Capítulo 12
Lycoris se despertó en la suave y esponjosa cama que una vez fue de Walburga. Ella parpadeó dos veces y luego se sentó abruptamente en la cama mirando a los lados, rápidamente buscando a sus bebés.
Rápidamente encontró las tres cunas a los píes de la cama y a Winky y Kreacher dormidos en almohadones cerca de la ventana.
—Dioses. ¿Cómo llegué aquí? — se preguntó Lycoris.
—Mi señora — Kreacher se levantó de su lugar y rápidamente se acercó a ella.
—Kreacher. ¿Cómo llegué aquí?
—Tuvo pesadillas de la guerra, mi señora —contestó Kreacher con la voz baja— Llamó la atención de esos muggles. Le di una poción para dormir sin sueños y un hombre, el que enviudó, la trajo a Grimmauld Place.
Oh mierda, mierda, mierda.
Descubrieron Grimmauld Place.
—Lo lamento, mi señora — se disculpó Kreacher. A Lycoris le empezaron a doler los pechos, y se dio cuenta que se había llenado de leche, como si estuviesen coordinados, James y Gigi se despertaron llorando de hambre.
Winky se despertó por el llanto y empezó a preguntar que podía hacer.
Lycoris camino hasta las cunas. Teddy estaba despierto mordiéndose la mano, Lycoris le ordenó a ordenó a Winky que calentar el biberón para Teddy mineras Lycoris cargo a James y Gigi, con cuidado se bajó los tirantes de su camisón y ajustó a los gemelos para comieran.
Lycoris abrió la boca en un grito silencioso cuando James, a pesar de no tener dientes, le apretó muy fuerte el pezón mientras comía glotonamente. Winky trajo el biberón para Teddy, así que los tres se alimentaron.
Luego de que comieran, Lycoris primero apoyó en su hombro a Gigi para hacerla botar los gases, luego a James y al final Teddy.
Lycoris, con un hechizo, encendió el tocadiscos que Sirius le regaló para su cumpleaños quince junto a los discos que Remus y él trajeron a Grimmauld Place cuando se convirtió en la sede de la Orden.
La música recorrió los pasillos de la casa, posiblemente irritando a Walburga. Con cuidado baño primero a los gemelos, a Teddy le encantaba jugar y mojarla, así que primero iba con los menos problemáticos.
Mientras sonaba "Two of Hearts" y " Last train to London" bañó a James y Gigi, los dejó cambiados y dormidos en la cama. Ella se quitó el camisón y se metió con Teddy en el baño, lleno de burbujas y un par de patitos de hule que Teddy encanta hundir con sus manos.
Ya limpia y con los bebés limpios, bajó con cuidado con James atado a su pecho y Gigi a la espalda mientras Kreacher llevaba a Teddy. Mientras se bañaba, Winky preparó un desayuno inglés completo que la hizo babear.
No es que criticara la comida que amablemente que los Velaryon y la familia real le invitaron, pero desayuno inglés era desayuno inglés.
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Daemon vio a la bruja salir de su habitación llevando una carretilla negra, algo raro donde llevaba a sus bebés gemelos y atado a la espalda estaba el bebé de cabello.
—Príncipe Daemon— ella se reverencio al verlo.
—Lady Potter— él la saludó y luego miro la carretilla. —¿Curioso método para llevar bebés?
—Oh. Es un cochecito de bebés — contestó mirando la cosa — En mi mundo se usa mucho para no llevar en brazos a los bebés, es cómodo, es práctico y los tengo a mi lado.
Los dos se quedaron callados, siendo lo único que se escuchaba era los balbuceos de los bebés.
—Creo que me iré. Ahora muchos saben de lo que hay en mi baúl y ahora debo dar explicaciones a Lord Corlys y a la princesa Rhaenys.
—¿Por qué deberías dar explicaciones?
—¿Por qué mentí? — sonaba preocupada, como una niña pequeña que había hecho algo mal y debía ser reprendida.
Ella jugó nerviosamente con el anillo de oro en su mano derecha-.
—No hiciste nada malo — dijo Daemon — Solo diste la información sesgada. Como lo haría un mensajero en tiempos de guerra.
—Oh — Lady bruja empezó a caminar empujando la carreta de bebés. Las ruedas de esa cosa facilitaron el caminar. —Bueno, dar información parcial en tiempos de guerra me es muy familiar.
—Tu sirviente dijo que participaste en una guerra.
—Fui más que una mera combatiente más — ella apretó los labios — El destino de luchar está desde el día que mis padres murieron y obtuve esta cicatriz a la edad de un año — señaló la cicatriz curada en su frente — Había un mago tenebroso, alguien con pensamientos oscuros. Mi padre y mi madre no eran más que un par de jóvenes que apenas estaban empezando a vivir su adultez cuando me tuvieron y tiempo después se lanzó una profecía.
—¿Una profecía? — preguntó Daemon y ella asintió con la cabeza — ¿Qué tiene que ver una profecía?
—Porque decía que iba a existir alguien quien acabaría con ese mago tenebroso — respondió — Nacido cuando el séptimo mes muerte, de quienes lo desafiaron tres veces. El señor tenebroso lo señalará como su igual. Yo encaje en eso, así que un día interrumpió la casa donde estábamos los tres y mató a mis padres y de alguna manera sobreviví.
Ella miró las escaleras, con cuidado sacó su varita y empezó a bajar apoyaba al barandal mientras el carrito flotaba muy bajo, Daemon siguió viendo a los bebés estar tranquilos a pesar de estar flotando.
Cuando ella tocó el piso, el carrito descendió levemente.
—Luego pase miserables años con la hermana de mi madre y su familia — siguió contando— A los once descubrí que era una bruja, fue la escuela de magia hasta que ese mago volvió y la guerra se desató de manera informal a mis catorce hasta que él mató al mago más poderoso y dio paso a la guerra oficial. Yo tenía diecisiete cuando me enfrente finalmente a él y lo mate.
Ella siguió avanzando mientras él bebía en su espalda, jugaba con la trenza de la bruja.
—Acabada la guerra fue transportada con un dragón que liberé por accidente a valyria donde me encontró Lord Corlys y aquí estoy — finalizó ella — Con traumas y tres bebés.
Ella suspiró, como si contar aquello fuera liberador.
Daemon se quedó sin palabras. Lo mucho que él ha luchado en una guerra es contra la Triarquia y conquistar los Peldaños de Piedra.
Le sorprendía que ella, una chica de figura delgada mirada algo paraba pudiera hacer tanto tan joven.
—Es sorprendente que sobrevivieras a todo eso — dijo Daemon.
—Créame príncipe, desde los quince años he tenido pensamientos suicidas — contestó ella mientras sonreía a sus hijos — Mis mejores amigos me seguían como sombras. Sobre todo cuando veía la torre más alta de Hogwarts con una mirada tentadora.
Ella continuó su camino hacia la oficina de Corlys hasta que se toparon a la arpía de Alicent Hightower su segundo cachorro varón.
—Mi reina — la lady bruja se inclinó ante Alicent.
—Lady Lycoris — le sonrió esa mujer — Es bueno verla ya más recuperada.
—Lamento cualquier malentendido que pudo haber sucedido anoche... yo...
—No hay porque dar explicaciones detalladas — dijo Alicent tranquilizándola — ¿Que cosa para más bonita?
Alicent miró el carrito de bebé.
—Que ingresos invento para llevar a los niños — Alicent miró a los bebés de la bruja.
—Lo se — ella sonrió de igual manera — Como ya conoce mi casa secreta. Estaba en atico, le tuve que hacer unas modificaciones para llevar a los dos. Pero ahora la vida se me hará mas fácil así y a Penny.
—¿Cómo se siente, Lady Lycoris ? — preguntó Aemond genuinamente integrado
—Perfecta. Y lista para que continuemos con las lecciones de Dragon Speech — le prometió Lycoris con una sonrisa.
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