Aemond pudo haber conseguido un dragón pero la bruja lo había impedido.

Otto miró a la invitada al desayuno. Alicent invitó a Lady Lycoris a desayunar con ellos. Envuelta en un vestido de color amarillo pálido entró a la habitación designada con su hijo mayor en brazos.

—Majestad — la bruja se reverencio aun con su hijo en brazos. Otto estaba extrañado por el color azul en el cabello del bebé. El bebé levantó su manita e hizo un gesto de "hola" con sus regordetes dedos.

—Lady Lycoris — Alicent saludó con cortesía — No tuvo tiempo de presentarlos formalmente. Mi padre, Lord Otto Hightower, la mano del rey.

—Es un gusto conocerlo, Mi lord — Lycoris bajó la cabeza en saludo.

—Padre — Alicent lo miró — Te presentó a Lady Lycoris Potter-Black, la hechicera que enseñará los chicos Dragon speech y su hijo mayor. Edward Lupin.

—Lady Potter — Otto saludó. Los tres se sentaron en la mesa que estaba dentro del cuarto de Alicent., luego llegaron los niños. Aegon entró con una cara de trasnochado y oliendo un poco a vino. Helaena saludó y revolvió el cabello azul del bebé.

—¿Y James y Gigi? — preguntó Helaena

—Desayunados y dormidos vigilados por Penny — contestó con una sonrisa — Eso es lo bueno de los bebés recién nacidos. Solo comen y duermen.

Alicent soltó una risita. Otto no recordaba escucharla reír hace muchos años. Aemond saludó alegremente a la bruja. En el desayuno, ella transformó una de sillas en una silla alta para su hijo, mientras todos tomaban el desayuno , ella alimentaba a su propio bebe con avena mezclada con leche.

De vez en cuando soltaba un " Ñam ñam" sonriendo al bebé que reía. Aemond mencionó su intención la noche anterior de reclamar a Vhagar.

Alicent se mostró asustada pero Otto interesado hasta que Aemond contó que la bruja habló con la dragona. Vhagar no quería un nuevo jinete.

—Si, anoche evitó una pelea — dijo Helaena.

—La dragona ya está entrando en sus años — comentó Lady Lycoris — Hoy al fin retomaremos las lecciones de dragon speech. ¿Si leyeron los libros que les di mientras me recuperaba del parto?

—¡Yo sí! — dijo Aemond emocionado

—Yo igual — dijo Helaena — Sobre todo lo del Tercer Ojo.

–¿Tercer ojo? — preguntó Otto mirando a la bruja.

—Le va a salir un tercer ojo a Helaena —Aegon se mostró emocionado.

—No le saldrá un tercer ojo a la princesa — contestó la bruja ante la mirada de asombro de Helaena y Alicent — Es un decir. Un interno que permanece cerrado o ciego al mundo. Cuando decimos abrir ese ojo se entiende a tener una mayor perspectiva y sensibilidad al mundo.

—¿Y tú lo tienes? — preguntó Alicent.

—He tenido que desarrollar para sobrevivir — dijo bebiendo de su té — Poder percibir la afinidad a la que están ligados la magia de las piernas. Poder presentir cuando será atacada por la espalda.

—Supervivencia — dijo Otto.

—Exactamente — la bruja lo miró. Otto quedó impresionado ante el tono verdoso de sus ojos, algo venenosos y mortales al mundo. — Y también prometí al príncipe Aemond y la princesa Rhaena los dos huevos de Fujur.

—¿Estás segura que eclosionaran? — preguntó Aemond dudoso.

—Si. Tengo textos que hablan de los dragones — contestó ella — Una tía lejana quería vivir en la reserva de dragones para estudiarlos.

—¿Y que pasó? — preguntó Alicent

—La casaron contra sus deseos— dijo mirando a su bebé — Tuvo dos hijos y se volvió una amargada y algo loca.

—¿Y los textos? — preguntó Otto. Tal vez podría lograr convencerla de que sean examinados por Maestres de la Ciudadela. Aunque ellos detestaban la magia.

—En mi poder — contestó Potter — Y esos no serán copias. La tía Walburga me prohibió eso.

El desayuno continuó hasta que Otto hizo la pregunta importante. ¿Pensaría en volver a casarse? Porque una mujer sin el apoyo de un hombre en este mundo sería complicado.

—Yo... — fijo nerviosa jugando con un anillo grueso de banda de oro — No estoy segura. Yo amo a mi esposo, incluso si está muerto, yo no... — se quedó callada mientras parpadea rápidamente — no estoy lista para volverme a casar. Tengo tres hijos que necesitan de mi atención en estos momentos.

—Es lo mejor que sigas tu luto — Alicent tomó su mano. Otto miró a su hija, era una idiota al dejar pasar esa oportunidad.

Aunque al momento no había prospectos para la bruja. Aegon y Aemond estaban jóvenes.

Otto miró a la joven bruja. Su vista fija en el bebé en la silla. ¿Qué función tendría en sus planes?

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Al ser bebés recién nacidos, James y Gigi debían estar cerca de ella.

Normalmente a los magos le dan casi medio año de licencia para permanecer en el hogar junto a su esposa y recién nacido, para nutrir el recién formado núcleo mágico del bebé y sanar el de la bruja por el parto.

Lycoris no tenía a Fred con ella.

Jamás se recostaran en una cama, con sus hijos, los cuatro en su pequeño mundo recién formado.

Ahora era Lycoris con tres bebés en un mundo que no conocía.

Así que ató a James a su espalda y a Gigi a su pecho, y junto a Kreacher que llevaba a Teddy se encaminaron hacia el nido donde los dragones estaban. La princesa Rhaenys, Rhaenyra y Laenor los acompañaban.

—Tal vez debería cargar a Teddy — dijo Rhaenys a Kreacher.

—No. Kreacher ha cuidado a dos amos Black y hará lo mismo con los hijos de mi ama — contestó abrazando a Teddy que río.

Daemon soltó una risita mientras avanzaba detrás de sus hijas. Todos llegaron hacia el nido donde estaban Seasmoke, Syrax, Moondancer, Caraxes, Dreamfyre, Sunfyre, Meleys y Fujur.

Los dragones de los príncipes Velaryon se quedaron en la capital por ser aún unas crías.

—Bueno, empieza lo bueno — dijo Lycoris frotándose sus manos. Le pidió a Winky que le pasara los guantes con runas. Con cuidado se acercó a Fujur —"Hola amiga"

—Hola bruja. Veo que has traído a tus crías.

Fujur acercó su hocico hacia ella, aspirando el aroma de ella y los bebés.

—Dos crías fuertes a pesar de las circunstancias

—Gracias — sonrió Lycoris

—Veo dos crías sin dragón — Fujur miró a Aemond y Rhaena — Mis huevos eclosionaran unos minutos. ¿Estás segura que son dignos de mis crías?

—En sus venas corre la sangre de la antigua Valyria — Lycoris acarició el cabello de Gigi — Apreciarán y amaran a sus crías.

Fujur asintió con la cabeza y se movió un poco del nido. Con cuidado Lycoris le pasó el huevo de color gris a Rhaena, con cuidado le explico que debía ser cuidadosa y luego, el huevo azul hielo llegó a manos de Aemond.

Lycoris le pidió a Winky que colocara las mantas y sentó a ambos niños mirándose el uno al otro y con un encantamiento de nido proporcionó un reconfortante calor a las mantas.

Así estuvieron unos minutos hasta que el huevo del príncipe Aemond empezó a temblar en sus manos, una cola con púas rompió el huevo desde adentro y el resto se resquebrajó dejando ver a un dragón azul como el invierno. La pequeña criatura chilló y se enredó en el brazo derecho del príncipe Targaryen.

Luego casi al momento, el huevo de Rhaena se rompió dejando ver a un dragón gris con púas negras. El dragón recién nacido se acostó entre las piernas de las princesas.

Así en medio de un nido cálido, nacieron dos dragones.

N/a: Y tenemos dos nuevos dragones.