pasó una semana, en la cual samuel decidió tratar de ser amigo de david.

tenía que admitir que era bueno volver a hablar con él, lo había extrañado demasiado.

pero seguía sin haber una noche en la que no llorara.

"¿de nuevo llorando?" preguntó guillermo, entrando a la habitación de samuel.

"estoy tan bien en el día", lo miró, "hablando con él me siento tan bien, y te juro que se me olvida que no estamos juntos... pero cuando se va a dormir, yo... me doy cuenta de que nada es como antes"

guillermo frunció los labios y se sentó a su lado.

"me jode no poder hacer nada para ayudarte"

"abrazame" rogó samuel con los ojitos empapados en lágrimas.