Capítulo 14
Regresaron a King 's Landing cinco días después del funeral de Lady Laena. La princesa Rhaenyra retrasó su regreso a Dragonstone solo por la educación de sus hijos.
Lycoris bajó de su carruaje, con cuidado sosteniendo dos moisés en sus manos mientras Penny sujetaba a Teddy en sus brazos.
—¿Irá directo a su habitación, milady? — preguntó Penny.
—Si, quisiera descansar — dijo Lycoris — Necesitare ir hacia a los acantilados de la playa. Fue difícil convencer que Fujur no entrará a Pozo Dragón.
—Mi rey, es un dragón, no es seguro que esté sin cadenas — dijo Lord Otto en el barco.
—¡Fujur ha estado casi un siglo encadenado en la oscuridad! — defendió Lycoris al dragón que la escogió como jinete — ¡Años y años. Usted lo ha visto, las cicatrices de las cadenas encantadas que jamás sanarán! ¡Yo me haré responsable de sus acciones!
Lycoris, Penny caminaron hacia la habitación con Kreacher detrás de ella mientras llevaba su baúl-casa fluido. Cuando llegaron todo estaba limpio, al parecer las criadas de la fortaleza ya hubieran limpiado antes que llegara.
Lycoris dejó los moisés en la cama para luego colocar a James y Gigi en sus respectivas cunas y le ordenó a Penny que colocara a Teddy en la suya. Ella se soltó la trenza de su larga y grueso cabello negro.
Luego desempacar algunas pociones para el dolor de cabeza que estaba sintiendo desde que abandonaron Driftmark. Contabilizó exactamente cinco minutos antes que los príncipes Jace y Luke entraran junto a las gemelas a su habitación como un remolino de caos y risas infantiles.
James y Gigi sollozaron ante la irrupción de su sueño, Lycoris vio a Kreacher y pidió que buscara sus biberones. Su elfo chasqueó los dedos y se metió dentro del baúl para conseguir la leche.
–Oh, lo lamentamos — dijo el príncipe Jacaerys. Lycoris no dijo nada a los príncipes, eran niños y era notable su energía.
Ella tenía dieciocho años pero se sentía a mediado de sus veinte. Ser madre de tres era sumamente cansado, ni bien dormía a Teddy, James o Gigi se despertaban.
Ver a los príncipes con tanta energía era agotador.
—No pasa nada — dijo Lycoris sentado en el piso mientras con su varita conjuró el móvil, una pequeña música acompañó el movimiento de las pequeñas estrellas y soles que colgaban de los móviles de los gemelos —¿Ustedes no deberían estar con su septa? — miró a las gemelas.
—No nos gusta la Septa — contestó lady Baela mientras se cruzaba de brazos — Es muy mandona y aburrida. Además tiene la cara de como si hubiera tragado un limón.
—Baela — le regañó la pequeña dama Rhaena. En eso llegó Kreacher con dos biberones, como pudo Lycoris conjuro un hechizo para que las botellas se ajustarán como bebieran de la leche.
Rhaena miró los móviles encima de las cunas. Teddy se abrazó a su lobo de peluche sin inmutarse del ruido. En eso llegó el príncipe Aemond con los brazos cruzados.
—No deberían estar molestando a Lady Lycoris, no ven que está ocupada con sus hijos — dijo el príncipe — Luego del almuerzo son nuestras lecciones de Dragon Speech con ella.
—Pero nos aburrimos de nuestra Septa — se defendió Baela para luego ver Lycoris — ¡¿Tienes bestias ocultas en tu baúl?!
—¿O joyas malditas? — preguntó Rhaena.
—¿O más elfos domésticos? — preguntó nuevamente Baela
—¡Unicornios! — volvió a preguntar Rhaena.
—¡Están molestando a Lady Lycoris! — intervinó el príncipe Aemond.
—No, no, no — Lycoris se puso de pie rápidamente para evitar una pelea entre los cinco — Estoy bien príncipe Aemond. Me agrada que sean tan curiosas. Me recuerdan a mis años en Hogwarts junto a mi mejor amiga.
Sonrío al recordar a su querida Hermione o al valiente Colin que no dejaban de revolotear alrededor de ella como una abeja.
El príncipe Aemond no dijo nada, solo volteó la mirada hacia la poción que estaba en su velador, con cuidado lo agarró.
—Oh es mi poción para los dolores de cabeza — Lycoris giró su mirada hacia las cunas, con cuidado acomodó un poco el lobo de Teddy.
—¿Es normal que brille? — escuchó preguntar al príncipe Jacaerys
—¡¿Que brille?! — Lycoris giró su cabeza, el frasco de poción en las manos del príncipe Aemond brilló en un color plata.
Kreacher se acercó cautelosamente hacia el príncipe Aemond olfateando levemente.
—El niño huele a magia — siguió olfateando — Me recordó a mi amo Regulus. La misma aura mágica.
—¡¿Tiene magia?! — chillaron Baela, Rhaena, Jace y Luke.
—¿Tiene magia? — preguntó cautelosa Lycoris,
—¿Tengo magia? — preguntó anonadado el príncipe Aemond.
—Leve — dijo Kreacher — Como un bebé que recién experimenta poco brotes de magia...
Lycoris miró al príncipe sin decir nada. Con cuidado le tomó de las manos y cerró sus ojos, uso un poco de Legeremancia.
Lo podía sentir, un pequeño brillo dorado dentro del príncipe, ella abrió sus ojos encontrándose con el príncipe Aemond.
—Tienes magia — dijo Lycoris. Luego miró a Kreacher, lo que estaba a punto a hacer haría enfadar a Walburga Black, pero debía sentir que estaba yendo en el camino correcto. Con cuidado sacó su varita y se la entregó a Aemond. — Agítala.
El príncipe la vio temeroso, pero agitó la varita y los vidrios de las ventanas frente a ellos explotó. Bueno, si tenía magia, pero no era la varita adecuada.
El príncipe asustado le entregó su varita.
—Debemos buscar a tus padres — dijo Lycoris mirando al príncipe — Kreacher, Penny. Quédense con los bebés, debo hablar con la reina y el rey.
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Magia.
Aemond tenía algo de magia.
Él siguió a Lady Lycoris que tenía una expresión de sorpresa en sus ojos. Las pulseras de oro que tenían en ambas muñecas tintineaban en su caminar, al igual que la larga trenza que caía por su espalda se balanceaba a cada paso que daba.
Con cuidado llegaron hasta la habitación del rey.
—Mi lady. Príncipe — Ser Harrold inclinó la cabeza ante ellos — Lamento decir que el rey ahora está con la reina
—Perfecto — dijo Lady Lycoris — Hay algo de suma importancia que debo hablar con ambos. Es sobre el príncipe Aemond.
Ser Harrold lo vio, no dijo nada pero abrió la puerta. Dentro de la habitación Aemond vio como su madre llevaba una manta y la colocaba en el regazo del rey.
—Aemond... Lady Lycoris — dijo el rey notando la presencia de ambos. Madre se giró para verlos.
—¿Qué ha sucedido? — preguntó madre preocupada.
—¡Tengo magia! — exclamó Aemond antes que Lady Lycoris pudiera hablar — Hizo explotar el ventanal de la habitación de Lady Lycoris.
La reina parpadeo varias veces.
—¿Qué hacías en la habitación de Lady Lycoris? — preguntó la reina.
—El príncipe Aemond estaba tratando de que sus primas y sobrinos se fueran de mi habitación — contestó Lady Lycoris — Ellos habían llegado emocionados por nuestras lecciones. Y el príncipe agarró mi frasco de poción para el dolor de cabeza y este brillo.
—¿Y como es eso que Aemond tiene magia? — preguntó el rey.
—Mi elfo Kreacher percibió su magia — dijo lady Lycoris — Ellos nunca mentirán en algo tan importante en alguien con magia, sería un sacrilegio ante nuestra cultura. Yo misma pude percibir lo mismo. Un núcleo mágico recién formado.
La reina y el rey se miraron.
—Yo quisiera tomar formalmente al príncipe Aemond como pupilo — completo lady Lycoris.
—¿Y si nos negamos? — preguntó madre, Aemond la vio herida. ¿No le permitiría estudiar para ser mago?
—Aquello lastimara mucho al príncipe. — contestó Lady Lycoris — La magia debe ser controlada y estudiada. Si el príncipe reprime su magia se saldría de control y lo lastimaría él Pondría en riesgo a todos si llegase a convertirse en un Obscurial.
—¿Obscurial? — preguntó el rey preocupado.
—Algo descontrolado que sería mortal para el mago y quienes están cerca — dijo Lycoris — Juró ante la Madre Magia y mi apellido que guiare al príncipe por un buen camino como pupilo.
Aemond miró a sus padres.
—Quiero ser pupilo de la bruja — suplicó Aemond — Prometo no ser un estorbo.
El rey suspiró cerrando sus ojos.
—Está bien — dijo aceptando el rey — Desde este momento la educación mágica de Aemond está en manos de Lady Plotter-Black.
Aemond sonrió ampliamente, luego se acercó a su padre y lo abrazó diciendo "Gracias, gracias". Después miró a su madre con una sonrisa para ver a Lady Lycoris sonreír.
N/a: Aemond tiene magia.
En termino simples del mundo mágico. Seria un nacido de muggles.
Ya tengo la justificación para su varita. Digamos que tomare eso que la voluntad de las varitas con núcleo de fibra de corazón son volátiles a su lealtad. Y hay tres varitas e Grimmauld Place ( la de Walburga, Regulus y Orión) guardadas y las tres son de ese núcleo.
En mi canon ese el núcleo de la varita de Sirius. Dice que ese núcleo es afín a las artes oscuras. Así que todos los Black principales tienen ese núcleo.
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