【┆❝ ❣; 02┆】

❝ Le gusten los niños... ❞

Xander Shakadera

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Si había algo que a la peli-(D/T/C) le fascinaba era ir a buscar a sus hermanos al kinder, mas cuando era acompañada por él. El integrante más alto y tosco de los cuatro grandes supremos

¿La razón?. Fácil; los pequeños amaban al grandulón

Ya que Xander siempre jugaba con ellos y los cargaba en sus brazos

Haciendo que entre bromas y juegos los pequeños adoraran pasar tiempo con él

Se divertían tanto que incluso en casa reían tan fuerte como él, imitándolo

Eso le gustaba, ya que a veces le era inevitable pensar que era casi como ver una visión futura de cómo sería él en su papel de padre

Y pese a que nunca lo comentó a nadie. La idea le fascinaba

-¡Tn!.-Las voces de los pequeños le hicieron volver a poner los pies sobre la tierra.-¿Que si quieres que vayamos por un helado?.-Repitió el pequeño, sobre uno de los brazos del Shakadera. Mientras el otro reía colgando de su otro brazo

La joven sonrió amablemente y asintió. Contagiándose de la idea en seguida

Y caminando a la par con el mayor, mientras disfrutaba del rato, viendo divertida como sus pequeños hermanos se colgaban de los fornidos brazos del mayor entre risas

Mientras que a este le causaba gracia

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-¿Todo bien?.-Preguntó este disimuladamente mientras los pequeños jugaban en el cesped de la plaza huntándose con sus helados.-Es que te veo algo dispersa hoy...-

La joven le miró por un momento. Mientras en su cabeza se imaginaba algo como...

"TN Shakadera..."

"Nada mal...", pensó

Rió mentalmente ante aquel pensamiento y luego lo miró, negando suavemente suavemente

-Tranquilo, no es nada.-

Respondió tomando su mano y acercándose a él. Quien por creer que le daría un beso, fué tomado desprevenido por el cono de la chica que se estampó en su nariz

Y que le llenó la punta de la naríz con helado cremoso de chicle. Xander abrió los ojos sorprendido y se llevó una mano rostro para limpiarse, mientras que se escuchaba las risas de su contraria

Entonces bufó, antes de rodearla con uno de sus brazos y dejarla sin escapatoria

Para mancharla de su cono en la mejilla, sin mucha presición claro ya que terminó dejandola peor de lo que ella lo había dejado a él

Y riendo fuertemente en venganza mientras la joven pataleaba y gritaba entre risas intentando safarse

Si, definitivamente sería un gran padre... y quien sabe tal vez un divertido esposo

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