— Sehun necesito hablar contigo — le dije cuando lo encontré, desde que comenzó el recreo lo he estado buscando.

— Hey Soo, ¿qué pasa? — se detuvo y sonrió.

— Quiero hablar contigo acerca de Chaeyoung.

— No Soo, no voy a hablar contigo de esto, lo que pasó fue entre Chaeyoung y yo y sin que te molestes. Eso no es asunto tuyo.

— Lo sé y créeme, que no me gusta meterme en esto. Pero Chaeyoung está muy triste, dice que no sabe por qué terminaste con ella y solo quiero decirte que hablen, que tengan una conversación y aclaren todo — expliqué.

— ¿Qué? — ríe — Ella sabe muy bien porqué fue. Yo le dije que pasó, lo que pasa es que no quiere entender — niega con la cabeza.

— Bueno está bien, yo solo...

— ¡Soo! — escucho a dos personas decir mi nombre y me volteo.

YoonGi y Baekhyun, ellos eran los que me habían llamado y ahora se habían quedado observándose el uno al otro con gran superioridad.

— ¿Qué pasa? — fruncí el ceño.

— Tengo que hablar contigo — dice YoonGi.

— La profesora de artes quiere verte — habla Baek.

— Oh, ¿para qué será? — me quedé pensando.

— Te dije que tengo que hablar contigo — vuelve a decir YoonGi.

— ¿Que no te das cuenta? — Baek se dirige a YoonGi — Nadie quiere estar contigo, nadie soporta al estúpido chico que se cree el mejor y al final no es nada.

Veo los ojos de YoonGi oscurecer de la furia y apretar sus manos formando puños.

No de nuevo, no esta vez, no pelearan.

Veo que se acerca a Baek con intención de pelear.

— ¡No! Basta ya de esto, ¿no pueden estar dos minutos sin agredirse? Por favor, no son niños — dije molesta.

— Sí Baek, basta ya, no te esfuerces con él. No vuelvas a pelear — dice Sehun apartando a Baek y llevándolo con él.

Estoy un poco atónica con esto, no puedo creer que se haya quedado callado, me asombra que no haya saltado sobre ellos sin control. Al contrario, parece que no le molestaran esas palabras, como si ya las hubiera escuchado tantas veces que ya no presta atención.

— ¿Qué querías decirme? — le pregunté tratando de buscar su mirada.

— Nada.

— ¿Cómo que nada? Querías hablar conmigo YoonGi, ¿qué es? — sonreí acercándome más a él y colgándome de su brazo — Anda dime, ¿era acerca de Gilli? — no quita mi brazo lo que llama mucho mi atención.

— Estudiantes Min y Park — se escuchó la voz de la profesora de artes — Acompañenme — dijo y miré a YoonGi, él hizo lo mismo. Yo solo me alcé de hombros.

(...)

— Como saben se acerca una fecha muy importante, el aniversario de la escuela — se sentó en su silla frente a nosotros — Algunos alumnos tienes preparadas algunas actividades para ese día, pero aun nos faltan algunas para que todo quede perfecto — une sus manos sobre la mesa y nos mira a los dos — Sé que ustedes dos son muy buenos para la música, inclusive saben tocar un instrumento y me he enterrado de que el Señor Min compone muy bien.

YoonGi alza de repente la mirada.

— ¿Quién le dijo eso? — alzó una ceja.

— Eso no importa ahora — sonríe la profesora — Lo que quiero pedirles a los dos es que se unan y creen una canción para ese día, nos alegraría mucho que nos ayudaran, la canción puede tratarse de cualquier tema que decidan, solo queremos que nos ayuden.

— ¿Qué? — pregunto un poco alterada.

— No — dice YoonGi.

— Sabía que se negarían, pero no cuesta nada pedir un favor — ríe y después pone una cara muy seria — Lo hacen o están suspensos en mi clase y haré que no pasen el año — su mirada era amenazadora.

— Está bien, está bien, no hay que llegar a tanto. Nosotros lo haremos — sonreí.

Mierda, lo que me faltaba.

— Yo no haré... — tapé la boca de YoonGi antes de que mentira la pata.

— Ya nos vamos — tomé la mano de él y lo saqué de la oficina — ¿Qué ibas a decir?

— Que no voy a hacer nada de eso — dijo tranquilamente.

— ¿Cómo que no? — abrí mis ojos — ¿Acaso quieres suspender él año? — me crucé de brazos.

— A mi no me interesa — bufó sin importancia colocando sus manos en los bolsillos de su pantalón .

— Pero a mi sí y me ayudarás — afirmé con la cabeza — ¿De verdad que compones? Quiero escuchar alguna canción compuesta por ti — pedí feliz.

(...)

YoonGi:

— Oye Hoseok, ¿y el perro? — le pregunto buscando debajo del sofá.

— Por ahí — dice desde la consola, esos estúpidos videojuegos.

— No la veo, Gilli, Gilli, perrita — no la encuentro, ¿dónde se habrá metido el animal pulgoso ese? Comencé a silbar para ver si aparecía pero nada — ¡Ayudame a buscar idiota! — le tiré un cojín — Seguro que se fue por tu culpa.

— ¿Por qué me hechas la culpa a mi? — chilla como niña.

— Porque eres tú el que se echó el día completo aquí — volteé los ojos.

— Perrita, perrita — comenzó a buscar junto conmigo — ¿Y si llega Soo? ¿Qué le dirás? — abrió los ojos.

— Nada, que dejaste que su pulga se fuera.

— Ok, pero recuerda que a ti fue al que dejaron al cuidado, yo puedo decir que no me advertiste y que se escapó sin querer.

— ¿Ah sí? — lo miré serio. Lo golpearé, por estúpido.

No, espera, al que debería golpear es a mi mismo, ¿qué mierda hago buscando a un perro? Si ni siquiera es mío. Te estás volviendo loco Min YoonGi.

— Hola chicos, ya estoy aquí — entró Soo — Perdón por demorar, pero es que tuve problemas con el tránsito — sonríe.

— No importa — dice Hoseok mirándome asustado.

— ¿Dónde está Gilli? Quiero verla.

— Está aquí — me agaché y cargué la pulga que había aparecido por arte de magia — Está aquí.

— Hola Gilli, ¿cómo te fue con estos dos? — toma al perro y comienza a jugar con él.

— Recuerda que tienes que trabajar.

— Está bien — dije y siguió jugando con Gilli.