cinco
Harry entró inquieto al instituto el lunes por la mañana, por su examen de matemáticas y por el hecho de que Louis estaba caminando a su lado otra vez.
También estaba agradeciendo al mundo porque había decidido usar su colonia favorita hoy, y esperaba que Louis se diera cuenta.
Y terminó pasando. Cuando llegaron a la taquilla de Louis, sintió que algo agarraba su mano. Miró hacia abajo y vio que Louis había envuelto sus delicados dedos alrededor de los suyos. Sintió que se quedaba sin aliento y levantó la cabeza para mirar a los ojos azules de Louis.
"¿Sí?" exhaló, pero lo había dicho tan bajito que Harry se sorprendió de que Louis pudiera escucharle.
"Hueles muy bien hoy" Louis le sonrió al chico rizado, y Harry pudo sentir que su corazón se derretía.
"Gracias" susurró.
Y Harry se fue a su taquilla, hecho un desastre sonrojado.
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"Acordaos de escribir vuestro nombre, y podéis usar la calculadora" la señora Lancaster, la profesora de matemáticas, dijo mientras colocaba los exámenes en las mesas de todos.
Harry se encogió en el momento en que el papel golpeó su mesa. Los números parecían difuminarse todos juntos, y cada fórmula que había aprendido alguna vez se había borrado de su mente.
"Odio las matemáticas" murmuró, pasando una mano por sus rizos con un gran suspiro.
Y como era un examen de test, revisó e hizo círculos en las respuestas que pensaba que eran las correctas. Cuando finalmente terminó, se levantó lentamente de su asiento y, de mala gana, le entregó su examen suspenso de matemáticas a la profesora Lancaster. Ella le dio una mirada sospechosa antes de sacar el bolígrafo de detrás de la oreja.
Y Harry no esperó a que ella lo corrigiera. Simplemente se fue hacia su mesa y se sentó, apoyando la cabeza en el frío metal de la mesa.
Estaba casi dormido cuando sintió que algo le sacudía el hombro.
"Harry"
Levantó la cabeza y parpadeó ante el repentino cambio de luz.
"¿Sí?"
"Harry, ¿quieres un tutor? Te lo recomiendo mucho" se encogió cuando la profesora Lancaster colocó suavemente el papel sobre su mesa y vio que tenía un enorme 1 en una de las esquinas superiores.
"¿Supongo? Quiero decir, podría esforzarme más, supongo, uh sí" suspiró Harry.
"Bueno, ya he hablado con Liam Payne al respecto y ha aceptado"
Harry resistió el impulso de poner los ojos en blanco. Ella ya le había encontrado un tutor antes incluso de preguntárselo. Pero luego, el nombre del tutor se filtró en su cerebro, y sintió que su corazón saltaba.
"¿Entonces Liam va a ser mi tutor?" intentó contener su emoción. Podría aprender más sobre Louis con Liam.
"¡Sí! Realmente creo que puede ayudarte" le dio una palmada en el hombro, y Harry miró fijamente su examen de matemáticas con el ceño fruncido.
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"¡Está bien! ¡saca tu libro!"
Harry gruñó mientras sacaba su gran libro de matemáticas de su mochila y lo golpeaba sobre la mesa frente a un sonriente Liam.
"¿No estás emocionado?" Liam sonrió, golpeando con la mano el libro de Harry antes de abrirlo.
"Sí" Harry forzó una sonrisa y miró a los ojos a Liam. Su pelo era rizado, pero no tanto como el suyo, y era de un color caramelo. Tenía el flequillo sobre la frente. Sus ojos eran oscuros, marrón chocolate y cálidos. A Harry automáticamente le cayó bien, pero eso no le hacía estar más feliz.
Y así, durante las siguientes tres horas, Harry intentó prestar atención mientras Liam analizaba todos los problemas con él con cuidado. Fue mucho más fácil, porque Liam era mejor profesor que la señora Lancaster.
"¿Podemos terminar ya?" Harry gimió después de haber completado otra página llena de ejercicios.
"Supongo" suspiró Liam, cerrando el libro de golpe y estirándose para despeinar los rizos de Harry.
"¿Ves Harry? Eres inteligente, simplemente aprendes de manera diferente"
Harry sonrió agradecido al chico mayor. Podía ver por qué Louis era amigo de él.
"Entonces, tenemos unos treinta minutos más hasta que se supone que debemos terminar. Así que, ¿qué quieres hacer?"
"¿Quieres que pidamos una pizza?" Harry ofreció, metiendo todos sus libros en su mochila y cerrándola.
"¡Por supuesto!" Liam sonrió, levantándose de su silla y estirándose. Harry se levantó y se dirigió a la cocina, donde estaba el teléfono. Después de haber encontrado el número en la guía telefónica, pidió una pizza de queso y vio a Liam sentado en el mostrador junto a él.
"¿Diez minutos? Vale, gracias" dijo Harry en voz baja al teléfono antes de colgar.
"Entonces, ¿conoces a mi amigo Louis?" Liam preguntó con curiosidad, y Harry sintió que su corazón se detenía por un segundo.
"Uh, sí" se aclaró la garganta.
"¿Te gusta?"
"¡¿Qué?! ¡No, no me gusta! ¿Por qué piensas eso?" Harry se sonrojó.
"Bueno, me refería a si te gustaba como amigo, pero ahora puedo decir que es algo más" Liam sonrió, saltando del mostrador y acercándose a él "¿Desde hace cuánto tiempo te gusta?"
Harry no creía que sus mejillas pudieran ponerse más rojas, y miró a todas partes menos a Liam.
"Harry, está bien" dijo Liam, colocando una mano en el hombro del chico rizado "Creo que Louis, bueno- sé que está interesado en ti"
Harry levantó la cabeza y una sonrisa empezó a formarse en sus labios.
"¿Qué quieres decir con que está interesado?" hizo todo lo posible por sonar casual.
"Bueno, ha hablado de ti un par de veces" parecía que Liam había dicho demasiado, y una mirada de culpa cruzó su rostro.
Pero a Harry no le importaba.
"¿Y qué decía?" se apresuró, agarrando la muñeca de Liam e intentando no saltar hacia arriba y hacia abajo.
"Dijo que siempre sonríes, y eso le frustra porque tiene esta condición-" Liam se calló antes de taparse la boca con una mano "No debería haber dicho eso"
"¿¡Qué!?" Harry se burló "Ahora tienes que decírmelo"
Liam simplemente negó con la cabeza y Harry dejó escapar un suspiro exasperado.
"Él está interesado en ti, ¿de acuerdo? Eso es todo lo que tienes que saber" gimió Liam. Parecía dividido entre si debía o no decírselo al chico más joven.
Y justo cuando Harry abrió la boca, sonó el timbre.
"La pizza" murmuró, dejando caer la muñeca de Liam y buscando su cartera mientras corría hacia la puerta.
"Son ocho euros" murmuró el pizzero, entregándole la caja a Harry, y Harry le pagó rápidamente antes de volver corriendo a la cocina con la pizza.
"Eso huele muy bien" suspiró Liam, cerrando los ojos por unos segundos. Harry le sonrió y abrió la caja en el mostrador. Agarró un trozo y mordió la punta, gimiendo un poco ante el increíble sabor.
"Tengo que irme en unos diez minutos" Liam frunció el ceño, masticando su trozo de pizza.
"¿Quieres, tal vez, quedarte a dormir aquí?" Harry preguntó tímidamente.
"Es lunes" Liam se mordió el labio, como si estuviera sumido en sus pensamientos "Pero está bien"
Harry inmediatamente buscó en su mente las mejores preguntas para hacerle al chico mayor.
"¿Puedes decirme por qué Louis toma medicación?" fue finalmente la pregunta que decidió.
Los ojos de Liam se abrieron y la pizza se le cayó de la mano.
"¿Cómo sabes que toma medicación?" preguntó, su voz bajó, aunque no había nadie más.
"Le vi. Y no me dijo qué le pasaba" Harry se mordió el labio y miró al suelo.
"Bueno, no puedo decírtelo yo. Si le invitamos a venir y estoy yo aquí, igual te lo dice" sugirió Liam.
"Tendrás que invitarle tú y decirle que ha sido tu idea" respondió Harry, mirando su pizza a medio comer.
"Por supuesto. Es mi mejor amigo, no importa"
Y Harry intentó ignorar los celos que ardían en su corazón.
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La pizza estaba medio comida cuando finalmente sonó el timbre.
"Probablemente es mi madre, o Louis" murmuró Harry, pero saltó cuando sonó su teléfono. Era un mensaje de su madre.
Mamá: voy a llegar a casa muy tarde esta noche, como a las dos de la madrugada, cogeré un taxi en la gasolinera.
Harry estaba intentando no sonreír, de verdad que lo estaba intentando, pero Louis, él y Liam iban a tener toda la casa para ellos solos esta noche.
"¿No vas a abrir la puerta?" Liam enarcó una ceja ante el sonriente chico rizado, quien parpadeó un poco y corrió hacia la puerta.
"Lo siento por tardar en-
Harry empezó cuando abrió la puerta, pero se detuvo de inmediato cuando vio a Louis. Llevaba un gorro gris sobre su pelo desordenado y peinado de lado y su ropa normal. Pero lo diferente era la sonrisa prominente en el rostro del chico de ojos azules.
"Hola Harry"
Harry casi perdió el equilibrio allí mismo. La voz de Louis había sonado ronca y baja, un tono ronco que probaba que Louis era, de hecho, un absoluto adonis.
"Hola Louis" dijo tímidamente, abriendo más la puerta para que el chico más bajo pudiera entrar.
Harry dobló un poco las rodillas para no ser más alto que el chico.
Louis le dio una mirada inquisitiva y Harry se estremeció cuando sus hombros se rozaron.
"¡Louis está aquí!" Harry gritó, llevando a Louis a la cocina.
Liam estaba mordiendo otro trozo de pizza, lo que hizo que Harry pusiera los ojos en blanco.
"¡Oh, pizza!" Louis gritó, en un tono infantil que hizo que Harry le sonriera con cariño.
"Coge todo lo que quieras" ofreció Liam.
"¡Oye! ¡Yo soy el encargado de la pizza!" Harry bromeó, riendo. Y luego Louis se rió también, y luego todos se rieron sin motivo.
A Harry le empezó a doler el estómago por la risa cuando Louis cogió el resto de la mitad de la pizza en sus manos y se la apretó en la cara.
"¡Tengo hambre!" el muchacho de Doncaster gimió, y cuando apartó la pizza, su rostro estaba cubierto de salsa y queso.
"Oh, dios mío, Louis" se rió Harry, yendo, corriendo a por servilletas.
Este es el Louis del que estoy enamorado, pensó Harry, y luego sacudió las palabras de su cabeza. Le gustaba todo de Louis, tanto si tenía problemas como si no.
Louis, agradecido, cogió las servilletas y se limpió la salsa roja de la cara, lo que Harry pensó que era bastante maravilloso, especialmente porque estaba sonriendo.
Y cuando Louis despeinó los rizos de Harry, Liam pareció sorprendido, y Harry no podía respirar.
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Todo iba perfecto hasta que Harry abrazó a Louis.
Y no, no lo hizo de repente. Louis y él se habían unido contra Liam para conseguir la bandera cuando estaban jugando a Xbox, y la consiguieron. Así que Harry, emocionado y totalmente enamorado de Louis en ese momento, decidió saltar de su asiento y abrazar a un animado Louis.
Louis inmediatamente se congeló, empujando al chico rizado lejos de él.
Harry se preparó, sabiendo lo que se avecinaba. Liam se puso de pie y apartó a Louis justo cuando Louis había gruñido.
"No te atrevas a tocarme así"
"Louis, está bien" dijo Liam con calma, sosteniendo las muñecas de Louis y mirando fijamente sus helados ojos azules.
¿Estaba mal que Harry deseara ser Liam? deseaba ser él el que le conocía tan bien que podía calmarle y tocarle y llamarle su mejor amigo.
Pero se sentó en el sofá con torpeza e intentó ignorar las miradas malignas de Louis.
"Actúa como si fuéramos amigos, y no lo somos" Louis le resopló a Liam, sus cálidos ojos ahora eran crueles.
Liam frunció el ceño y Harry se dio cuenta de que se sentía culpable cuando dijo.
"Lo sé. Sé que no lo sois"
"Por fin, alguien que me entiende. Es el idiota más molesto con el que he hablado nunca" susurró, pero su labio inferior estaba temblando y parecía desgarrado.
"¡Y sigue sonriendo, joder!" gritó, haciendo que los otros dos chicos saltaran.
Pero el hecho de que Louis dijera eso, a pesar de sus malas palabras antes, hizo sonreír a Harry.
Le dolía el corazón, pero cuando alguien te dice que no sonrías, es imposible hacerle caso.
Así que se sentó allí sonriendo, pero también llorando y todo estaba patas arriba porque Louis se estaba riendo y Liam estaba mirando entre ellos y era tan confuso que Harry no supo qué pensar.
Parecía que su sonrisa era lo único que podía salvarle.
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