Marra Al-Awla Aljuz' 1
La fiesta estaba a tope de actividad, la comida y la bebida llegaban a los adolescentes a través de los meseros y los barman, el DJ amenizaba con las canciones actuales para que todos bailaran, alrededor de las 10:00 p.m. los padres de Tahalafa salieron a una cita y también a pasar la noche en casa de unos amigos, querían que su hija tuviera la casa a su disposición para que la fiesta fuera al entero gusto de su vikinga hija.
Los ahora hermanos hicieron una rueda tomados de las manos para brincar mientras cantaban una canción de Big Bang a todo pulmón, María y Tahalafa solo bailaban porque no podían pronunciar tan rápido esas frases pero se divertían igual.
Para la media noche Candela y Anderson se acercaron al círculo de hermanos populares para bailar también, Anderson les pidió disculpas por su comportamiento, los demás lo disculparon porque Tahalafa los había chantajeado usando su arma mortal: su puchero tembloroso. Alrededor de las 4:00 a.m. los invitados comenzaron a dejar la fiesta, todos eran llevados a sus casas gracias al servicio de vehículos con chofer para que llegaran sanos y salvos a sus destinos, Anderson y Candela se fueron una hora después, para esas horas Jisoo y María habían desaparecido para seguir la fiesta en su habitación seguidas por Yoongi, Hoseok, Taehyung, Jimin, Namjoon y Jin. Jungkook y Tahalafa bailaron un poco más antes de subir a la habitación de la rubia acompañados por botellas de soju.
Entraron a tropiezos por la habitación, entre besos torpes, risas y desprendiendo la ropa del contrario, la luz era la justa para distinguir sus rasgos pero manteniendo el ambiente íntimo, era un perfecto claroscuro. Rápidamente quedaron desnudos, frente a frente recostados en la cama, se decían todo con la mirada, temían hablar porque ninguno quería romper ese ambiente perfecto, recorrían el cuerpo del contrario memorizando los rasgos ajenos, los valles y montes, las cicatrices, los lunares, cada poro y cada centímetro de ambas pieles fue tocada y besada, venerada y admirada. Volvieron a mirarse frente a frente, ambos mantenían los nervios a raya porque era evidente que estaban a punto de hacer algo nuevo pero también se sentían con la confianza de depositar su cuerpo al otro. Unieron sus frentes sonriendo, entre la alegría de la fiesta, el alcohol en la medida justa para borrar las inhibiciones pero siendo conscientes de todo y la completa desnudez estaban expuestos pero sonrientes.
—Te quiero tanto bebé osa, quiero darte todo de mí y que tú me des todo de ti, quiero volverme parte de ti, me asusta pensar así pero debo ser honesto—
La rubia estaba sonriendo en grande, besó al coreano sintiendo la felicidad invadir cada célula de su pequeño ser.
—Yo también te quiero mucho mucho conejito hermoso, toma todo lo que quieras de mí y lo que me quieras dar de ti lo tomaré con gusto, voy a cuidarte y a consentirte en demasía—
Ambos sonrieron cómplices en plenitud, ambos estaban formando un lazo que se hacía más fuerte con el paso de los días y la convivencia, con los detalles, las pláticas y la confianza, no lo admitirían en esa madrugada, pero lo que se estaba formando entre ellos era amor verdadero, amor atemporal, amor puro.
Se besaron de nuevo por una largo tiempo, los labios estaban hinchados y húmedos, Lafa recorría el cuello de Jungkook con su boca, mordía, marcaba y chupaba la piel, le encantaba el olor natural del coreano, mientras tanto Kook abrió una de las botellas de soju, su piel se estaba calentando por los besos de su novia pero quería alargar el momento tanto como fuera posible, era la primera vez para ambos hacer algo así, por lo que Jungkook necesitaría valor...mucho valor y parece que lo encontró en una botella de soju.
En tanto la rubia trabajaba su boca por el extenso pecho de su novio, raspaba con sus dientes los sensibles pezones del coreano, dejó tantas marcas como le fue posible, estaba delimitando su territorio. Volvió a subir a besos para encarar a Kook, lo miró fijamente mientras abría su boca, Jungkook entendió, tomó un trago del alcohol pero no lo tragó, se lo pasó a su osa de boca a boca, hilos del líquido goteaban por las comisuras de las bocas haciendo todo más sucio.
El ambiente se calentó.
Parecía que habían encendido un horno en sus cuerpos, Taha también quería crear la atmósfera perfecta por lo que tanteó hasta encontrar su teléfono el cual estaba enlazado al sistema de sonido de la habitación, puso una canción lenta, perfecta para el momento, el tatuado volvió a beber, compartieron más y más alcohol de boca a boca, la rubia se sentó sobre su novio con las piernas a los lados de los fuertes muslos contrarios. Las miradas se oscurecieron y entonces gracias al alcohol la vikinga miniatura perdió el pudor comenzando a mover las caderas al ritmo de la canción apenas rozando la punta de la polla de su novio al tiempo que cantaba la canción en voz baja en el oído de Kook quien no hacía otra cosa que sonreír y amasar el trasero de su osa combinando con una que otra nalgada. La rubia sabía mover las caderas, no solo era el simple movimiento hacia adelante y hacia atrás, no, ondulaba todo su cuerpo como una serpiente danzando, sabía cómo contonear su trasero a pura fuerza de muslos y caderas, la canción terminó pero comenzó otra que Jungkook no conocía, pero por lo que poco que sabía estaba cantada en portugués, su osa con maestría bailaba para él, en recompensa el tatuado le compartía tragos de soju.
La rubia se giró mostrando su espalda, volvió a acomodar las piernas a los lados de las de su novio para moverse al compás de la canción, quería demostrarle a su conejito lo que le esperaba, movía sus muslos para acrecentar los movimientos, para ese momento Jungkook ya estaba gruñendo y las nalgadas se volvían más duras lo cual le encantaba a la rubia, le gustaba el dolor.
—Mierda bebé, ¿Dónde aprendiste a moverte así?—
—¿Te gusta conejito?—
—Dios yo quería estar sobre ti para follarte pero mejor yo abajo, ¿Quieres así?—
La rubia no respondió pero sus caderas hablaron por ella, giró de nuevo para quedar frente a frente, quería ver a los ojos a su novio cuando por fin unieran sus cuerpos, poco a poco fue introduciendo el miembro de Jungkook, despacio porque la invasión era enorme y ancho, ambos gimieron pero no perdieron detalle de los gestos del otro, Taha se aguantó el ligero dolor como buena vikinga, al tener la polla entera de Jungkook dentro comenzó de nuevo un vaivén de caderas, adaptándose al tamaño, la rubia mordió su labio hasta hacerlo sangrar pero no dejó de moverse, quería darle placer a su novio quien estaba estupefacto, en su vida jamás siquiera se le cruzó la idea de follar a una mujer pero aquí estaban, los que se jactaban de ser homosexuales se encontraban teniendo su primera vez pero mil veces mejor porque ya sabían lo que querían, tenían nociones de sus cuerpos y lo que les gustaba por lo que estaba siendo sumamente placentero su primer encuentro.
—Dios eres muy grande, me vas a partir—
Jungkook nalgueó duro a su osa
—Y eso quieres ¿O no? Vamos bebé sé cuánto te gusta que duela—
Volvió a hundir el miembro de Kook en su cuerpo, la intromisión la hizo temblar y gemir, el lubricante de la rubia salía mojando a Kook, la rubia quería más, por lo que colocó sus manos en el cabecero de la cama para tener un punto de apoyo y fuerza, plantó los pies en el colchón para comenzar a hacer sentadillas, el sonido húmedo le hacía competencia a la música, las caderas de Lafa comenzaron una danza diferente, movimientos amplios, vulgares, en momentos lentos y en momentos aumentando la velocidad, Jungkook gruñía, quería ser suave pero se le hizo imposible cuando esa rubia de aspecto delicado contrajo sus músculos internos ahorcando la polla del coreano quien emitió un sonoro gemido ronco, tomó entre sus brazos a su novia para acostarla en el colchón boca arriba pero sin salir de ella, ahora era el turno del coreano de enseñarle a su novia de lo que sus caderas son capaces de hacer.
En una de las habitaciones superiores los coreanos estaban teniendo su propia fiesta, eran un lío de extremidades, bocas, saliva y sudor, estaban tan juntos como se podía, cada uno follaba a su pareja pero siempre era más divertido follar en grupo, querían también invitar a Lafa y Jungkook pero sabían que estaban teniendo su primera vez por lo que no insistieron, pero lo estaban pasando en grande, se besaban entre todos, se lamían entre todos, no se sabía dónde comenzaba un cuerpo y donde terminaba, la música de fondo era el sonido de las pieles chocando, los gemidos y gruñidos, entre todos se ayudaban a tener un mejor ángulo, de llegar más profundo, de follarse mejor, Jisoo y María se encontraban apartadas, posiblemente estaban discutiendo pero no les importaba ya, éste era su momentos y querían gozar juntos, los cuerpos estaba llenos de marcas posesivas pero no eran sólo de su pareja, todos marcaban a todos lo cual era más excitante, no podían esperar a que también se les unieran los demás para también marcarlos.
Como si fuera un baile sincronizado, el final llegó a manera de orgasmos simultáneos, los chorros de semen bañaban las pieles que estaban más cercanas, era tan caliente el ver a los demás disfrutar que sus orgasmos fueron largos y potentes, cuando terminaron estaban demasiado cansados para limpiarse, además de que les gustaba estar llenos del semen de otros, por lo que solamente se cubrieron con unas mantas, todos juntos a modo de cuchara, en las orillas se encontraban Jin y Namjoon, se besaron entre todos hasta quedarse dormidos. Su fiesta había sido más divertida.
Por otro lado María y Jisoo discutían acaloradamente, María estaba fuera de sí y Jisoo quería creer que todo era culpa del alcohol.
—¡Es que dicen que yo también soy su hija, no entiendo cómo no me pueden dar lo mismo que le dan a Tahalafa!—
—Es que entiende María, tú tienes a tus padres, ellos deben de pagarte la fiesta, deben de darte un regalo en la medida de sus posibilidades, los padres de Lafa ya hacen demasiado teniéndonos aquí casi todo el tiempo, nos alimentan, nos aconsejan, nos ayudan con las tareas, nos contrataron maestros para las materias difíciles, hasta nos dieron una habitación, no puedes pedir más—
—!Pero entonces para que dicen que somos sus hijos si no nos tratan igual!—
—Dios María, tus padres ni siquiera saben que eres lesbiana, ni una vez hemos entrado a tu casa ¿Y todavía te atreves a soltar todo esto?—
—¡Es que yo quiero una camioneta como la de Lafa, también he estudiado mucho! A ellos les sobra el dinero ¿Por qué no me compran lo mismo? Taha hasta tiene tarjetas de crédito ¡Y no le importa! Intenté ponerme su ropa pero no me queda y tiene demasiada, ¿Sabías que tiene muchísimas joyas y no nos ha regalado nada? yo también quiero unas—
—Creo que lo mejor es que duermas María, estas diciendo disparates, Lafa ha sido una hermana para ti y lo sabes muy bien—
Jisoo no dejó que María respondiera, salió de la habitación en busca de sus hermanos quieres estaban amontonados durmiendo en el suelo, también se desnudó para entrar bajo las mantas y apagar su mente, Jimin notó que su hermana estaba llorando y la acercó a su pecho.
—Duerme pequeña mañana todo será mejor—
La habitación de la dubaití estaba ardiendo a fuego lento, Jungkook sabía lo que estaba haciendo, sus caderas rotaban, ondulaban se mecían, todo para darle el placer más puro, rudo y crudo a su novia, las patas de la cama raspaban contra el suelo, el colchón se sacudía, Tahalafa estaba perdida en el placer, cada tanto Jungkook variaba un poco la posición, subía las piernas de su novia a sus hombros, o solo una pierna, empujaba las piernas de la rubia estiradas hacia atrás hasta que los dedos de sus pies tocaban la almohada, o las dejaba juntas en alto o las separaba tanto como Taha le permitía, descubrió que su osa era extremadamente flexible así que no había problema en abrir sus piernas hasta que tocaban los lados del colchón, en esa posición Jungkook podía ver perfectamente el sexo de Taha abierto, goteando y abierto por la polla de Kook, la rubia estaba perdiendo la cordura.
—Escúpeme—
—Pídelo bien bebé maleducada—
—Por favor daddy, escúpeme—
La muy descarada sonrió gustosa al ver como el apodo hizo que su conejito se moviera como todo un dios, se miraron fijamente unos segundos antes de que Jungkook escupiera en el sexo abierto de Lafa, la saliva del coreano era refrescante en comparación del lubricante hirviendo que el cuerpo de la dubaití estaba produciendo.
—Eso es bebé, estás jodidamente apretada—
—Daddy, daddy, no aguanto más—
—Vamos bebé osa córrete para daddy—
Como palabras mágicas surtieron efecto, Taha gritó su culminación y Jungkook tuvo el placer de ver como el orgasmo de su novia salía en forma de chorros de entre sus piernas, el grito estuvo muy por encima de la música ambiental por lo que posiblemente lo escucharon hasta los vecinos pero no le importó, quería durar más, acabar con su bebé.
—Mierda Taha nadie me había excitado así—
—Y lo que falta Kookie—
Giraron ahora para que Taha quedara sobre su conejito, de nuevo empezó ese baile demencial trabajando cada músculo de su cuerpo para complacer a su novio, apretaba y soltaba con maestría sus músculos internos para que el coreano disfrutara más y más, para ese entonces estaba sorprendida por la resistencia del tatuado pero estaba encantada de que ambos cedieran un poco el control que estaban acostumbrados a tener para gozar y crear la mejor experiencia sexual para ambos, El segundo orgasmo de la árabe llegó de súbito, volvió a gritar y esta vez, quitó a Jungkook de dentro de ella para que los chorros de su orgasmo lo marcaran como suyo, el coreano volvió a tomar el control para colocar a su bebé sobre sus codos y rodillas, la vista de su trasero en primer plano, sus muslos mojados y su sexo hinchado lanzaron una punzada placentera por la columna hasta su polla, de una entró de nuevo entre las piernas de la rubia para follarla en esa posición, sujetaba con fuerza las suaves y pequeñas caderas a su novia, usó toda su fuerza para penetrarla sin cesar una y otra vez, el sonido no solo eran pieles chochando, sonaba a cachetada húmeda, tan lascivo, vulgar y caliente que no pudieron más, se corrieron al mismo tiempo hasta que colapsaron juntos.
—Conejito mañana no voy a poder ni caminar—
—Oh cariño, apenas estamos empezando—
Ambos sonrieron cómplices mientras se volvían a besar—
—¿Cumpliste con lo planeado?—
—Si—
—Bien, ahora pasaremos a la acción—
—¿Están seguros que nadie saldrá herido?—
—Ese no es asunto tuyo, apégate a la siguiente parte del plan y tendrás todo lo que siempre has querido—
—¿No me digas que te encariñaste con alguno de esos fenómenos?—
—No, solo no quiero llevar en mi conciencia una muerte—
—Si eso pasa no será tu culpa, cada uno eligió su camino y el fin para ellos está cerca—
Marra Al-Awla: Frase árabe que significa "primera vez"
Aljuz'1: Frase árabe que significa "parte 1"
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