10. Gruñidos- Big Boy
Harry no se considera alguien celoso o posesivo, únicamente le gusta mantener sus pertenencias lejos del alcance de otros. Tal como ahora.
—¿Soy la única que esto le parece tan raro?
Cuestiona Pansy incómoda de ver como el niño de oro se encuentra sentado como un intruso en la mesa Slytherin.
—No hablen de mí como si no estuviera aquí.
—Entonces como te decía, Blaise.
Dice la chica recalcando el nombre de su amigo dando a entender que Potter no era bienvenido a la conversación de la que es el protagonista. Para Draco era indiferente, había desarrollado una increíble habilidad para ignorar la presencia del ojos de vitrina.
La "conversación" siguió su rumbo, con Pansy dejando en claro cuando repudiaba tener a Potter en la mesa, Zabini apoyando a la mujer y Harry observando detenidamente a lo que ahora considera una pertenencia sin serlo realmente.
Malfoy se estaba hartando, y más con el constante golpe a su pierna propina de Harry cada que hacía un movimiento, pero lo que realmente le interesó fue el escuchar un sonido curioso.
—Haz lo que se meta en gana hacer con un carajo.
Desiste molesta Parkinson haciendo que Harry emita un gruñido molesto desde lo más profundo de su garganta haciendo vibrar el cuerpo delgado del Príncipe de Slytherin quién sin querer movió levemente su oreja al captar ese sonido tan de su agrado.
—Bien bola de inútiles, hay que irnos el descanso terminó.
Anuncia rápidamente Malfoy buscando una excusa convincente para huir de ese sitio lo antes posible, necesitaba relajar sus nervios y su corazón desenfrenado.
—Tienes razón, te acompaño entonces. Tenemos Pociones ahora.
Nunca jamás en su vida odio pociones, hasta ese momento, él solo quería darse un respiro del idiota rajado, necesitaba con urgencia hacerlo; en el trayecto al salón todo fue silencio entre ambos, Harry no encontraba las palabras adecuadas para iniciar una conversación y Malfoy simplemente no tenía intenciones de hacerlo.
—¡Hey Malfoy!
Exclama un chico Ravenclaw mientras que, con el permiso de Dios porque suyo no, le pasa un brazo al rededor del cuello. Cosa que fulmina Draco pero Harry se encarga de emitir otro de sus odiosos gruñidos llamando la atención del "Invade espacio personal".
—B-Bueno, fue un gusto verte.
—Un disgusto verte, no te me vuelvas a acercar tarado.
Espeta Draco pasando de largo del chico mientras trata de caminar de manera decente, ignorando el claro temblor en sus piernas a causa del gruñido animal del animal ahí presente.
—Llega tarde Señorito Malfoy.
Espeta Severus enarcando una ceja al ver la asquerosa compañía que su ahijado solía tener últimamente.
—Ya estoy aquí, ¿No?.
Responde Malfoy tomando asiento en su lugar, da un respiro profundo tratando de traer paz a su cuerpo y mente, cosa que es interrumpida por una mano que le acaricia deliberadamente la espalda; Draco se exalta y se aparta de prisa.
—¿Qué diab-
—Hey, Malfoy, que coincidencia verte.
"Coincidencia mis huevos" Piensa la serpiente frunciendo su ceño con molestia casi fingida, tomará agua más tarde para ahogar las estúpidas mariposas que se forman en su estómago.
Harry mantiene su radiante sonrisa, no le interesa en lo más mínimo lo que sea que Snape estuviera vociferando, sus esmeraldas únicamente captan el distintivo color blanco de la piel ajena y piensa en lo mucho que le gustaría tocarla.
—No me mires con esos ojos, maldición.
Susurra el Slytherin un tanto inquieto por la atención que recibe, no lo confundan, le gusta la atención pero esa clase de atención que el salvador le da podría alterar a cualquiera.
—Me deslumbras Malfoy al mismo tiempo que me derrumbas.
Dice ensimismado en el rojo carmesí de los pómulos afilados del heredero Malfoy.
—Señor Potter, supongo que tiene el tiempo para poder decirme las propiedades de los ingredientes que acabo de mencionar, ¿No?.
Menciona el profesor mientras bate su capa, Potter observa a todas direcciones menos a la enfurecida mirada de Severus.
—Sea atento y menos cabeza hueca, 10 puntos menos para Gryffindor.
[...]
"¿Qué mierda es está situación?" Trata de resolver Draco mientras se encuentra atrapado en los cubículos de los baños con el idiota que parece ser su verdugo siempre.
—Si tan solo no fueras tan arisco.
—Oh, ¿ahora es mi culpa?, que te parece si dejas de acosarme como un enfermo.
Hace no más de una hora se dió el respectivo descanso donde varios aprovechan para poder comer y Malfoy para refrescarse del sofocante y continuo estrés, ciertamente este juego del gato y ratón empieza a aburrirle.
Pensaba en ello mientras se mojaba el rostro, a través del espejo sobre el lavabo logró divisar el rostro de sus pesadillas, se giró encarando a la presencia molesta que tenía la osadía de invadir su espacio.
—¿De nuevo?
—Es el baño, no porque este aquí significa que te esté siguiendo.
Draco chasquear su lengua con fastidio y se dispone a irse, pero no sin antes aclarar ciertos puntos. Harry observa la esbelta figura, desde que tiene memoria de su estadía en Howgarts recuerda que siempre a sido así, tan delgado y pulcro, su cabello siempre lleno de litros de gel pero ahora parecía tenerle más piedad y lo dejaba libre de esa capa pegajosa.
—Escucha maldito, es suficiente de esto.
—¿Te refieres exactamente a...?
—No finjas demencia.
Harry sonríe, le gusta como es que Draco parece notar todo lo que hace, eso o él es bastante obvio con sus intenciones. Malfoy le analiza de pies a cabeza buscando descifrar esa sonrisa que solo le trae malos augurios, sumido en sus pensamientos únicamente pudo sentir la fuerza con la que fue jalado hacia el contrario.
—ah... Draco, eres tan predecible.
—¿Qué quieres decir con eso, eh?
Dice el chico esbelto pellizcando el brazo del moreno, antes de emitir un sonido pudo captar los pasos de algunas personas acercándose, pudo haberse alejado, pudo incluso fingir demencia pero en su lugar arrastra al chico de oro hacia un cubículo, algo tan cliché a su parecer.
Eso nos trae a la situación actual, con simpleza podía salir de no ser que el chico Potter se encontrara con él, parecería tan raro, más de lo que le gustaría y a decir verdad prefiere ahorrarse el drama.
—Uhm, si querías tenerme a solas no había necesidad de encerrarme, Draco. —Dice con una sonrisa burlona recibiendo una fuerte pisoteada. —Ugh... no hay porque ser tan agresivo.
—Cállate mierda, esto es tu culpa en primer lugar.
—¿Mi culpa?, disculpa pero la víctima aquí soy yo.
Draco chasquea la lengua con fastidio a la vez que rueda los ojos, da un rápido vistazo por la abertura de la puerta, esos idiotas no parecen querer irse pronto.
—Vaya mierda. —Se queja Malfoy restregandose el rostro con sus manos.
—Venga, no todo tiene porque ser malo, al menos estamos los dos en esto.
"Y esa es la peor parte de todo este asunto" Piensa el Slytherin hastiado, aunque una parte de él se convence que puede ser bueno, no de manera decente pero puede serlo.
Harry por su parte observa la inquietud del contrario, le parece chistoso el cómo trata de aparentar tranquilidad mientras sus piernas parecen padecer de un parkinson; se rie para sí mismo al recordar que así se apellida la amiga de Malfoy, extrañando al chico.
—¿Y ahora que diablos te pasa?, eres raro.
Potter sonríe y se acerca al rubio.
—Sonríe, Malfoy, te van a salir arrugas de tanto tener esa cara de estreñido.
—Que te importa.
—Cara de torta.
Harry se carcajea mientras Draco le propina golpes en su pecho, la discreción quedó en segundo plano. Cuando cesa su risotada se dispone a acariciar el cabello contrario, únicamente juguetea con las puntas, Draco se resigna y se deja hacer de alguna manera que no sabe explicar se siente tan tranquilo como intranquilo con el salvador.
—Que cabello tan cuidado, de seguro paga impuestos.
—Ya quisieras tener este cabello, nido de pájaros.
Potter realiza un nuevo acercamiento y aspira el aroma del Slytherin, colonia cara, muy cara; Draco suelta un suspiro que acaricia los tímpanos del hombre robusto y lo apega más a su cuerpo, la situación escala a un nivel tan íntimo de golpe para ambos . Ninguno parece tener la intención de alejarse, más bien se acercan mutuamente, la pierna de Draco roza zonas extrañas que logran sacar gruñidos de lo más profundo de Harry, quién apega al chico delgado de manera posesiva y casi desesperada. El ambiente era extraño.
—Hueles maravilloso, no quiero ni imaginar cuanto gastas en esas cosas.
—¿Fue un cumplido o una ofensa?. —dice de manera temblorosa al mismo tiempo que siente el aliento del ojiverde tan cerca de su nuca y oreja. Se siente atraído.
Potter se contiene a sí mismo, pretende llevar todo con calma pero ese jodido temblor que Malfoy persistía en tener lo estaba enloqueciendo, deseaba tanto poder arrancar cada parte de estorbos en su ser, saciarlo de amor en lo más profundo de sus adentros, y arrancar hasta el último aliento de su garganta. Parecía como si narrara un asesinato.
Potter gruñe de nueva cuenta enervando cada nervio existente en el cuerpo delgado.
—Fue suficiente de eso, para.
Los labios del salvador rozan de manera suave el cuello pulcro y blanco, el Slytherin sin querer admitirlo ansía ese toque, casi se siente abrumado por ello.
—Draco, si no salimos de aquí pronto, tenerte tan cerca va a matarme. —Dice en una exhalación mientras besa la ropa que cubre el hombro de Malfoy, las manos blanquecinas viajan por los brazos morenos, delineando cada fibra de músculo.
—Al diablo.
Errático besa con fuerza los labios rosa del estupefacto Malfoy, sus labios acariciando casi en frenesí, siente sus dientes chocar, confuso Draco vagamente intenta devolver el gesto afirmando sus brazos al cuello moreno y su espalda la siente chocar en la pared del cubículo a la vez que una mano azota la pared con tal de mantener el equilibrio.
—mgh... ah...
—Oh Merlín.
Suspirando ambos se ven mutuamente con sus respiraciones irregulares, sus ojos reflejan el deseo contenido durante años, se sentían estimulados pero su razonamiento les dice que no es el lugar y menos el momento, sin embargo vuelven a unir sus labios acariciando con sus manos de manera desesperada como si ese fuera el último día de ambos, Draco suelta suspiros que ahoga la boca hambrienta de Harry quien apretuja su cuerpo contra Malfoy.
—Harry... basta, es su-suficiente.
—Solo déjame un poco, talvez sea esta la única oportunidad que tenga de hacerlo.
Draco se muerde el labio debatiendo.
—Puede no ser la última, solo si dejas de ser un idiota todo el tiempo.
—¿Me estás insinuando cosas, Draco?. —Dice sonriendo y dando un beso en la mejilla blanca que se cubre de un rubor notorio por la reciente acción.
Ambos comparten una sonrisa y buscando calmar sus cuerpos salen al cabo de unos minutos, aún no creía haber podido ser protagonista de una escena tan errática y a si vez intensa; piensa Malfoy.
Poco les importa si se perdieron una clase, no tenían cabeza para ello ahora. Únicamente su mente la ocupa los labios contrarios y el inminente deseo de probarse una vez más.
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