— No creo que vaya a salir bien, voy a meter la pata — vuelve a detenerse en la puerta.

— YoonGi ya basta, vamos a entrar de una vez. Todo saldrá bien, ya verás.

— ¿Y si no le caigo bien? ¿Y si no me acepta? — su rostro estaba pálido, más de lo normal.

— Pero que estás diciendo — niego con la cabeza. Realmente esta es la primera vez que veo a Min YoonGi nervioso — Ya te vio una vez y le caíste bien, además mi mamá no es mala.

— Sí, pero en ese entonces no éramos nada. No es lo mismo - niega con las manos.

— Mira, lo único que tienes que hacer es ser tu mismo y ya — me detengo pensativa — Bueno no tanto porque eso sería un problema.

— Gracias por el apoyo — dice sarcástico.

— Todo irá bien — le sonrío.

— Está bien — me sonríe de vuelta y toma mi rostro para darme un beso — Listo.

Llevaba unos días tratando de convencer a YoonGi para que viniera a presentarse a mi madre. Siempre me decía que no, que estas cosas no se le daban bien y que metería la pata con mi madre. Pero yo seguí insistiendo y ahora estaba a punto de hacerlo.

Entramos y encontramos a mi madre poniendo los platos y los cubiertos en la mesa. Solté la mano de YoonGi y me acerqué a ella.

— Mamá, ¿por qué no me esperaste? Yo podía hacerlo — me mira sonriendo y después mira a YoonGi.

— Buenas noches Señora Park — dice y hace un reverencia.

— Bienvenido YoonGi, Soo me a contado muchas cosas de ti, aunque ya te había visto una vez — le sonríe y el se relaja un poco.

— Es un gusto — dice él con la voz ronca.

¿Está mal que me divierta un poco con esta situación? Es que no puedo evitar que me de gracia la cara de aterrado que tiene.

— Pero ven, no te quedes ahí — va hacia donde está él y lo toma por los hombros llevándolo hasta una silla — La cena ya está lista, hice tu comida preferida según SooJin, espero que te guste — le sonríe nuevamente antes de irse.

— Tu mamá es muy amable — habla bajo.

— No hay ninguna como ella. Y ya deja de estar nervioso.

Después de la cena subimos a mi cuarto. Es la primera vez que YoonGi entraba así que estaba mirando todo mientras yo buscaba mi celular que no encontraba por ningún lado.

— ¿Sabes Soo? — habla y me extiende su mano para sentarme en sus piernas.

— ¿Qué? — me siento sobre él y acaricio su mejilla.

— Hoy me sentí genial. Hacía mucho tiempo que no cenaba entre más de una persona. Y tu mamá fue tan amable conmigo. De verdad que me sentí muy bien — me miró con una hermosa sonrisa.

— Me alegra mucho. No sabes cuan feliz me hace eso — acaricio su cabello — Te quiero YoonGi — lo beso.

Sus manos se aferran a mi cintura y tira de ella para pegarme más a él. Nuestro beso se vuelve más intenso a cada segundo. Mis manos recorren su cuello hasta llegar a la parte de atrás de su cabeza y comienzo a juguetear con su cabello.

(...)

YoonGi:

No podía ser mejor, todo entre Soo y yo iba muy bien. Este, definitivamente era el mejor momento de mi vida. Nunca me había sentido tan bien como ahora y el simple hecho de que fuera ella la que estuviera conmigo lo hacia mejor.

Cada palabra y caricia de ella eran especial para mi. Realmente era lo mejor.

Y quiero atesorarla para siempre, quiero que esté bien. Que nunca nada le haga daño, que sus días cada vez sean mejores y que su bella sonrisa no se borre nunca.

Le había dicho que estuviera lista para cuando llegara, pero llevaba mas de quince minutos aquí sentado y todavía no había bajado.

Park SooJin, ni porque te avisé antes.

— Ya estoy lista — su voz se escuchó con desgano.

Levanté mi vista y tenía una mueca de desagrado en su cara mientras se miraba. No sé si reí por lo bonita que se veía o porque sabía que no le gustaba la ropa que traía puesta.

Estoy seguro que su madre la obligó a vestirse así y no puedo negar que hizo un buen trabajo.

— Deja esa cara ya SooJin, por favor — su madre le habló seria y a la vez con gracia.

Salimos hasta el auto y se subió, di la vuelta y me subí.

— Me veo terrible — bufó de manos cruzadas — No sé como mi mamá me convenció de ponerme este estúpido vestido y estos zapatos que me están matando y ni siquiera he caminado.

— Ya deja el berrinche — me acerqué para ponerle el cinturón — Te vez hermosa así vestida.

— ¿En serio?

— Sí, se te ve genial — le sonreí y besé sus labios.

— Bueno, por lo menos a ti te gusta. Creo que pudo hacer un pequeño sacrificio y no correr a mi cuarto y cambiarme.

Reí y puse en marcha el auto. Hoy tendríamos una cita, toda la semana Soo se la había pasado viendo películas en donde los protagonistas tenían montones de citas.

Así que después me estuvo persiguiendo y diciendo que yo no era un buen novio. Y que debería llevarla a una cita.

Buen novio sí soy así que la llevaré a una cita.