—¿Emocionalmente débil? ¿Qué mierda dice esa máquina de mi? —Murmuró molesto al ver la hoja que le había entregado el rubio prototipo.

Era la copia sobre el análisis que la máquina había lanzado sobre el nuevo inseminador, es decir Nolan Hoffman.

Le sorprendía ver que estaban todos sus datos en esa plana algo larga.

Curioso leía e inflaba ligeramente su pecho cuando leía algo que le gustaba.

—10 de 10 en fuerza.., ¡Ja! Al fin le acertaste a una, máquina barata.. —Siguió leyendo, estaba en su tiempo libre por lo que leer sobre él se le hacía bastante curioso e interesante.

Traía información sobre sus capacidades y debilidades, al igual su efectividad a la hora de inseminar al prototipo, en esto era.. bastante bueno, digamos que expulsaba bastante fluido seminal como para ponerle un 9/10 en esta parte.

—Lindo, halagador, supongo.. —Murmuraba con esa paletita roja en su boca, extrayendo el dulce sabor de este.

—¡NOLAN! —Llamó su jefa, sobresaltando al castaño, quien dió un varonil grito.

—¿Q-qué pasa? —Habló con la mano en el corazón, intentando calmarse.

—¡Te he estado llamando todo el rato! ¡Tu tiempo libre terminó hace 5 minutos! —Le habló algo molesta de que la ignorara, siendo que lo estuvo llamando, mientras preparaba los pedidos de sus clientes.

—¿Qué? ¡A-ah, sí, claro! Lo siento. —Se levantó de su asiento, guardando la hoja del análisis, pronto tomó la bandeja con la comida ya en esta, mientras no habían pedidos a domicilio ayudaba como mesero en ese humilde restaurante.

No era el de los más finos, pero la comida era exquisita.

—Tenga, disfrute el almuerzo. —Hizo su trabajo, con mucho cuidado, no quería terminar sirviendole el almuerzo al piso.

—Este chico cada día está más pajarito. —Habló la anaranjada, siguiendo con lo suyo, cocinando mientras tarareaba, entonces suspiró profundamente. —La juventud..

De pronto su rostro reflejó sorpresa al escuchar el teléfono fijo de su restaurante, bajó la llama de la cocina y caminó hacia este para atender.

—Restaurante la gran longaniza, ¿En qué le puedo ayudar? —Habló jugando con el cordelito del teléfono.

—Buenas tardes, quisiera ordenar un pedido a la mansión Belle. —Se escuchó este prototipo hablar, mientras jugaba con su fino lápiz, haciéndolo girar por sus dedos, llegando a verse muy hipnotizante esto.

Wage casi se atraganta con su propia saliva.

—¡Oh, señor Belle! ¡Claro! ¿Qué se le apetece? Le puedo sugerir nuestro plato del día, un delicioso estofado de pollo con-.

—No, gracias, estoy buscando algo más.. sabroso.. —La voz de Louis sonaba un tanto deseosa de poder.. saciar su "hambre". —La verdad es que deseo algo más ligero, unas papitas mayo con un bistec estaría bien, tampoco quiero algo muy complicado. —Una suave risa adornó el final de su oración, mientras se removía con levedad en ese sillón, sentando de costado, lo que le permitía balancear sus piernas en un aire juguetón.

—Entendido, señor Belle. —Anotó lo dicho en seguida, sonrió al ver que ya estaba el pedido, no era nada difícil hacer ese almuerzo. —Estará ahí como en... 30 minutos. —Le dijo la de tiernos colmillos. —Mi repartidor Jaimito va a-.

—Espere, ¿Nilan no trabaja ahí o sí? —Se sentó rápido en su lugar al escuchar ese nombre.

—¿Se refiere a Nolan? Claro. —Alzó una ceja, esto le parecía.. demasiado sospechoso.

—Oh, pues, me gustaría que él trajera mi pedido. —Relajó sus músculos, más aliviado. —Hizo una atención excelente la última vez.. —Y no mentía.

—... Claaaroo.. —Entrecerró sus ojos y solo continuó. —Gracias por preferirnos. —Y pronto colgó, dejando a ese prototipo más tranquilo, por poco creyó que se había equivocado de lugar.

Y eso lo dudaba, pues en secreto le gustaba la comida tan hogareña de ese lugar, pero claro, alguien de su clase solo podía comer cosas finas para su paladar.

Pero por favor, todo mundo sabe que las hamburguesas son mejores que un simple platillo con unas dos tiritas de zanahoria, adornado con un nombre sumamente complicado, apenas alimenta y sale más caro que la chucha.

La anaranjada miró la libreta y simplemente la dejó sobre la mesita era mejor comenzar a trabajar.

Pronto sintió un olor a quemado.., entonces volteó viendo como la comida que estaba haciendo se estaba convirtiendo en comida para el fuego

—¡¡¡CHINGADA MÁQUINA, EL POLLO!!!

[...]

Ahí se encontraba una vez más, frente a esa mansión del terror para él, ¿Por qué necesariamente debía ir? Hay dos repartidores, por favor..

Soltó un suspiro, era solo entregar y escapar, nada más, era eso simplemente.

Además era martes, se supone que mañana era el "día de insemicomosellame".

Mierda, se la estaba pensando mucho.

Se quitó su casco y tomó su mochila con las cosas ya adentro, entonces miró una vez más esa puerta y sin más rodeos tocó el timbre, esperando pacientemente que su "otro jefe" abriera.

No tardó nada ver qué la puerta se abrió, dejando ver a ese chico perfectamente arreglado.

Se quedó callado al ver sus ojos de mirada absorbente, esos hermosos orbes.., su cabello dorado, perfecto para ser iluminado por el sol, resaltando el brillo de esta cabellera.

Y si hablábamos de su apariencia no podía faltar su vestimenta, podría ser la clásica, esa que amaba traer para dejar en claro la separación de clases, ni aunque se la pusiese mil veces pasaría de moda, simplemente era perfecto este traje para él..

Resaltaba sus caderas..

Podia pensar todo ello, pero de igual manera su rostro se mantuvo serio, sí, se veía mejor que la última vez que vino a entregarle un pedido, pero aun así, no quitaba el hecho de que sentía un profundo rencor hacia él.

—Bolan, qué sorpresa, no sabía que vendrías tú a entregarme mi almuerzo. —Se hizo el idiota, pero el contrario solo suspiró fastidiado.

—¿No le dijo a mi jefa que quería que solo viniera yo en vez de mi compañero? —Preguntó, notando como las pupilas del rubio se contraían mientras una risa nerviosa salía de entre sus labios.

—E-eh, ¿Y eso qué? Si quiero que me atiendan pues, quiero que se me atienda bien, una atención completa. —Usó de excusa.

—Y mi nombre no es "Bolan"... —Habló frunciendo el ceño, intentando aguantarse esto de salirse de sus casillas.

—¿Ah, sí? Juraba que sonaba como "Bolas". —Puso una mano en su mentón, pensando en esto, Nolan ya se quería ir, no soportaría estar con él un segundo de más.

—Mire, ya cállese y deme mi dinero. —Ya estaba harto, no lo golpeaba solo porque era su jefe.

—Oww, ¿Te molesta que hablemos, Noly? —Quiso fastidiarlo un poquito más. Pudo notar como se puso rojo de solo escuchar esto. —Dije una atención completa y hasta que me atiendas bien, no pienso pagarte. —Entrecerró sus ojos, sonriendo de manera victoriosa.

Mierda, el pecoso en verdad quería estamparlo contra el almuerzo que le trajo.

—¡Bien, bien! ¡Solo tome su almuerzo! —Le entregó el pedido, hablando en un tono bastante rudo.

Odiaba tanto tener que conocer a este loco sexual.

—¿Qué debo hacer para que me pague de una jodida vez? —Se cruzó de brazos, viendo como el rubio dejaba su pedido encima de una mesa cercana.

—Bailar.

—...

—¡Es chiste! ¡Por favor, riete una vez, malhumorado! Fruncir tanto el ceño te va a hacer ver más feo. —Rió adentrándose a la mansión. —Sígueme. —Solo ordenó aún soltando unas últimas risas hacia él.

Y ahí iba otra vez.., ¿Cuál era el jodido gusto? Cada segundo que pasaba con ese hombre de perfecto porte le enfermaba, le daba más razones para desvivirlo.

Solo suspiró y calló, caminando detrás de él, estaba seguro que lo obligaría a cometer alguna estupidez, pero debía hacerlo, Wage no le aceptaría que trajera las manos vacías.

Miró alrededor de la mansión, ¿A dónde iban?..

Carajo, realmente sentía que debía escapar de ahí.., no le importaba en lo más mínimo tener que compartir intimidad con ese hombre, siquiera se esforzaba por disimular..

Por favor, ese precioso y fino traje ajustado definía muy bien su cintura.., mientras que su pantalón estaba ligeramente apretado, logrando demostrar el buen trasero que tenía..

Si tan solo lo azotara una vez más.......

Mierda, ¡¿Qué estaba pensando?!

—¿Qué quiere? ¿Sabe? No tengo mucho tiempo. —Miró su reloj de mano, la verdad es que no quería retrasarse.

Louis volteó, mirándolo con esa sonrisa altanera, esa maldita sonrisa.., ya era muy tarde para escapar.

—Claro, claro.. —Entonces sin previo aviso empujó a Nolan hacia el sofá de la sala, posicionandose sobre él en seguida, era astuto, sabía que así no lograría escapar. —No tardaré mucho, ¿Si? —Sonrió inocente hacia él, mientras en el rostro del pecoso solo se pudieron destacar las pecas de su piel al sentir un repentino rubor inundar su cara.

—¡P-pero, hoy no es miércoles, no me joda! —Quiso empujarlo, pero su fuerza de voluntad no era la suficiente, pues al parecer Louis estaba perfectamente entrenado para poder levantar soldaditos.

El suyo se había despertado apenas sintió el roce de su trasero, haciendo fricción para estimularlo.

—Sé que no es miércoles.. —Rió dulce, sin dejarlo ir. —Pero hasta yo tengo necesidades sin tener que ser "activado" por la máquina.

Nolan divisó su sonrisa traviesa, logrando notar como le arrebató la gorra de su trabajo, colocándosela el de cabello sedoso, resaltando sus hebras doradas semidesordenadas.

Le quedaba espectacular.

—¿Cree que soy un juguete sexual?.. —Frunció el ceño al ver lo jodido que estaba siendo con él, pero el rubio ni se inmutó, al parecer no le importaba lastimarlo de esa manera.

—No.. —Dijo entre suaves y profundas risas. Lentamente acercó sus rostros, logrando divisar sus profundos y azulados ojos, más preciosos que la belleza de un diamante en bruto.. —Eres mi inseminador.. —Susurró, causando un dulce escalofrío al castaño, no pudo siquiera apartar la mirada de Louis..

Era.. atrayente..

Bueno..., un rapidín no le hacía mal a nadie..

☽;; 𝐓𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐞𝐝𝐠𝐞𝐡𝐨𝐠 ;;☾