Capítulo 5: Jugar con fuego nunca fue una buena idea.
Marty admiró la horripilante escena de Nick muerto, era algo que nunca olvidaría jamás, aunque renaciera o reviviera después, sería lo peor que haya visto, fuera de la muerte de Junior que también fue fuerte, ésta se caracterizó por lo macabra y gráfica.
Entremedio de las lágrimas, buscó alguna manera de comunicarle a Dave acerca de este problema.
- Dave... -susurró, detrás de la puerta de aquella habitación en que se encontraba el pelirrojo- hay un enorme problema.
- ¿Ah? ¿Cuál es ese?
- James y Lars...
- ¡¿Qué pasó con ellos?! -volteó violentamente hacia el chico de cabellos rizados, este último trató de esconder el cadáver.
- Mataron a...
- ¡¿NICK?! -se alarmó al divisar que faltaba algo en aquel cuerpo que cargaba su compañero de banda, la cabeza había perdido, literalmente. Mordió su labio inferior, tratando de disimular el enorme dolor que lo invadió. Intentó ser fuerte- ¿Cómo fue que...? ¡ESOS BASTARDOS!
- Vamos a acostar a Nick en su camilla y... -fue interrumpido puesto que le agarraron de la camiseta.
- ¡¿ESTUVISTE AHÍ Y NO LO EVITASTE!?
- Llegué muy tarde, ya habían huido, te lo juro, Dave, yo sólo encontré el cuerpo tirado, perdóname...
- ¡NO! ¡Pudiste haberlo evitado! -una lágrima rodó por su mejilla y le soltó- Ahora, tenemos que buscar una forma para matarlos, vamos, ¿qué hacemos?
- Ya dije... -conservó la calma a ojos cerrados, ignorando la ira de la persona que tenía en frente- llevémoslo hasta la sala inicial, de ahí preguntamos a Karen qué magia nos toca -abrió los ojos tranquilo-. Vamos.
Por más amigo que fuera Mustaine suyo, negaba con rotundidad contar que ya sabía cuál era la próxima magia.
Mientras que...
- James, ¿qué mierda es la termatología?
- Ni idea, iría donde Karen a preguntar, sin embargo, allí están Dave y Marty, debemos alejarnos de ellos hasta no tener algún plan para vencer.
- A ver... -reflexionaba en voz alta- "Terma" es calor, ¿no? -el rubio asintió- Y "logía" es "el estudio de...", ¿no es así?
- ¿"Estudio del calor"? ¿A eso quieres llegar?
- Calor... calor... -contempló las llamas de su alrededor- ¡Oh! ¡Calor!
- Lars, nunca ha sido bueno jugar con fuego, es algo muy peligroso.
- El que no arriesga...
- Lars, te lo estoy diciendo.
- ¿Tienes miedo acaso?
- Miedo no, un instinto mío me dice que, al menos si yo me acerco... cosas malas van a suceder.
- Como quemarte, por ejemplo.
- Exacto.
- Entonces, ¿qué sugieres?
- Que entremos a refugiarnos y examinemos... no sé, alguna máquina radiactiva o qué se yo, ¿esas no tienen calor?
- Eso es más peligroso todavía...
- Bueno, entonces, intentos escondernos solamente y de ahí ingeniamos algo, ¿te parece? -Lars asintió- Vale.
Entretanto...
- ¿Termatología? -Dave miró a Karen, desconfiado- ¿Qué es eso?
- Es una especie de "método" de curación con el calor o algo así... -contestó Marty, inseguro del todo, aún así, manteniendo la faceta fría típica suya.
- Marty tiene razón -confirmó Karen-. Era una antigua práctica médica para curar enfermedades mediante el calor, que podía ser manifestado de diferentes formas, se es considerada ilegal por su enorme peligro para causar quemaduras y otros problemas.
- Es decir... ¿con fuego se puede hacer esta cosa? -el pelirrojo apretó el puño tras cometer esa consulta.
- Tal vez... sería muy riesgoso, podríamos intentarlo...
- Marty...
- Dave.
- ¿Cómo le haces para estar tan sereno en una ocasión tan malvada como ésta?
- Sólo aparento, vivo en la mentira.
- ¿Ah?
- No perdamos el tiempo -suspiró-. Vamos afuera o no sé, ¿qué crees que será mejor?
- Sí, afuera, donde las llamas, podríamos hacer algo de... magia.
- Claro.
Juntos admiraron el paisaje apocalíptico, a lo lejos se oían rugidos infernales, de alguna bestia enorme.
- ¿Crees que sea ese tal "Lord de los Abismos"? -Dave dejó de prestarle atención para fijarse en Marty que estaba sentado sobre el suelo, de ojos cerrados, ya que éste no le respondió- Oh, ¿interrumpo algo? -asintió- Lo siento... mejor me concentro en querer hacer esta magia también, lo siento mucho.
Caminó directo hacia las llamas, precavido en caso de cualquier cosa, imitando al de cabello rizado: cerró los ojos, concentrando su mente al máximo, entendiendo porqué en los anteriores enfrentamientos Friedman siempre venía al mismo lugar en soledad y siempre terminaba dominando muy bien la magia designada. Creyó que si mantenía una actitud similar, podría ser el ganador, confiaba en que su fuerza bruta más el ingenio lo llevarían a la victoria. Lo tenía claro desde un principio.
Al inicio las abrasadoras llamas parecían querer domarlo, arrastrarlo hasta dentro y calcinarlo en un agonizante sufrimiento, a medida que pasaban los segundos y hasta minutos, la molestia cesaba paulatinamente. Ya no sentía que se iba a quemar, era una sensación agradable percibida en su palma derecha. La acercó para tocar el fuego... no hubo rastro de incomodidad, percibía calor y aún así no obtenía daño físico. Retrocedió y abrió los ojos en asombro total al darse cuenta de que una llama brotaba de la palma derecha, la misma que toco el fuego.
- Felicidades -comentó el guitarrista líder de Megadeth-. Por un momento creí que no lo conseguirías... -levantó un brazo en llamas, el vocalista se asustó por un segundo- Tranquilo, que no siento nada. Es la termatología, así de simple.
- Wow, entonces... uno de Metallica es quién no sabe esta magia -asintió-... o los dos.
- Así es... debemos atacarles, en los antiguos combates sólo pensé en mi y ahora prometo ayudarte.
- Sí, y ya tengo una idea... será cruel, sin embargo... -limpió con rapidez la lágrima que se le escapó, continuaba con sus ojos húmedos, quería disimular la tristeza.
Susurró el plan, llegaron por fin a un acuerdo.
- ¡Cuidado! -gritó James, tomando a Lars del brazo para hacerlo a un lado, se dio cuenta de algo...
- ¡La planta se está quemando!
-Y el edificio entero también...
- Espera... ¿qué? Yo me refería a esa planta que... -dejó de observar una planta artificial de decoración hecha de plástico para olfatear la oleada de humo que se avecinaba- ¿Qué mierda?
- ¡ESTOS MARICONES SE NOS ADELANTARON!
- Joder, James... ¡CORRAMOS POR NUESTRAS VIDAS!
No había que pensar mucho al respecto, Dave y Marty quemaron el hospital lanzando bolas de fuego en la entrada, consumiéndose todo a su paso. El aire ya viciado los hacía toser exhaustos, desesperados por obtener oxígeno y un aire puro, limpio.
En medio de la desesperación, Lars pensaba en cómo poder salir de allí, utilizar el calor en forma de defensa personal y para su amigo. El tiempo se les iba agotando, lugar al que corrían, lugar al que veían transformarse en cenizas. La vista se les nubló por completo, no veían nada de nada. El humo los cubrió por completo, las llamas los alcanzarían si no lograban encontrar un método a tiempo.
El pequeño danés se detuvo al oír el golpe de algo chocar contra el suelo.
- ¡James! -gritó espantado, al tocar con sus pies el cuerpo rendido de su mejor amigo- ¡Vamos, despierta! -no podía evitarlo, su cuerpo entero le temblaba- ¡Respóndeme, hijo de puta!
Cerró los ojos ya que el humo le hacía lagrimear, cogió el cuerpo de Hetfield con dificultad y continuó huyendo de las llamas. Concentró su mente hasta que la solución llegó:
La masa de humo desapareció, en su lugar, las llamas lo rodeaban en un círculo que actuaba en forma de escudo, al llegar a una ventana, se arrojó por ésta, agradecido de encontrarse en un primer piso. El suelo pavimentado no era tan duro después de todo. Sus ojos se abrieron de a poco, hasta encontrarse con los de sus ahora rivales, teniendo todavía entre sus brazos a un James muy débil, que iba recuperando la consciencia de a poco, finalmente, el rubio frunció el ceño, frustrado.
- Por fin nos vemos las caras -el pelirrojo cruzó los brazos, añadiendo una sonrisa macabra.
- No creímos que sobrevivieran -continuó Marty, sereno.
- Nosotros no creímos que iban a adelantarse tanto -Lars se puso de pie, tratando de limpiar la suciedad acumulada en sus ropas.
Extendió las llamas que lo protegían frente suyo, intentando atacar a los integrantes de Megadeth, quiénes retrocedieron con rapidez.
- Vaya, el enano aprendió a jugar con fuego. ¿Tu mami no te prohibía eso? -se burló Dave, Marty hizo una mueca, ignorando esos diálogos innecesarios.
- ¡Cállate! -volteó para mirar a James- ¿Estás bien? -le negó el rubio, jadeando, intentando ponerse de pie. Sabiondo acerca de que su salud empeoraba.
Quebrantó en llanto al enterarse de una sola cosa: su momento de partir era próximo, si todos menos él fueron capaces de manejar el calor era por algo, se había quemado las manos tras intentar escapar anteriormente, a su vez que ellos ni una sola herida tenían. El baterista de Metallica se acercó a él para otorgarle un abrazo de consolación al enterarse de la verdad también.
- Joder, ya, ¡paren las mierdas! -Dave arrojó una bola de fuego que atacó a James en el pecho, Lars la deshizo antes de que siguiera agravando las quemaduras y la movió hacia su escudo personal.
- Podrías hasta curarlo si así lo deseas... -susuró Friedman- Aunque no vale la pena, James no sabe dominar esta magia al parecer...
El pelirrojo, desesperado, continuó atacando de la misma manera, el morocho de baja estatura, por otra parte, intentaba defender al rubio sobre todas las cosas: sus ojos lloraban porque sabía la verdad, no quería que su mejor amigo muriera.
Estos dos se encontraban en una simple batalla que consistía en: atacar, defender, atacar, defender.
No obstante... ellos no eran los únicos que dominaban la termatología, Lars dejó pasar eso y se enfocó sólo en los ataques de Mustaine, ignorando lo que Marty haría en ese mismo instante:
Cerró los ojos, posando ambas manos sobre la tierra, la energía calórica iba acumulándose a tope, al punto de tener entre sus manos una bola enorme de fuego que la lanzó en contra de los integrantes de Metallica; Lars recibió el golpe y al tratar de recuperarse de las pequeñas quemaduras que obtuvo en su torso, chocó contra un poste y ahí al suelo, siendo protegido adentro de una inmensa masa de fuego, e inconsciente. Y James... gritaba en agonía a la vez que su piel se desgarraba por el calor, sus tejidos quedaban a la vista, la voz del dolor se detuvo dando a entender que la muerte llegó pronto; las articulaciones se consumían hasta desaparecer en cenizas.
Tenían a uno menos confirmado, al otro... lo dejaron como posible muerto.
Debían enfrentarse YA, a la última magia que era la Electricidad, ahora, eran todos contra todos, ya no más unificaciones. Eso lo complicó todo.
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