Era divertido tentar al destino.

Sabía que cada incursión a ese departamento de ultra lujo era un riesgo mayúsculo y que podría perder todo, incluso la libertad, pero el sentirse más poderoso que esa familia entera de árabes millonarios era adictivo. Dejaba pistas tan sutiles como delicadas, alguna mancha que no estaba, alguna prenda en los vestidores mal acomodada, tazas de café en el lava vajillas, era increíble la adrenalina. Tenía a Taeyon comiendo de su mano lo cual facilitaba aún más la situación, ya que la Chef personal de los Al Farouq hacía todo lo que su dedicado novio le pedía sin cuestionar. Solo bastaron unas cuantas palabras lindas, unos cuantos regalos baratos y cursis y Taeyon daría hasta la vida por él. Y es que era tan fácil moldear a una mujer con serios problemas parentales y de confianza que hasta resultaba un tanto aburrido, pero era un trámite necesario para conseguir su ansiado premio, la inmensa fortuna de los Al Farouq.

Estaba obsesinado con Kehvandra, ha sido el único que lo ha rechaado y que lo atrapó en su propio juego, era alguien sumamente inteligente, intuitivo y precavido, desde que tuvieron esa discusión en la librería no hubo forma de que pudiera siquiera saludarlo en el hospital, por lo que tuvo que consolarse con entrar a hurtadillas a ese departamento para revisar todo lo que había en el y también para sustraer cosas pequeñas, es lo que hace un psicópata, guardar alguna pertenencia de sus víctimas a modo de premios. Una corbata de Abdalá, una camiseta de Kehvandra, broches de pelo de Tahalafa, ya tenía una pequeña colección pero hasta el momento no pudo tomar nada de valor, las joyas estaban guardadas en cajas fuertes ultra sofisticadas al igual que los documentos, no contó con que los dubaitíes fueran tan meticulososo con sus bienes. 

Sabía que era cuestión de tiempo para que ellos se descuidarán, ya tenía su plan principal trazado, tan milimétricamente que es a prueba de falla, el primer paso era alienar a sus ayudantes para doblegar su voluntad ofreciéndoles esperanza, cuando los tuviera comiendo de su mano procedería al punto medular del plan, romper a Kehvandra, robarle el alma y provocar su caída de una manera tajante y absoluta

Matando a Tahalafa

Soobin y Tahalafa regresaron triunfantes, el primer lugar les pertenecía y el gran trofeo permanecería en la escuela para orgullo del director. Fueron recibidos con alegría ya que ambos eran populares, queridos y admirados. 

Como premio Jungkook preparó una cita con su novia con permiso de sus suegro, así que con ayuda de todos organizó en tiempo récord un picnic junto a un hermoso lago que adornó con pequeñas luces, la comida favorita de su novia hecha por Jin y Namjoon aunque este último sólo dió apoyo moral a su novio, flores y dulces de parte de Jimin y Taehyung además de un proyector enorme en el cual se transmitiría un video con sus mejores momentos, desde su primer selfie hasta la más reciente, entre Hobi y Yoongi recolectaron todo el material para crearlo. Taemin y Cocona fueron desde antes al lugar para adornar y acomodar todo con ayuda de Jisoo y Minho. Colocaron una enorme tienda de campaña, almohadones y mantas, será un momento hermoso para la árabe quien luchaba férreamente para que la depresión no la consumiera.

Su salud no mejoraba, creía estar en paz con eso y con su nueva apariencia pero muy dentro de su mente ocultaba que había momentos en lo que había una voz que le susurraba en sueños sus más oscuros secretos. 

Y eso era doloroso, pero cada mañana peleaba contra ella misma para terminar el día y agradecía un día más. En el fondo sentía que su tiempo se estaba agotando porque estaba en una batalla y su peor enemigo es ella misma.

Aún así se puso su mejor ropa, maquillaje y zapatos lindos, quería que Jungkook la viera viva y feliz. 

Jungkook se veía hermoso vestido de negro usando su mejor accesorio: su sonrisa de conejo feliz.

El chofer de Jungkook los llevó puntual al lugar de la cita y todo era perfecto, las luces parecían luciérnagas flotando en el aire dando la iluminación justa, la comida y los dulces eran todos los que Tahalafa prefería, será difícil comer porque su apetito era nulo y su estómago dolía con la comida aún así puso su mejor sonrisa y se obligaría a comer. 

—¿Qué es todo esto conejito?—

—Una cita mi bebé osa, nuestros hermanos me ayudaron a preparar todo, ¿Te gusta?—

Gustar era poco, estaba conmovida

—Gracias Kookito, es perfecto, como tú— Tahalafa abrazó a su conejito con todas sus fuerzas, su novio alegre la levantó para llevarla a la enorme tienda de campaña al estilo nupcial.

—Estoy practicando para cuando nos casemos— 

Tahalafa reía mientras contemplaba las galaxias en la mirada de Jungkook. Como un par de cursis se alimentaban uno al otro y aunque la rubia disimulaba como una campeona, Kook la conocía de sobra.

—Podemos terminar esto más tarde bebé— Para distraer a Taha decidió regalrle las flores que Jimin y Tae consiguieron, peonias blancas, verdes y lilas.

—Son hermosas mi amor— Tahalafa se lanzó a los brazos de su novio con la plena confianza de que éste siempre la atrapará, le llenó la cara de besos y los oídos de palabras dulces

—¿Y si nos quedamos a vivir aquí m? Te raptaré bebé y llenaremos de animales este lugar— Jungkook tomó a su novia para sentarla en sus piernas mientras contemplaban las luces que no opacaban las estrellas.

—Suena muy bien, así ya tendrás mucho espacio para correr conejito—Tahalafa se dio a la tarea de besar cada dedo de su novio quien reía enternecido

—Un lugar parecido a este será perfecto para cuando tengamos hijos ¿no lo crees?— Kook mordía suavemente las mejillas de su novia

—Adoptados y engendrados, quiero tener muchos conejitos contigo— Sabía en el fondo que no era cierto, pero era una mentira piadosa que estaba dispuesta a asumir con tal de ver esa enorme sonrisa feliz en su novio.

Kook encendió el proyerctor para que el video se reprodujera, foto tras foto recorrieron todos estos meses juntos con la canción Snooze de fondo, Jungkook apretó aún más entres sus brazos a su novia quien ya lloraba enternecida.

—Quiero empezar a trabajar lo antes posible al tiempo que curso la universidad, estudiaré mucho para sacar las mejores notas y cuando tenga algo digno, me hincaré para pedirte que me dejes compartir tu vida y tus días, de aquí hasta la última de nuestras vidas— 

Tahalafa ya no podía hablar, sin embargo intentó con todas sus fuerzas contenerse

Porque veía su final más cerca, el mal presentimiento y la fatalidad la asediaban y la acorralaban, sin embargo quiso brindarle algo hermoso a su novio, tal vez un hermoso último recuerdo.

—Ingresaré a la universidad y comenzaré a trabajar también mi amor, así cumpliremos nuestro sueño en menos tiempo, no debes de ser el único en esto, es un deseo de los dos y ambos trabajaremos en ello, me convertiré en una neuropsiquiatra de la cual estarás orgulloso—

—Te amo Tahalafa Ellet Al Farouq—

Diría tal vez el último sentimiento

—Te amo bonito Jeon Jungkook—

Que comience el Juego de la Muerte

¿Quién se salvará?

Un respiro antes del caos

Gracias por leer

Aios