Al llegar a casa sólo de tiró sobre su cama, suspiró y sonrió de lado al recordar como su madre solía abrazarlo, decirle que todo estaría bien y quedarse con él hasta verlo dormido. Agarró la última foto que les tomaron, ese fue el último recuerdo feliz de su familia, amaba recordarlo aunque le doliera, amaba mucho ese recuerdo pero sobre todo, amaba recordar la última noche con su madre.

—¿Quieres contarme, mi amor? —Susurró acariciando el cabello de su hijo.

“Me asusté mucho cuando vi a papá caerse, pensé lo peor.” Sorbió la nariz y se limpió los ojos.

—Lo sé, cariño, yo igual me asusté demasiado. —Suspiró y besó su frente.— Todo estará bien ¿de acuerdo? Seguiremos siendo la familia más fuerte del mundo, nosotros somos fuertes porque estamos juntos, lo prometimos ¿lo recuerdas?

“Lo recuerdo, Lottie y yo somos fuertes porque los tenemos a ustedes y ustedes son fuertes porque nos tienen a ustedes.” Sonrió levemente y abrazó a su madre.

—Nosotros siempre estaremos juntos ¿si? Los amo mucho, son lo mejor de mi, son los hijos que siempre deseé, son todo para mí. —Susurró abrazándolo fuerte.— Ahora duerme, mañana debemos ir a nuestro picnic ¿si?

“¿Te quedas conmigo hasta qué me duerma?” Le miró y besó su mejilla.

—Por supuesto, amor.

Ambos se acomodaron en la cama de Louis, Jay comenzó a acariciar su cabello hasta verlo dormido. Sonrió y besó su frente.

—Te amo mucho, cariño, mamá siempre estará contigo. —Susurró antes de arroparlo e irse a su habitación.

Unas lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas hasta caer sobre su almohada, abrazó la foto contra su pecho. Sollozó apretando cada vez más la foto.

—¡Louis, apúrate o mamá se enojará!

El castaño corrió más rápido, cuidando de no hacer caer el pastel para el cumpleaños de su hermana. Su madre los había mandado a ambos por el mientras ella decoraba la casa para la minifiesta, estuvo apunto de tropezarse pero su padre los agarró a ambos.

—Si esto se caía, tu madre iba a colgarme y si tú también te caías, tu madre iba a castrarme.

Louis rió en silencio antes de pararse mejor, ambos entraron rapido a la cada y ayudaron con los últimos detalles. Mark fue a recoger a Lottie a casa de su amiga antes de manejar de vuelta a su hogar, donde su madre y hermano gritaron “¡Sorpresa!” en cuánto abrió la puerta. La menor corrió a abrazar a su madre y luego al castaño, al final Mark se unió a los tres y los abrazó muy fuerte.

Los sollozos del castaño eran desgarradores, extrañaba esos días como nunca antes lo había hecho, extrañaba demasiado tener a su familia completa, extrañaba sentirse seguro junto a sus padres y su hermana, extrañaba los regaños de su madre por no querer levantarse temprano, extrañaba lo gritos de su padre cuando veían algún partido de fútbol. Escuchó como tocaban desesperadamente la puerta, no le importó si se veía mal, sólo se levantó y fue a abrir la puerta, dejando la foto sobre su cama.

Al abrirla vio al rizado mirarlo preocupado y con culpabilidad en su mirada, lo miró unos segundos antes de sentir unos brazos rodeándolo. Correspondió al abrazo, aferrándose a la camisa del más alto como si su vida dependiera de ello, comenzó a llorar más y cerró los ojos tan fuerte como pudo. El rizado lo abrazó más fuerte si se podía, antes de cargarlo y cerrar la puerta, lo llevó hasta su habitación, tomó la foto antes de ponerla con cuidado en la mesita de noche.

Como pudo los hizo acostar a ambos, suspiró suavemente mientras dejaba besos sobre su cabeza y acariciaba su espalda.

—Tranquilo, tranquilo, todo está bien, te prometo que todo estará bien. —Susurró con voz suave.

Louis lo miró y se acercó un poco hasta rozar sus labios, lo besó tranquila y lentamente, le daba miedo perderlo a él. Louis había perdido más personas de las que le gustaría, sólo tenía a Lottie, Zayn y Liam, sin embargo casi nunca los veía por su trabajo, aunque no quiera admitirlo, necesitaba a Harry.

Aunque nadie lo sabía, Zayn se convirtió en su hermano cuando tenía 14, la madre del moreno habia muerto cuando Zayn nació, de su padre nunca hubo noticias. Él vivió con su abuela durante 14 años hasta que ella también murió, dos meses después encontró a Louis corriendo con Lottie en sus brazos, lo llamó y los metió a su casa mientras los gritos de un señora se alejaban. Ese día se enteró de la muerte de los padres de Louis y Lottie, desde ese día vivieron los tres juntos, siempre cuidando de no dar su edad porque sabían que los llevarían a un orfanato y ninguno de ellos estaba dispuesto a separarse del otro. Dos años después, Louis ya era mayor de edad y podía tener la tutela de su hermana legalmente, Zayn creyó que lo dejarían sin embargo, el castaño también se hizo cargo de él e hizo los papeles para poder tenerlos a ambos bajo su tutela cosa que no le pudieron negar pues cumplía con todos los requisitos aún para ser Omega, el juez pensó que era uno muy fuerte, pues él se había encargado de estudiar además de trabajar para que no les faltara nada a sus hermanos, también les dió estudios y cuando Zayn cumplió los 18 comenzó a trabajar en la empresa donde trabajaba el castaño, ahí fue donde conoció a Liam quien ahora era su alfa.

Y ahora, por una vez en tantos años, Louis necesitaba sentirse cuidado, necesitaba que alguien se ocupará de él, necesitaba sentirse seguro con alguien, aunque le gustaba mucho ser independiente necesitaba depender de alguien después de tantos años y aunque odie demasiado ese sentimiento, Harry era quien lo hacía sentir todo eso.

No sabe cuánto tiempo fue, no sabe en qué momento llegaron a estar en esa situación, no sabe cuando las prendas habían desaparecido y definitivamente no sabe cómo llegó a quedarse dormido en los brazos del alfa.

[…]

—¡Necesito hablar con mi hermano! ¡Esta sufriendo, carajo! —Gritaba la omega, mientras Gemma intentaba calmarla.

—No podemos llamarlo, no contesta. —Suspiró tratando de mantener la calma.

—¡Pues entonces iré a su maldito departamento! —Intentó pararse antes de sentir los brazos de la mayor rodeándola por la cintura.— ¡Suéltame, Gemma!

—Amor, por favor, escúchame una vez en tu vida.

—Mi hermano está sufriendo, Gemma, déjame ir por favor. —Susurró llorando mientras abrazaba a la otra.

—Lo sé, cariño, necesitas estar a su lado, lo sé, pero no puedo dejarte ir en ese estado, le hará daño al bebé. —La abrazó más fuerte mientras aguantaba la preocupación, nunca la había visto así.

Lottie comenzó a llorar más fuerte, no había sentido esa tristeza en su hermano desde... Desde lo de sus padres, es como si de repente toda esa tristeza contenida hubiera explotado aunque sabía que eso solo era una parte.

—Lotts, vamos a dormir ¿si? Te hará daño seguir así.

Lottie asintió sin dejar de llorar, ambas se abrazaron y Gemma estuvo mimándola hasta verla dormida. Suspiró y las tapó a ambas, estaba pensando en llamar al rizado pero no contestaría, estaba casi segura de ello.

[…]

Louis despertó con un brazo rodeándolo por la cintura, parpadeó antes de girar un poco la cabeza. Suspiró al ver al rizado durmiendo a su lado, negó con cabeza y sonrió de lado. Miró al frente por unos segundos antes de sentir un dolor en sus caderas, solo entonces levantó un poco las mantas para ver qué ambos estaban sin ropa.

Sonrió de lado antes de negar con la cabeza, ahora recordaba porque su madre no lo dejaba salir cuando estaba triste, ella sabía cuán impulsivo era a la hora de su tristeza. Lo bueno o tal vez malo, no lo sabe bien, era que siempre hacia algo que deseaba hacer desde hace mucho tiempo atrás.

Se giró despacio y acarició la mejilla del alfa, se abrazó un poco más a él y sintió la tranquila respiración del otro el su cabello, volvió a pensar en lo ocurrido y suspiró. Las cosas no veían haber ocurrido así, no sabe cómo lo permitió, es decir, sólo llevan dos meses de conocerse y definitivamente la última cita había sido un asco pero aún así ahí estaban.

¿Qué diría su madre si lo viera? Aunque probablemente su madre lo habría estado molestando el resto de su vida, pero desearía poder escuchar como se burlaba de él por no poder mantener el control sobre si mismo que tanto presumía.

Cerró los ojos nuevamente y volvió a quedarse dormido, aún no había amanecido por lo cual podía seguir durmiendo un poco más. Después debería hablar con el rizado, pero no quería pensar mucho en eso.

Algunas horas después, el omega volvió a despertar pero esta vez estaba sólo. Suspiró y miró la foto de un costado, de acomodó mejor en la cama y escuchó unos pasos acercarse, miró a la puerta mientras veía entrar al rizado con una bandeja en las manos.

No le dijo nada sólo se acercó a la cama, dejo la bandeja sobre la mesita de noche y comenzó a besar en rostro del castaño. Louis soltó una risita antes de acariciar la mejilla del otro, le miró a los ojos y besó su mejilla.

—¿Despertaste hace mucho? —El mayor negó con la cabeza.— Esta bien, entonces a desayunar, no soy el mejor cocinero del mundo pero al menos no morirás intoxicado.

Louis comenzó a reír antes de jalar por los hombros al otro haciéndolo caer encima de sí mismo. El rizado comenzó a dejar varios besos sobre los labios de su omega, lo miró a los ojos y sonrió.

—Te quiero, Lou, en serio te quiero mucho.

Louis sonrió y besó sus labios, tomó las mejillas del alfa.

—Yo también te quiero.

Luego de tantos años, al fin se escuchó la melodiosa voz de Louis.