Marra Al-Awla Aljuz'2
La luz acuosa del inminente amanecer se filtraba por los huecos de las cortinas de la casa de Tahalafa Ellet, que hasta hace unas semanas se consideraba lesbiana y ahora estaba enredando su cuerpo y su alma con un hombre que de igual manera se consideraba hasta hace unas semanas gay. Tenían el cuerpo cubierto de sudor, de saliva, puntos de sangre en los labios por tanto morderse el uno al otro, se miraban y robaban sonrisas, estaban abrazados mientras los minutos corrían junto con el cielo que iba clareando.
—Gracias por todos mis regalos conejito, gracias por todo lo que te esforzaste por mi cumpleaños, estoy muy muy feliz— Dijo la rubia mientras recorría con su dedo los tatuajes del coreano.
—¿De qué hablas bebé? Todavía no acaba tu cumpleaños— Miró fijamente a su novia —Enséñame las cosas que compraste esa vez—
—No cariño, no tiene que pasar ahora conejito, sólo hasta que estés listo—
Jungkook sonrió, se dió cuenta de que le gustaban los apodos cursis.
—Llevo días pensando sobre ello bebé y es cierto, yo quiero experimentar todo contigo mi amor, por eso yo— Kook respiró hondo, el alcohol se evaporó de su sistema demasiado rápido por todo el esfuerzo físico y ya no tenían soju.
—Por eso yo quiero entregarme totalmente a ti mi bebé, quiero que me tomes y me marques, que esta primera vez juntos sea total—
Tahalafa no estaba respirando
—¿Estás seguro conejito?— Su novio solo asintió, entonces la rubia se estiró hasta la mesita de noche, abrió el cajón y sacó una caja alargada negra y una botella de lubricante además de una toalla pequeña, miró un segundo al coreano antes de poner en sus manos los objetos, Kook respiró profundo antes de abrir la caja, dentro había lo que se llamaba "Strapless strap on" que era una especie de dildo doble, sólo que una de las partes era más pequeña y curveada, Jungkook examinó el objeto mientras la rubia lo miraba atentamente, en busca de cualquier signo de inseguridad o incomodidad.
—Esta parte va dentro de mí, éste tipo de strap no necesita correas y con ello así puedo sentir cuando yo uh, entre en ti—
—Confío en ti bebé— Dicho esto besó una vez más a su novia, sus lenguas danzaron juntas, se acariciaron despacio, la temperatura aumentó de nuevo como si encendieran una hoguera en la habitación, pasaron pocos minutos y de nuevo se encontraban jadeando, entonces Kook tomó el strap por la parte pequeña, miró un momento a su novia antes de acercar la parte fálica a la boca de la rubia, ella de inmediato abrió y sacó su lengua, el coreano empujó el objeto hasta la garganta de su novia, jugaron por algún tiempo hasta que ambos sentían los fluido correr por sus cuerpos, la saliva de la boca de Tahalafa al igual que su lubricante natural y el pre semen de Jungkook, entonces la dubaití quitó el strap de su boca para hundirlo de a poco en la boca de su novio, poco a poco Jungkook se libraba de la duda para darle paso a la excitación en su estado más puro, ese estado en el que harías todo y sin pensarlo, ese estado ideal en el que no había barreras ni límites entre ellos, tragó hasta donde pudo el dildo pero ya era suficiente de juegos preliminares.
Era hora del evento principal.
Kook quitó el strap de su boca, con la punta del dildo acarició un poco el clítoris hinchado de su novia, la árabe se estremeció y tembló un poco, se miraron cómplices y llenos de determinación, Taha abrió las piernas para que Kook metiera el strap entre los pliegues de su novia, Taha suspiró por la invasión, lentamente inhaló y exhaló un par de veces, se repetía en su mente que todo saldría bien.
—Si te sientes inseguro o te duele o te molesta por favor dime y lo intentaremos hasta que te sientas cómodo mi amor ¿De acuerdo?—
Era contradictorio que se dijeran esos apodos tan melosos cuando esa rubia diminuta estaba a punto de follar a su novio.
Jungkook abrió las piernas para hacerle lugar a su osa, Tahalafa dobló las piernas del coreano para tener un mejor espacio, separó con sus manos las nalgas de Kook para poder lamer su entrada y prepararlo, cuando el coreano empezó a gemir y mover sus caderas, la dubaití hundió su lengua una y otra vez, Kook destapó la botella de lubricante mientras la rubia lo seguía preparando, cuando los gemidos de Jungkook se hicieron más fuertes Lafa vertió el lubricante en la entrada de su novio, sondeó con un dedo, pasado un tiempo introdujo el segundo y después el tercero, movía con maestría sus largos dedos hurgando en el interior de su novio, por fin pudo tocar el punto de placer de Kook para torturarlo, estaba a punto de perder el sentido.
Fue entonces que sucedió
Tahalafa poco a poco con toda la delicadeza posible retiró su mano, abrió de nuevo el trasero de Kook y entonces... entró entre las piernas de Jungkook, se miraban a los ojos, gracias a la parte del strap que estaba dentro de la árabe podía sentir placer y podía sentir que Kook estaba jodidamente apretado, vertió más lubricante alrededor de la entrada de su novio.
—¿Vas bien conejito?—
—Si bebé yo...mierda...me...me está gustando—
Tahalafa volvió a respirar con confianza
Cuando terminó de entrar las caderas de Taha se movieron hacia atrás y de nuevo hacia adelante, sondeaba las reacciones de su novio, no quería lastimarlo así que le estaba dando todo el tiempo que necesitara para acostumbrarse y también si se sentía inseguro saldría del todo pero nada la preparó para lo que siguió.
Jungkook enganchó sus fuertes piernas con sus brazos para hacerlas hacia tras logrando separarlas más.
—Bebé...be...bebé...fóllame—
—Todo lo que quieras conejito—
La rubia colocó ambas manos a los lados de la cabeza de Jungkook, se besaban mientras Tahalafa encontraba el ritmo, poco a poco su diminuto cuerpo se llenó de confianza, rotó, meció y onduló las caderas, ambos estaban gimiendo más y más alto, Kook estaba tan receptivo que Lafa quería esforzarse más.
Entonces pasó.
El gemido agudo de su novio le dió a entender que había tocado de nuevo la próstata del coreano, las manos de la rubia se afianzaron al filo de colchón para entonces iniciar una danza tan erótica como efectiva, cada fibra del cuerpo de Tahalafa se movía con el único fin de enloquecer a su novio quien estaba sorprendido, delirando y a punto de gritar.
—Mierda ¿Dónde aprendiste a...mo...moverte así?... no...no resistiré mucho bebé—
—Soñé tantas veces con esto conejito—La rubia le sonrió ampliamente, sus ojos del color del sol estaban brillando intensamente al igual que su piel, sus senos se balanceaban al compás de sus caderas, Kook manoseaba el cuerpo de su novia sin reparo y sin descanso, nalgueaba a su novia por puro gusto, se besaron antes de que Tahalafa saliera del cuerpo de Kook solo para acomodarlo sobre sus codos y rodillas, vertió de nuevo lubricante y acomodó un par de almohadas bajo el vientre de su coreano.
Y volvió a entrar.
Esta vez la entrada de Kook no opuso resistencia y entonces el baile demencial de las caderas de la rubia volvió con más intensidad, los dedos de Lafa se incrustaban en la tersa piel de su novio, sus caderas golpeaban en las nalgas de Jungkook sin reparo, cambiaba el ángulo cada tanto hasta que Jungkook ya no gemía, gritaba perdido en las sensaciones que le estaba dando su bebé.
—¡Joder Taha fóllame más duro!—
—Eres mío conejito, me perteneces—La mano de Lafa se estampó en la nalga de Jungkook.
La árabe aumentó la velocidad, la profundidad, era como si fuera dueña total de su novio, lo acomodaba a su antojo, salió por un instante para que el lubricante espeso goteara en el interior del coreano, Lafa casi desfallece por la vista.
—Kookie la vista que tengo es...dios—
Entró de nuevo en el cuerpo del tatuado, Kook estaba a nada de correrse.
Y la locura llegó
Tahalafa encendió el strap on, vibraba y la rubia controlaba la intensidad, ambos temblaron por el placer, entonces esa pequeña rubia de aspecto delicado puso de rodillas a su novio, se movía más y más conforme su tatuado novio le rogaba porque lo follara más fuerte, más rápido, más profundo, Jungkook no podía dar crédito de la fuerza y destreza que poseía su diminuta novia en la cama, rodeó la nuca de su osa con sus manos, se movían a la par buscando dar y recibir placer, Kook giró su cabeza hasta que su boca encontró los labios de su novia para besarse, entonces Lafa vertió lubricante en su mano para masturbar a su novio.
Jungkook gruñía, se movía en sincronía con su novia, encontraron el ritmo constante entre lamidas, besos, mordidas, gemidos y súplicas por más.
Quien lo hubiera pensado, el que se jactaba de ser activo estaba ahora de rodillas siendo follado por una mujer. Si le hubieran dicho que eso pasaría en México se hubiera reído y después los hubiera golpeado. Pero entonces aquí estaban, moviéndose desesperados por más.
Las caderas de Tahalafa encontraron un ritmo demencial, su mano se movía más y más rápido en la polla de Jungkook
La vibración del strap on los tenía al límite
—Córrete conmigo daddy...córrete daddy—
Ambos chorrearon su orgasmo fuera de sus cuerpos, los espasmos eran increíblemente placenteros, no podían creer lo que acababan de hacer sobre todo porque seguían unidos. Tahalafa quería ver a su novio a los ojos, comprobar que estaba bien. Poco a poco con toda la delicadeza de la que fue capaz abandonó el cuerpo de su novio y quitó el strap on, se abrazaron un instante antes de besarse.
—Mi amor ¿Estás bien? ¿Te lastimé?—
—Bebé mis gritos no eran de dolor—
Ambos rieron un poco, Kook cubrió ambos cuerpos con las mantas, ya había amanecido pero aún les quedaban unas horas de sueño.
—Feliz cumpleaños mi amor—
Jisoo fue la primera en despertar.
La casa estaba sumida en un silencio sepulcral, el sol estaba brillando pero no tenía idea de la hora, poco a poco abandonó los brazos de sus hermanos, se vistió con lo necesario para llegar a su habitación, pero al abrir la puerta su corazón se oprimió.
María no estaba y no había señales de que hubiera pasado la noche en la casa.
¿Dónde está?
Era cerca del mediodía cuando Taha despertó después de la follada de su vida, salió de la cama para poder vestirse, salió sin hacer ruido rumbo a la cocina para preparar jugo y buscar pastillas para el dolor, volvió a subir hacia su habitación arrastrando los pies, seguía cansada pero debía cuidar a su novio, antes de abrir la puerta se encontró con Namjoon.
—Hola bebé ¿Cómo estás?— Le coreano abrazó a la rubia
—Hola Nana estoy medio dormida todavía ¿Y tú cómo estás?—
—Igual que tú bebé solo voy a la cocina por agua—
—Igual si quieren pidan el desayuno yo volveré a dormir con mi conejito—
—No creo bebé, nadie ha reaccionado solo Jisoo volvió a su habitación, discutió ayer con María y durmió con nosotros—
—¿María no está?—
—No bebé parece que se fue en la madrugada—
—Que extraño, bueno más tarde veré a Jisoo y haremos algo para que se distraiga, ahora solo necesito dormir—
Ambos se volvieron a abrazar, Nam bajó por las escaleras mientras la rubia volvió a entrar a su habitación, Kook aún estaba perdido en el sueño por lo que Taha se volvió a acomodar detrás de su novio para abrazarlo fuerte mientras dormía un rato más.
—Es casi poético la manera en la que va funcionando el plan ¿No crees?—
—Supongo pero ya no tenemos mucho tiempo, nos están pisando los talones y debemos hacer todo antes de que todo estalle—
—¿Averiguaste si ya se naturalizaron?—
—No y no hay manera de entrar a las oficinas, hay seguridad, pusieron más cámaras y no tengo un pretexto creíble para ir a sus trabajos—
—Entonces espera a que te digamos el siguiente movimiento—
Poco a poco Taha y Kook despertaban al mismo tiempo abrazados, el coreano besó la frente de su novia.
—Buenos días mi amor—
—Creo que son buenas tardes cariño, ¿Cómo te sientes?—
—Estoy bien bebé osa no te preocupes ya te dije que mis gritos no eran de dolor—
—Eres un escandaloso—
Ambos rieron mientras la rubia le ofrecía a su novio el jugo y las pastillas
—Gracias hermosa— Tragó los medicamentos con ayuda del zumo, tomó a su novia de la cintura para tirarla sobre él, Taha chilló pero el coreano estaba feliz, hizo que ambos rodaran por la cama mientras reían como un par de niños desnudos, estaban tan metidos en su burbuja que no se dieron cuenta que sus hermanos habían entrado a la habitación a excepción de Jisoo y María.
—Hola tórtolos felices, vamos a comer algo muero de hambre—Yoongi cayó sobre ambos mientras los novios lo apachurraban
—Hola hola hola gatito lindo, ¿Dormiste bien?—Si algo tenían todos era la falta de pudor con respecto a su desnudez y al espacio personal, así que todos se metieron a la cama de la rubia para platicar un poco mientras conversaban sobre ir al edificio de los coreanos para visitar a Jisoo y ya verían como actuar con María.
—Bueno niños, hoy yo estoy a cargo de todos entonces vamos a bañarnos apestosos, tus padres no tardan en venir bebé y debemos estar presentables—
—Pero pero Jincito estoy cansadaaaaaaaaaa—
—Nada de berrinches bebé si quieres te bañamos—
—Siiiiii ¡Baño en grupo!—
Kehvandra y Kehjjmet se dirigían al edificio de los coreanos después de una noche divertida y calmada, se sentían renovados y ansiosos de ver a todos sus hijos. Habían hablado con ellos para comer juntos, todos habían acordado ir a ese lugar para hablar con Jisoo además de que estaban emocionados los coreanos por mostrarles a los dubaitíes su residencia y ser unos buenos anfitriones para su familia dubaití.
A medio camino se percataron de que eran perseguidos por dos motociclistas, sortearon calles para perderlos de vista pero éstos eran insistentes, justo en un alto ambas motos se colocaron a los lados del vehículo de los dubaitíes para mostrarles sus armas, ambos padres en lo único que pensaron era en su pequeña hija, bueno pequeña de estatura pero para ellos siempre sería su bebé, ambos motociclistas apuntaron hacia los pasajeros del automóvil pero no dispararon, todo pasó tan rápido que no podían procesar nada, dejaron de respirar esperando un tiro de gracia que nunca llegó.
—Este sólo es un aviso de cortesía, la siguiente será su hija—
En ese preciso momento el semáforo cambió y ambas motos se perdieron por las carretas de la ciudad, los árabes se tomaron de las manos solo un segundo, Kehjjmet al ser el conductor se orilló un momento para recuperar al cordura.
—Mi amor, no quiero hacerlo pero hablaré con mi padre, nuestra niña corre peligro y si algo nos pasa, debo al menos notificarle para que ejerza lo necesario para preservar la vida de nuestra pequeña, ¿Si?—
—No amor, tu padre de inmediato iría al tribunal para denunciarlos ante la Ley Sharia, entonces no tendremos oportunidad de salir de ésta ni de ver a Taha crecer, Kehjjmet, Sama' si me lo permites yo, contactaré a mi padre, creo que él será más flexible para ver por el bienestar de Taha—
—Creo en ti Kehvandra, sólo, por favor, júrame que si algo me pasa, tú acompañarás a mi bebé por el camino que desee seguir, debes seguir con ella mi amor, por favor—
—No hables así, ni siquiera lo pienses de nuevo, tú y yo vamos a envejecer y vamos a morir tomados de la mano dentro de muchos años—
—Júralo por el amor que me tienes—
—De acuerdo Kehjjmet te lo juro por todo el amor que les tengo a nuestra bebé y a ti, seguiré en pie sin importar que solo hasta que Lafa pueda seguir sola—
—Te amo Kehvandra—
—Y yo a ti mi alma—
Pero, más que un juramento, acababan de sentenciar a todos...
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