Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🥀 O7 🥀

Dos semanas han transcurrido desde que me mudé a una mansión en un pueblo de Inglaterra, nada fuera de lo normal ha pasado y el tema del muñeco con el caso Heelshire ha ido disminuyendo, me he acostumbrado a los ruidos por las noches en la planta baja, cada mañana al preparar el desayuno pongo un segundo plato y este desaparece con todo y comida hasta más tarde que vuelve a estar en el mismo lugar. No hallaba explicación para eso, pero estaba acostumbrada a que sucediera

Y el último día en que miré a Alexander, fue el único pues durante dos semanas no me había traído la despensa por lo que tuve que ir a comprarla por mí misma y traer todo lo necesario, lo único que pude saber gracias al oficial Myers era que se había ido a unas vacaciones junto a su primo. Me alegré por él, pues era su única familia viviendo en el pueblo, solo ellos dos y mantener a Malcolm lejos del tema de la mansión le haría bien... siempre y cuando no llegue a verlo por aquí.

Entre los fines de semana, aprovechaba para ir al pueblo por suministros y pasear un rato para conocer los lugares, supe que también estaban en venta departamentos y casas, las últimas eran del tamaño justo para una sola persona o familia pequeña, perfecta para mí pero estaba cómoda con el gran espacio de la mansión y porque algo me encadenaba a estar allí.

— No eres de por aquí ¿o si? —

Frené mi caminata por la vereda y aparté mi mirada de las vitrinas de las tiendas a las que estaba viendo, giré algo espantada por tan repentina aparición de un sujeto que al parecer, y lo hacía, venía siguiéndome.

— Eh, si. Yo solo paseaba —

Fue lo primero que pude formular, iba tan sumida en mis pensamientos, viéndose interrumpidos por el sujeto, que no pensé bien en que decirle y tampoco quería hacerlo. Un hombre de apariencia desaliñada, ni siquiera quería ver más pues su mirada era muy penetrante que incomodaba al ver directamente a sus ojos, estaba muy cerca que di un paso hacia atrás.

No me sentía tranquila con su presencia.

— Eres la nueva inquilina de los Heelshire ¿no? Todo el mundo habla de ti — dijo y su voz era áspera, de tanto cigarro seguramente

— Si, soy yo — tomé firmeza

— Por ahí escuché al torpe de Alexander que eras muy linda — soltó una risa forzada — El idiota tenía razón, ya veo porque está tan fascinado contigo. Eres toda una muñeca —

Tenía la sensación de huir, pero mis piernas no respondían para echarse a correr.

— Primera, no me vuelva a llamar 'muñeca' ¿entendió? — amenacé — Segunda, no tiene ni un derecho de insultar a Alexander de esa forma —

El sujeto soltó una risa escandalosa.

— No eres fácil... muñeca — calcó lo último — Pero tampoco eres lista, te ves tan inocente que eso prende a muchos —

Dijo en murmullos que me sentí asqueada por unos segundos.

— Es un degenerado, no vuelva a acercarse o le juro que... —

— ¿Crees que puedes amenazarme? Muñeca, quien debería cuidarse eres tú porque las mujeres iguales a ti son las que él prefiere — rió mostrando su dentadura torcida

— Imbécil, mejor lárgate de mi vista antes de que me arrepienta de no querer romperte ese hocico tuyo — solté

Desde la situación que tuve con mis padres y por situaciones de mi vida a parte, aprendí a defenderme por mí misma y jamás permitir que me alzaran una mano o que me digan una sola palabra de acoso. Gracias al cielo, el oficial Myers apareció en un gran momento, el tipejo se dio cuenta tomando de vuelta su postura y sonriendo falsamente hacia el hombre de placa que venía.

— ¿Todo en orden por aquí? Te estoy viendo desde allá, Patrick — se puso delante de él — Deja en paz a la señorita y lárgate de una buena vez, no quiero volver a tener problemas contigo —

— Yo solo me estaba presentando con la nueva vecina —

— Si y haciendo comentarios vulgares hacia mi persona — respondí a lo que él me vio molesto

El oficial después de verme tras mi comentario, empujó al tipo alejándolo.

— Te vuelvo a ver cerca de ella y te vas tras las rejas — amenazó

— ¡Como sea! No es como si fuera a durar mucho aquí — dijo y me miró sobre el hombro del oficial — ¡Será mejor que te encierres! No sabes que peligros puedan acechar —

Sus palabras me causaron inquietud.

— Lo lamento, __________, en el pueblo hay de todo y créeme cuando te digo que será mejor que no te alejes tanto de donde está la cafetería —

— Gracias, oficial — agradecí — ¿Sabe cuándo volverá Alexander? —

— Dentro de tres días ya ha de estar en camino. Lamento no tener quien te entregue la despensa, _________ y tengas que ser tú quien venga hasta acá —

— No hay problema, no me molesta. Aprovecho para conocer y hacer mi trabajo —

Sonreí sin mostrar dientes y el oficial Myers solo asintió, no hubo más conversación y solo me acompañó de regreso hasta la cafetería donde había dejado mi auto. Él se retiró al igual que yo, tomé camino a casa con todo lo que había comprado y para no volver a salir durante un rato.

Mentiría si dijera que ese tipejo no me dejó inquieta por sus palabras, era obvio que muchos habrán pisado los terrenos de la mansión después del suceso por morbosidad y quien sabe que tantas cosas hayan ocurrido en las afueras porque, por lo que sé, la mansión se mantuvo cerrada y es lo que haría en estos momentos ya cayendo la noche. Temía por mi auto que se quedaba afuera muy a la vista si entraban por la puerta de rejas, el patio era enorme y cualquiera podría ocultarse a mitad de la noche en el bosque, me aterraba de solo pensarlo a diferencia de estar viviendo con un fantasma.

Mejor temerle a los vivos que a los muertos.

— Tratemos de relajarnos — dije a mí misma — Hay que darnos un buen baño y disfrutamos de unas buenas películas —

Trataré de no pensar en la situación en el pueblo con el viejo rabo verde, guardé las compras que había hecho y subí a mi habitación después para entrar al baño, dejé llenando la tina para dirigirme al armario y sacar ropa para dormir, también llevé esencias, cremas e incluso velas aromáticas. Era un momento a solas conmigo misma, la misma rutina que tenía anteriormente en California, creo que nada podría arruinar este momento.

🥀

Solo han pasado quince minutos desde que metí un pie al agua caliente, esta se encontraba de un color carmesí con aroma a rosas, el vapor llenó todo el cuarto y mi cuerpo de inmediato se relajó ante la temperatura. En un banco que coloqué a un costado, puse la laptop y puse una película, descargada un tanto ilegal, pero perfecta para el momento.

"El conjuro"

Buen momento para vivir sola, en una mansión un tanto sombría, con un supuesto fantasma de un niño y películas de terror con muñecos poseídos... tal y como el que tengo en casa. Perfecto.

No iba ni a la mitad cuando el sonido de suspenso proveniente de la película, se mezcló con un ruido proveniente de afuera. Eso hizo que tuviera que pausar la película, guardé silencio pero ya nada volví a escuchar así que traté de continuar, pero casi al instante otro ruido se escuchó. De inmediato me levanté provocando que se meneara de manera brusca el agua, tomé la bata y me la coloqué por encima hasta salir del cuarto de baño.

— ¿Hola? —

Mi habitación se veía normal, nada parecía haber ocurrido ahí sino en la planta baja y no tuve de otra que ir a investigar.


Narrador.

Interrumpiendo su baño y bajando a la segunda planta a revisar y después a la sala principal, conforme avanzaba iba encendiendo las luces de los pasillos viendo en cada rincón sin haber señal alguna de que algo o alguien anduviera en la casa.

— Mala idea ponerte a ver películas de terror, __________ — susurró para si misma

Caminó ahora hacia la cocina, dejando sus pies marcados en la madera del piso por lo húmedo que estaban tras salir del baño, con su móvil y linterna de este iba iluminando el camino para hallar los interruptores de las luces, una vez teniendo visión se dirigió de inmediato a revisar que la puerta que daba al exterior desde la cocina estuviera cerrada y lo estaba.

Dio un paso hacia atrás con intención de ir a la entrada principal y asegurarse también, pero un jadeo a sus espaldas la hizo voltear asustada, pegó un grito de terror al ver que realmente no estaba sola en aquella casa.

########

Ya, ya.

Ya queremos ver a Brahmsy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro