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🥀 O3 🥀

— ¿La señorita Portman está segura de venir a este lugar? —

— Créame, oficial, la señorita Portman es... peculiar. Cuando me contactó la creí demente por un momento, pero era aceptar su trato o dejar que la casa caiga en ruinas y que pierda su valor como reliquia —

— Los Heelshire tenían un patrimonio muy prometedor y dárselo a una desconocida no es lo suficientemente conveniente —

— No hay ningún otro Heelshire, ¿o será que usted cree que su difunto hijo, Brahms Heelshire, siga con vida? Tal y como dijo la mujer, Greta Evans —

— Si fuera así, ni usted ni yo estaríamos en estos momentos aquí, en su casa —

La mujer quedó en silencio por un buen rato, sentada en un asiento individual que se encontraba en la entrada principal, sus voces retumban tras los muros siendo escuchados detrás de estos y siendo observados.

— Si no hubiera hecho nada para la venta de la mansión, ahora mismo sería un total parque de atracciones. Le menciono que noticieros y turistas querían venir a este lugar, pero se les prohibió poner un solo pie —

— Y por petición del pueblo es que no ocurrió, señorita Hill —

— Como sea, ________ Portman no será el tipo de persona que encaje en estos lugares, pero es de buen dinero al ser solo una simple fotógrafa —

— ¿Y qué pasará si le ocurre algo en esta casa? —

El oficial daba vueltas por la sala donde estaban, viendo con intriga las escaleras y el gran tamaño que estas tenían.

— Eso no importa ¿o sí? Oficial Myers, solo busco deshacerme de esta venta y del hostigamiento de los abogados por querer deshacerse de esta pocilga —

— Creí que era profesional, señorita Hill —

— Lo soy — dijo frustrada —. Cuando se trata de una venta mejor que esta, diez años en el negocio y nunca me ha tocado lidiar con esto —

— Solo espero que la casa se porte bien con la nueva dueña —

Lenta respiración y vista borrosa, veía a los presentes en su casa, escuchando todo lo que salía de sus bocas, con desprecio y enojo no quería verlos. La mención de Greta lo hizo molestar.

Y entonces la vio, cuando la mujer y el oficial salieron y a los pocos instantes regresaron, vio como una luz iluminaba su rostro tras la máscara, esa luz que iba paseando por la entrada principal y mirando la casa con asombro.

Cuando se fueron, miró a la chica quedarse sola y aún fascinada por la casa en la que ahora vivía, la siguió cuando fue subiendo al siguiente piso.

— Los dejaré aquí, después de todo este sigue siendo su hogar —

Escuchó decirle al cuadro de pintura donde estaba él y su familia. Eso le dio un brillo de esperanza ¿podrá ser ella quien él deberá amar y cuidar?

Pero tenía miedo de asustarla.

Él seguiría bajo las sombras, detrás de los muros.

Observó cada movimiento, expresión, todo lo que hacía lo grabó muy bien en su mente, hasta ver que estaba frustrada por no poder llevar todo su equipaje a la parte de arriba. Murmuraba cosas que no lograba entender, yendo de un lado a otro explorando todo, él la seguía a través de toda la casa.

Cuando cayó la noche, ________ había elegido su habitación y al primer toque con su colchón se había quedado dormida. Vio una oportunidad en ese momento, los pasos no habían sido en el techo, sino justo a un lado de ella.

Su respiración era tranquila, sueño profundo y extendida por completo tras aterrizar en la cama, así que tenía una mejor vista de ella donde pudo analizarla y tocarla con miedo. Acarició su cabello, era tan sedoso y brillante, su piel parecía porcelana de lo suave que estaba y sus labios...

(...)

— Ricos panqueques, solo para mí — dijo ________ en un tono "melodioso"

El dulce aroma del pan inundaba la mitad de la casa, no había ventana para ventilar el interior por lo que todo estaba llenándose de un delicioso olor. ________ sirvió su desayuno de un nuevo día, había logrado superar la segunda noche como si de un juego se tratara, había logrado instalarse por completo en el tercer piso y lo único que quedó pendiente fue su equipo.

Tomó asiento en la mesa, solitaria nuevamente, empezó a disfrutar de su desayuno junto a un jugo de naranja natural, agradecía a Alexander por haberle traído bastante fruta fresca. Su laptop la tenía a un costado, viendo su trabajo que estaba por entregar hasta que tuviera buena señal, se sentía tranquila en un ambiente tan apartado de la ciudad, estar en un lugar propio donde nadie molestara... y es donde se sentía más aliviada, donde nadie pueda molestarla.

Su trabajo fue interrumpido por el sonar del teléfono, se puso de pie yendo a contestar de inmediato.

— ¿Hola? —

...

— ¿Hola? ¿Quién habla? —

Nadie contestaba, solo escuchó una ligera respiración hasta que colgaron. _________ se quedó confundida y con un escalofrío en su espalda.

— Gracioso, ahora me hacen bromas telefónicas — se quejó

Regresó a lo suyo.

Pero el teléfono volvió a sonar.

— Sea quien sea, odio las bromas telefónicas así que es mejor que se detenga —

No creí que te molestaría mi llamada, señorita Portman

— Alexander, lo siento. Ahorita recibí una llamada y nadie contestaba —

Que extraño. Justo te llamaba para asegurarme de que tuvieras señal, una tormenta se acerca y la señal está fallando

— ¿Tormenta? —

Si, será mejor que tengas cuidado

— Oh claro, lo tendré. Gracias, Alexander —

Oye, ________...

— ¿Sí? —

Recuerdas que dijiste que necesitabas señal para tu trabajo

— Si, lo recuerdo —

Quería saber si, cuando pase la tormenta ¿te gustaría ir a tomar algo? En el pueblo, mientras trabajas. Así me enseñas lo que haces

Quedó sin palabras, _________ miró algún punto de la cocina y sintió sus mejillas arder, negó a pesar de que no era vista por el chico tras el teléfono.

— Yo...si, me gustaría —

Aceptó.

Pero lo hacía por su trabajo.

Perfecto, paso por ti este viernes ¿te parece?

— Si, está perfecto —

Bien, entonces nos ve...

La llamada se cortó.

_________ pensó que la señal ya estaba fallando, así que colgó y una vez más regresó a su trabajo.

(...)

Narra __________.

¿Será una cita a la que me acaba de invitar Alexander? Por supuesto que no. Él ha dicho que quiere ver mi trabajo, así que solo aprovecharé el pueblo para su señal.

No busco nada, no quiero nada. No después de mi última relación ultra fallida, las relaciones estropean tu trabajo y yo no quiero volver a empezar con lo que tardé tanto en crecer.

Después del desayuno, me dirigí a la salida con mi abrigo que he traído desde un inicio, estaba en el balcón de la entrada viendo todo el patio que había y ese bosque que estaba a unos metros. Miré al cielo y a lo lejos miré las oscuras nubes que se iban acercando, la tormenta no tardaría en caer.

— Mal día para que las chimeneas estén bloqueadas — me dije a mi misma regresando

La casa estaba enfriando, ahora que la veía con más claridad si era una mansión un tanto sombría y el clima no ayudaba en estos momentos. Algo que me seguía intrigando era la sala que estaba cerrada, esa sala donde había pasado todo, me dirigí a ella y miré frente a mí el listón de policía prohibiéndome la entrada.

— Esta es mi casa ahora — susurré

Y arranqué el listón, abrí la puerta y miré por fin el interior, un olor bastante fuerte a lugar encerrado (porque ese olor si existe) atacó mis fosas junto con un olor a putrefacción. Es donde estaba el cuerpo, era claro, seguí ahí y miré que todo estaba en orden a excepción por el olor y la mancha oscura en la alfombra.

También un gran librero estaba en una de las paredes, parecía estar ocultando algo porque todo encima estaba tirado y movido.

— Tendré que dejar la puerta abierta para ventilar este cuarto —

Y así lo dejé, era inquietante pero no podía hacer más.

Para matar el tiempo limpié lo que usé al desayunar y seguí usando la laptop quedándome en la cocina, repasé una y otra vez mi trabajo hasta que escuché ruido en los pisos de arriba que me sobresalté, algo se había caído... o tiraron.

De inmediato fui a ver subiendo con prisa las escaleras buscando lo que provocó aquel ruido, mala idea, el escalofrío volvió cuando vi la puerta de la habitación abierta, aquella habitación donde Greta Evans se había quedado.

✧˖°📷 ⋆。˚꩜

2024

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