CAPITULO 2
UN FRIÓ QUE SE CALA ENTRE TUS HUESOS.
-Buenas tardes señores pasajero, se les informa que al cabo de 15 minutos estaremos aterrizando en la ciudad de Seattle, espero que hayan tenido un buen viaje- dijo el piloto desde la cabina, me estaba retorciendo en la silla tratando de recuperar la movilidad de mis músculos, me sentía inquieta y extraña "debe ser por la sensación de vacío que el avión causa" me había dicho a mi misma, pero no era así. Moria por ver a tía Emily pero sabia que no éramos solo nosotras; mi tía tenia esposo desde hace ya unos años y yo no lo conocía además de que había sido atacada por un oso mientras caminaba por el bosque de la reserva que le había dejado una cicatriz en su cara esa era otra apariencia la cual tampoco conocía...
-¡Lou, querida! ¡aquí!- escuche a una mujer decir por encima del tumulto de gente, reconocí la confortable voz de mi tía ya que me había llamado constantemente mientras crecía, camine hacia ella, mi tía era una mujer hermosa y por lo que veía la cicatriz en su cara no le había quitado eso. Emily era claramente la hermana de mi madre el pelo negro y lacio y esa hermosa piel naturalmente bronceada era algo que las caracterizaba, al igual que el hombre que estaba al lado de ella de pelo oscuro, una cabeza más alto que mi tía y una hermosa piel morena.
-Hola tía- dije llegando a su lado y abrazándola, ella me devolvió el abrazo de una forma calurosa, eso fue reconfortable debido que en cuanto puse un pie fuera del avión el frio clima de la zona me golpeo en la cara y se extendió por todas mis extremidades.
-Dios mío, mi niña estas hermosa- me dijo depositando un beso en mi frente- no diré que estas mas alta. Lo siento- dijo mirándome a los ojos con una sonrisa burlona, mi tía se refería al hecho de que yo escasamente alcanzaba los 1.55 en altura y que a donde fuera todos eran más altos que yo, yo solo le mire con cara de pocos amigos.
El comentario de mi tía hizo que el hombre que estaba a su lado se riera recordándome que se encontraba allí.
-Mi Lou, este es mi esposo Sam Uley- dijo mi tía señalando con la mano a aquel hombre
-mucho gusto Lou tu tía habla mucho de ti, te cuidaremos como a una verdadera familia, puedes confiar en que nada te pasara con nosotros- me dijo mientras me estrechaba la mano, debo decir que sus palabras me sonaron un poco profundas para acabarnos de conocer, pero fue reconfortable saber que alguien me prometía su protección.
-Gracias Sam, gracias a los dos por dejarme vivir con ustedes- dicho esto mi tía paso su brazo por encima de mis hombros y Sam tomo mis maletas como si nada, me sorprendió su fuerza y así juntos caminamos hacia su auto.
El auto se parqueo frente a una pequeña casa de dos pisos al frente del espeso bosque tenia la apariencia de la típica casa en madera y aun así era hermosa.
-Bienvenida a tu nuevo hogar- dijo tía Emily abriendo la puerta y invitándome a entrar con la mano.
-es muy bonita, tía- dije
-gracias querida, te hare algo de comer, Sam lleva las maletas a su habitación- dicho esto el hombre comenzó a subir las escaleras desapareciendo con mis maletas.
-ahora comes y te vas a descansar, te esperan mañana a las 9:00 a.m en el insti para que lleves los papeles faltantes y recibas indicaciones para el inicio de semestre, siento que hayas tenido que viajar aquí, aunque aun falten dos semanas para que terminen las vacaciones de verano- dijo mi tía sintiéndose apenada, ya que mi madre le había pedido el favor de matricularme en el instituto de la reserva y por un error confundió las fechas y apenas hace tres días había llamado a avisar que debía estar acá para el día de mañana.
-no pasa nada tía, te agradezco todo lo que haces por mi- dije sentándome en la mesa de la cocina.
-Lou ¿tienes mucho frio? Estas titiritando amor- dijo mi tía acercándose a darme un abrazo.
-no es nada tía- dije con una sonrisa -viví toda mi vida en Florida allí hace bastante calor, es solo cosa de que me adapte- la verdad no odiaba el clima siempre fui fan de los busos largos y outfits de invierno cosa que la calurosa Florida no me permitía utilizar o probablemente me desmayara mientras caminaba, claro el que me gustara no me hacía inmune y ahora mismo el frio de Forks se me estaba calando hasta en los huesos.
-ya esta todo listo- dijo Sam, llegando a nuestro lado.
Tía Emily nos sirvió comida, luego de haber comido los tres juntos, mi tía subió conmigo para indicarme donde dormiría la habitación no era enorme, pero era muy bella, era confortable poseía un baño individual y mi tía dijo que podía decorarla como quisiera. – si eres una fan loca de algo, puedes colgar posters o lo que quiera por las paredes, es tu espacio Lou, buenas noches - me había dicho antes de desaparecer por la puerta.
Ahora me encontraba bajo los montones de cobijascon los que mi tía me había aprovisionado, además de haberme vestido con unmontón de prendas y haberme cubierto los pies con 3 pares de calcetines, aunasí no paraba de titiritar ya era de madrugada y no lograba dormir... clima frió meencantas pero vas a matarme.
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