Capítulo 12
Mi corazón había estallado, no podía respirar.
Él estaba sobre mi, no podía moverme gracias a que este estaba sosteniendo mis manos y tenía una expresión que hacia que me estremeciera. Apuesto a que tengo el rostro todo rojo de la vergüenza, ¿cómo se me ocurre cerrar los ojos? Y lo más importante, ¿cómo creí que él fuera a besarme?
— Ya suéltame...
— ¿Qué? ¿Ya no quieres jugar? — ríe cínicamente.
— ¡Te dije que me soltaras! — le grité.
— ¿Y si no quiero? — sonríe y entonces escucho que tocan el timbre, aproveché que esto lo desconcentró y lo empujé quedando libre. Salí de allí corriendo hasta llegar a la puerta.
Abrí y me encontré con un chico muy guapo, cabello naranja y sonrisa hermosa.
— Hola — me saludó con esa misma sonrisa que no había borrado de su rostro.
— ¿Hola? ¿Quién eres?
— Oh, que tonto soy — se tocó la cabeza — Soy Hoseok, mucho gusto — extendió su mano.
— Hola Hoseok — tomé su mano para corresponderle el saludo — Pero, ¿qué haces aquí?
— Vengo buscando a Min YoonGi, ¿dónde está? Te apuesto a que se está escondiendo de mi — entró como perro por su casa.
— Espera — fui tras de él.
— ¿Eres su novia? — preguntó y yo solo fruncí el ceño sin poder contestarle.
— Claro que no es mi novia estúpido — dijo YoonGi bajando las escaleras — Y recuerdo haberte dicho que no quería verte.
— Y yo recuerdo haberte dicho que no me importaba lo que me dijeras, además ya estaba en el aeropuerto cuando hablamos — dijo quedando frente a él. YoonGi solo lo evitó y se dirigió a mi con una mirada acusadora.
— Y a ti, ¿acaso no te dije que no le abrieras la puerta?
— Me dijiste que no le abriera la puerta a un chico con risa de hiena desenfrenada, pero te informo que no soy adivina. Además él no se rió, ¿como querías que lo supiera? — me crucé de brazos.
— Vaya, esta chica me cae bien — se acercó a mi y puso su brazo sobre mi hombro — ¿Quién eres? — me miró
— La empleada — le contesté y él miró a YoonGi
— ¿De verdad? Pensé que eras su novia, pero mejor así. ¿Estás libre? ¿Te he dicho que eres una chica muy guapa? — hice una mueca al escuchar eso y miré a YoonGi que venia hacia nosotros.
— Ya déjala — quitó su mano de encima de mi y me alejó de él — Ya te puedes ir — me dijo y subió las escaleras con un una cara muy seria.
— Está bien, me voy. Nos vemos mañana — le sonreí a Hoseok y tomé mis cosas para irme.
Parece un chico muy bueno, no sé como es que conoce a YoonGi, ese estúpido me las pagará. Ya verá, no lo dejaré en paz.
(...)
— Hola Chae buenos días — la saludé cuando llegué a su lado.
— Hola Soo, ¿y esa cara? — me miró con curiosidad.
— La única que tengo — le dije sarcástica.
— Que graciosa, te digo que por qué tanta felicidad. Tal parece que te regalaron dinero — ríe.
— No me regalaron dinero. Es mas, no me regalaron nada. Pero yo tengo algo para darle a alguien — reí como tonta.
— ¿Qué y para quién? — abrió los ojos para que le dijera.
— Nada, cosas mías — me giré y me fui por el pasillo llegando hasta el salón, YoonGi no había llegado todavía.
Al poco rato entró con su cara de: No te metas conmigo o te irá mal.
Llegó a la mesa y colocó su mochila sentándose en su lugar.
— Buenos días YoonGi.
— Buenos días SooJin — bufó.
— Tengo algo para ti — me giré hacia él con mi mochila en las piernas.
— ¿Qué? — se giró hacia mi y me miró con los ojos entrecerrados.
Saqué con mucho cuidado de mi mochila una caja azúl y se la puse en la mesa.
— Siento que me haya demorado un poco, pero fue muy difícil encontrarlos.
Me miró aun sin entender y entonces señalé la caja para que la abriera, él lo hizo y destapó la caja encontrándose con unos auriculares que había logrado encontrar con mucho, mucho trabajo. Eran idénticos a los de él, como me había dicho que eran sus preferidos los busqué idénticos. Lo miré para tratar de descifrar que estaba pensando pero es imposible para mi.
— ¿Y entonces?
— ¿Entonces qué? — alzó una ceja.
— ¿Estoy perdonanda? ¿Ya no me odias?
— Nunca te he odiado — dijo, tomó los auriculares, los conectó a su celular bajando al mismo tiempo su cabeza y recostandola a la mesa.
— Bueno, por lo menos sé que te gustaron —dije en voz alta sin que se diera cuenta de que estaba saltando por dentro por lo que había dicho.
Nunca te he odiado.
Es lo más lindo que he oído, ya me volví loca. Es gracioso, ayer dije que me vengaría de él, que no lo dejaría en paz y hoy le estoy regalando unos auriculares.
Baek llegó y me sonrió, se sentó en su lugar. Nunca viene donde yo estoy cuando está YoonGi cerca, útimamente no lo veo mucho. Ni al él ni a ninguno de los chicos, sé de Sehun por Chaeyoung y de Suho no sé nada.
Me levanté para ir hacia Baek y entonces veo que Jisoo se le acerca.
— Buenos días Baek — dice ella con una sonrisa en los labios.
— Buenos días, ¿qué pasa? — Baek le sonríe también.
— Solo quería traerte esto — le extiende un jugo — Quería agradecerte lo que hiciste por mi, muchas gracias.
— No tienes que agradecérmelo — él le sonríe y rosa su mejilla con sus manos, veo como ella se sonroja. Se despide y se va.
Creo que a Jisoo le gusta Baek.
— Baek — llamo su atención.
— Soo, ¿qué haces? — sonríe tiernamente.
— Nada, solo quería hablar contigo. Es que últimamente no hemos estado mucho tiempo juntos.
— Oh, ¿te diste cuenta?
— No hagas eso, es que he estado ocupada. Pero podríamos hacer una reunión de amigos, ¿qué crees?
— Claro que sí, ya te extrañamos mucho. Las cosas que hacíamos juntos también las extraño Soo — pone su mano sobre la mía y me mira tierno.
— Bueno después nos ponemos de acuerdo —me levanté y fui hacia mi lugar.
(...)
— ¿Que harás ahora? — escuché a YoonGi que me estaba hablando.
— ¿Yo?
— No, Lucifer — negó con la cabeza — Claro que tú, ¿quién mas?
— Ah, nada. ¿Por qué? —me acerqué a él.
— Te ayudaré a estudiar — dijo rápido y sin mirarme.
— ¿De verdad? ¿No estás jugando? ¿Estás hablando en serio? — lo tomé del suéter.
— ¿Eres sorda? Te dije que si — rodeó los ojos — Mejor te apuras, no voy a estar esperando por ti toda la tarde.
— Está bien, ya casi termino — terminé de hacer las cosas que estaba haciendo y salí para encontrarme con YoonGi, me paré a su lado y lo toqué por el brazo para que se diera cuenta de que estaba a su lado — ¡Lista!
— Vamos — comenzó a caminar y yo fui tras de él.
No entendía nada, se supone que lo vengan a buscar y no es que quiera irme en auto pero es raro. Además no estábamos yendo en dirección a su casa sino a... ¿esperen?
— Espera YoonGi, ¿a donde vamos? — lo detuve parandome frente a él.
— A tu casa, no podemos ir a la mía con ese revoltoso allá, no dejaría que hiciéramos nada — dijo con mucha tranquilidad y solo me miró.
— Entonces esperemos el bus.
— No pienso montarme en ese bus, entre el tumulto de las personas y el ruido me dará dolor de cabeza.
— Pero es muy lejos... — seguimos caminando un rato, hice barios intentos de establecer una conversación con él pero solo decía si, no o asentía con la cabeza, por lo menos es algo.
Ya casi llegábamos cuando pasamos por el parque.
— ¡Oh mira que lindo!
— ¡No lo toques! — exclamó — Te dije que no lo tocaras — volvió a repetir.
— Pero si solo es un cachorrito — tomé a la pequeña perrita acercándome a YoonGi — ¿No es linda? Mira es hembra — se la acerqué.
— Aleja ese animal de mi — puso cara de asco.
— ¿Pero que te pasa idiota? Si está hermosa, me lo quedaré — reí acariciándola.
— ¿Qué? — frunció el ceño — Te la acabas de encontrar —chasqueó la legua.
— Pero cual es tu problema, soy yo la que me lo quedaré — acurruqué al perrito — Anda vamos, tengo que pensar en un nombre para ella.
Bufó.
— No lo puedo creer — continuó caminado junto a mi.
Llegamos a casa y me dirigí hacia la cocina para buscar algo donde meterla hasta que llegara mi mamá y preguntarle si me la podía quedar
— Bueno, ¿por donde empezamos? — le pregunté cuando llegué hasta la mesa donde se había sentado.
— Por lo que en más dificultades tengas — hizo una mueca.
— Ok — comenzamos a estudiar y él a explicarme los ejercicios, no sé si es porque odio esto o porque él es demasiado guapo y no puedo dejar de mirarlo. Pero no entiendo nada de lo que me está explicando.
— ¿Entendiste?
— ¿Eh?
— ¿No me estás prestando atención? — tiró el lápiz en la mesa — No tengo paciencia para esto y tú tampoco estás poniendo de tu parte — frotó su cara fuertemente — ¿De verdad quieres que siga con esto o solamente estas jugando conmigo?
— Ya, ya. No tienes que ponerte así por una simple cosa — dije despreocupada.
— ¿Simple cosa? ¡SooJin! — wao, eso hizo que lo mirara fijamente sin saber qué hacer. Adoro que diga mi nombre, es la segunda vez que lo hace y es tan maravilloso.
— Dijiste mi nombre — sonreí y él solo se quedó mirándome con enojo.
— Hola Soo, ya llegué — vi a mi madre entrando por la puerta, me levanté rápido de mi silla y fui hasta donde estaba ella.
— Hola mamá, ¿cómo te fue hoy? — le sonreí y le di un beso en la mejilla.
— Bien. ¿y tú que estás haciendo?
— Se supone que estudiando, pero no me presta atención — habló YoonGi llegando hasta donde estábamos nosotras.
— ¿Quién es este guapo muchacho? — preguntó mi madre.
— Hola Señora Park, mi nombre es Min YoonGi — hizo una reverencia — Soy compañero de SooJin de salón — sonríe, ¿por qué no se comporta así conmigo?
— ¿Estás ayudando a mi niña a estudiar? Muchas gracias — lo miró sonriendo — Y tú, ¿por qué no le prestas atención — me dedicó una mirada fuerte.
— Yo... — jugué con mis dedos.
— No se preocupe, ya arreglaremos eso. Ahora tengo que irme, mucho gusto en conocerla — hizo otra reverencia y salió.
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