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I need you

Parte I

Jeon Jungkook es conocido en el vecindario por ser el bad boy

Todo un chico problemas, eh. 

Ante los ojos de los vecinos era un maleante drogadicto bueno para nada sin futuro. Eso murmuraban las vecinas chismosas. Y bueno, solo a lo de drogadicto fue a lo que atinaron, porque Jungkook no era criminal, pero pues tampoco era como si fuese un santo, y el joven Jeon era inteligente, pero no sabía aprovechar su intelectualidad. 

Sin embargo, solo una persona tenía la oportunidad de ver al verdadero Jeon Jungkook, y ese era su novio: Kim Taehyung. 

El joven de cabellos rosados veía que su conejito aún tenía la oportunidad de salir de aquel mal hábito que lo estancaba, él tenía fe de que Jungkook podía salir adelante, no obstante, se cuestionaba sí su apoyo no era suficiente para que Jungkook lo hiciera. 

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—Jungkook... —susurró el menor, su mirada entristeciéndose y su sonrisa cayendo. 

Jungkook estaba en la entrada de su casa —como cada noche—. Taehyung lo escaneó con la mirada; tenía el cabello azabache desarreglado, sus ojos estaban rojos y desprendía el particular aroma que soltaba cuando fumaba marihuana. Para Kim eso era algo de todos los días, ver a su novio en tal estado. 

—Bebé —la palabra salió en un balbuceó de la boca del azabache. 

Soltando un suspiro, se hizo a un lado para que Jeon pasara. Cerró la puerta y caminó junto al mayor hacía la sala. Ambos se sentaron en un sillón al lado del otro. El silencio era incomodo, Taehyung podía sentir como si se asfixiara. Mientras que Jungkook estaba perdido en su mente, disfrutando del efecto que le proporcionaba la marihuana. 

Muchas personas se cansarían de estar soportando lo mismo durante seis años, pero Taehyung no, él pensaba y sentía que sí apoyaba a Jungkook y estaba a su lado, el pelinegro podría salir adelante con ayuda, apoyo, amor y comprensión, ¡Taehyung se lo otorgaba todos! Aun cuando todos se aparataron de Jeon al saber en la situación complicada en la que estaba. 

—No puedes seguir así, Jeon —la voz de Kim sonó fuerte y firme, sorprendiendo al azabache. 

Jungkook pudo sentir como la voz de su osito lo sacaba de su mente, la manera en la que lo llamó le sorprendió y le dolió, pues Kim jamás le había llamado por su apellido, siempre se había referido a él con apodos cariñosos como conejito, Kookie, mi amor, cariño. El que lo llamase "Jeon" lo había tomado desprevenido. 

Para Taehyung también fue impactante la manera en la que había llamado a su novio, no supo el como o el por que, fue como sí su mente hubiese hablado. Él jamás se hubiese atrevido a referirse así a Jungkook, ni siquiera pasó por su cabeza llamarlo así alguna vez, sin embargo, no sintió arrepentimiento alguno aunque quiso. 

—Tae... 

Los ojos del pelirrosa se cristalizaron, al escuchar la rasposa y desgastada voz. Dios, como le dolía escucharlo hablar, ¡Ya no había nada de la modulosa voz que alguna vez le cantó! Eso lo deprimía. 

—Jungkook, no sabes como me duele verte así —sollozó apoyando sus codos sobre sus rodillas y escondiendo su rostro entre sus manos. 

Jeon tragó seco, sabía que la había cagado. No le gustaba ver llorar a su novio, mucho menos sí era él el causante de su llanto. Joder, quería golpearse así mismo. Su mirada estaba fija en el moreno, quería abrazarlo y consolarlo como lo hacía cuando el menor veía Dead Poets Society, sin embargo, no podía ya que no se encontraban en esa situación, pues esta era más sería. 

—Tae... 

—No, Tae nada, Jungkook, te doy todo lo que necesitas —reprendió el moreno secando las lagrimas que se deslizaban por su mejillas— Soy comprensible, te doy tiempo, te doy amor, soy paciente... ¡Te doy todo! Y, y, y... Me estoy cansando, Jungkook... 

Soltó la última frase en un susurro, con temor.

Y esas fueron las palabras que Jungkook alguna vez temió escuchar, ahí se encontraba escuchándolas mientras sentía como el corazón le dejaba de latir y el aliento se le congelaba. Mierda, eso se sintió como una fría y cruel puñalada.

—Tae... T-Tú no me pue-puedes dejar —balbuceó Jeon negando con la cabeza. 

Taehyung realmente amaba a Jungkook, lo hacía en demasía, pero sabía que el amor no era la cura para todo y que lo mejor era que Jungkook recibiera una mejor ayuda. Y sí, se refería a un centro de rehabilitación, aquel lugar era mejor de lo que él le podía dar al azabache, porque su fe se había perdido desde hacía tiempo pero no quería aceptarlo, hasta ahora. 

—No he dicho que te voy a dejar —respondió Kim acomodándose en su lugar, su espalda recostada sobre el respaldo del sofá y sus brazos cruzados, su mirada permanecía al frente, pues no quería ver a Jungkook. 

—¿En-Entonces a que te estas refiriendo con que "te estas cansando"? —hizo énfasis en dicha frase y miró fijamente al pelirrosa. 

—Me estoy cansando de tener que fingir que estoy bien para ti —aclaró apretando sus labios— Para que no estés mal y hagas un esfuerzo por dejar de consumir esa basura, pero ya no puedo más... Y lo mejor es que... Es que vayas a un centro de rehabilitación. 

Fue directo, sincero y preciso, ya estaba agotado de tener que guardarse todo y soportar su colapsos mentales. 

Jungkook quedó en blanco, intentado creer que su bello novio no había dicho aquellas palabras, pero que decía... ¡Lo había escuchado claramente y sí las había dicho! 

—No hablas en serio, ¿cierto? —espetó Jungkook. 

—Lo hago. 

Jeon se levantó y comenzó a caminar por toda la sala de un lado a otro mientras se pasaba las manos por el rostro, ese tema era poco tratado y para el azabache era intocable, no le gustaba la idea de ir a ese lugar, le atemorizaba, le horrorizaba. 

—No puedo ir a ese lugar —tartamudeó Jeon halándose sus cabellos. 

—¡No es que no puedas, es que no quieres! —aclaró Taehyung levantándose, se acercó al azabache y de un manotazo lo obligó a soltarse el cabello. 

Los ojos oscuros de Jeon miraban los ojos claros de Kim, ambos parecían querer mirar más allá de sus iris, mirar más profundo, mirar sus almas. 

Taehyung quería mirar el alma de Jungkook, quería saber la razón de las acciones del azabache, porque por más absurdo que sonase; Taehyung no conocía la(s) razón(es) por la(s) cual(es) Jungkook consumiese esas sustancias. Y el menor le preguntaba a Jeon, sin embargo, esté respondía con un: "Es una forma de relajarme y olvidar la realidad por unos momentos" 

El pelirrosa ya no sé creía tal mentira. 

—¡¿Esta es tu manera de querer deshacerte de mí?! —bramó furioso el mayor, su voz sonó desgarradora y dura, casi, Taehyung, pudo sentir como la garganta del contrario se lastimaba. 

Kim lo miró incrédulo. 

—¿Qué? 

—¡Ja! —Jeon soltó una risa sarcástica mientras su expresión se endurecía— ¿Podrías decirme la verdad? 

—¿Cuál verdad? —Tae frunció su ceño, confundido. 

—Taehyung, por favor, simplemente admite que ya no me amas —las palabras salieron con tanto dolor que para los dos chicos fue como sí les atravesaran una daga en el corazón. 

—¿Cómo se te ocurre decir semejante cosa? —el menor le miró dolido. 

—Porqué es la verdad. 

—¿Vamos a hablar de verdades, Jungkook? —una sonrisa resentida curvó en los labios del pelirrosa— Bien, empecemos contigo, ¿Por qué consumes drogas? Llevamos más de seis años de relación y en ningún momento me has respondido mi maldita pregunta con sinceridad, y me parece doloroso que penséis que ya no te amo porque te lo he dicho siempre: Tú eres la única que persona a la que he amado con cada partícula de mi ser. 

Jungkook tragó en seco y desvió la mirada, por un momento perdió su voz. Quería responderle a Taehyung, pero se le hacía imposible. 

Tae pareció notar el conflicto interno que estaba teniendo Jeon y comprendió. 

—No quieres hablar del tema, ¿cierto? —la profunda voz del menor sonó en un susurro débil. 

Jungkook negó con la cabeza, como respuesta. 

—Bien —fue lo último que dijo Taehyung antes de dar media vuelta y salir de la sala para ir a su habitación, donde estando allí cerró la puerta detrás de sí, para apoyarse en esta y deslizarse lentamente mientras ahogaba sus sollozos en la palma de su mano. 

Por otro lado, el azabache permanecía inmóvil en su lugar con la cabeza gacha, el ambiente que se había creado le estaba asfixiando y quería salir corriendo, pero no podía en ese momento, no cuando había jodido las cosas con Taehyung. 

—Joder, eres un imbécil Jeon —gruñó golpeándose la cabeza con su puño. 

╰─────────✧──────────╮

—Así que le has dicho —reafirmó. 

El contrario asintió cabizbajo. 

—¿Cómo se lo ha tomado? —preguntó. 

—Mal, demasiado mal —respondió susurrando. 

—Bueno, tampoco podéis esperar a que os sonriera y te dijera: ¡Claro que sí, mi amor, voy a ir a ese lugar para dejar de ser un drogadicto y darte la atención que os merecéis! 

El pelirrosa sintió como los ojos se le aguaban por las palabras de su mejor amigo, empezaba creer que había sido mala llamar a Min YoonGi en ese momento. Su mejor amigo solía ser un ser realista y cruel en momentos menos apropiados, como ahora 

—YoonGi —susurró el menor, mordiéndose el labio inferior. 

—Bien, bien, ya me callo —bufó el pelirrojo—. Pero pensadlo bien, ¿Esperabais una reacción buena?  

Tae se quedó en silencio, siendo esa una respuesta suficiente para el mayor. 

—Ya veo —masculló Min negando con la cabeza— ¿Realmente os creías que tendría una buena reacción? Sos muy ingenuo, Kim, demasiado. 

—Ya, lo he pillado, no es necesario que lo recalques —siseó Tae mirándolo de mala manera. 

—¿Ahora que pensáis hacer? —cuestionó el mayor empinando la copa de vino— Porqué estoy seguro de que estáis pensando como arreglar el problema con Jeon. 

Y Min no se equivocaba, Taehyung llevaba pensando en como arreglar las cosas con el azabache hacía una semana (eran dos semanas en las que le había comentado de aquel lugar a Jungkook). 

—Deberías dejad de pensarlo tanto e ir a hablar con ese chico —sugirió YoonGi sirviéndose más vino— Te puedo jurar que él esta igual o peor de lo que estáis tú. 

Taehyung por un segundo dejó de respirar y pensar. Peor... Peor... Que estáis tú...

—Joder —balbuceó y la manera tan repentina y violenta en la que se levantó del suelo dejó a YoonGi aturdido, tanto que casi deja caer la botella de vino sino fuese porque la agarró con fuerza, obviamente no dejaría que se cayese la botella ¡Prefería que se lastimase Taehyung que la botella! 

Mentira. 

El azote fuerte de la puerta principal retumbó por toda la casa, mientras un Min YoonGi intentaba procesar lo ocurrido recientemente. 

╰─────────✧──────────╮

Créditos del edit a quien correspondan. 


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