Taha, Jungkook, Namjoon, Jin, Hoseok, Yoongi, Taehyung y Jimin se dirigían junto al chofer al edificio de extranjeros propiedad de la preparatoria, estaban emocionados porque por primera vez sus padres adoptivos verían su lugar de residencia, Jungkook estaba el doble de emocionado porque les pediría permiso a sus suegros para llevar a su novia a Corea durante las vacaciones. 

Llegaron antes que Kehjjmet y Kehvandra por lo que entre todos decidieron cocinar, querían mostrarles a los adultos un poco de la cocina coreana, mientras los hombres tenían una pelea para seguir las instrucciones de Jin, Tahalafa decidió buscar a Jisoo, tenía la esperanza de que tal vez ella y María ya se hubieran reconciliado.

La encontró en su habitación, la puerta estaba abierta y el interior oscuro, buscó por el pequeño espacio a su hermana adoptiva y cuando la encontró la abrazó con todas sus fuerzas, la bella coreana estaba en el suelo llorando sujetando entre sus manos su teléfono.

—Jisito ¿Qué puedo hacer por ti? puedo hablar con María o ir a buscarla, lo que quieras pero ya no llores—

—¿Sabes qué es lo que más me duele bebita? que ella exigió y presionó para que yo le dijera a mis padres que soy gay pero ella nunca salió del clóset, mis padres me odian Tata, me dijeron que para las vacaciones me quede aquí y mi hermana tampoco me quiere ver y ahora ella, dios, me bloqueó de todos lados cuando yo no le hice nada—

—Bueno Jisito siempre puedes estar en mi casa y con nosotros, si quieres puedes quedarte conmigo en lo que hablas con María y decides que hacer y si no, bueno puedo practicar con su cara mis lecciones de ninja—

Jisoo rió un poco, siempre su hermana menor le hacía sentir mejor, decidieron que irían con los hombres antes de que Namjoon explotara la cocina.

Cuando bajaron al departamento donde comerían, sus padres ya estaban ahí, la rubia les dijo que se llevarían a Jisoo a su casa para que no se quedara sola y en caso de que María enloqueciera de nuevo la iba a golpear.

—Jisoo hermosa, sabes que las puertas de nuestra casa y nuestro corazón están abiertas para ti, yo puedo hablar con tus padres, pero si las cosas se ponen difíciles, ni siquiera te lo cuestiones, puedes vivir con nosotros el tiempo que tu necesites y por los gastos no te preocupes, tienes que tener presente que también eres nuestra bebé y te amamos, siempre contarás con nosotros—

Jisoo se rompió, abrazó a sus padres adoptivos llorando con fuerza por todo el dolor que llevaba dentro, ambos adultos la abrazaron y no la soltaron hasta que ella lo quiso, después Tahalafa limpió el rostro de su hermana, le prometió que después de comer recogerían ropa de la coreana para que viva con los dubaitíes hasta que todo mejorara.

Como el espacio era reducido y no alcanzaban las sillas, comieron en el suelo, compartieron carne a la parrilla cocinada en el instante además de todos los acompañamientos típicos, además de ramen y pollo picante. 

—Esto está muy bueno, deben pasarme la receta por favor—

—Claro papá Kehjjmet, las recetas son de mi mamá, las compartiré en el grupo para que practiques—

—Gracias Gigi, para la siguiente vez podemos mostrarles un poco de la gastronomía dubaití para todos nuestros bebés, ¿Cierto Kehvandra?—

—Por supuesto amor, todo lo que nuestros hijos quieran lo van a tener—

El ambiente era tan cálido y alegre que  las horas pasaban volando, después de comer y limpiar, todos salieron a las áreas comunes para conocer los alrededores, mientras compartían anécdotas de forma ruidosa, las miradas de los curiosos no faltaban, Jungkook tomaba de la mano a su novia, quien brincoteaba feliz mirando a su familia, como estaba tan emocionada por estar con sus seres queridos les pidió posar para una fotos grupal, faltaba María pero la foto la repetirían después todos juntos de nuevo cuando ella y Jisoo pudieran reconciliarse si es que así lo deciden. 

—Por favor papás, dejen ir a Taha a Corea conmigo, prometo cuidarla como el tesoro que es y protegerla siempre, mi familia está emocionada por conocerla y espero que por favor ustedes también puedan viajar para pasar un tiempo con nosotros para que las dos familias se conozcan—

—¿Tú quieres viajar con Kookie mi amor?—

—Si papá, estoy muy emocionada porque conoceré donde mi conejito creció y mis hermanos me prometieron presentarme a sus familias también, si quiero si quiero si quiero—

—De acuerdo, confiamos en que mi bebé será bien recibida por sus familias y claro que si Kookie, en cuanto tengamos tiempo viajaremos también para conocer a nuestros consuegros y a las familias de todos nuestros bebés—

—¿Si saben que son los mejores padres del mundo mundial no?—

—Si mi amor además de que tú eres la pulga más malcriada y consentida del universo universal—

—¡Anciano! yo no soy malcriada—

Tahalafa le mostraba la lengua a sus padres y estos le regresaban el gesto mientras seguían el recorrido, tiempo después decidieron regresar para tomar café y preparar galletas para cenar, justo cuando todo parecía de cuento de hadas, todos reían mientras ayudaban a limpiar el desastre de harina y chocolate, mientras Jungkook besaba a su novia, mientras Jin sacaba de la cocina a Namjoon para evitar que rompa algo, mientras Tae y Jimin se comían las chispas de chocolate y Hoseok ponía k pop para amenizar el momento, mientras el tiempo pasaba brillante como polvo de hadas, el auto en el que viajaban los padres te Tahalafa era revisado por una adolescente, colocó un rastreador con la ayuda remota de alguien que odiaba a muerte a los dubaitíes.

—Bien hecho, ahora que comience la función— 



A la media noche en el departamento donde convivían los árabes y los coreanos parecía una auténtica fiesta, los administradores y los cuidadores lo permitieron sin chistar ya que sabían que ese grupo de adolescentes se encontraba vigilado por un par de adultos responsables. La velada transcurría entre karaoke, videollamadas con las familias de los coreanos y mucho baile, entre risas y bromas, pasos torpes de baile de Namjoon, caídas de Jimin, bailes increíbles de Hobi y Yoongi gritando en el micrófono, llegó el momento en el que María se apareció en la puerta, todo ruido se apagó al igual que la algarabía, entró como si nada hubiera pasado pero bien sabía que tenía mucho que explicar, al menos a Jisoo, por lo que ellas se dirigieron a la habitación de Yoongi y Hoseok para hablar en lo que los demás limpiaban la sala y cocina para matar el tiempo. 



—¿Dónde estabas María?— 

— Necesitaba pensar y salir de ese ambiente tan sofocante— 

— ¿Hablas en serio?— 

— Mira Jisoo no vine a pelear, solo quiero que sigamos juntas y ya pero estas complicando todo— 

— Estas completamente desubicada María, te quiero mucho pero no merezco seguir así, cuando quieres estás bien y cuando quieres peleas por absolutamente todo y no es justo, yo deseo una relación sana y equitativa—

—Nosotros somos todo eso Jisoo— 

— Para nada y lo sabes María, además de lo que pasó en la fiesta de la bebé, tú me presionaste hasta que me rompiste y salí del clóset con mi familia, la cual no me quiere ver, dijiste que tú también saldrías y todo estaría bien y no lo has hecho— 

— A nadie se le obliga a salir del clóset Jisoo— 

— ¡Me obligaste! Me presionaste al punto de amenazarme que si no lo hacía tú y yo terminábamos, yo hablé con mi familia, y ahora mis padres me repudian y mi hermana no me habla más—

—Y entonces querías que estuviéramos en igualdad de condiciones ¿No? O sea que también querías que mi familia me repudiara ¿Verdad? No lo puedo creer Jisoo—

—No María, no vas a retorcer la realidad a tu conveniencia para hacerme sentir culpable y doblegarme, no más. Además de todo eso, nunca me regresaste mi tarjeta de crédito y no has parado de comprar cosas con ella, ni siquiera me preguntaste o  pediste permiso, sabes que el dinero no es mío, es de mis padres ¿Por qué lo hiciste?—

—Pero es que no le veo el problema por favor, ustedes nadan en dinero, más Tahalafa, le puedes pedir prestado y ya, toma tu tarjeta si ese es tu enojo— 

Acto seguido María arrojó a los pies de Jisoo la tarjeta de su novia, totalmente indignada porque se quedó sin fondos.

— María eres tan egoísta— 

— Mentira, ustedes tienen un nivel económico muy por encima de mí y aun así me cuentas el dinero, si yo tuviera lo que ustedes tienen no tendría reparos en comprarte lo que quisieras pero no somos iguales ya lo dejaste claro —

—¿Siquiera te estás escuchando? Es que Dios, ¿En qué te gastaste tanto dinero María?— 

— Te lo voy a regresar, no sé cómo pero ya idearé algo, debo tener una fiesta más grande que la de Tahalafa ¿ok? En eso he gastado tanto y no llevo ni la tercera parte pero como ya me di cuenta que tu dinero es más importante que yo pues la fiesta no se hará ¿Contenta?— 

— En ningún momento has mencionado los sentimientos, todo ha sido dinero y dinero, dime ¿Te ha importado un poco siquiera los problemas que he tenido con mi familia por el sobregiro de la tarjeta o porque salí del clóset?— 

— Es que no se puede hablar contigo Jisoo estás insoportable yo no sé ni para que vine— 

— Concuerdo contigo, no sé para qué estás aquí y de una vez te digo, todos los pagos van a ser cancelados si no es que ya lo están y demás está decir que terminamos—

—¿De qué mierda estás hablando? Yo pagué muchas cosas y no las voy a regresar lo siento— 

Justo en ese momento entró Tahalafa mortalmente seria, como nunca, lista para defender a su hermana coreana.

— No se trata de si quieres o no, se trata de lo que es legal y cometiste varios delitos María— 

— Ay por favor, no te metas ¿De acuerdo? Seguramente tú le metiste tanta mierda y le revolviste la cabeza, ella es mi novia y las cosas las arreglaremos entre las dos, nadie más— 

— Tú y yo ya no somos novias María tu destruiste todo con tu actuar, te dije que no te quiero ver y si no quieres regresar las cosas de tu fiesta entonces mis padres mandarán un abogado si no recapacitas, no me quieren ver pero tampoco están dispuestos a que su dinero sea malgastado en cosas tan exageradas como tus compras— 

— Cuando recapacites y te des cuenta de que yo te hago feliz, me buscas, sola— 

María salió de la habitación no sin antes lanzarle una mirada llena de veneno a la rubia al tiempo de golpear su hombro con el de Taha con toda la saña posible pero para sorpresa de las 3, el empujón no movió ni un centímetro a la árabe quien le regresó la mirada además de una sonrisa de lado victoriosa, gesto adquirido de Yoongi.

—¿Siempre tienes que salirte con la tuya no? Veremos quien sonríe al último, rubia idiota— 

—No te acerques a mi porque para la siguiente no seré tan buena y más te vale regresar lo que tomaste de mi casa si no quieres problemas serios ¿Entendiste?— 

—No sé de qué me hablas y me vas a meter en problemas con tus mentiras con tus padres así que cierra la puta boca Tahalafa—

—Esas joyas eran de mi madre y además— La rubia sonrió con fingida dulzura —Todas mis joyas tienen rastreador— 

—Cállate no es cierto— 

—Ya veremos— 

Tahalafa salió a la sala para encontrarse con sus padres quienes la abrazaron entre los dos con fuerza.

—Esas joyas son de la madre de mi bebé así que tienes 24 horas para regresarlas o procederemos penalmente María—

—¿Por qué nadie piensa bien de mí? Yo no tomé nada,  ella puso esas joyas en mi mochila para inculparme yo no tomé nada—

—Bien en ese caso la policía se encargará de las averiguaciones pero yo si sé a quién crie, en cambio de ti no sabemos nada—  

—Papá Kehjjmet tiene razón, no conocemos a tus padres ni donde vives, no sabemos nada de ti María pero entiende algo, si tú entraste en nuestras vidas, si tu tuviste un lugar en nuestro grupo fue porque Tata así lo pidió y no hay cosa en este mundo que no le daría a mi bebé— 

Taehyung rara vez se molestaba pero ahora mismo incluso su cuello y orejas están teñidos de rojo por el coraje

— Se los prometo que se van a arrepentir, todos y cada uno se acordarán de mí hasta el último de sus días— 

—Vete de aquí María, no volverás a pisar este edificio, de eso me encargo yo— 

—¿Piensan que estarán juntos para siempre? No me hagan reír, tienen los días contados, se los juro— 

 María salió dando un portazo, directo a una camioneta negra que la estaba esperando

—¿Todo en orden?— 

— Si, ¿Tienes el dinero'— 

— Por supuesto— 

María abrió su mochila de donde extrajo un joyero antiguo de madera, el cual contenía varias piezas únicas entre aretes, anillos y dijes de diversas piedras preciosas. El sujeto tomó un par de aretes con unas esmeraldas rodeadas por circonias diminutas.

—Toma estos pendientes como un regalo María, puedes venderlos para pagar tu fiesta o para pagar tu universidad como quieras—

—Gracias— 

— No pequeña, dale las gracias a la dueña original de estas joyas— 

— Ah si, mi difunta tía—