Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nuevos ¿Amigos? [Editado]

Los días en la preparatoria The American School Foundation pasaron con premura, la rutina del nuevo grupo de amigos era seguir con sus horarios de clases y pasar lo que quedaba de las tardes juntos, Jimin era el rey en el grupo de mujeres, como compartía casi todas las clases con Tahalafa, ella lo trataba como si fuera su mejor amigo y es que en eso se estaban convirtiendo, pocas cosas habían cambiado desde aquel primer día de escuela, la más importante era que María y Jisoo se hicieron novias, y como no podían ir a la casa de ninguna ya que la familia de María era sumamente conservadora y en el reglamento del edificio de estudiantes extranjeros que estaba bajo supervisión de la preparatoria estaba reglamentada la prohibición de tener relaciones sexuales en esas instalaciones, la rubia diminuta les prestaba sin reservas su casa para pasar el rato, la mayoría de la veces veían una película en la habitación de Lafa mientras todos botaban el uniforme al suelo, tenían la suficiente confianza para mirarse sin pudor ya que en esa casa todos eran gays y lo más importante, eran libres y felices, cuando las cosas se ponían candentes para la nueva pareja, Tahalafa y Jimin se iban a terminar las tareas o a veces se quedaban a ver el espectáculo, compartiendo uno que otro beso con María y Jisoo. Eso es lo que se llama amistad sincera.

Cuando llegaba la hora de irse, todos se despedían con besos en los labios, las mujeres se peleaban por saborear los esponjosos labios de Jimin, pero eran discretos, eran besos furtivos o robados cuando ningún adulto estaba presente.

Los padres de la rubia entendían toda la situación, comprendían lo reprimidas que estaban María y Jisoo así que no decían nada por tenerlas todos los días en su casa, además de que Jimin les parecía sumamente divertido y tierno. La única condición que ponían para que su dinámica en casa no cambiara era que todos salieran bien en los períodos de exámenes, por lo que dos semanas antes de comenzar los primeros parciales, cada uno estudiaba por su cuenta en cada momento que tuvieran libre, y después se reunían en la casa de los árabes a realizar un círculo de estudio, compartir ideas sobre cómo abordar los temas de los exámenes y sobre todo en conjunto encontrar la manera menos terrorífica de aprobar matemáticas, química, física y contabilidad. Para suerte de los nuevos amigos de la rubia, ella ya los había visto en su preparatoria en Dubái, por lo que fue la tutora del pequeño grupo y gracias a las técnicas de estudio que aprendió de su papá alfa, les fue fácil entender, así que todos estaban felices ya que tenían tiempo de sobra para seguir aprendiendo.

En la escuela la rutina era similar, la parejita a veces se perdía en las habitaciones de limpieza, las aulas superiores vacías o los baños del último piso. Mientras tanto Jimin y Tahalafa paseaban por la escuela o la mayoría de las veces se tiraban en las áreas verdes a comer como si no hubiera un mañana, esperando a sus amigas.

Finalmente el día D llegó.

Se abrió el último sello, apareció la última plaga, sonaron las trompetas en el cielo, un dragón descendió de una nube, las estrellas se apagaron y el sol se tiñó de rojo.

Bueno, eso último era porque estaba amaneciendo, tampoco hay que exagerar, aunque hablando de exagerar, una rubia en pijama patinando por los pasillos de su casa en estado de pánico y gritando como si se estuviera muriendo, era la personificación de exagerar. Entró cual elemento de los S.W.A.T. a la habitación de sus padres vociferando cual sirena de ambulancia.

-¡Ancianos mi secadora y mi plancha se quemaron! ¡Auxilioooooooooooo-

-¡Joder niña toca primero!-

Gritaron sus padres en sincronía mientras se acomodaban la ropa.

-Solo préstenme su secadora y plancha y después siguen en lo que estaban por fis por fis por fis, hoy llegan los nuevos y quiero verme bonita por si llega una coreana bella como Jisoo-

-Están en el baño pero...- Se aclaró la garganta su papá alfa -No podemos levantarnos así que tómalos por favor-

Tahalafa sonrió mientras se dirigía al baño de sus padres, tomaba lo que necesitaba y después salió de la habitación no sin antes lanzarles un beso a sus padres, y gritarles un "Gracias, continúen" con todas sus fuerzas.

Llegó tarde ese día, todo le estaba saliendo mal, apenas y pudo desayunar, así que optó por empacar toda la comida que pudo para compartirla con sus amigos, sabía que era un día especial porque además de que empezaban los exámenes, hoy llegaba el contingente de extranjeros quienes ya estaban en la entrada principal.

-Demonios hasta los nuevos llegaron a tiempo-

Suspiró con pesadez, esperó a que el chofer le entregara su mochila y todo el cargamento de comida empaquetada para sus amigos, mientras acomodaba las cosas para que su pequeño cuerpo no colapsara ni rodara por las escaleras del edificio al subir, sintió las miradas en su espalda, así que le agradeció al señor Elías por su trabajo, suspiró de nuevo antes de girarse hacia el grupo de personas que estaban esparcidos por los escalones del edificio y avanzó a pasos de tortuga con artritis.

Mientras caminaba mantenía la esperanza de que sus amigos aparecieran y lo principal le ayudaran con la bolsa de la comida porque sentía que se le iban a romper los brazos, gracias al dios de los almuerzos apareció Jimin gritando que enseguida le ayudaba. Esperó a que su amigo bajara pero éste les dijo algo a dos de los nuevos quienes se acercaron, uno que tenía ojos de gatito con sueño tomó la bolsa quejándose por el peso y otro que tenía muchos tatuajes y aretes en las orejas, ceja y labio tomó su mochila, la rubia intentó tomar los tirantes de su mochila para detener al chico pero éste avanzó a un paso imposible de alcanzar para las pequeñas piernas de la rubia, en eso un sonriente Jimin la abrazó como si no la hubiera visto el día anterior y le dio un beso en los labios.

-¡Pequeña! Te extrañé-

Acto seguido la tomó en brazos cual bebé y la subió por los escalones corriendo como si no trajera consigo a su amiga de metro y medio, bueno corrección, de metro y 55 centímetros.

-Jimincito nos vamos a caer por favor bájame-

Dijo entre risas ya que no se lo había dicho a sus amigos pero le encantaba que la sostuvieron en brazos, es por eso que con sus padres se volvía un pequeño koala. Llegaron a la entrada principal donde los estudiantes aparecían a raudales, se hicieron a la orilla para que Jimin hiciera las presentaciones pertinentes aprovechando que María y Jisoo llegaron tomadas de las manos, lo que hizo que los coreanos presentes se sorprendieran en grande.

-Pongan atención porque no lo voy a repetir, ésta bella morena se llama María, es dulce, amorosa, divertida y tierna, por favor cuidemos de ella.-

La nombrada sonrió en grande mientras agitaba su mano para saludar a los recién llegados.

-Ya conocemos a Jisoo, ah por cierto ella es hermana de...¿Dónde está Rosé?-

-Decidió quedarse de último momento, no entendemos que pasó-

Comentó el más alto del grupo, de verdad era alto, según Tahalafa.

-En fin, después me ponen al corriente.-

Jimin sonrió haciendo desaparecer sus ojos.

-Y está miniatura aquí presente es Tahalafa, se volvió mi mejor amiga, es súper cool, inteligente, dulce y debemos cuidarla para que los más altos no la aplasten, es decir, todos los estudiantes, cómo pueden ver es una cosita pequeña llena de amor y maldad en la misma medida, ya que están aquí ayúdenme a protegerla, ¿Si?-

El grupo de coreanos observaron con atención a las dos nuevas, ya que Jisoo compartió aula en la secundaria con el grupo, no le tomaron mucha relevancia, solo la saludaron con una leve reverencia.

-¡Hola María y hola pequeña! Yo soy Hoseok, pero pueden decirme Hobi o ponerme algún otro apodo, mucho gusto en conocerlas, espero seamos amigos, María eres hermosa pero, es que ¡Vean esos cachetes! Eres una cosita muy bella Tahalafa, tus ojos son únicos-

Hoseok hizo amago de aplastarle los cachetes a la rubia quien juguetonamente los infló como si fuera un pez, Hoseok no pudo más, chilló cual ratón para acto seguido estrujarle los cachetes a la rubia.

-Hoseok compórtate, la vas a lastimar, bien, apresurémonos ¿Quieren?. No tarda en sonar el timbre, yo soy Namjoon, Seokjin es quien está a mi lado, les presento a Taehyung, Yoongi y el tatuado es Jungkook, es un placer conocerlas, Jimin y Jisoo nos contaron mucho acerca de ustedes, por favor llevémonos bien, haremos todo lo necesario para que seamos amigos cercanos-

Namjoon sonrió mostrando unos adorables hoyuelos, todos se veían muy amables y agradables, así que tanto María como Tahalafa de inmediato se sintieron con la responsabilidad de mostrarles la escuela y enseñarles todo lo necesario para sobrevivir en esa jungla mortal llamada preparatoria.

-Disculpa pequeña pero, ¿Traes piedras o algo así? Este bolso pesa demasiado-

-¡Lo siento!- Brincó la rubia en su lugar varias veces, intentó quitarle la bolsa a Yoongi pero éste no lo permitió. -Es la comida que traje para compartir, como sabía que hoy ustedes llegarían a la escuela traje mucho para todos, espero que les guste- Los miró a todos con una gran sonrisa, Hoseok volvió a chillar pero en esta ocasión la rubia se puso detrás de Jimin.

-Lo siento Hobito pero la cuota de aplastamiento de cachetes solo se permite una vez al día y no la puedes canjear ni es acumulable- Asintió la rubia con absoluta seriedad provocando las risas de todos

-¿Ven por qué es mi mejor amiga?-

-¡Traidor! Yo soy tu mejor amigo-

Taehyung no resistió el reclamarle a Jimin al sentirse traicionado, aunque encontró a la rubia encantadora tenía que reclamar su lugar como el alma gemela de Jimin. Se situó a lado de Jimin, del otro lado estaba Tahalafa, todos comenzaron a caminar hacia el auditorio para la ceremonia de bienvenida, Tahalafa le propuso una ofrenda de paz a Taehyung.

-Tú puedes ser el mejor amigo de Jimin y yo la mejor amiga ¿Te parece? Estoy dispuesta a negociar mis galletas caseras para que aceptes ¿Si si si?-

Como el coreano permanecía inmutable, Tahalafa usó su arma secreta, esa que solo hacía en momentos desesperados, hizo un puchero tembloroso mientras ponía ojitos tristes, con eso esperaba ablandar la dura mirada que le estaba dando Tae, Hoseok chilló cual ardilla, Jin y Namjoon rieron, se escucharon un par de "aww" pero no supo quien los dijo, tal vez fue Yoongi, Taehyung no resistió, aplastó a Tahalafa en un abrazo de oso, miró a la pequeña criatura que tenía entre sus brazos para otorgarle una sonrisa cuadrada.

-De acuerdo de acuerdo, seamos los mejores amigos de Jimin, pero esas galletas son mías-

Tahalafa le hizo cosquillas, ambos sonrieron antes de que la directora llamara al grupo de nuevo ingreso hacia el escenario del auditorio, antes de que desaparecieran por el mar de estudiantes la rubia se acercó al chico de los tatuajes.

-Uh, disculpa Jungkook, ¿Podrías darme la mochila? Por cierto, gracias por cargarla, eres muy amable y es un gusto conocerte...conocerlos, si eso-

¿Qué demonios dijo?

-Ah si, toma, no fue nada, estaba preocupado de que rodaras por las escaleras, realmente eres muy pequeña, casi como un duende-

Tahalafa lo miró un poco resentida, no era su culpa que la sociedad fuera gigante.

-Si bueno, uh, no soy tan pequeña, ustedes son muy altos-

Jungkook soltó una carcajada que hizo voltear a los estudiantes que estaban cerca, se alejó a paso veloz para alcanzar a sus compañeros no sin antes guiñar hacia la rubia, quien se sonrojó a la velocidad de la luz...

Esperen...¿Qué demonios fue eso?

La ceremonia de bienvenida pasó tortuosamente lento, la directora y los prefectos animaron los alumnos nuevos a presentarse ante toda la escuela, se escucharon los gritos y piropos de algunos alumnos, los cuales ocasionaron que Yoongi, Namjoon y Jin se sonrojaran mientras que Taehyung y Jungkook solo sonrieron de manera encantadora. Cuando Jungkook sonrió mostrando su dentadura de conejo y arrugando su nariz, los gritos aumentaron y los piropos se volvieron vulgares por lo cual la directora mandó a callar al alumnado.

A mitad del auditorio una rubia miniatura se tuvo que abofetear cuando la sonrisa de Jungkook salió a la luz ¿Qué le pasaba el día de hoy?

-Lo que me hace no desayunar-

-¿M? ¿Dijiste algo pequeña?-

-Nada Jimincito solo digo que estoy un poco rara, debe ser por los exámenes que empiezan en un rato-

-Ni lo menciones, yo ya prendí una veladora, no sé a quién pero eso me recomendó la señora de la limpieza-

-Ay Jimincito, se le reza al dios de los desastres, para que los maestros no aparezcan a la hora del examen-

Ambos se miraron un par de segundos antes de estallar en risas tontas, es lo que tiene el compartir neurona.

Resulta que el grupo de extranjeros compartían todas las clases con la rubia, así que se sentaron en grupo hasta atrás del salón, de lado de las ventanas del edificio, todos eran muy disciplinados así que solo se dedicaban a poner atención a las clases, mientras el temido examen de Química se acercaba. Jungkook se sentó detrás de Tahalafa, lo cual la puso algo nerviosa pero lo supo disimular muy bien...según ella, sus hombros estaban rígidos, su garganta se cerraba en momentos y suspiraba en silencio.

Las alumnas y alumnos del salón se acercaban a los nuevos para invitarlos a sentarse juntos para la hora del almuerzo, algunos les dieron sus números de teléfono, los invitaban a pasar el rato después de clases y algunos más audaces los invitaron para "mostrarles" la escuela. Fueron rechazados de manera amable, una alumna de otro salón se acercó para invitar a Tahalafa a una cita pero también fue rechazada de forma educada. Todo ante los ojos atentos de los nuevos.

Al fin la hora del almuerzo llegó, la enorme bolsa que trajo la rubia fue al fin abierta, había sándwiches de pollo, jamón, huevo y ensalada de atún, sopa de verduras, fruta picada, agua de limón, leche de almendras sabor chocolate y fresa, gelatina en cubitos y galletas caseras de vainilla, chocolate y frutos rojos con mermelada de fresa, en cantidades suficientes para alimentar a toda la escuela.

-¡Woa! ni en mi casa comía también, pequeña ¿Vaciaste el refrigerador de tu casa?-

-No te preocupes por eso Yoonguito, deben de alimentarse bien, así que por favor coman lo que quieran cuanto quieran que para eso es, por cierto, si no tienen planes mis padres los invitan a comer-

Tahalafa les ofreció unos platos con cubiertos para que cada quien se sirviera pero como no conocía las costumbre coreanas y ellos no se atrevían a tomar la comida, ella optó por servirles no sin antes preguntarle a cada uno que prefería probar, María y Jisoo llegaron con las mejillas sonrojadas y la ropa arrugada, nadie dijo nada pero las miradas furtivas no faltaron. La rubia fue la primera en romper el silencio ambientado solo por los ruidos al masticar.

-Muy bien niñas, a ustedes les daré ración doble por el desgaste físico que acaban de tener pero por el amor a los ositos, lávense las manos-

-¡Lafa!-

Gritaron al unísono, el sonrojo se volvió violento en la parejita de enamoradas, Yoongi cayó de espalda muerto de risa, Namjoon tosió, Jin le golpeaba la espalda y le ofreció agua, Jungkook se quedó en shock, los demás se reían como focas epilépticas. Jimin tomó la palabra.

-Como acaban de notar María y Jisoo son novias, todos prácticamente vivimos con los padres de Tahalafa quienes nos adoptaron y son los padres más geniales que he conocido-

-Jin y yo somos pareja desde hace un año, yo quise venir a estudiar a esta escuela y él me quiso seguir, aquí espero que nos liberemos un poco de las críticas de nuestro país, aunque debemos ser cuidadosos porque en el reglamento del edificio dice que no podemos uh, ya saben-

Jin golpeó la nuca de su novio, todos siguieron comiendo hasta que la rubia entusiasmada les servía su porción de galletas a Tae, una vikinga cumple su palabra.

-Si no les gusta estar en su casa, por la razón que sea pueden venir a la mía, mi casa es su casa, mis padres estarán felices de que nos visiten, las puertas siempre estarán abiertas ¿De acuerdo? Ténganlo presente por favor-

Hoseok volvió a estrujarle los cachetes a la rubia por el ataque de ternura que le provocó, Tahalafa lo miró entornando los ojos y de inmediato también le apretó los cachetes, así que ahí estaba el nuevo grupo de amigos, riendo y comiendo mientras Hoseok y la rubia se estrujaban mutuamente.

Al terminar de comer las novias y Jimin se fueron a presentar el examen de francés, mientras Tahalafa iba a presentar el temido examen de Química, el grupo de recién llegados no estaría en el salón para no distraer a los demás así que solo acompañaron a la rubia al aula para evitar que la aplastaran, realmente era pequeña en comparación de los demás, iban como sus guardaespaldas rodeando a la miniatura que tenían como su más reciente amiga.

-Gracias por acompañarme pero, moriré, lo sé, fue un gusto conocerlos, adiós-

Agitó la mano para despedirse al tiempo que hacía un puchero

-¡Noooo! Resiste resiste, yo iré a tu rescate pequeña-

Taehyung la estrujó entre sus brazos, en pocas horas ya eran entrañables, Hoseok Yoongi, Jin y Namjoon le desearon suerte, le despeinaron su rubia cabellera, Jungkook solo murmuró un "suerte" antes de irse, ya que un grupo de alumnos le hizo señas para que se acercara, finalmente se despidió de Tae y respiró hondo, antes de entrar al lugar de su tumba.

Jungkook se sentía extraño, al principio lo atribuyó al jet lag, luego a la cantidad de comida que ingirió y ya se había quedado sin excusas, la verdad es que solo se fue con ese grupo de estudiantes para liberarse de esa rubia miniatura que le estaba causando tantos conflictos, al verla desde un principio quiso acercarse y ayudarla, pero Yoongi se adelantó y tomó la bolsa más pesada, como se quedó sin pretextos para acercarse decidió tomar su mochila, en realidad, quería alzarla en brazos y subirla por esos escalones, pero no lo comprendía, su cabeza no daba para más así que solo usó la evasiva de hablar con esos conocidos pero en el fondo quería estrujar a la rubia, esos pucheros deberían estar catalogados como armas mortales pero, ¿Por qué? A él no le gustaban las mujeres, jamás se sintió atraído por alguna, lo intentó y fue inútil. Pero al ver esos ojos dorados como el sol, esas curvas tan peligrosas para ese cuerpo tan pequeño y esa cara de ángel malvado, sus tripas se removieron, ya había definido que le gustaban los hombres, ¿Entonces?.

Eran demasiadas preguntas, así que cortésmente se alejó de los estudiantes para buscar el primer salón vacío y entrar, solo unos momentos antes de volver a salir e ir a la biblioteca como les fue ordenado desde la mañana. Era hora de afrontar la realidad. ¿Pero cuál?

Salió del aula en busca de sus amigos, los encontró a pocos metros, también lo estaban buscando, al dirigirse a la biblioteca en grupo, algunos alumnos los miraban con curiosidad, ninguno fue irrespetuoso lo cual agradecía en su interior, hasta que un alumno llamó su atención, era alto, de facciones delicadas y lo más importante en esos momentos para Jungkook, era rubio, tenía el tono de cabello similar al de Tahalafa, así que con un par de miradas cómplices el rubio le señaló dejando sus ojos fijos unos segundos en el letrero del baño que estaba frente a él.

-Adelántense luego los encuentro-

-Ten cuidado Kook, te cubriremos-

Yoongi siendo tan leal como siempre, le metió en la bolsa del pantalón un condón que él guardaba en su mochila, Kook cerró la puerta del baño, el rubio lo esperaba expectante, tenía brillo en los labios que se acentuó cuando los relamió.

-Soy Anderson-

Jungkook lo apresó entre la pared más cercana y su cuerpo, pegó cada centímetro de su fuerte anatomía a la del rubio

-Soy Jungkook, un placer-

Sacó la lengua para lamer los brillosos labios de su nuevo ligue

-Creo que el placer será mío Jungkook-

Sonrió con malicia para acto seguido besarse con todas las ansias que da la juventud.

Mordieron, lamieron, chuparon la lengua del contrario, refregaron sus erecciones en un ritmo sensual, molieron sus caderas sin miramientos, estaban duros como piedras, el sudor comenzaba a filtrarse por las pieles como lágrimas que corrían por ambos cuerpos, sus labios ya estaban hinchados, los jadeos eran cada vez más sonoros.

-Te daré una prueba de lo que puedo hacer Jungkook-

Con maestría abrió el pantalón de Kook y de una lo tragó entero, Anderson no tenía reflejo de náuseas lo cuál era sorprendente, lo miró con los ojos brillantes por las lágrimas que se comenzaban a formar, tomó el condón de la bolsa del pantalón del coreano, quien sostuvo el rostro del rubio entre sus manos moviendo sus caderas con ahínco, Anderson se puso el condón con pericia para masturbarse con fiereza, dejó que Jungkook tomara el control, en su mente Jungkook pensó que eso era lo que necesitaba, que esa corta cabellera, esa cara áspera y esa polla que se sacudía por la mano de Anderson era todo lo que le gustaba, pero la mente no se puede engañar, así que con el paso de los minutos esa cabellera corta se transformó en unos largos mechones dorados, y esos ojos azules se volvieron del color del sol, Kook jadeó con fuerza, volteó a Anderson y estampó su espalda en la pared, lo inmovilizó y fue el turno del coreano de demostrar que tan hábil podía ser, hundió su polla hasta el fondo de la garganta de Anderson, no solo era el clásico vaivén no, era un baile rompe mandíbulas el que estaba haciendo, cada ondulación de sus caderas iba más profundo, tanto que los dientes del contrario comenzaban a raspar, pero, amaba el dolor, no como masoquista, pero si le agradaba sentir como poco a poco iba destruyendo al contrario con el placer que le podía dar, finalmente Anderson gimió, su orgasmo estaba llegando, fue la señal del cerebro de Kook para cerrar los ojos e imaginarse a una pequeña rubia y fue entonces que Jungkook se rompió, sus caderas se movieron con frenesí, a una velocidad demencial, se enterró hasta el fondo de la garganta de Anderson rompiendo el músculo, llenando con semen caliente la boca de su rubio compañero. Fueron pocos segundos, todavía estaba descargando pero debía cuidar de Anderson, goteó en la cara del rubio quien solo sonrió limpiando los restos del orgasmo de Kook con los dedos para llevarlos de nuevo a su boca.

-Que buen sabor ¿Quieres repetir más tarde?-

-Tal vez después-

-Como quieras, cuando tengas ganas llámame-Dejó anotado en la palma sudorosa de Jungkook su número telefónico, se lavó la cara y las manos para después lanzarle un beso a Jungkook quien solo sonrió. Acomodó sus pantalones, se miró al espejo para peinarse con los dedos, no había mucho que hacer, lavó sus manos, se refrescó la cara, aún estaba confundido pero no había tiempo para diatribas, la directora podía reprender a sus amigos por su desaparición, así que era momento de salir, ya se cuestionaría más tarde...

Esa rubia solo estaba confundiendo su psique y eso comenzaba a ponerlo de mal humor

Un muy mal humor

Y se pondría peor.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro