0.11
—¡Louis, ven a tomar tu desayuno!
Acomodó los platos sobre la mesa mientras esperaba que el omega viniera de una vez para tomar su desayuno, se sentó antes de ver al otro entrar corriendo.
—Lo siento, no tengo tiempo. Tengo menos de 20 minutos para llegar, nos vemos por la noche, te amo. —Dejó un beso sobre los labios del alfa antes de correr hacia la puerta del departamento, pero antes de salir sintió como lo abrazaban por la espalda y comenzó a removerse.— Harry, suéltame ya es tarde.
—No tomaste tu desayuno. —Lo abrazó un poco más fuerte.
—Comeré algo mientras voy, pero déjame irme. ¡Me descontarán si llego tarde y será tu culpa!
—Toma tu desayuno y te dejo ir. —Le hizo girar antes de acorralarlo contra la puerta.
—Algún día me perdonarás por esto. —El rizado le miró confundido antes de sentir algo impactar justo en su entrepierna. Se alejó del castaño y gruñó mientras el otro salía del departamento.
—¡Me las pagarás, Louis! —Se sentó sobre el sofá con cuidado antes de negar con la cabeza.— ¿Cómo cabe tanta fuerza en alguien tan pequeño?
—¿Cómo algo tan pequeño podrá complacerme? Es decir, la primera vez estaba dudando si necesitaba una lupa o algo así para poder verlo.
El alfa le miró antes de pararse y abrazarle por la cintura, pegándolo demasiado a sí mismo.
—No es como si en la habitación te quejarás de eso. ¿No qué tenías prisa?
—La tenía hasta que me llamaron y me dijeron que vaya en la tarde. Y ¿disculpa? No me quejo porque heriré tu ego si lo hago, y mejor no. —Pasó sus brazos por el cuello del otro y dejó un pequeño beso sobre los labios del rizado.— Ahora, tengo hambre así que iré a desayunar.
Le sonrió antes de alejarse para caminar hacia la cocina, sintiendo como el menor le seguía por atrás. Se sentó en la silla y comenzó a comer el delicioso desayuno, no era ni más ni menos que pan con mantequilla, una taza de té y huevos revueltos pero para él eso era más de lo necesario. Normalmente sólo tomaba té con alguna galleta.
—Tú no te quejas porque no tienes porqué hacerlo. —Murmuró el rizado comenzando a comer para terminar con el tema.
Louis lo miró antes de sonreír de lado mientras negaba con la cabeza, parecía que estaba hablando con un niño pequeño.
—Oye, Hazz ¿Por qué antes de ayer estabas de mal humor? Hasta ahora no me lo dijiste.
—Oh, no fue nada. Sólo me enteré de algo malo, y pues... Me puse de mal humor. —Se encogió de hombros, después de todo no era completamente una mentira.
—Bueno, pero por favor. En otra ve a desquitarte tu enojo con alguien más, ¿sabes lo mareado que estaba mientras caminabas de un lado a lado sin dejar de gruñir? Creo que por poco no hiciste un hoyo en el suelo. —El castaño rodó los ojos antes de acabar de comer.
—En otra me desquitaré contigo, pero esta vez de forma diferente. —Le miró y le sacó la lengua antes de poner ambos platos en el fregadero.
—Luego veremos si al final eso tan pequeño que tienes, logra superar mis expectativas.
El alfa le gruñó antes de prácticamente, tirarse sobre él para comenzar a besarle todo el rostro.
[...]
¿Quién diría que esa felicidad de esos días se acabaría tan pronto? Es decir, nadie viene con un pastel y te dice "¡Hey! Aprecia estos momentos y disfrútalos, están a punto de acabarse" y cuando se acaba es cuando te preguntas ¿por qué no lo aprecié? ¿hubiera cambiado algo si hacía las cosas diferentes? ¿hubiera válido la pena contarle la verdad? ¿cambiaría algo si le hubiera repetido más veces cuánto le amaba? Y es entonces que te das cuenta de algo: el hubiera no existe. Es ese momento en el que tienes que saber vivir con los errores que posiblemente cometiste, pero también apreciar las cosas buenas que hiciste.
Harry extraña esos momentos de felicidad que tuvo con el castaño, sin embargo, tras lo ocurrido con Lottie ninguno de los dos es el mismo. Louis ya no sonríe, llora cuando siente a su hermana sufrir por la pérdida de su bebé y su único consuelo es saber lo mucho que Gemma cuida de ella, pero Lottie sufriría por un tiempo más y estaba bien, ella podía hacerlo porque tenía quien la apoyé y no la dejé tocar fondo, ella podía llorar hasta estar completamente bien y su esposa seguiría ahí para apoyarla, en esos momentos Louis no pensaba en ellas como alfa y omega, pensaba en ellas como dos personas unidas por un lazo más allá de la marca y sabía por la misma razón, que su hermana se recuperaría.
Pero ¿y él? ¿Quién estaría ahí para él cuando estuviera triste? Cualquiera podría decirle "Tienes a Harry" pero ¿era cierto? Cuando pasó lo de Lottie, nadie estuvo a su lado para decirle que su hermana estaría bien, Zayn y Liam no lo sabían porque se fueron de viaje por la hermana enferma de Liam. Y Harry, él se fue en cuanto Gemma entró a ver a Lottie, y Louis estuvo sólo en la sala de espera repitiéndose que su hermana estaría bien, ella no lo dejaría sólo.
¿Dónde estaba Harry? Pues estaba intentando que sus padres recuerden a ambos castaños, sin embargo, muchas veces al querer hacer algo bueno, no pensamos en las repercusiones que podría haber. Nos concentramos tanto en intentar hacerle un bien a alguien cuando posiblemente también la estemos lastimando, y eso precisamente estaba pasando con el rizado. Quería darle la felicidad a Louis de ver a sus padres pero no se daba cuenta del sufrimiento del mayor.
—Louis, vamos a cenar. Necesitas relajarte, trabajas demasiado y eso te hará mal. —Le miró su jefe, un señor alto y con un cuerpo trabajado, un alfa muy cuidadoso con su familia, y desde la muerte de sus padres, él le ayudaba en cuanto podía. Él lo consideraba como su hermano menor y su esposa lo consideraba como un amigo más.
—No, está bien, Alex. No tengo hambre, además debo ir rápido a casa.
—Tómate una semana de vacaciones, y no acepto un no por respuesta, te tomaras una semana y se acabó. Pasa esa semana con tu novio, de seguro vuelves más relajado, nos vemos en una semana.
Alex le sonrió antes de salir de la oficina, Louis sonrió hasta perderle de vista y luego suspiró, guardó todo el trabajo posible para después irse a su casa. Tal vez podría salir con Harry, así arreglarían las cosas y podría volver a estar bien con él, sólo era un tal vez porque el rizado podría no querer salir o algo. Manejó hasta llegar al edificio y subió a su departamento, estaba por entrar cuando sintió unos brazos rodearlo por la cintura.
—Lo siento. —Susurró el rizado.
—Yo también. —Cerró los ojos y se recargó en el pecho del menor.
—¿Qué tal si cocino y vemos unas películas? Extraño pasar tiempo contigo.
—Eso me gustaría, estaría bien. —Sonrió levemente.
—De acuerdo, entonces entremos.
Le quitó el morral y se lo cargó en un hombro, después le pidió las llaves y abrió la puerta, sin embargo antes de que el ojiazul pudiera entrar, el rizado lo cargó estilo nupcial y besó su frente para después entrar. Lo llevó hasta su habitación para dejarlo sobre la cama, el castaño suspiró cerrando los ojos y Harry se acercó para besar su frente y comenzar a quitarle la ropa, se levantó y fue por uno de los pijamas de Louis. Al volver a la cama, se lo puso con cuidado mientras besaba cada parte del cuerpo del ojiazul mientras este ultimo suspiraba pensando en las cosas buenas que podrían ocurrir después del ultimo suceso con su hermana.
—Mi pobre omega, debes estar cansado ¿no es así? —Susurró besando sus labios para luego acariciar sus mejillas.
—Lo estoy. —Susurró queriendo llorar de la nada, el rizado lo percibió y se acostó a su lado para abrazarle y tratar de calmarle.
—Lo sé, hoy cocinaré, veremos una película y antes de dormir nos daremos un baño, también te haré un masaje ¿si? Tu quédate aquí y descansa, no tardare mucho.
—De acuerdo, si, eso me gustaría.
Harry besó su cabeza antes de levantarse para ir a la cocina, cocinaría el plato favorito de Louis para que tuvieran una noche tranquila. Por esta noche ambos se permitirían pensar que las cosas estaban bien, por esta noche Harry creería que realmente estaba haciendo algo bueno y por esta noche, Louis creería que las cosas con Harry se resolverían, por esta noche, dejarían que las mentiras ganaran.
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