-Qué? Da-Dakota!.- Sé que a través del teléfono esta emocionado, sorprendido, confundido...

-Sí, soy yo, volví a casa!.- Otra vez lloro oh Dios no eh parado de hacerlo.

-Do-donde estás?.- Esta nervioso.

-En mi casa idiota.

-Voy de inmediato.- Y... Cuelga.

-Qué te dijo?.- pregunta papá.

-Viene de camino.- Le sonrío y le vuelve a dar un abrazo.- Espero y esto no sea un sueño como la otra vez que me pusieron la droga y estuve dormida por varios días.

-Y Jamie?

-En la escuela. Debe estar por llegar.

-Ah sí, verdad.

-No sabes el infierno que viví sin tí...- Dice papá con tristeza.

-Los dos vivimos un infierno, pero te aseguro que él mío fue mucho más peor!

Minutos después...

Se escucha el timbre de la puerta y voy corriendo a abrir.

Cuando abro la puerta veo a Jack con una bolsa de regalo, nos quedamos inmóvil por varios segundos hasta no poder y nos damos un abrazo fuerte como si tuviéramos la vida sin vernos hasta que las lágrimas resbalan por nuestras mejillas y caímos postrados al suelo.

-Tenía tanto miedo de haberte perdido para siempre.- me pone ambas manos en la mejilla llorando y por supuesto hago lo mismo.- Tenía mucho miedo de haber perdido la vida, de perder a nuestro bebé, a mi familia, y de perderte a tí para siempre...Viví un infierno, pero gracias a Dios estoy aquí. Junto a tí.-Río y lloro a la vez de la emoción.

Y... nos damos un largo beso.

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Luego de explicar todo lo que pasé, se quedan estupefactos, mi padre está intacto pero aún así esta tratando de ser fuerte hasta que no soporta más y llora, mi hermano hace lo mismo y los dos me abrazan, mientras que Jack acaricia mi vientre y me apapacha contra él.

-Tengo hambre.- Todos ríen.

-Siempre tienes, te traeré algo.- Dice mi hermano.

-Oye!

-Qué?

-Esto es tuyo?.- Me entrega la bolsa que antes había traído Jack.

- Creo que sí.

Abro la bolsa y wow no puedo creerlo! La trilogía completa de 50 sombras de grey! DIOOOOOSSS MUERO DE TANTO AMOOOOR.

-En Serio!.- Mis labios se forman en una gran (O) de lo sorprendida que estoy. Le abrazo fuerte y golpeo el suelo con los pies varias veces.

-Te acordaste de esto... - Le musito.

-Nunca me olvidé, ni me olvidaré de tí muñeca...- Murmura.

-Y desde cuando lo tienes?

-Después que me dieron la noticia que desapareciste, decidí comprarlos con la esperanza de que algún día volverías y porque me hacía recordarte.

-No perdiste la esperanza, aparecí!.- Sonreímos.

-Aquí está tu comida.- Me entrega Jamie.

Al rato me canso de tanto hablar y me levanto del sofá, decido subir a darme una ducha.

-A dónde vas?.- Pregunta Jack.

-Voy a darme una ducha, la extraño.

-Ven te ayudo a subir las escaleras.

-Oye no estoy paralítica, yo puedo sola.- Le sonrío ladeando la cabeza.

Voy subiendo las escaleras y de la nada se me entra un mareo, me quedo parada unos segundos hasta que se me quite y se vuelve peor y me siento, ahora me duele la panza, y la cabeza oh no, por favor ahora no es el momento. Mi respiración se agita tanto que logran escucharme y vienen corriendo hacía mí.

-Dakota, Dakota respira.- Jack se sienta a mi lado.

Mi papá llama a una ambulancia.

Mis ojos se empiezan a cerrar creo que la droga aún no ah salido de mi sistema y eso me mantiene débil, bueno no sé!

-Nonono no cierres los ojos!.- Me grita Jack y Jamie.

Trato, pero no lo logro soportar y los cierro.

Cuando los logro abrir débilmente veo que estoy en una camilla me llevan corriendo hacía una sala y Jack me mira y me dice que todo va a estar bien, qué estaré bien solo estoy débil. Vuelvo a cerrarlos.

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Despierto leve y todos están a mi lado, hasta mi mejor amiga.

-Estoy feliz de que estés bien, te extrañé mucho .- Sonríe y me besa la frente. Luego me acaricia la palma de mí mano.

-Yo también...-Mi voz es débil.

Entra el doctor.

-Doctor que es lo que tengo?.

-Estas muy débil, no es nada grave, pero tenías poca sangre en tu cuerpo y te hace falta una buena alimentación.

-Pues como iba a comer si estaba secuestrada.- Le digo mientras muevo la cabeza a los lados, me siento incómoda y me duele el cuello.

-Sí, lo siento, ya tu padre me dijo la situación, pero me temo que tú bebé no nacerá normalmente sano.

-Lo entiendo.- Susurro triste.

-Cuanto tiempo estaré aquí?

-Para mañana estarás mejor, solo encárgate de alimentarte bien para qué no vuelva a suceder.

-Gracias doctor.- Bien- Dice y se va.

Me giro a ver a Onika.

-Me alegra que estés aquí, creo que debes de contarme de muchas cosas pero puedes dejarme a solas con Jack?.- Le sonrío.

-Sí claro, estaré fuera con tu padre y tú hermano.

-Oye, estaba pensando que no quiero recorrer riesgos y quisiera tener al bebé pronto, qué opinas si programo una cesárea.

-Lo que desees está bien.- Me besa la mano.- Creo que es buena idea.

-Estoy desesperada por ver a mi hermosa hija.

-Yo también.- Su rostro muestra mas que felicidad.

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A la mañana siguiente me hacen la cesárea, estoy tan feliz, todos están aquí, menos mamá, la persona que siempre quise que viera este momento, cuanto la extraño, ya son casi 7 años, y pareciera como si hubiera muerto un milenio.

El llanto de la bebé me saca de mis pensamientos.

Todos están llorando pero no tanto como yo. La cargo en brazos es tan hermosa, mi pequeña... la amo desde el primer día en qué supe que existía.

-Como la llamaremos?.- Dice Jack.

-Freya.- Sonrío.- Significa "Diosa del amor".

-Me gusta el nombre.- Jack me besa.-Ahora tienes que descansar, duerme.- Me acaricia el pelo.

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A los pocos días Jack compra una casa cerca de la mía, aún no vivimos juntos, bueno todavía no eh aceptado su propuesta de vivir los tres juntos, todavía no hemos hablado bien de eso, no puedo hacer una estupidez como siempre. Y mientras tanto estoy viviendo en mi casa normal con papá, Jamie y mi hermosa pequeña Freya.

La admiro desde su cuna, tienes rasgos de los dos, llora mucho como yo.

-Por qué entras sin tocar?.- Le digo seria. En verdad no se por qué le hablo mal JAJAJA. Soy así.

-Estamos juntos no?

-Pues no!, no estamos casados.- Ruedo los ojos.

-Y no quisieras que lo estuviéramos?

-Pues...- Levanto la mirada y no puedo creer lo que pasa.

-Dakota Hudson, Te amo, siempre te eh amado, desde el día en qué me tropecé contigo aquella vez en la escuela y te quedaste mirándome como boba, nunca te eh olvidado, se mía, comparte tu vida conmigo cariño, cásate conmigo! .- Dice todo arrodillado con un anillo en sus manos y veo en su mirada lo entusiasmado y alegre que está.

Me quedo pensando unos segundos, hasta que logro decir que sí.

-Sí, sí.- nos abrazamos y damos un corto beso.- Uyyy que cursi wex.