Parte II

La cabeza le palpitaba con fuerza, su nariz ardía y se sentía ido. Una línea blanca polvorosa yacía en la mesa ratona. Su respiración comenzaba a volverse errática, su pecho se encogía con dolor.

Sabía lo que significaba aquello. Soltó una risita ahogada mientras intentaba respirar.

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Las piernas le dolían, corría tanto como podía. Joder, ¿Cómo no pensó en eso antes? Ahora entendía el por qué Jungkook no lo había contactado, el por qué no respondía sus mensajes. ¡Mierda! ¿Cómo fue tan imbécil? Las lagrimas nublaban su vista, y se deslizaban por sus mejillas siendo llevadas por el viento, pues corría a un gran velocidad.

El departamento de su novio quedaba a pocas cuadras de la casa de YoonGi, por lo que era poco lo que tenía que correr, sin embargo, sentía un gran afán por llegar a aquel lugar. Al llegar, entró al edificio y subió las escaleras a zancadas hasta el sexto piso, Jungkook amaba vivir en las alturas. Estando en frente del departamento golpeó con fuerza la puerta.

─¡Jungkook! ─exclamó golpeando─ ¡Abre la puerta, Jungkook!

Jungkook abría en menos de nada siempre que el menor iba, no obstante, esta no fue una ocasión de esas. Eso preocupó aún más a Taehyung, que golpeó con más fuerza, pero nada. Las manos le comenzaron a temblar.

─¡Jeon! ─gritó el peli rosa─ ¡Ábreme la puerta, Jungkook!

Sollozó y recordó que debajo del tapete frente a la entrada había una llave, se agachó y miró bajo el objeto, sintió alivio al ver la llave de repuesto allí. La tomó y con temblores abrió la puerta, entró con rapidez y lloró abiertamente al ver el cuerpo inconsciente de Jungkook en el sofá. A pasos rápidos camino hacía él y tomó el rostro del pelinegro, sin fijarse en el gran desastre que era el lugar, en otro momento le hubiese sorprendido, pues Jungkook era una persona demasiado organizada.

─Jungkook, mi amor, mírame ─rogó el menor, pero nada, la respiración del mayor era imperceptible y Taehyung se asustó─ No, no, no, Jungkook abre los ojos, no juegues así conmigo...

Pero sabía que no funcionaria aquello, por lo que, sacando su móvil, llamó a una ambulancia. Reconocía el estado en el que su novio estaba, y eso es algo que siempre temió que sucediera. En lo que llegaba la ayuda, él intentaba que Jeon no dejara de respirar. Pues cada vez más respiraba menos.

Minutos más tarde, reconoció el sonido de las sirenas cerca. Se alivio al escuchar los apresurados pasos de varias personas subir. Varios paramédicos entraron al departamento y se dirigieron al cuerpo de Jeon, tomándolo y colocándolo en la camilla naranja. Taehyung miraba todo el procedimiento y los acompañó hasta la ambulancia, donde casi rogó que lo dejaran subir, consiguiéndolo.

Dentro del vehículo, un hombre miraba los signos vitales de Jungkook, y le colocaba oxigeno.

─¿É-Él estará bien? ─balbuceó mirando con lagrimas en los ojos a su novio, le dolía verlo en esa situación.

El hombre miró al peli rosa con neutralidad; ya estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. Las personas a veces solían ser egoístas.

─Eso lo veremos en el hospital, pues por su estado, parece que esnifó una gran cantidad de cocaína, eso le puede afectar, por el momento su respiración se estaba volviendo normal, en el hospital le harán un análisis de sangre y si fue grande la cantidad deberá seguir ciertos procesos para limpiar su cuerpo, o ir a un centro de rehabilitación ─comentó el paramédico─. Este chico tiene suerte.

Taehyung asintió y miró a Jungkook; estaba pálido ─más de lo usual─, odiaba verlo con una mascarilla de oxigeno, nunca fue amante a los hospitales y cosas que tenían que ver con medicina, no era que tuviese algún trauma por alguna situación, solo... Ese lugar no era de su agrado.

Ya se encontraban entrando al hospital, Kim tuvo que esperar en la sala de espera, su pie se movía impaciente y las lagrimas no dudaban en salir. No espero que alguien más que él fuese al hospital, por lo que se sorprendió al ver a NamJoon, a SeokJin, a Baekhyun y a Jimin entrar. Todos consternados. Los cuatro chicos vieron a Taehyung y corrieron hacía él.

─Chicos ─balbuceó el menor sollozando.

─Shh, tranquilo, él estará bien ─susurró SeokJin abrazándolo.

─Él... Él... Él... Tu-tuvo una... so-sobredo-sis ─gimió el peli rosa llorando abiertamente mientras se aferraba al abrigo del mayor.

─Dios ─las lagrimas nublaron la vista de Baekhyun─ Mamá se morirá si algo le pasa a Jungkook, joder...

─No le pasara nada ─consoló NamJoon con falsa seguridad.

Los cinco jóvenes se sentaron esperando una respuesta del médico que atendía a Jungkook, pasaba el tiempo y a Taehyung cada vez se le hacía más eterno. Tenía miedo de perder a su novio, porqué lo amaba a pesar de todos sus defectos, lo adoraba a pesar de sus adicciones, lo admiraba por soportar tanto.

Si supiera que Jungkook lo admiraba por soportarlo.

SeokJin fue a la cafetería junto con Jimin en busca de algo para comer todos. Pues había pasado dos horas y no habían noticias. El mayor llegó junto con su amigo minutos después, pasándole un café y un paquete de galletas a cada uno.

A las 8.40pm el grupo de amigos tuvo noticias.

─Familiares de Jeon Jungkook ─la voz gruesa de un hombre llamó la atención de los chicos.

─¡Nosotros! ─gritaron los chicos levantándose con rapidez.

Taehyung se acercó al médico.

─¿Él esta bien? ─inquirió apunto de romper en llanto.

─Sí, sin embargo, al consumir una gran cantidad de cocaína le quedaran secuelas ─comentó el médico─. Tendrá problemas respiratorios, por ello recomiendo que si consume alguna otra sustancia lo deje de hacer y se someta a un procedimiento de desintoxicación, porqué muy posiblemente si vuelve a ocurrir, ya no habrá salvación.

─Yo me encargare de que aquello se cumpla, doctor ─afirmó NamJoon.

─Bien, si gustan ver al paciente, su habitación esta en el segundo piso, puerta 2-C ─dijo y se fue a continuar su labor.

Taehyung lloró de alivio y preocupación. Su Jungkook estaba bien, pero tendría secuelas. Joder, se sentía tan culpable. Sí él lo hubiese llamado, lo hubiese visitado, lo hubiese contactado, nada de eso habría pasado. Pero que dice... Ya no hay nada que pueda hacer, solo ayudar a Jeon a recuperarse y que deje de consumir dichas sustancias.

─Iremos Taehyung y yo primero ─dijo NamJoon─. Hablare con Jeon, porqué esto no puede volver a ocurrir.

Los demás asintieron de acuerdo.

Los dos Kim se dirigieron al ascensor, y fueron directo al segundo piso. Estando allí buscaron la habitación 2-C, al encontrarla, entraron y vieron a Jungkook, su rostro con ojeras y decaído. Cerraron la puerta, Taehyung fue hacía Jungkook y lo abrazó, siendo correspondido con el mismo sentimiento.

─Eres un idiota ─sollozó el menor─. Te odio... Te odio por hacerme preocupar y hacer semejante idiotez, eres un egoísta por hacer eso, no pensaste en mí y me duele Jungkook, me duele porque te odio por hacerme amarte demasiado.

─Lo siento, cariño ─musitó Jungkook con los ojos cristalizados.

─Jeon ─la voz de NamJoon llamó la atención de la pareja─. Tenemos que hablar muy seriamente.

El peli rosa se separó de Jungkook, secó sus lagrimas y las de su pareja. Jungkook miró a NamJoon y supo que era serio el asunto. Debía comenzar a madurar de una buena vez...

─Has tocado fondo y nos hiciste preocupar, ¿Sabes lo que te ha dejado consumir en exceso? ─el menor asintió cabizbajo─. Irás a un centro de rehabilitación, en una semana te irás, en lo que te dan de alta.

Jungkook no refutó, aunque la idea no le agradara, no pronunció ninguna palabra en contra.

─Bien, Hyung ─aceptó el pelinegro.

─Perfecto, te dejó con Taehyung, hablamos luego ─dijo el moreno y salió de la habitación, cerrando la puerta, dejando a la pareja sola.

La habitación se sumió en un silencio sepulcral. Taehyung suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de Jungkook. Sintió un beso en su cabellera, seguido de un suspiro por parte de su novio. Joder, ambos habían tenido tanto miedo.

No sabían que harían sin el otro.

─Tenía tanto miedo de perderte ─confesó con la voz temblorosa el menor.

─Tenía tanto miedo de no verte más ─confesó de igual manera el mayor.

─No vuelvas a cometer una idiotez ─ordenó el menor.

─No vuelvas a dejarme por favor ─suplicó el mayor.

Y ambos se permitieron llorar mientras se abrazaban, trasmitiéndose paz mutua. Porque ambos temían perderse.

─Promete que jamás me abandonaras ─habló Kim tomando entre sus manos el rostro del pelinegro.

─Lo juro ─los ojos profundos de Jeon miraron los ojos claros de Taehyung, trasmitiéndole seguridad en sus palabras.

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Una semana después, se encontraban reunidos en el departamento de Jungkook, el lugar estaba organizado justo como Jungkook lo dejaba siempre. Taehyung y YoonGi lo habían organizado unos días antes de que Jeon saliera del hospital.

─Bien, todos sabemos el por qué estamos aquí ─comenzó el mayor de todos, SeokJin.

─Sí.

─El vuelo de Jungkook sale en unas horas, así que ─su voz se rompió a mitad de la frase─, debemos despedirnos... Prepare algo de comer para todos, pasaremos una tarde como siempre lo hemos hecho.

Los ojos de todos se cristalizaron ante tal recuerdo, pues todos querían a Jungkook. Y les haría falta aquel chico con sonrisa de conejo y ojos profundos. El mayor de todos sacó la comida de un gran bolso y la colocó en la mesita del centro de la sala. Una gran variedad de alimentos servidos que hicieron babear a los presentes, pues Kim SeokJin era un rey en la cocina.

Su tarde pasó llena de risas, por primera vez en mucho tiempo pudieron disfrutar con un Jungkook real y desintoxicado. Sin embargo, había llegado el momento y irse. Todos se encontraban en el aeropuerto con lágrimas en los ojos.

─Un año, espérame un año, pero si encuentras a alguien más, no pienses en mí, piensa en ti ─dijo Jungkook besando sus labios- Se feliz, porque si tú lo eres, yo lo seré.

─No digas eso... Para ser feliz te necesito a ti... ─lloriqueó Taehyung.

─Te amo, Tae.

─Te amo, Kookie.

"Vuelos con destino a Japón, el avión está a punto de despegar, por favor dirigirse a la puerta 32-B"

La pareja se miró con dolor. Jungkook se alejó de Taehyung, dándole un beso. Antes de que doliera más, decidió irse. Dándole una última mirada a su novio. YoonGi, NamJoon y Baekhyun abrazaron a Taehyung.

─Es por su bien, él volverá.

Y con esa palabras intentó que su corazón se reconfortara, pero no eran suficientes, no cuando veía como su novio abordaba un avión que lo llevaría a más de 900 kilómetros lejos de él. No quería que se fuera, no quería, él quería que se quedara a su lado. Pero con solo ese pensamiento se sentía la peor persona del mundo por querer impedir algo que le haría bien al amor de su vida. 

Lo esperaría, y lo haría siempre. Porqué solo lo amaba a él, y no se veía en una vida donde Jeon Jungkook no fuese parte.