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Jimin despertó gracias a los destellos de sol que se colaban por las cortinas del hotel en dónde su hyung y él se habían hospedado la noche anterior. Busan les había recibido con lluvia y habían pedido la cena en la habitación antes de tomar un baño, charlar un rato e irse a dormir.
Sonrió con pereza al sentir la mano de su alfa en su estómago, Yoongi era la cuchara grande y lo mantenía firmemente pegado a su pecho.
Se acomodó mejor antes de volver a cerrar los ojos, dispuesto a continuar su sueño.
Lo que para él fueron segundos después, sonó la alarma, indicando que tenían que iniciar con su día. Sintió a Yoongi estirarse sobre de él para alcanzar su celular y apagar la alarma, volviendo a envolverlo en sus brazos y besando su mejilla rellena.
-Buenos días, cachorro -murmuró con la voz ronca, olfateando el aroma que desprendía el cuello del omega- ¿qué quieres de desayunar?
-Waffles -susurró, estremeciéndose al sentir cálidos besos en su piel- y fruta.
-Bien -el mayor dejó un beso en su mejilla y se levantó, tomando el teléfono del hotel y marcando para pedir su desayuno, agregando un café y avena antes de colgar- mi junta es a las 9, probablemente termine hasta las 12, después tengo que ir a la empresa asociada y verificar que todo esté en orden; volveré para comer contigo y después tengo que hacer una conferencia por videollamada y cuando termine trataré de arreglar los documentos necesarios para la junta de mañana -Jimin le miró asombrado por todo el trabajo que su hyung siempre tenía- lo siento, trataré de hacer lo posible por al menos tener un día libre y salir contigo.
-Está bien, Hyung, ya me habías dicho que este viaje era por trabajo -el omega se sentó en la cama, estirándose, haciendo que la camisa del pijama que le había robado a su hyung se alzara y mostrara sus boxers y su ombligo, lo que llamó por completo la atención del alfa- puedo ver televisión y leer los libros que me compró, no se preocupe y trabaje duro.
Yoongi parpadeó cuando Jimin se acomodó la camisa y suspiró.
-Bien, pero si necesitas algo, dímelo -pidió.
Ambos se asearon antes de que el desayuno llegara.
-Hyung -le llamó Jimin sin apartar la mirada de su celular mientras Yoongi terminaba de hacerle el nudo a su corbata- ¿puedo pasar tu próximo celo contigo?
-Siempre me acompañas en mis celos, cachorro -dijo Yoongi sin inmutarse mucho, parándose junto al omega- ¿por qué preguntas?
-Pero... -el omega se sonrojó, evitando la mirada del mayor, sin levantar la vista del celular- esta vez quiero de verdad pasar tu celo contigo. No solo acompañarte mientras te llenas de supresores. Quiero... Quisiera hacerlo contigo.
El silencio reinó la habitación antes de que Jimin sintiera completamente que la sangre subía a su cabeza, lanzando el celular a sus pies y haciéndose bolita en la cama mientras se escondía entre las almohadas.
-Oh no, Minnie, espera -Yoongi se agachó, doblando una rodilla sobre la cama para tratar de quitar las almohadas de la cabeza de Jimin, quien se encontraba abochornado- Cachorro, hablemos bien de esto, anda, déjame verte.
-No, olvida lo que dije, ya no quiero -dijo con la voz ahogada por las almohadas- era una broma, hyung.
-Te creo -dijo, sin evitar que una risita divertida saliera de sus labios, haciendo que el omega hiciera ruiditos de vergüenza, pataleando para que el alfa se le saliera de encima- ya, perdón, no me estoy burlando, es solo que eres adorable.
-Ya vete, Hyung -por fin salió de su escondite con el cabello revuelto y un puchero en los labios- se te hace tarde.
-Bien -sonrió- pero cuando regrese hablaremos de esto.
El alfa le dejó un pico en los labios antes de despedirse, tomar su carpeta y dirigirse a la sala de juntas del hotel en donde sus socios ya le esperaban.
Era la primera vez que Yoongi veía a la persona que se encontraba frente a él. El hombre despedía a los demás socios hasta que llegó el turno de Min Yoongi, el socio principal de esa junta.
-Señor Min -saludó el joven alfa con una sonrisa- es un placer conocerlo.
-Señor LuZitao -asintió Yoongi al saludo, sin poder dejar de ver al hombre, sabía que nunca lo había visto en persona hasta el día de hoy, pero tenía algo que le hacía reconocerlo.
-Supongo que sabe que tengo relación con su pareja, señor Min -Yoongi asintió- el mundo es pequeño, creí que jamás tendría que volver a pisar esta tierra maldita, pero aquí estoy y, casualmente, usted también.
-¿Tierra maldita? -preguntó el mayor con curiosidad.
-Aquí fue en donde mi hermano mayor tomó la peor decisión de su vida, jamás terminaré de guardarle rencor a Busan, mucho menos a la alfa que me arrebató a mi LuHan.
-Vaya... -Yoongi llenó sus pulmones con aire, ansioso- así que eres el hermano menor del padre de mi omega, eres tío de Jimin.
-Y su único familiar con vida, tu reacción me hace comprender que Jimin nunca abrió la caja que le envié.
-No, aún no se atreve a hacerlo -Yoongi se desató un poco la corbata- y no eres su único familiar, tiene a Taehyung y me tiene a mi.
-Claro, el hermano y su pareja -dijo, restándole importancia, un acto que hizo a Yoongi ponerse alerta junto con su lobo.
-¿Por qué no se lo dijiste, cuando fueron a verte? -preguntó curioso, era extraño.
-Tenía que cerciorarme de que lo que decía era verdad, investigué hasta descubrir que Jimin llevaba genes Lu, aunque al verlo lo supe de inmediato, es una viva imagen de mi hermano.
-Incluso tiene un parecido a ti -señaló Yoongi, comprendiendo de dónde venía ese reconocimiento para con el alfa menor.
-¿Cómo está él? -preguntó, viéndose vulnerable de repente al bajar la mirada, para después recomponerse y mirarle con curiosidad.
-Bien, de hecho... -dudó, pero al final respondió- me acompañó a este viaje, se encuentra en nuestra habitación.
LuZitao asintió, tratando de no parecer interesado. Yoongi se rascó la nuca.
-Iré por él para ir a comer al restaurante del hotel en donde nos hospedamos, ¿nos acompañas? -preguntó.
LuZitao se lo pensó por un momento antes de aceptar, por lo que acordaron una hora y cada uno se marchó a sus lugares de descanso.
Mientras tanto, Jimin se encontraba abochornado, cubriéndose la mitad de la cara con una de las almohadas del sofá, sus ojos eran los únicos descubiertos y se preguntaba el por qué había decidido solucionar sus dudas con esos dos.
Por que son las únicas personas de tu edad con las que hablas, pensó, abatido.
-Esto es incómodo -habló por fin su hermano a través de la videollamada que se habian hecho por la tablet del rubio- te quiero, hermano, pero ¿no deberías hablar de estas cosas con otro omega? ¡Auch! -se quejó al recibir un codazo en las costillas de parte de Jungkook, quien se encontraba a su lado.
-Es tu hermano, deberías estar agradecido de que te tenga la confianza para hablar de esto contigo -le regañó el menor.
-Si, pero, estamos hablando de mi hermano omega y de tu hermano mayor, es incómodo, admitelo -Jimin y Jungkook suspiraron a la vez. Si lo era.
-Lo siento, no tengo a quién más pedirle consejos -un puchero se instaló en sus labios. Había sido un error- tal vez pueda preguntarle a Jin hyung.
-¡No! -Jungkook negó, formando una "x" con sus brazos- Jin hyung molestará a mi hyung si tu le pides ayuda, pensará que Yoongi no te esta cuidando como debe.
-¿Entonces qué hago?
-Te ayudaremos, no sé mucho sobre relaciones, pero al menos sé lo básico, o lo que hemos aprendido Jungkook y yo -Jimin sonrió cuando escuchó a Jungkook decir "y Hobi hyung" por lo bajo- pero opino que con quien deberías hablar de esto es con Yoongi hyung, estoy seguro que el te explicará con paciencia, ¿acaso no te ha dado la confianza suficiente?
-Si -murmuró, abrazando con mas fuerza la almohada entre sus manos.
-Jimin, ¿Cuál es la prisa con todo esto? -preguntó el alfa menor- que yo sepa, no habías estado tan interesado en el tema hasta ahora, y estoy seguro que mi hyung no te apresuraría a nada.
Pero Jimin no respondió.
No explicaría el por qué.
Y era tan sencillo como que nadie entendería su motivo.
Pero tenía miedo.
Eso era en resumidas cuentas.
Tenía miedo de temer tener relaciones sexuales con Yoongi.
Antes del horrible tormeto de su vida como lo fue el secuestro de Tarhyung y él, había avenzado en conocer su cuerpo y su sexualidad.
El tacto de su hyung, junto con las atenciones que le daban habían sido experiencias increíbles y placenteras que habían borrado todo los recuerdos malos desde su infancia.
En cambio, después de todo lo vivido de nuevo en manos de Él y, a pesar de haber ido a terapia, Jimin se descubrió temiendo del solo pensar en tener sexo.
Habían pasado meses de su secuestro y el viaje a Hongkong, Jimin ansiaba superar por completo todo el daño que aún se rezagabaa en su corazón. Sabía que Yoongi cuidaría muy bien de él. Siempre lo hacía.
Pero no quería llegar completamente a ciegas.
-Jimin -Taehyung le habló, mirándole con cariño- no sobrepienses las cosas, te ayudaremos, ¿si?
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