- At-chan tengo algo importante que decirte. - me habías dicho con una gran sonrisa que no hizo más que ponerme feliz. Poder volver a pasar tiempo contigo como antes me encantaba. Aunque solías portarte como todo un tsundere o eso decía Io, estaba bien.

- ¿Qué es? - te pregunté, te sonrojaste y esquivaste mi mirada cuando lo dijiste, yo me quede pasmado "¿Eso era verdad?"

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Querido Amigo:

Sé que había prometido escribirte antes, pero simplemente no podía. O más bien no tenía la valentía de hacerlo, no después de verte a su lado.

Si hubiera sido más rápido, si hubiera ido directo a ti y te hubiera dicho mis sentimientos todo sería diferente entre nosotros ahora, pero no puede ser, ahora un nosotros no existe ni existirá.

Y me lamento por eso, porque no podre tenerte, porque de otro son tus abrazos, de otro son tus besos, de otro son las palabras más dulces que había escuchado nunca de otro.

Tu existencia ahora está conectada a otra persona, y no soy yo.

¡Me molesta! ¡Me molesta que sea así! ¿Que no estaríamos juntos siempre? ¡Lo prometiste!...o tal vez yo me prometí eso a mí mismo. Porque aunque quiera negarlo, no has hecho nada malo, solo te dejaste llevar por tus sentimientos a la persona que amas.

¿Recuerdas cuando estábamos sobre el pasto mirando las estrellas?

Ese día prometimos que seriamos amigos por siempre, y te lo tomaste tan literal, que quisiera no haber dicho eso. Porque aunque me gusta ser tu amigo, no es suficiente, yo quería más, pero tú solo eso.

Yo quería aferrarme a tus brazos, pero tú querías los de otro...o eso pensé, pero no era así ¿Verdad?

¡Me querías! ¡Me querías de la misma manera! Me lo dijo Ryuu el otro día, yo nunca lo noté, te juro que no lo noté por nada, pensé que para ti era solo un amigo y fin. No sabes lo mucho que me gritó, me dijo que era un idiota, que siempre tuviste tu mirada en mí, que era lo más importante para ti, que lo era todo y yo no supe que decirle, me quede sin palabras.

No podía creerme eso ¿Era verdad? Por favor dime que sí, para conservar el recuerdo de que antes solías amarme, de que todo el amor que posees iba dedicado a mí.

¡Si me hubiera dado cuenta! Cuanto daría por retroceder el tiempo y pedirte que fueras mío, pero no puedo, ya no puedo...soy demasiado cobarde para hacer algo así.

Quiero ser egoísta, pero no puedo hacerlo, pensar que este será un día de felicidad para ti y uno lleno de tristeza para mí.

Me duele, el corazón me duele mucho más de lo que había pensado y este sentimiento que poseo se está volviendo un tormento.

¡Te amo! ¡Te amo demasiado! Quisiera habértelo dicho antes, cuando tenía una oportunidad, cuando estas palabras podían alcanzar tu corazón y fueran mutuas, no hay remedio.

Lo siento, de verdad que lo siento, sé que dijiste que no querías disculpas de mi parte. Pero soy irremediable ¿no? Supongo que debía haber tenido alguna cosa buena cuando te guste, pero ahora no es así.

Él se acercó a ti y me robo tu corazón, te fue enamorando cada vez más y no hice nada para impedirlo, es mi culpa, así que no estés triste, prométeme que no lloraras, promete que no intentaras buscarme porque nunca podrás hallarme, ya no.

Siento haberte mandado esta carta después de la boda, pero era la única manera, la única manera de poder decírtelo todo sin tener que romperme frente a ti, porque aunque ya no me ames, yo aún lo hago Kin-chan.

Sé que cumples tus promesas, así que por todo esto, promete que serás feliz.

I'm Sorry

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- ¿Qué es eso que lees? - pregunto el castaño acercándose a Kinshiro, se posicionó tras de sí y leyó el contenido de la carta, después de todo entre ellos no tenía que haber secretos - Ya veo. ¿Estás bien?

- Lo estoy, es algo inesperado. - respondió con la cabeza hecha un desorden, miles de ideas ocupaban su mente. Lo que acababa de leer estaba escrito por su amor, su primer amor.

- ¿Lo quieres verdad? - le preguntó su ahora esposo tomándolo del mentón, lo miro con esos llenos de esperanza, quería que diga que no, pero aunque sabe que si están enamorados, siempre supo que Kinshiro no superó el amor por Atsushi completamente.

- Te quiero a ti. - susurro el peli-plateado, quería ser firme en su respuesta, pero no ocurrió. Sintió como su voz se hacía cada vez más débil.

- Pero más a él. - dijo algo triste, al final no se había equivocado, después de tanto tiempo Kinshiro no había olvidado.

- No, ya no puede ser. - respondió, acerco sus labios a su amado y los beso con dulzura.

Atsushi no se había equivocado con sus palabras, todo el amor que tenía antes se había dispersado, ahora amaba a otro.

Entonces... ¿Por qué dolía?

Palabras que siempre quería haber oído, ahora no significaban nada.