VIII
Capítulo probablemente caca con puro relleno pero tranqui que pronto empiezan los vergazos.
. . .
La cita transcurrió de la mejor manera, Jungkook sujetaba la mano de Taehyung con seguridad y se mantenía atento a cada una de sus reacciones, el Omega sonreía tan bonito que Jungkook no podía evitar aquel sentimiento cálido que se instalaba en su pecho.
Se mantuvieron caminando por el centro comercial, bromeando y observando las distintas tiendas, Taehyung tenía ese brillo en sus ojos que le hacia parecer un niño inocente y emocionado, tirando de Jungkook por el brazo cuando quería que este viese algo.
En una tienda de joyería, algo captó la atención del pelirrojo quién se quedó observando con fascinación una fina cadena de oro blanco con un pequeño dije de corazón que mantenía una gema de color rojizo en el interior, Jungkook dirigió la vista a aquello que había captado la atención del Omega y sonrió.
— ¿Te gusta? —Preguntó mirando al Omega aún sonriente.
Taehyung se sonrojo furiosamente y asintió con timidez, tomando a Jungkook nuevamente del brazo cuando observó que este se alejaba con intenciones de entrar al local.
—¿Q-Qué haces? —Cuestionó el pelirrojo sin soltar el brazo del contrario.
—Si te gusta, lo compraré para ti. —Dicho eso, el pelinegro se zafó con delicadeza del agarre del omega y entró a la tienda.
—¿Acaso eres un alfa con complejo de Sugar Daddy? —Murmuró Taehyung mientras seguía al alfa.
—Quizá... —Respondió en tono de broma el pelinegro.
Taehyung casi se infarta cuando el encargado de la tienda le dió el precio de la joya a Jungkook y a pesar de las quejas y jalones por parte de Taehyung para salir de la tienda, el alfa terminó pasándole su tarjeta al hombre para pagar por el collar.
—Son muy especiales estos collares... —Empezó a hablar el hombre captando la atención de ambos. —Son especialmente para omegas, se dice que el Rubí en su interior refleja una parte del alfa, lo que quiere decir que siempre habrá una parta del alfa que lo da, con el omega que lo lleva.
Los ojos de Taehyung brillaron cuando el hombre le entregó el estuche de terciopelo negro en el que permanecía la cadena y Jungkook la abrió para poder sacar la joya y ponérsela el mismo al pelirrojo.
—Entonces eso significa que siempre habrá una parte de mi contigo. —Habló el alfa con voz dulce mientras abrochaba la cadena detrás del cuello del Omega.
Taehyung sonrió y murmuro un pequeño 'gracias', se sentía mareado por todas las sensaciones que invadían su interior en aquel momento y se pregunto si era cuestión del vínculo el hecho de que pudiese sentir tanto en tan poco tiempo.
Jungkook se encontraba peor, sus emociones en aquel momento eran tan intensas que estaba seguro de que nunca se había sentido más vivo en su vida que ahora que estaba con Taehyung.
Besó la frente del pelirrojo, y una vez agradecieron al hombre salieron de la tienda para caminar —aún con las manos entrelazadas— hasta el cine, que había sido su destino inicial.
Vieron una película de comedia y Jungkook compró palomitas y mucha golosinas, aunque no prestó la mínima atención a lo que se reproducía en la pantalla tuvo uno de los mejores días de su vida solo observando la sonrisa de Taehyung, escuchando su risa y siendo espectador de sus expresiones.
Jungkook sentía que en su vida no había sentido hasta ahora, y se preguntó cómo había vivido todo ese tiempo sin Taehyung.
Se vió asustado de aquel pensamiento y se percató de que estaba más perdido de lo que creía, sus sentimientos crecían con una rapidez la cual quería pensar que era cosa del vínculo y culpa de la belleza natural de Taehyung, tanto interior como exterior.
Su lobo estaba tan tranquilo ahora que por primera vez sintió como si fuesen uno solo, estaban totalmente de acuerdo el uno con el otro.
Y cuando Taehyung apartó su vista de la pantalla para dejarle un casto beso en la mejilla al alfa, Jungkook supo que no le importaba nada ahora; y que haría lo que fuera, por mantener al omega a su lado.
. . .
No fue hasta el momento en el que dejó a Taehyung en su casa y condujo de vuelta a la suya que sintió la culpa arremolinarse en su interior, rogando porque Rosé estuviese ocupada o si la suerte estaba de su lado, durmiendo. Ya qué asi no tendría que explicarle el olor de otro omega en todo su ser.
Apretó el volante en sus manos hasta que sus nudillos se tornaron blancos y se quitó la chaqueta dejándola en el asiento trasero para después bajar y adentrarse en el edificio. Saludó al portero y la recepcionista y subió por el ascensor hasta su piso.
Abrió la puerta con tranquilidad, tratando de parecer sereno y de hacer el menor ruido posible, miró a su alrededor y pasó de largo hasta el baño casi corriendo.
— ¿Jungkookie? ¿Ya llegaste? —Preguntó la omega con voz dulce apenas cerró la puerta del baño y el pelinegro suspiró aliviado.
—Eh, sí amor, voy a tomar un baño. —Mientras menos explicaciones, más creible será, se dijo Jungkook a sí mismo.
La omega murmuro una respuesta y Jungkook se apresuró a despojarse de sus ropas para luego meterse a la ducha, frotándose el cuerpo con jabón y distintos geles de olor que pudiesen eliminar todo rastro de la esencia de Taehyung.
Y era allí que su conciencia le decía que no estaba haciendo lo correcto, que algún momento todo estallaría y las cosas saldrían muy mal.
Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver y Jungkook estaba cegado por el brillo de Taehyung y el calor que su presencia le brindaba a su corazón, estaba cegado por todo lo que significaba el omega predestinado para un alfa, y sólo quería ver hasta donde podía sentir antes de que se derrumbara todo.
Jungkook estaba dispuesto a tomar el riesgo.
Al salir de la ducha fue directo a la lavandería y echó la ropa en la lavadora con una buena cantidad de detergente y suavizante, tratando de hacerse creer a sí mismo que no tenía nada de malo que él mismo lavara su ropa.
Aunque solo fuese la ropa que usaba cuando iba a ver a Taehyung.
Fue hasta la cocina y allí estaba Rosé preparando un té, se sentó en la barra con el celular en mano y trató de distraerse y crear un ambiente cómodo.
La omega le pasó una tasa de té recién hecho y se sentó frente a él llamando tu atención.
— ¿Qué tal la cen con Namjoon? —Preguntó la chica con normalidad dando un sorbo a su propio té y mirando a Jungkook a través de sus bonitas pestañas.
El pelinegro la miró y se encogió de hombros. —Todo tranquilo, Nam quería distraerse, ha estado muy estresado estos días.
Devolvió la vista el celular y casi se ahoga con la bebida caliente cuando recibió un mensaje.
Taehyungie.
Hoy
Kookie…
8:32 p.m.
¿Me acompañarás mañana a buscar a Innie a la estación?
8:32 p.m.
Su vista se desvío a Rosé y esta tenía su atención puesta en la taza de té, Jungkook tragó antes de responder.
Claro qué si, pasaré por ti mañana temprano.
8:33 p.m.
Descansa.♡
8:34 p.m.
Respiró profundo y bloqueó el celular guardándolo en el bolsillo de su pantalón deportivo, Rosé tomó su mano sobre la mesa acariciándole y haciendo que posara su atención en ella.
—Jungkookie… —Habló la omega con voz bajita y Jungkook ladeó la cabeza.
—¿Qué sucede, cariño? —Preguntó con voz dulce tratando de ignorar el disgusto de su lobo ante el toque de la rubia.
—Y-Yo… ¿No te gustaría tener cachorros? —La pregunta le tomó por sorpresa, su expresión se descompuso y la omega tuvo que haberlo notado porque enseguida habló nuevamente. —D-Digo es solo… Sólo estoy preguntando, ya tenemos tiempo de pareja y todo eso, creí que ya era hora…
En otro momento probablemente Jungkook se hubiese emocionado y hubiese accedido al instante, pero ahora el solo pensarlo había dejado una sensación amarga en su garganta, no podía si quiera imaginar a Rosé embarazada, de él.
—B-Bueno amor… Los bebés son una gran responsabilidad, y yo creo que aún estamos muy jóvenes ¿No crees? Mi empresa apenas está comenzando a surgir y… Simplemente no creo que sea el mejor momento. —Trató de ser lo más suave posible y estuvo atento a las reacciones de la omega.
Le gustaría haber dicho que se sintió culpable por su expresión decepcionada, pero en realidad no fue así, la omega asintió, murmurando pequeños ‘entiendo’ pero Jungkook no fue capaz de decir algo más, sólo aceptó el beso que la omega le dió antes de subir hasta su habitación y se quedó un rato más viendo su taza casi vacía en sus manos.
¿Cuánto tiempo podría vivir manteniendo una doble vida?
¿Cuanto tiempo pasaría antes de que todo se rompiera?
No estás haciendo lo correcto.
Lo sabía, pero sin embargo no tenia alguna otra idea.
Esa noche durmió en el sofá, con la excusa de haberse quedado dormido mientras veía una película. La verdad era que no pudo soportar fingir esa anoche, acostarse junto a Rosé y abrazarla cómo si no pasara nada.
Cada vez se sentía más ajeno a aquella casa, a aquella omega y a aquel aroma.
Estás destruyendote a ti mismo.
Ignoró la voz en su cabeza y se lavantó del sofá sintiéndose entumecido, hizo camino hasta el baño y se lavó la cara y los dientes, tomó una ducha corta y fue hasta su habitación para vestirse.
Le dió un beso de buenos días a la Omega cuando se cruzó con esta en el pasillo y Rosé llevaba nuevamente su brillante sonrisa habitual, eso quizá le tranquilizó un poco.
Tomó su café y desayunó en compañia de la chica que hablaba sin parar como era de costumbre, contándole anécdotas, alguna que otra receta que había visto en televisión, chismes de famosos y otro montón de cosas que ayudaban a mantener a Jungkook en calma.
—Ya deberías irte o se te hará tarde. —Dijo la omega pasándole un vaso térmico con tapa que siempre le daba lleno de café.
Jungkook agradeció y le dió un pequeño besito en los labios antes de tomar sus cosas y salir de casa, acomodándose el saco y pasando directo al ascensor.
Primero tendría que ir a la oficina y dejar unos cuantos papeles mientras esperaba que fuera la hora para buscar a Taehyung e ir por Hyunjin a la estación, estaba ansioso por ver al omega, no podía negarlo y eso era lo que lo tenía de buen humor.
Saludó a la recepcionista cuando llegó a su lugar de trabajo y encontró a Namjoon esperando el ascensor enseguida el moreno le saludó con una sonrisa.
— ¡Jungkook! Qué bueno que te veo, tenía que decirte que los inversionistas le han dado el visto bueno a tu idea y me pidieron que te dijera que quieren trabajar contigo. —Anunció el peligris y Jungkook casi salta de la emoción.
— ¿Enserio? —Los ojos de Jungkook brillaron, tardó meses y noches en vela para poder terminar el proyecto y el hecho de que lo hubiesen aceptado tan rápido era simplemente magnífico.
—Muy en serio, Señor Jeon, futuro dueño de la cadena más exitosa de hoteles resort. —Su amigo le guiñó un ojo y Jungkook le abrazó importándole poco que aquello fuera un gesto poco profesonal, de todas maneras el moreno le correspondió.
—Gracias, Nam. —El mayor le dió unas palmaditas en el hombro antea de que ambos subieran al ascensor y Jungkook rezó que para Namjoon no preguntase por Taehyung.
Pero la suerte nunca había estado de su lado. — ¿Qué ha pasado con el omega?
Jungkook se encogió en su lugar y le comentó a Namjoon acerca de su cita y lo poco que había sucedido desde la ultima vez que le contó.
—Espera, espera… ¿Me estás diciedo que lo estás cortejando mientras sigues con Rosé? —Namjoon parecía confundido, y Jungkook asintió.
—Jungkook… Te dije qué… —El alfa trató de hablar pero el menor le interrumpió.
—Sé lo que dijiste, pero… Dijiste que siguiera a mi lobo, y mi lobo cree que esto es lo correcto… Bueno, mi cerebro y mi lobo lo creen. —Salieron del ascensor cuando llegaron a su piso respectivo y caminaron por el pasillo.
— ¿Estás seguro de que lo pensaste bien? Jungkook, estás engañándolos a ambos, incluso a tí miso, haciéndote creer que estás haciendo lo correcto. —Namjoon posó una mano en su hombro. —Debes elegir, Jungkook.
El menor se tensó y negó con la cabeza repetidas veces sintiéndose abrumado. —No… No puedo elegir, Nam. Rosé es mi omega, ella… Puede morir, yo… P-Pero Taehyung…
—El también es tu omega ¿cierto? —Completó Namjoon. —Debes entender que a veces hay cosas que no elegimos nosotros Jungkook, un vínculo va más allá de lo que sentimos, es algo mucho más especial Kook.
El menor miró al suelo sin saber que decir, su vista perdida en el suelo de piedra pulida mientras su mente navegaba en sus pensamientos.
—Prueba a quién te duele más perder, Jungkook. Así sabrás a quién elegir.
Y una vez más el moreno se marchó dejándole allí con aquella ola de pensamientos que le ahogaban y lo aturdían, y él solo deseaba que todo no fuera tan complicado.
Sabes a quién amas, solo te da miedo admitirlo.
Lo que en realidad le asustaba a Jungkook es que hubiese un vínculo tan fuerte que le hiciera amar a alguien en semanas más de lo que había amado a alguien en años.
Y no lo creía justo, dejar a Rosé que había estado con el todo ese tiempo, quien era su omega y llevaba su marca con orgullo, por alguien que había conocido gracias a las situaciones trágicas de la vida.
Pero era más injusto que no se arrepintiera de haber conocido a Taehyung, porque le había regalado las sensaciones más bonitas del mundo con sólo una mirada, con solo su presencia le había regalado a su lobo aquella paz que estuvo buscando siempre aún sin darse cuenta.
Y por eso no sabía si elegir a la persona que se sentía correcta o a la que su corazón y su lobo amaban de manera casi absurda. Y quería gritar, porque la incertidumbre era la sensación más asfixiante que Jungkook había sentido nunca.
Y odiaba que cuando creía tener todo bako control, volvía a cuestionarse cada una de sus decisiones.
. . .
Apenas el reloj marcó las once bajó hasta el estacionamiento para ir al auto e ir a buscar a Taehyung, había logrado calmarse en la última hora luego de casi haber tenido un ataque de pánico.
Y se dijo que mientras no supiera que hacer, dejaría que toso fluyera, así que condujo hasta el edificio de Taehyung y esperó a que el pelirrojo bajara, su lobo ansioso haciéndole sonreír inconcientemente incluso antes de verlo.
Cuando el omega subió al auto Jungkook lo observó detenidamente, preguntándose coml alguién podía ser tan hermoso, el chico le sonrió, achicando sus hermosos ojos azules y se inclinó para besar su mejilla. Sin embargo, Jungkoo siempre pedía más de lo que se le daba y tomó a Taehyung de la nuca impidiéndole separarse y lo guió hasta sus labios, besandole com ternura y sintiendo que había necesitado mucho aquel contacto.
Su corazón latía fuerte y sentía chispas que le hacían preguntarse si se sentiría así siempre que besara a Taehyung, porque cuando se besaban es como si no exisiese nada alrededor, eran solo ellos dos, sus lobos sincronizados y rasguñando en sus interiores con ferocidad y sentían que podían morirse si rompían aquel contacto.
Sus labios se acariciaron por varios segundos y cuando se separaron Jungkook examinó el rostro de Taehyung, besando su nariz,sus párpados y sus mejillas sacándole pequeñas risitas al omega, y tenía unas ganas infinitas de mimarlo, pero lo dejaría para después.
— ¿Cómo estas Jungkookie? —Preguntó el pelirrojo con aquella voz que enloquecía al mayor.
—Todo ha ido bien, esta mañana me informaran que unos inversionistas habían aprobado mi idea. —Le contó Jungkook orgulloso y Taehyung le miró recordando que le había contado sobre su proyecto.
— ¡Eso es genial! ¡Felicidades, Kookie! —El omega le dedicó una sonrisa brillante y besó sonoramente su mejilla haciendo que el alfa se encogiera en su lugar, demasiado feliz para procesarlo.
El omega le contó varias cosas a Jungkook en el camino, tan alegre como siempre y el alfa giraba su vista para verle por cortos segundos apreciando cada uno de sus gestos.
—Tae ¿No estudias? —Preguntó Jungkook tomando por sorpresa al omega. Este bajó la cabeza apenado y negó. —¿Por qué?
—Hm… Hyunjin tiene una beca, pero no cubre todos los gastos así que estoy trabajando para poder ayudarle y así al menos uno de los dos podrá estudiar. —Respondió con serenidad, tratando de aparentar que no tenía ningún problema con aquello.
Jungkook tomó su mano acariciándole. —Vas a estudiar Tae, tu y Hyunjin, te lo prometo.
Y Jungkook a veces no entendía esa necesidad que tenía de querer darle el mundo a aquel omega, pero estaba seguro de que haría todo lo posible por incrementar ese brillo en los ojos de Taehyung.
Lo que Jungkook no sabía era que para darle el mundo a Taehyung primero debía destruir el que ya tenía, y para hacer brillar más sus ojos, primero los apagaría.
Se rompería todo debería reconstruirlo desde cero.
. . .
Perdón si hay errores, no corregí y estoy poco mal así que esto lo hice para distraerme, espero les guste y lamento hacerles esperar tanto.
Usaré la Cuarentena para actualizar, recuerden quedarse en casa y tomar todas las medidas.
Lxs amxx.
Edén. ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro