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『 S I X T E E N 』

—¿Qué ocurre? Esto en tu celo dices que no es nada.. —Lo molestó, azotando su pelvis contra su piel ya rojita.

Toda esa situación había escalado un poquito más, hasta el punto de que las nalgadas a sus lindos y redonditos glúteos ahora eran recurrentes, le gustaba ver cómo arqueaba la espalda con esto, como si de verdad le excitara ese pequeño dolor repentino que dejaba su piel ardiendo.

—N-no es un celo.. —Su voz jadeante se alzó para defenderse, le molestó cuando escuchó la risita de Nolan como si hubiera dicho algo tonto.

—Te mueres porque te inseminen, que te preñen sin compasión.. —Susurró en su oído.

Entonces lo apegó a la pared, Lou podía sentir ese corazón palpitando en su espalda, su respiración en su nuca que pronto la percibió en su oreja, mierda ¿Qué tenía con lamerle esa zona? Era tan provocativo.

—¿O me equivoco?.. —Preguntó con aquella voz que lo mataba.

—No es un celo y no, es un deber, no un gusto.. —Ya se estaba poniendo muy orgulloso por como lo estaba tratando, lo miró a los ojos, volteando un poco su rostro para que viera que hablaba en serio.

Nolan entonces sonrió, qué hipócrita. Se acercó ligeramente hacia él, hasta el punto en el que sus labios estaban por tener ese especial contacto.

El rubio se quedó congelado, mirando esos orbes desiguales..

—¿Y qué estás haciendo ahora, Louis?

Su respiración se detuvo por unos segundos.., maldito bastardo..

El castaño rió dulce por aquella reacción, era precioso.

Lo tomó de la mejilla con delicadeza y lo acercó a él para besar sus labios, sintiendo ese dulzor que secretamente amaba.

El rubio alzó sus cejas por aquel comportamiento y ese beso repentino que lo tranquilizó luego de sentir aquella vergüenza de estar haciendo ese acto sin ser parte del contrato. Nuevamente se dió..

Ese beso se tornó húmedo, parecía que Nolan quería nuevamente alcanzar hasta el máximo, explorar con su lengua aquella boquita no virgen del rubio.

—Mmh~.. —Practicamente le estaba follando la boca con esa húmeda y caliente lengua, incluso tomó al rubio por el mentón para tener más manejo.

El ojiazul se dejaba, era extrañamente excitante, y todo incrementó cuando sintió el falo del más alto comenzar con el vaivén nuevamente, soltó un gemido ahogado, sintiendo como Nolan lo tomaba con su mano libre su linda cadera.

Era una agonía no poder gemir por aquel ritmo tan intenso, apenas podía respirar, pero carajo, no quería parar ninguna de sus acciones.

[...]

—Listo.. —Se puso aquella manopla sutilmente, avanzando hacia la puerta del baño.

Ya podía saborear los besos de Louis, rogando por su regreso.

Sabía que tenía un plan detrás bastante comprometido y mucho mejor que solo pegarle a quien lo había reemplazado.

Pero no, era un chico tan impulsivo que al ver esta opción, carajo, no podía resistirse, era gloriosa la idea de destrozarle la cara. Es decir, ¿Qué tiene el tipo que él no tenga? Tks, pareciera que los años de experiencia no era suficiente para Lou.

—La va a pagar.. —Entonces puso la mano en el picaporte de aquel frío material.

Lo giró lentamente para no llamar la atención, podía jurar que podía alcanzar a escuchar con todo el ruido de la fiesta unos aplausos que obviamente no eran parte de la fiesta.

Gruñó a lo bajo y empuñó su mano, los tenía.

—Ehh, disculpe. —Tocó un par de veces el hombro del tipo de tez trigueña.

Volteó a ver quién era el causante de arruinar su momento, con aquella actitud tan altanera y molesta.

—¡¿Qué mierda quieres niñ-?!... —Se quedó sin habla al reconocer aquel rostro, con esa expresión que repudiaba tanto, sonrisa burlona, párpados relajados y ceja arqueada, como si le diera igual quien fuese él. —¿Eh?.. —Se encabronó entonces. —¡¿Rog-?! —Casi le da vuelta la cara con ese puñetazo que le dió justo en el blanco.

Cayó por esto, ¿Qué se creía? ¡¿Golpearlo a él?!

—¿No te han enseñado a no andar de mirón? —Preguntó el pelinegro. —Ah, sí, jamás tuviste educación, qué lástima. —Su tono era burlesco, lo trataba como a todo el mundo, ¿Qué le importaba a él si era el primer Inseminador de todos?

Todos voltearon a ver aquella escena, reuniéndose bastante gente, este tipo de cosas pasaba mucho en ese lugar, así que era pan de cada día, un pan que de verdad disfrutaban.

—Tks, mira quién lo dice. —Respondió Angel levantándose, limpiando la sangre que brotó por la partidura de su labio inferior. —¿Que no es castigado que un policía agreda a un ciudadano honesto?

—Mira, saco de pulgas, en primera, de honesto tienes tanto como para ser un político. En segunda, estoy en mi descanso así que yo solito me estoy buscando esto, es más, tu estabas pidiendo a gritos hace mucho un buen ajuste de cerebro. —Le respondió subiéndose las mangas al ver que se estaba acercando demasiado. —Y debo admitir que era el primero en la fila para arreglar eso, pero creo que necesitas más por lo que veo.

Roger no era un sujeto muy fuerte, pero tenía un entrenamiento y para él era suficiente.

—Sigue provocándome y haré que te rompas tan fácil como una ramita, maldito flacucho. —Le habló entre dientes, Roger arqueó las cejas, se estaba dejando intimidar y no podía permitir eso.

Entonces Angel se rió de lo ridículo que era el lanzar el primer golpe y luego temblar del miedo por una simple amenaza.

Se dió la vuelta, dejando en vergüenza al contrario, mientras se acercaba a la puerta.

Su cuerpo actuó cuando vió que iba a abrirla, se abalanzó hacia él y le dió unos buenos golpes en la cara.

Debía admitir que esto era tan satisfactorio, hace años conocía a este sujeto por Louis, pelearse con él era todo un desahogo aunque lo golpeara de vuelta.

Por alguna razón sentía que no era un golpe real, se sentía algo de metal entre medio, lo cual obviamente lo dejaba sin aire.

Angel sonrió y aprovechó de levantarse para comenzar a golpearlo en el estómago principalmente.

—¡¿Crees que no me di cuenta que hubo un tiempo en el que estuviste vigilandome?! ¡¿Acaso tu perrita Lou te envió?! —Lo golpeó en el rostro, ya era demasiado, pero nuevamente los papeles se invertían.

Con todo el asco del mundo el ojiverde mordió su mano, logrando ver esa manopla.

Este tramposo..

—¡Hijo de máquina! —Tuvo que frenar sus ataques, había dolido demasiado, aunque duró poco esto pues pronto lo agarró de su chaqueta, aunque fue extraño se le quedó mirando con una rabia en sus ojos.

A causa de esto, el pelinegro no podía recuperar bien el aire, por lo que le dió un buen rodillazo en la entrepierna de su contrincante, causándole un dolor horrible, incluso más que el de la mano.

—¡MIS BOTONES..! —Exclamó en un hilo de voz y se agarró esta zona cayendo de rodillas, sin antes soltar con brusquedad al contrario.

Entonces Roger aprovechó esto y se levantó tosiendo, recuperando el aire que necesitaba.

Solo podía escuchar esos gritos que exijían pelea, se quitó su zapato rápidamente antes de que Angel volteara a verlo y le dió un fuerte golpe con este en la cabeza, casi cayéndose el atacado en el acto.

—¡Ay, hijo de la-! —Se agarró la cabeza, llegando a saltar un poco por el dolor, había sonado fuerte ese golpe, pero claro, todo mundo reía por eso.

—A ver si se te acomodan las ideas.. —Habló algo jadeante, se lo merecía.

Angel luego de sobarse lo miró con un resentimiento horrible, entonces se acercó para continuar con esto.

El pelinegro se puso en guardia, parecía que el coyote seguiría intentando entrar al establo. Pero algo lo desconcertó, aquel pequeño brillo que delataba la trampa que usaba para golpear con más dureza había desaparecido por completo, ni siquiera estaba en su otra mano.

—¿Qué caraj-..?

—¡BASTA! —Aquel chico de lentes oscuros se interpuso entre ambos.

Roger parpadeó un par de veces.

—Ah, chinga, ¿Y este? —Preguntó desconcertado, el peliazul volteó a verlo.

Se quedó helado, era uno de los clientes diamante.

—Quítate principito azul, necesito arreglar cuentas con este entrómetido. —Dijo el primer Inseminador, tronando sus dedos.

—Principito la máquina que te parió. —Respondió Michael. —Miren usualmente amo las peleas que se dan en este lugar, pero ya se están pasando, estoy viendo más sangre de lo que debería. —Se cruzó de brazos. —Asi que más vale que se calmen o fuera los dos.

—Ja, ¿Disculpa? ¿Y quién eres tu para hablarme así? —Le preguntó el chico de desordenada apariencia.

—Eso debería preguntarte a ti. —Sacó su tarjeta con emblema de diamante, indicando su posición en ese lugar.

Se espantó de esto, no podía seguir con su insistencia, ante un cliente de alto rango, era posible ser sacado a la fuerza y claro, no quería eso, necesitaba entrar a ese baño.

—No creo que merezca estar aquí, siquiera está registrado. —Mencionó, causando que Angel lo mirara con unos ojos amenazantes, esta discusión estaba ardiendo, hasta algunos grababan el momento.

—¡Ja! Obvio que entré limpiamente, soy parte del club. —Reprochó el acusado.

Michael alzó una ceja, conocía a todo mundo ahí, menos a ese hombre tan necio, pensaba que sería un nuevo integrante.

—Claro, cuando uno es parte del club se le entrega una pulsera, ¿La tienes acaso? —Dijo el chico pelinegro, dejando al contrario algo nervioso.

—Claro que me la pasaron, pero se me debe haber caído mientras te partía el culo. —Rió, sonaba bastante convincente.

Se escuchó un resuello por parte de todos, Angel miró a su alrededor desconcertado.

—Ja, pregunta capciosa, animal. A los que pagan por una suscripción a este club les dan una contraseña semanal además de estar anotados en la lista, no se usan pulseritas. —Roger sonrió al ver cómo cayó redondito en su juego.

Angel se puso pálido, y es que se había delatado solo.

Prontamente los de seguridad llegaron, apenas el expulsado los vio trató de huir, pero fue agarrado por ellos.

—Ya se te terminó el juego, alimaña. —Habló uno de los dolls, quien retenía al rebelde sin control.

—Aún no. —Sonrió el hombre, si iba a perder, no perdería solo. —Debería ser ilegal traer artefactos para dañar a otros dolls, ¿No? —Roger escuchó esto, qué idiota.

—Exacto, como la manopla con la que me estabas golpeando, maldito tramposo. —Respondió el de orbes verdes.

—¿Manopla? —Michael miró a Roger, quien se veía bastante confiado.

—¿Tramposo yo? Revisa mejor tus bolsillos. —Sonrió el retenido con una malicia en sus ojos que aquel cliente de pase diamante había logrado notar.

El de tez pálida desconcertado introdujo una mano en su bolsillo, se congeló al sentir esa sensación de metal frío en este, sacando del mismo aquella manopla.

Todos a su alrededor comenzaron a murmurar, y prontamente, sin pensarlo más de dos veces comenzaron a abuchear al chico.

—¡Esperen! ¡Me tendió una trampa! —Trató de defenderse, pero la gente no pensaba, solo sacaban conclusiones apresuradas.

"¡Eres un tramposo!" "¡No mereces ser parte del club!" "¡Péguenle con la manopla a ver si le gusta!"

Carajo, escuchar tantos insultos, lo hizo sentir tan desprotegido, pero la impotencia fue aún más grande cuando vió a Angel salir ahora sin dar esfuerzo alguno para escapar, total, él había quedado como quien luchó sin hacer trampa.

Michael miró esto, frunciendo el ceño confundido.

Había algo muy raro en todo este asunto.

☽;; 𝐓𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐞𝐝𝐠𝐞𝐡𝐨𝐠 ;;☾

Hdp, llegamos a la meta en menos de dos días y yo diciendo que iba a descansar como por una semana JAJAJAJA

Ya, 90 votos para el siguiente capítulo, esta si no me la ganan [me van a papear]

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