Tomó sus manos y las puso sobre su pecho, se podía sentir el corazón acelerado del castaño, ¿Esto era alguna especie de efecto secundario a largo plazo o algo así? Desde que inició con esto de ser su Inseminador habían cambiado mucho las cosas.

En especial la percepción que tenía sobre él... ese ojiazul presumido que amaba los lujos tanto como tratar de inferiores a los demás.

Miró sus labios, posicionando una de sus manos sobre su mejilla para acariciar aquella rosadita zona carnosa.

Antes pensar en besarlo le causaba náuseas..., mierda, como había evolucionado toda esa situación...

Recién empezaba a sospechar que talvez no le gustaba tanto las mujeres como lo pensaba.

Al menos Lou le parecía muy atractivo, incluso en sus peores momentos, verlo con su cabello despeinado era un deleite visual.

—¿Nolan?.. —Lo nombró al ver que se había quedado hipnotizado.

Estos justamente eran los momentos en los que Louis no era capaz de controlar sus emociones, sus acciones.. sus pensamientos.

Nolan era un tonto, tenía toda la cara de inocente idiota, pero maldición, había algo en él que no se podía explicar, su estómago llegaba a arder por el simple hecho de querer besarlo.

Le daba una rabia horrible pensar en que un simple muñeco tan ordinario como ese le hacía sentir la carencia de estar junto a él cada que se podía.

El castaño solo sonrió, sabía en lo que estaba pensando, pues podía sentir en su mano el calor ardiente de su rostro, además de que el color de sus mismas mejillas lo delataban.

La distancia comenzó a acortarse, ya no lo aguantaba más, había pasado una semana desde esa última vez.

Y no hablaba de sexo, hablaba de poder disfrutar sus dulces labios.. era la mejor parte.

—Luces.. —Susurró cerrando ambos sus ojos sintiendo la respiración del contrario. —Precioso.. —Louis arqueó la espalda inconscientemente, necesitaba reprimir sus emociones para calmarlas.

Aunque fue interrumpido por aquellos tonos de llamada que se escucharon casi al mismo tiempo.

Cómo si las personas que hacían la llamada lo hubieran planeado.

Ambos se separaron antes de que pasara algo, maldiciendo a lo bajo.

—¡¿Qué?! —Respondieron al unísono el teléfono.

—¿Cómo que "qué", idiota? ¿Si estás viendo las noticias? —Le habló hacia Lou, aquel chico de cabello negro, extrañamente encerrado en un closet.

——

—¿Las noticias? ¿Por qué vería las noticias ahora, Michael? Las he visto toda la semana. —Respondió a lo que le preguntó su amigo.

—Pues será mejor que prendas la tele o seguro te perderás de mucho. —Respondió Michael con el control en la mano, mirando la pantalla.

——

—Roger, llamaste justo en el peor momento, ¿Si quiera valdrá la pena? —Preguntó tomando el control a su lado. —¿Además por qué hablas tan bajo?

Nolan iba a preguntar si podía encender la tele, pero al parecer Lou se le había adelantado.

—Créeme, eso es lo de menos, además más vale que te enteres en seguida. —Le respondió el chico.

Entonces encendió el aparato justamente en el dichoso canal de noticias.

El cuerpo de Lou se tensó.

"Finalmente el secreto revelado; Angel, ex pareja de Lou nos cuenta la verdad."

—¿Lou? ¿Lou, sigues ahí? —Preguntaba Roger antes de que le cortara por el shock aquel helado rubio.

—¡No, no! ¡Ese mal nacido le dirá a todos! —Empuñó sus manos, viendo su patético rostro en aquella entrevista.

—Michael te llamo luego. —Le avisó a su amigo al ver que el rubio iniciaba una rabieta.

Colgó y se levantó para ver a Lou quien se había acercado a la televisión, casi como queriendo golpearla.

—Tranquilo, si haces un escándalo ahora seguro tomarán sus palabras como la verdad. —Lo miró con preocupación.

—Es que ese... idiota.., ¿Por qué tiene que hacerme esto?.. incluso ya separados me hace la vida imposible. —Habló casi entre dientes.

—Eso es porque está obsesionado, es un enfermo. —Respondió a sus palabras enfurecidas con un toque de dolor.

—¿Cuando se va a acabar esto? ¿Cuando podré vivir en paz? —Nolan se le quedó mirando con sorpresa, parecía que en cualquier momento Lou rompería esa máscara para disimular lo dañado que estaba por ese mal nacido.

—Lou..

—Lo que daría por..., acabar con est-. —Y entonces el enojo fue empujado de manera abrupta por aquella onda.

Cayó de rodillas, poniendo una mano en el suelo, casi no pudo respirar por ese desplazamiento de emociones tan brusca.

—Louis. —Se agachó a ayudarlo, tomándolo de las manos para ayudarlo a levantarse.

Miró la hora, ya eran las doce, las ondas estaban actuando, la máquina en funcionamiento y Lou en una lucha por mantenerse cuerdo.

—La verdad es que no quiero hacerlo.. —Dijo el rubio con un nudo en la garganta, más que nada porque su cuerpo gritaba que sí a pesar de no ser su pensamiento principal aún. —Tampoco deberíamos, con la revelación de este imbécil seguro habrá más gente afuera después, es mejor que te vayas mientras aún no hay tantos dolls.. —Trató de pensar con razonamiento.

Nolan lo comprendió al instante, asintiendo con la cabeza.

—No tienes que darme explicaciones.., ¿Resistirás hasta la noche? —Preguntó con preocupación, acariciando sus suaves manos.

—Siempre resisto, o programaría nuestros encuentros siempre a las doce.. —Rodó sus ojos.

Nolan solo rió un poco, era cierto, no entendía cómo Lou tenía tanta capacidad para eso, eran ocho horas a puras ondas de inseminación.

—Aunque cuando estás aquí.. —Acarició las manos de Nolan.. esas ásperas y grandes manos.

Mordió su labio inferior, que ganas de...

—Ya, ya basta, si sigues aquí juro que practicaré ser yo quien te la ponga. —Se enojó un poco al ver que seguía ahí.

—Eso no suena tan mal. —Respondió con gracia el pecoso.

Louis se puso aún más caliente con este comentario, Nolan notó ello y solo negó con la cabeza para darle un besito en la frente.

—Acuestate. —Le ordenó. —Nos vemos a las ocho.. —Se separó entonces, disfrutando hasta el último tacto de su mano.

Louis cruzó sus piernas y arrugó su camisa hacia abajo, intentando despedirse con tranquilidad.

Maldición, no podía ser más difícil esto..

Había sido una despedida rápida, pero era necesaria, Nolan prefería irse a que Lou siguiera sufriendo al estar junto a él.

—Entonces, qué me dices de ti Angel, ¿Cómo es que su relación acabó tan de la nada? —Escuchó la voz de la doll, entrevistando a su ex.

Volteó en seguida.

Ya está, era hora de aceptar que todos sabrían la verdad, maldición, su reputación se iría por la borda sabiendo que Angel haría lo que sea para dejarlo mal parado.

—Oh, Kathie, es simple; no sabes cuánto me apena rebelar lo que tengo guardado hace mucho desde que terminamos hace casi 9 meses. —Puso voz de mosquita muerta.

—Maldito.. —Una nueva onda se propagó en su cuerpo, apretó los dientes, sus piernas flaquearon y se tambaleó ligeramente hasta el mueble de la misma pantalla plana de su habitación, sosteniéndose del borde.

Sus manos temblaban por sus emociones, esto no podía ser peor.

—Pues, ¿Qué mensaje tan increíble nos tienes como para hablar de esa forma? El público necesita saber la verdad. —Dijo la mujer con emoción, inclinándose un poco de su asiento, viendo al contrario totalmente relajado en el sillón de cuero negro.

Frunció el ceño, le desesperaba su cara de puerco tan relajada.

—Vamos, maldición, habla.., acaba con esta mierda de una buena vez. —Sus jadeos eran algo roncos por el mismo enojo contenido.

—La verdad Kathie, es.. —El rubio estaba atento, casi rallando el mueble con sus uñas. Todo acabaría.. —Que Louis merece que respete su vida privada, al igual que todos ustedes.., ¿Qué se creen agarrando las migas que caen de la mesa? —El doll rodó sus ojos. —Louis no oculta nada, terminamos en buenos términos y si ese raro sujeto está con él, es porque es un mero idiota que le pagó unas clases privadas para lograr ser tan perfecto como él, algo idiota considerando que para ser perfecto, mínimo necesita una buena cirugía de cara. Si querían saber algo ahí tienen, no tienen por qué saber más.

—.. ¿Qué?.. —Esto lo dejó shockeado.

No era algo que diría Angel, ¿Le habían pagado para decir eso?

Su enojo se esfumó como el humo de un cigarrillo en un viento ligero..

—Vaya, no creía que fueses a dar tan basta información.

—Es toda la que tengo, simplemente no tengo más y si tuviera no tendría por qué comentárselos para que puedan lucrar con eso. —Se cruzó de brazos levantándose para irse del enfoque de la camara.

Pronto la transmisión se cortó por tal respuesta tan polémica, resfregándoles lo que todos pensaban en la cara a la farándula.

Puso una mano en sus labios.

—Santa máquina doll... —Alzó sus cejas.

Esa voz.., ese rostro tan determinado y a la vez relajado.

Ahora que recordaba, estando en cámara se veía como hace años, bien vestido, afeitado, con una personalidad tan masculina.

¿A caso había vuelto ese chico de quien se enamoró en el pasado?

[...]

—¿Estabas hablando con Lou? —Preguntó el peliazul volteando a ver a Roger quien se había escondido en un ropero, ese típico bajo las escaleras.

—Ehh, sí..., tenía que decirle lo de Angel. —Respondió el contrario ya cerrando la puerta tras de sí.

—Genial, ahora habrá que ver cómo resuelven eso ellos. —Respondió el chico ahora cambiando de canal.

Roger se quedó mirándolo, alzando una ceja.

—¿No sería mejor ir a verlos? —Preguntó, viendolo ir a la cocina a por un snack.

—Nah, es mi día libre, además ya están bastante grandecitos como para saber manejar esto. —Respondió con calma.

Entonces se sentó en el sofá, poniendo sus pies sobre la mesita de centro.

—Pero pensé que me habías invitado porque querías hablar de esta situación. —Se sentó junto a él a petición del mismo dueño de casa, quien palmeó a su lado.

Michael rodó sus ojos.

—Ya lo conversé con Nolan. —Respondió comiendo un dorito. —Ya me sé toda la historia.

—¿Entonces? —Preguntó el motivo, bastante confundido.

—Solo te quería decir que hablé con el dueño del club, así que ten. —Sacó una tarjeta de su billetera y se la entregó.

Era aquella tarjeta que le habían arrebatado injustamente por la pelea de aquella vez, ahora podía acceder sin problemas nuevamente al club.

—Oh, señor Michael no era necesario.. —Sonrió Roger, no era tanto el agradecimiento de poder volver a ese club, más que nada era por el detalle de que se había preocupado con que las cosas fueran justas.

—No me digas señor, me siento como en el trabajo. —Respondió con gracia, alzando una ceja.

—Bien, bien.. —Dijo sonriendo. —Es una pena que no vaya mucho a ese lugar, pero agradezco el gesto.

—¿Ah, si? ¿Por qué no? —Preguntó mirándolo a su lado, ahí estaba ese chico recostado con cuidado en el respaldo del sofá.

—Bueno, es que no tengo con quien ir de repente, además con el trabajo siempre es difícil.. —Alzó sus hombros.

El de orbes turquesa sonrió y volvió a ver la tele.

—Bien, entonces vamos, este sábado. ¿Tienes algo ese día?

—¿Qué? ¿Nosotros?

—¿Quién más? —Rió por su pregunta obvia. —Estás pagando por una suscripción, aún siendo una de bajo nivel estás pagando por estar ahí, deberías aprovecharla. —Le dijo escogiendo ya una película de comedia. —Entonces; ¿Tienes algo el sábado?

—Eh.., no, realmente, es mi único día de descanso. —Alzó una ceja.

—Perfecto, pasaré por tí a las siete. —Respondió bebiendo ahora algo de su cerveza.

El pelinegro se le quedó mirando.

Parpadeó un par de veces..., maldición era un tipo tan despreocupado..., a pesar de eso era alguien exitoso, incluso juraría haberlo visto en algunos juicios siendo abogado, mientras él hacia de guardia en la misma corte.

Es increíble, quien diría que ambos llegarían a cruzarse en una conversación casual.

Michael lo miró de reojo y sonrió para dejar descansando uno de sus brazos sobre el respaldo del sillón.

Era lindo tener un momento así de tranquilo, sin tener que preocuparse por problemas externos.

Sonrió más relajado de estar ahí y se dispuso a ver la tele a su lado, agregando un último comentario a su conversación.

—Me parece bien..

☽;; 𝐓𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐞𝐝𝐠𝐞𝐡𝐨𝐠 ;;☾

La meta se mantienee
Gracias por el apoyo♡