Capítulo 26
— Me llamas si necesitas algo — dijo Seung cuando dejó a YoonGi en el sofá.
— Está bien, muchas gracias — le sonreí y esperé a que se fuera.
Me giré hacia YoonGi y me quedé en mi lugar observándolo, viendo como dormía tranquilamente mientras me abrazaba a mi misma por el frío.
Parpadeó varias veces y después abrió los ojos. Nuestras miradas se encontraron y se levantó del sofá.
— ¿Qué pasó? — preguntó sobándose la cara.
— Te desmayaste y caíste sobre mi — me crucé de brazos — Llamé a Seung y él me ayudó a traerte.
— Oh, lo siento — bajó la cabeza y pasó sus manos por esta — Estás mojada — se acercó a mi y tocó mi ropa — Ven, te daré algo para que te cambies.
— Estoy bien así, ya me voy — hice que me soltara.
— ¿Por que estás comenzando de nuevo? Pensé que...
— En nada — corté sus palabras — Tú nunca piensas en nada.
—¡Ya basta! — su voz se alzó notoriamente — ¿Qué hice tan mal?
Me miró acercándose más aún.
— Él quería verte Soo, él iba a abrir la puerta para verte desnuda, ¿cómo crees que iba a dejar que lo hiciera? — preguntó y mis ojos se abrieron mucho, mi corazón volvió comenzar a latir fuertemente, ¿qué estaba diciendo?
— ¿De qué estás hablando?
— De lo que pasó, la razón por la que lo golpeé y volvería a hacerlo mil veces — suspiró — Vi cuando dejaba una nota en la mesa. La tomé y la leí dándome cuenta de que él era el que te había dejado todas esas cosas. Me molesté, pero no haría nada mas que hablar con él — me tomó por los hombros mientras yo aún no podía creer lo que me estaba diciendo — Pero entonces... — sentí como apretaba sus manos — Lo vi queriendo abrir la puerta donde estabas te estabas cambiando — sus ojos se oscurecieron y en su rostro se dibujó una expresión de rabia.
— ¿Eso que estás diciendo es verdad? — me sentí mal, molesta y engañada.
— Lo es, y si no me quieres creer no sé que es lo que voy a hacer Soo. No sé que hacer para que vuelvas a estar conmigo — me abrazó.
— Te creo, te creo YoonGi. Lo siento, siento mucho haberte dicho todo eso — comencé a llorar.
Había sido una verdadera tonta. ¿Cómo puede haber dicho todas esas cosas? Siento mucho haberle dicho todo eso que no se merecía. Y aunque lo de Baek es verdad, ahora YoonGi había cambiado y tal vez el también se arrepienta de lo que hizo.
— Está bien, no llores. Ya no quiero verte llorando — limpió las lágrimas que habían en mis mejillas y me besó — Vamos, tienes que quitarte esa ropa.
(...)
— Está calientita esta ropa — froté mis manos saliendo del baño.
Comienza a reír enseñando sus dientes.
— ¿De qué te ríes? — hago puchero acercándome a él.
— Te queda grande — vuelve a reír señalando la camisa que traía puesta.
Y exactamente me quedaba grande, era su ropa y comparada con él soy pequeña.
— ¡Ya no te rías de mi! — me crucé de brazos haciéndome la molesta.
— Ya, ya — sonríe y extiende su mano para atraerme a él — Te extrañé mucho — acaricia mi cabello.
— Yo también — le sonrío y nos comenzamos a besar.
Un beso largo y intenso. Me cargó hasta la cama y me recostó en ella sin romperlo.
Comenzamos a acariciarnos mutuamente. Él pasaba sus manos por mi cintura y yo acariciaba su espalda suavemente. Dejamos de besarnos para mirarnos.
— Te amo — salió de sus labios y yo sonreí al escucharlo.
— Yo también te amo — volvimos a besarnos.
Continuó repartiendo besos húmedos por todo mi cuello. Con suavidad y dulzura comenzó a retirar la camisa que traía mientras besaba mi cuello y pecho.
— ¿Estás segura de esto? — preguntó mirándome.
— Sí.
Metí mis manos por debajo de su suéter y comencé a acariciar su espalda para después comenzar a dejar cortos besos desde su cuello hasta su pecho ya descubierto.
(...)
YoonGi:
El dulce aroma de la mañana se sentía más delicioso que nunca. Quería quedarme en este momento para siempre y si fuera posible juro que lo haría.
Abrí mis ojos y me encontré con la figura de Soo aún dormida. Tan hermosa y tranquila, me giré con sumo cuidado para no despertarla quedando frente a ella, quería observarla así, lo haría por horas y horas.
— Eres tan hermosa — susurré mientras acariciaba su cabello.
¿Qué es lo que has hecho en mi?
Incluso si no tengo nada, teniéndote a ti es suficiente.
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