Daemon sostuvo a la bruja por la espalda. Su cabeza ladeó haciendo que sus peinado se deshiciera y fluyera hasta el suelo.

—¡Lys! — el mago pelirrojo dio un par de pasos, pero Corlys se adelantó y desenvainó su espada manteniendo a raya a los dos extraños.

El hombre de cabello negro y ojos grises tenia una posición de ataque con una varita alzada.

—¿Ustedes quiénes son? — preguntó Corlys.

Daemon miró fijamente al mago pelirrojo. Recordó al tapiz de la casa en el baúl, como el retrato de Lady Bruja se conectaba al de un mago pelirrojo.

Este mago.

—Ella es mi ahijada. Soy su tutor — dijo el mago con la varita alzada — Denme a mi ahijada o los torturaré.

En el lugar se escuchó un ¡Pop! y el elfo con cara amargada apareció frente a ellos. Retorcía sus manos con la mirada fija a los magos.

—Los traidores a la sangre — dijo para luego señalar al de cabello negro — Tu, Sirius Black, deberías estar muerto. La señora Bellatrix te lanzó hacia el Velo de la Muerte.

—¡Tu asqueroso elfo! — apuntó con su varita a la criatura

Una persona se colocó frente a Kreacher con los brazos extendidos y una daga lista.

—¡No puedes hablarle a Kreacher de esa manera! — gritó Aemond.

Daemon sostuvo a la bruja contra su pecho al sentir como se deslizaba de sus brazos. El mago pelirrojo miro la situación y colocó su mano sobre el hombro del sujeto llamado Sirius.

—Señor Black. — dijo tratando de calmarlo —No ganamos nada en este estado de ánimo.

—¿Kreacher? ¿Conoces a estas personas? — preguntó Corlys

—Kreacher no hablará hasta que mi ama esté despierta consciente — dijo el elfo — Pueden encerrar a los traidores a la sangre a los calabozos con las ratas.

Daemon con cuidado pasó sus manos por detrás de las rodillas de Lady Bruja y la sostuvo con fuerza.

—Necesita descansar — dijo Daemon — Tomen el consejo del elfo y mantenerlos encerrados hasta que Lady Lycoris despierte y verifique que sean familiares.

Daemon se llevó a la bruja, en los pasillos pude ver a cortesanos susurrando sobre lo sucedido. En el camino vio a Ser Harrold.

—El rey propone mantener a los dos sujetos en un cuarto con seguridad — dijo Ser Harrold.

—Bien que lo hagan. — contestó Daemon — Trata de quitarles la varita. Diles que se las daremos cuando Lady Potter-Black confirme que no son un peligro.

—A sus ordenes, príncipe — asintió con cabeza — La princesa Rhaenys está con los hijos de Lady Potter-Black.

Daemon asintió con la cabeza y siguió hasta la habitación de la bruja, al llegar vio a Alicent y a Rhaenys. La criada asignada a Lady Bruja estaba meciendo a James mientras el niño de cabello azul mordía su peluche de lobo.

—¿Qué ha sucedido? — preguntó Rhaenys.

—Dicen que son familiares de ella — dijo Daemon mientras acostaba a Lady Bruja en la cama. La criada dejó al bebé en su cuna, y rápidamente se dispuso a quitarle las pulseras y aretes.

—Pero ella dice que no tiene familia — contestó Alicent — Al menos no de sangre.

—Uno dice que se llama Sirius Black — agregó Daemon. — Pero el elfo dijo que estaba muerto y el otro es un pelirrojo muy pecoso.

—El pelirrojo debe ser alguien de la familia de su esposo — respondió Rhaenys — Lycoris dijo que su esposo tenía muchos hermanos.

—Debe esperar a que ella despierte y los identifique — dijo Alicent.

Daemon asintió con la cabeza y fue a buscar a sus hijos, debían estar ansiosos, sobre todo Vaenar que aún era un bebé.

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Lycoris pudo abrir sus ojos y vio que estaba en su habitación. Alguien la había cambiado a un camisón grueso.

Ella se levantó y vio a la princesa Rhaenys jugando con Gigi, agitando una sonajera inclinada a la cuna de su hija.

—Princesa — dijo con la voz ronca —¿Qué me ha sucedido?

La princesa dejó la vista de la ciudad para verla, con cuidado, Penny le extendió una copa con agua.

—Te desmayaste luego de ver a esos intrusos — contestó la princesa sentado al borde de la cama — Daemon te trajo cargando.

Lycoris se avergonzó de haberse desmayado

—¿Quieres ver a las personas que llegaron? — preguntó la princesa Rhaenys.

—Sintiendo que veré a fantasmas — contestó Lycoris levantándose de la cama, con cuidado cogió una bata para ponerse encima del camisón y luego calzarse suaves zapatillas.

Su varita estaba en el velador y sin dudar la cogió.

La princesa asintió con la cabeza y ambas salieron dejando a Penny con los niños. Poco le importó que estuviera en camisón, necesitaba saber que eran ellos.

Caminaron hasta los niveles bajos, donde estaban las bóvedas de visitantes. En la puerta había dos capas blancas.

—Abran las puertas — ordenó la princesa Rhaenys.

Los dos obedecieron y abrieron la puerta, en la habitación estaban Sirius y George. Cuando Sirius trató de acercarse ella alzó su varita apuntando al rostro.

—¿Cuáles fueron los regalos de Navidad que Sirius Black me regaló en 1993 y 1995? — preguntó ella. Necesitaba asegurarse que sean ellos y no una trampa.

—En 1993 te llegó una Saeta de Fuego de manera anónima debido a que tu Nimbus fue destruida por el Sauce Boxeador — contestó con seguridad — Y en 1995 te regale un espejo de doble cara con el que tu padre y yo usábamos cuando teníamos detención.

Las lágrimas empezaron a caer por el rostro de Lycoris con una sonrisa temblorosa.

—Tu. — apuntó a George — ¿Por qué nos expulsaron del equipo de Quidditch en el 1995? ¿Y abajo orden de quien?

—Fácil. Nos agarramos a golpe a Draco Malfoy en pleno campo de Quidditch porque insultó a nuestras madres — contestó él. — Bajo la dictadura del sapo rosa de Dolores Umbridge.

Lycoris sollozo y se lanzó a los brazos de sus padrino.

Sirius empezó a besarla por todo el rostro mientras la llamaba Estrellita.

—¿Como? — sollozó ella — Vi cuando Bellatrix de te lanzó por el Velo.

—Es un espacio parecido al purgatorio — dijo Sirius limpiándole las lágrimas — Las moiras me guiaron hasta ti.

—¿No hay manera de regresar a casa? — preguntó Lycoris.

—No, es un viaje de ida pero no de regreso — contestó Sirius. Lycoris poco le importó, aquí podría ser alguien a parte de la niña de profecía y la mujer que venció a Voldemort.

Lycoris miró a George.

—¿El Velo? — miró a George — ¿Qué haces aquí?

—Yo me lance por voluntad al velo — contestó George

Lyrics se acercó a él y le propinó una bofetada.

—¡¿Cómo pudiste?! — le gritó en la cara — ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!

Ella le empezó a golpear en el pecho, Sirius tuvo que cogerla por la cintura. George bajó la mirada.

—¡¿Cómo pudiste hacerle esto a tu familia?! — le siguió gritando en la cara — ¡¿No pensaste en tus padres?! ¡Suficiente que perdieran a Fred! ¡Ahora tú! ¡Tus padres! ¡Tus hermanos! ¡Maldito egoísta!

Ella empezó a sollozar con más fuerza.

—¡Desapareciste con Teddy! — le gritó George entre lágrimas — ¡Le prometí a Fred en su tumba que te cuidaría a ti y a Teddy! ¡Pero desapareciste con Grimmauld Place! ¡Luego de meses de búsqueda por todo el mundo te dieron por muerta! ¡Pensé que le fallé a Fred por eso me lance al Velo de la Muerte!

Sirius la soltó y ella siguió dándole pequeños golpes en el pecho sollozando, George la envolvió en sus brazos y ella dejó de golpearlo.

Ambos cayeron de rodillas llorando. 

N/A: Bueno, las Moiras solo dan viajes de ida pero no de vuelta. 

Y creo que es mejor para ellos tres quedare en Westeros y lejos de los traumas de la guerra. 

Aun me divido en que talentos Lycoris descubrirá y cuando ella podrá empezar como su trabajo no oficial de Terapeuta familiar. 

Y Laenor. aun no se si matarlo, ya saben o convencer a Rhaenys que acepte a los tres príncipes castaños como nietos. 

Y Aemond perderá el ojo, por dos razones. Una, Ewan se ve guapo con el parche, y dos, será parte de su desarrollo de personaje. 

Imágenes en AI de Lycoris y sus niños en el salto de tiempo que habrá pronto.