver aún más de cerca. Había estado sentado allí durante unos minutos, intentando adivinar a qué se refería Louis cuando decía que faltaba algo por decimoquinta vez.
Solo había unos pocos adornos que habían comprado en la tienda del todo a cien. Louis había afirmado que había tenido que construir su colección de adornos durante muchos años, en lugar de comprarlos todos a la vez. Habían envuelto luces de arco iris alrededor de la parte inferior del árbol, pero luego se terminaron y tuvieron que usar luces amarillas para la parte superior. Como resultado, tenían un árbol multicolor con manchas oscuras porque Louis realmente no sabía cómo poner las luces alrededor de un árbol.
Su apartamento olía abrumadoramente a café y la vela perfumada de galleta que Harry le había comprado a Louis como regalo de cumpleaños anticipado.
"No veo que falte nada" dijo Harry después de que se sentaron en silencio, mirando a Louis mientras miraba el árbol con ojos de juicio "Deja de juzgar, Lou. El árbol no ha hecho nada. A mí me parece que está genial"
Los ojos de Louis se iluminaron repentinamente como si una bombilla se hubiera encendido en su cabeza, y Harry se encogió de miedo mientras Louis caminaba hacia él.
"¿¡¿Qué estás haciendo?!?" Harry gritó cuando Louis le agarró por la cintura y le tiró sobre su hombro.
"Es necesario que haya un ángel en la punta del árbol"
Harry no podía decidir si debía reír o llorar porque Louis estaba luchando por poner las piernas de Harry alrededor de sus hombros.
"Ayúdame, cariño" se rió Louis, sin aliento.
"¿Cómo esperas ponerme en la punta del árbol?" Harry preguntó, incrédulo, pero se colocó de manera que estuviera sentado sobre los hombros de Louis de todos modos. Tuvo que agachar un poco la cabeza porque era demasiado alto.
"Vamos" dijo Louis en voz baja, yendo hacia el árbol, ignorando las protestas de Harry.
"Louis bájame" suplicó Harry, intentando no reírse mientras Louis se acercaba y se alejaba continuamente del árbol, haciendo que algunos adornos cayeran al suelo. Afortunadamente, no se rompieron.
Louis finalmente le hizo caso, pero no le bajó. Simplemente tiró de Harry para que se cayera de espaldas en el sofá y cayó encima de él, y luego Harry se enamoró de nuevo cuando Louis le abrazó hasta que no pudo respirar y empezó a besarle sin sentido, y el café mezclado con la menta era una combinación maravillosa y navideña.
Harry no podía esperar a la fiesta.
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