Habíamos llegado a su casa hacía varios minutos ya. Se mantenía sin decir una sola palabra. En el camino tampoco habló, solo tomó sus auriculares y puso la música a todo volumen, esa era su señal de que no quería hablar

— ¿Hasta cuando vas a estar así? — le pregunté desde el sofá de su cuarto. Llevaba mucho tiempo tirado sobre su cama con las manos bajo su cabeza mirando hacia arriba —  ¿No me hablarás? En serio YoonGi..

— ¿¡Qué le pasa al imbécil ese!? — pega un grito que hace que me asuste — ¿Por qué siempre te está rondando? Digo, no fuiste su novia ni nada de eso, ¿o si? — me mira con el ceño fruncido.

— Claro que no — le tiré una almohada — Baek siempre a sido así de protector conmigo, es mi mejor amigo desde hace mucho tiempo — sonrío.

— Y sonríes, ¿por qué sonríes?

— ¿Estás celoso? Si estás celoso — comienzo a reír — YoonGi está celoso.

— No estoy celoso, no te rías más — me toma de la mano y me empuja hacia su cama comenzando a hacerme cosquillas — No te rías más.

— Ya vasta, me estás haciendo cosquillas, ya por favor, ¿cómo quieres que deje de reír? — no podía parar de reír. Paró de hacerme cosquillas y se recuesta a mi lado mirándome de una manera que hace que me ponga nerviosa — Tengo que irme — trato de levantarme pero no me deja.

— Quédate un rato más — pasa sus manos por mi cintura y me abraza.

Me quedé quieta sin hacer el menor ruido, sonreí inconscientemente por él, por poder estar así. Espero poder estar así con él para siempre. 

Largos minutos pasaron, la respiración de YoonGi se hizo más tranquila y supuse que estaba durmiendo. Me giré suavemente para no despertarlo encontrándome con su rostro.

Me quedé observándolo, su piel se veía más blanca y suave de lo normal, sus labios tenían un hermoso color rosa que me hacia querer besarlo.

— ¿Vas a seguir mirándome con esos ojos?  Pensaré que eres una pervertida por mirarme así — habló sin abrir los ojos.

— ¿Cómo te estoy mirando? No te estaba mirando — abrí los ojos completamente y mis mejillas se calentaron mucho.

Se giró hacia la mesita de al lado y tomó algo en se mano.

— Ten — me lo extendió.

— ¿Qué es? — abrí mi mano y lo tomé dándome cuenta de lo que era, la pulsera que se parecía a la mía — ¿Por qué me das esto? — lo miré con curiosidad.

— Porque es tuya — hace una pausa — Un día estaba en una tienda y una chica con su uniforme toda mojada y despeinada entró a comprar un jugo. Se dio cuenta de que el autobús se iba y comenzó a correr sin darse cuenta de que se le había caído su pulsera, ¿recuerdas ese día? — me mira con atención.

— Sí, claro que lo recuerdo. Fue la primera vez que te vi, estabas sentado en una de las mesas mirando hacia la lluvia. Tenías la mirada perdida hacia afuera, pero si lo sabías, ¿por qué cuando te dije que la pulsera era mía dijiste que no? — lo miré con los ojos entrecerrados.

— No me mires así, no te recordaba bien. No sabía si eras tú o no, por eso no te la di — aprieta mi nariz.

— Bueno — sonrío y me pongo mi pulsera.

YoonGi había ido a la cocina por un poco de agua, yo me había quedado en su habitación esperándolo mientras observaba unos libros que tenía. Vi un sobre que me llamó la atención, lo tomé y lo abrí. Habían hojas dentro de el con algunas letras tomé una y comencé a leerla.

Realmente es una mierda no tener algo que hacer con tu vida.

La primera oración hizo que me acordara de las palabras de Hoseok.

Sé que parece patético
Pero no tengo un sueño como cualquier otra persona.

Mi corazón se estrechaba cada vez que leía una oración.

Yo creía en esas palabras, pero estoy viviendo porque no puedo morir.

Todo el mundo está avanzando, pero, ¿por qué yo aún sigo aquí?

Los sentimientos de YoonGi, todos estaban aquí. Por primera vez podía realmente saber que pasaba por su cabeza. Por primera vez podía ver su vez verdadero yo.

Estoy con tanto dolor y soledad, que la gente que está a mi alrededor se mantiene diciéndome que recupere la conciencia.

Tengo miedo de abrir los ojos todos los días y empezar a respirar
Incluso mis amigos y familiares se están alejando.

Siento como que me estoy lastimando a mi mismo, no quiero seguir con esto
Espero que todo esto desparezca cuando me encuentre solo.
Espero que las cosas desaparezcan como un espejismo, espero que mi maldito yo desaparezca.

Leo las últimas letras y no puedo evitar que mis lágrimas caigan. Porque no me imagino a alguien sintiendo todo este dolor solo, no puedo pensar en YoonGi sufriendo tanto.

— ¿Qué estás haciendo? — lo escucho y trato de secar mis lágrimas.

— Nada, yo solo estaba... — se acercó a mi y quitó las hojas de mis manos.

— ¿Por qué revisas lo que no es tuyo? — me miró muy serio.

— Lo siento, yo no quería molestarte.

— ¿No quería molestar? — me mira con rabia — Cuando no quieres molestar simplemente no tocas las cosas ajenas.

— YoonGi...