LA FAMILIA CULLEN

Era sábado al mediodía, mientras toda la manada comía de manera ruidosa en el piso de abajo, yo había decidido que no tenia hambre mientras me quedaba en mi habitación para encontrar la mejor excusa para no ir a la casa de los Cullen, como conclusión encontré que debía decir la verdad cuando escuche a alguien subir las escaleras, quien de seguro era Seth y yo no había pensado en nada inteligente que decir.

-no se porque debo ir. – le dije a Seth haciendo un puchero mientras me sentaba en el borde de la cama con los brazos cruzados en el pecho.

-Lou, porque eres mi impronta bebe, eso te hace parte de la manada. -me dijo Seth mirándome con suplica desde el marco de la puerta de mi habitación. -además todos van, incluso Emily y Kim. -Seth de pronto me miro como si acabara de descubrir algo mientras caminaba a la cama para sentarse a mi lado. - ¿tienes miedo? -me pregunto posando la palma de su mano en mi mejilla. Me miro con comprensión.

-pufff claro que no. -Le dije abriendo los ojos ya que no comprendía como había llegado a esa conclusión. -convivo con lobos Seth, si ustedes confían en ellos ¿Qué razón tengo yo para temer?

-¿entonces que es, pequeña? -me pregunto inclinándose para rozar nuestros labios por un par de segundos.

-me pone nerviosa conocer gente nueva. -le dije sincera. -y Dios... son una familia completa de vampiros!... deben ser geniales. -le dije sin saber que estaba diciendo.

-hey! Los lobos somos mas geniales. -me dijo Seth fingiendo que mis palabras lo herían. -ya en serio, no pasara nada, ellos son muy amables. -dicho esto Seth me abrazo y comenzó a darme pequeños besos en las mejillas.

Luego de esto, y que no me hubiera podido zafar de mi compromiso, Seth salió junto a la manada a patrullar como solían hacerlo en las tardes. Los veía irse desde la ventana de mi habitación cuando un mensaje de WhatsApp sonó.

*te veré esta tarde, quede de ver a Jared en casa de tu tía a las 6 de la tarde, todos nos iremos juntos*

Era el contenido del mensaje proveniente del usuario de Kim, rodé los ojos al recordar lo emocionada que ella había estado la noche anterior cuando le escribí para hablarle de la visita de Jacob y su invitación, ahora tenia que enfrentarme al gran dilema ¿Qué rayos utilizare esta noche?

Faltaban 15 minutos para las 6 de la tarde, era consciente de que todos estaban en el piso de abajo listos para irse, ya que no dejaban de hablar y reírse como era lo habitual, yo estaba mirando mi atuendo frente al espejo de cuerpo completo de mi habitación preguntándome si estaba bien ir a una cena así, un aspecto que las personas no notaban fácilmente en mi era que me gustaba diseñar cosas, y diseñaba prendas de vez en cuando para mí, ahora mismo llevaba puesto un pantalón de corte elegante negro pero cerrado en el tobillo en el que había estado trabajando desde hace dos semanas , lo acompañe con una camisa a cuadros en blanco y negro, para no verme muy seria utilice unas sneakers blancas, mirándome por última vez en el espejo, suspire con resignación y me dispuse a bajar las escaleras.

Iba manejando por la carretera de Forks mientras Seth en el puesto del copiloto me daba indicaciones, en los asientos traseros del auto iban Collin, Brady y Leah. El resto de la manda venían divididos en los autos de Kim y Sam delante de nosotros. -gira a la derecha y entra por ese camino a través del bosque. -me había dicho Seth luego de 20 minutos en la carretera, lo que además era estúpido debido a que había dos autos delante de nosotros y yo solo tenía que seguirles, empecé a vislumbrar una casa frente a nosotros luego de conducir durante 5 minutos más dentro del bosque, la casa era enorme y de apariencia lujosa, en vez de paredes la casa estaba rodeada por lo que debería ser vidrio templado la apariencia moderna dentro del bosque, no lograba salir desapercibida. Empecé a preguntarme como seria por dentro, todos aparcamos frente a la enorme casa y empezamos a salir de los autos, en cuestión de segundos Seth se encontraba a mi lado sujetando mi mano, estaba a punto de preguntar si tocaríamos la puerta cuando esta se abrió, de esta salió un hombre de apariencia joven, diría que estaba entre los 25 y 30 años de cabello rubio, piel blanca y bastante guapo, el hombre se puso de pie en el porche frente a nosotros y nos dedicó una amplia sonrisa.

-Bienvenidos, chicos es genial volver a verlos. -dijo el hombre, dicho esto todos los miembros de la manada comenzaron a acercarse a él para estrechar su mano y luego pasar a la casa la cual aún tenía la puerta abierta, Seth empezó a caminar conmigo casi que a rastras.

-Hey, Carlisle tiempo sin verte. -dijo Seth tendiéndole la mano al hombre rubio, el cual la estrecho con una amigable sonrisa, luego de esto desvió su mirada a mi momento en el cual pude ver sus ojos color dorado 'son dorados porque se alimentan de sangre animal y no humana' me había explicado Seth cuando me hablo de ellos. -ella es Lou, Louisa Mill, mi impronta. -dijo Seth al notar que Carlisle me miraba.

- mucho gusto, Lou. -dijo Carlisle estrechándome la mano, yo correspondí con una sonrisa amable, aunque su tacto era bastante frio. – entremos, todos están esperando. -dijo señalándonos la puerta, en cuanto atravesamos el umbral, no pude evitar que la mandíbula se me cayera al piso, la decoración era hermosa, y todo lo que había se veía en armonía, en cuanto giramos en el pasillo de la entrada nos encontramos con la manada junto a otro montón de personas, todos voltearon a vernos.

-ella es Lou, el alma gemela de Seth. -dijo Carlisle acercándose a nosotros por detrás. Todos los ajenos a la manada nos sonrieron.

-hola Lou, mi nombre es Alice. -dijo una chica no mucho mas alta que yo, delgada que se movía ágil y suavemente, sin poder anticiparlo esta se acerco para abrazarme. -ja, hueles bien, el olor de tu perro no te cubre por completo. -dijo Alice mirando a Seth con una media Sonrisa, Seth solo le saco la lengua.

-eso es porque el pequeño no la ha marcado aún. -dijo esta vez Jacob apartándose se una linda niña de cabello largo, rizado y rojo, la cual aparentaba tener unos 12 años. Para acercarse a nosotros, pude ver que Seth se avergonzaba con su comentario, a la vez que la manada entera reía, aunque yo no pude comprender por qué. – Lou, que bueno verte. -dijo Jake sonriéndome. -te presentare a los Cullen. -dicho esto me jalo del brazo para acercarme a ellos. -esta linda niña es Renesmee, mi impronta. -dijo Jake señalando la linda niña que estaba a su lado minutos antes. -ellos son Bella y Edward, los padres de Renesmee. -dijo señalando a una pareja al lado de la niña. -estos son Emmett, Rosalie y Jasper. -dijo mientras cada una de estas personas me sonreían en gesto de saludo. -y ella es Esme. -dijo señalando a una bella mujer que me miraba de forma maternal, por lo poco que sabia de boca de Seth, ella era como la madre del clan Cullen, los Cullen eran hermosos a la vista, todos eran tremenda mente amables y mirando a la manada junto a los vampiros desde cierta perspectiva no parecían realmente sus enemigos naturales, todos se hablaban como viejos compañeros.

-Amo tus pantalones, ¿Dónde los compraste? -me pregunto Alice, la cual hablaba con Seth y yo junto a Bella y Edward.

-la verdad es que los hice. -le respondí un poco tímida.

-te gusta diseñar Lou? Porque si es lo que quieres ser, vas a triunfar. -dijo Alice sonriéndome.

-espera. -dijo Seth mirándome con confusión. -¿tu diseñas ropa?.

-¿crees que la maquina de coser que hay en mi habitación es de adorno?. -pregunte recriminándole con la mirada.

-No, bueno... pensé que era algo que Emily había dejado ahí porque no tenía más espacio. -me respondió Seth encogiéndose de hombros. 'vaya alma gemela' pensé, ya que no era capaz de decirle algo así. Por alguna extraña razón que yo desconocía, Edward que se encontraba al lado de Alice soltó una carcajada mientras nos miraba.

-préstale más atención a tu impronta, niño. -dijo Edward después de reírse.

Media hora más tarde estábamos todos reunidos alrededor de una gran mesa.

-¿de dónde eres, Lou? -me pregunto Jasper.

-de Florida- respondí con una sonrisa mientras bebía un sorbo de agua.

-¿Por qué te mudaste?¿fue por Seth?. -pregunto esta vez Emmett con una sonrisa, lo mire con una sonrisa fingida, mientras trataba de pensar que iba a decir.

-no tienes porque decirlo, Lou. –me dijo Edward desde su lado de la mesa. -pero no tienes nada que temer, ese chico. -dijo señalando a Seth que estaba a mi lado en la mesa. -no dejara que te lastimen nunca más, el daría la vida por ti, lo sé. – me dijo con una sonrisa cálida, yo fruncí el ceño confundida ante lo que me había dicho.

-Edward puede leer mentes. -me dijo Seth al notar que yo no entendía que acaba de pasar.

-¿pero porque nadie me lo dijo? Dios. -dije mientras apoyaba la cabeza en mi mano tratando de bloquear pensamientos estúpidos en mi mente.

Todos soltaron una carcajada ante mi reacción.

-los hace reír bastante ¿no es así? -pregunto Bella cuando todos dejaron de reír.

-ni te imaginas Bella, entre que sus acciones impulsivas son graciosas, es torpe y reprende a Seth mas que su madre, vivimos estallando en risa. -le respondió Embry, era cierto, todos nos reímos.

El resto de la velada fue agradable, todos fueron amables y tratar con los Cullen era más fácil de lo que pensaba, esa noche cuando nos despedimos de ellos incluso recibí un abrazo de todos y cada uno, pero lo mas lindo fue cuando Renesmee me abrazo y puso su mano sobre mi mejilla, en mi mente vi una imagen en la que aparecíamos Seth y yo, yo me encontraba hablando animadamente con Alice mientras Seth a mi lado me miraba con unos ojos llenos de amor y una sonrisa amplia, mi corazón salto ante la imagen y le ofrecí mi mejor sonrisa a la pequeña Renesmee, feliz de que me hubiera regalado ese hermoso recuerdo.