37
El abrió sus ojos.
Estaban rojos.
Las lágrimas recorrían sus mejillas.
Intento girarse para que no lo viera.
Pero lo detuve.
Una sonrisa triste apareció.
Su cabello estaba desordenado.
Estaba sin camiseta.
Solo tenía un pantalón holgado puesto.
Le pregunte si quería hablar.
Simplemente negó.
Me dijo que me fuera.
Me grito que lo dejará solo.
Que fuera egoísta como siempre.
Que me fuera.
Que huyera.
Pero con lágrimas en mis mejillas negué.
Avance y lo abracé.
El no se movió.
Solo sentía las lágrimas mojar mi hombro.
Pero no me separe.
No lo dejaría esta vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro