Al-Awham Walahlam (Ilusiones Y Sueños) Pt. 1
Mediante el grupo de mensajería de Kakao Talk, Kehvandra invitó a todos sus hijos junto con sus padres (por muy raro que esto suene) además de su yerno/hijo y su familia.
Tenía un gran plan.
Kehvandra volvió a pedirle ayuda a sus familiares abogados para por fin adoptar a Tahalafa, ya tenía la documentación lista, había consultado la opinión de Rania y los familiares de Kehjjmet a lo cual ellos estuvieron totalmente de acuerdo, que aunque Tahalafa ya no fuera una Ellet, no dejaría de formar parte de esa familia, o bueno de esa parte de la familia. Todos los coreanos aceptaron ir, incluso Cocona y Taemin con sus padres y su novio, además los nuevos amigos de la mini vikinga, sólo lamentaba que Anderson y Candela regresaran a México antes de que los trámites estuvieran en marcha.
Todo saldría bien.
El pent-house de los árabes bullía de actividad, después de todo se llevaría a cabo un gran evento, Kehvandra estaba radiante, la mamá de Jungkook, Haeri, hizo un excelente trabajo decorando la habitación y también redecoró otras partes de la casa de los árabes porque desde que llegaron en lo último en que pensaron fue en personalizar los espacios.
Contrataron personal extra para atender a todos los asistentes así como pidieron comida italiana para la cena. Los tres árabes se preparaban a detalle para la ocasión, aunque la rubia sólo tenía conocimiento de una cena grupal para celebra la unión, del motivo principal de la reunió no tenía ni idea, una de las tantas mesas auxiliares de la estancia albergaba el sobre con los documentos de adopción, Abdalá notaba lo nervioso y alegre que estaba su hijo por lo que de vez en cuanto ofrecía apretones suaves en el hombro a modo de calmante, tal como lo hacía cuando Kehvandra era un niño pequeño.
Los primeros en llegar fueron Kook y su familia, de inmediato entraron como si estuvieran en su propia casa, Junghyun fue directo a la cocina a ver si podía robar algo antes de la cena, Kook abrazó a Abdalá y a Kehvandra antes de ir a la habitación de su novia.
Si pudiera brincar, Tahalafa estaría rebotando de alegría y expectación, anhelaba que por fin los padres de sus hermanos (por muy raro que esto suene) aceptaran por completo que ahora que se reencontraron no se separarían, pero Taha estaba inquieta por lo que dirían los mayores.
Pensaba posibles escenarios mientras Nabi la ayudaba a salir de la tina, poco a poco su enfermera secó su cuerpo y le colocó la bata.
-¿Estás emocionada Tata-ah?-
-Mucho unni, quiero ver a todos pero también tengo algo de temor, no sé, soy un lío de emociones. ¿Crees que ya no desconfíen de nosotros?-
-Tata- ah verás que todo saldrá bien. ¿Quieres que te lleve a la habitación?-
La rubia no pudo responder, en la puerta de la habitación estaba Jungkook vestido completamente de negro
-Hola noona ¿Puedo pasar?-
-Claro Jungkook-ah, estaba por traer a Tata-ah del baño-
-¿Puedo ayudarla? Necesito hablar de algo importante con ella-
-Supongo que está bien, iré a mi habitación para alistarme, cualquier cosa solo griten-
Jungkook entró al baño para mirar a su osa peleando con la bata de baño
-Hola mi amor ¿Puedo ayudarte?-
Tahalafa miró al suelo
-Hola conejito, si-
Kook miró intrigado a su osa pero imaginó que significaba esa mirada
-No quiero incomodarte osa, puedo llamar a Nabi-
La rubia respiró profundamente
-Vamos a la habitación mi amor-
El coreano cargó en brazos a su novia para llevarla a la cama, no estaba usando el aparato ortopédico por lo que ahora Kook pudo constatar lo delgada y frágil que estaba su osa. Cuando la árabe estuvo recostada en la cama su novio se acomodó al lado de su novia entrelazando sus dedos.
-Mi mamá nos apresuró para llegar mucho antes que los demás, estaba emocionada por venir y por verte-
-Yo también la quiero ver, tu mamá es un encanto igual a ti conejito-
-Pensé que me querías ver a mi y no a mi mamá-
La rubia rió con ganas mientras abrazaba a su novio, enredaron sus piernas y los brazos apretaron el cuerpo contrario, se besaron por largo tiempo, Kook acarició los mechones húmedos de su vikinga, el beso continuó y estaban tan entregados en recorrer con sus manos el cuerpo contrario que ni notaron que la bata de la dubaití se abrió mostrando el cuerpo de la rubia. Los ojos de Kook de inmediato bajaron recorriendo con la mirada el cuerpo de su novia, la nívea piel, con sus dedos tocó la cicatriz de las costillas de la cirugía previa, también las costillas que estaban más marcadas que antes, el estómago plano, el vientre suave, con los dedos subió en una suave caricia hasta los senos de su novia, al mirar al rostro de la vikinga para pedir permiso para tocarla, el tatuado se fijó en que su osa tenía los ojos cerrados.
-¿Qué piensas mi amor?-
-Conejito no soy la de antes ¿ves?, ahora tengo cicatrices y no he recuperado mi peso soy, uh...-
Jungkook calló a su osa con un beso
-Eres perfecta mi amor, a mis ojos eres mi bebé, mi pequeña osa a la que amo pero si piensas que no me provocas nada- El pelinegro metió la mano de su osa dentro de su pantalón -¿Sientes? Me provocas como el primer jodido día y te extraño bebé-
-Conejito-La mini vikinga apretó la entrepierna de su novio
-Mmmm, dime-
-También te extraño-
-Joder, si no estuvieran nuestros padres a pocos metros-
-Entonces quédate a dormir ¿Si?-Tahalafa metió la otra mano a la bragueta de su novio
-Bebé si me quedo no vamos a dormir-
Se besaron de nuevo mientras la árabe tocaba con ansias a su novio, palpó cada centímetro de la piel de su conejito, rasguñando en ocasiones y también se dejó tocar, pese a sus inseguridades prevalecía la confianza que le tenía a su novio. El beso se mantuvo intenso, lento, profundo y ardiente.
-Conejito- La rubia gimió mordiendo su labio para que no fuera tan sonoro porque su novio estaba lamiendo con ganas sus pezones -Mi amor debemos detenernos pero te prometo que más tarde haré lo que tu quieras.
-Lo que dices es muy peligroso pequeña osa, ¿Vas a mantener tu palabra?-
-Te lo prometo mi amor-
Juntaron sus frentes para calmarse un poco, después Jungkook ayudó a su novia a todo lo que necesitaba, quería aprender a cuidar y asistir a su bebé en todo lo que requiriera. Le buscó la ropa y le ayudó a hidratar su piel, después la asistió a vestirse y a ponerse el aparato ortopédico, también la peinó o bueno al menos lo intentó, cuando ya estuvo lista Kook la tomó en brazos al estilo nupcial para salir de la habitación. La pareja llegó a la sala para saludar a los padres de Jungkook y su hermano.
-¡Hola Tanie qué gusto verte!-
Haeri se adelantó para poder abrazar a la rubia.
-Hola Tata-ah me alegra mucho verte, ¿Me permites peinarte?-
-Uy si usted lo logra merecerá una recompensa, Tahalafa tiene un gen que no le permite peinarse nunca-
-¡Anciano!-
Nabi llegó a la sala con todos los aditamentos para acicalar los rebeldes mechones de la rubia, cuando comenzó, los hombres se alejaron hacia el bar para tomar algo.
-Mi esposa siempre quiso tener una niña para peinarla y ayudarla a vestir, está de alguna manera cumpliendo ese sueño-
-Pero mi niña es impeinable, cuando comenzamos a vivir juntos Kehjjmet, Tata y yo, me despertaba muy temprano para intentar alisar su cabello pero era imposible-
-Ella como sea es perfecta-
-Kook-ah deja de suspirar, me enferma-
-Deja a tu hermano en paz, está enamorado-
Poco a poco todos los invitados fueron llegando, cada uno de los coreanos llegó acompañados por sus padres, Cocona y Taemin llegaron con sus padres, Minho, Key, Jackson, Jonghuyn, Jinki y Kai.
Tahalafa estaba tan alegre que apretó a Cocona en un abrazo de osa y a Taemin le apretó los cachetes, como pudo se acercó a los demás para apretarlos entre sus delgados brazos mientras a los adultos les ofrecía una educada reverencia.
Después de los saludos y las presentaciones correspondientes volvió a sonar el timbre, esta vez era parte de la familia de Kehjjmet.
Volvieron todos a presentarse antes de sentarse en el amplio comedor dispuestos a cenar en grupo, mientras los platos eran llevados a la mesa, las pláticas amenizaban el ambiente.
-Te ves muy linda bebé, me gusta tu peinado-
-Gracias Jisito me peinó la señora Haeri. Como siempre tú luces muy bella-
Cuando sirvieron la champaña para los adultos y licor sin alcohol para los adolescentes, el mayor de todos, Abdalá, decidió hacer un brindis mientras los nervios de Kehvandra aumentaban sin parar.
-Gracias a todos por asistir, quiero brindar por cada uno de ustedes, quiero brindar por la unión que espero sea más fuerte con el pasar del tiempo, quiero agradecer por permitirnos explicar lo que pasó previamente y que sus corazones nos permitieran seguir con la unión de nuestros hijos, bueno en este caso mi nieta, también quiero expresar que de ahora en adelante, cuentan con nosotros para lo que ustedes necesiten. Los Al Farouq somos agradecidos y también somos leales. Al igual que la familia de mi difunto yerno, los cuales nos hicieron el honor de estar presentes y también ellos extienden el ofrecimiento. ¡Salud!-
Todos al unísono dijeron salud en su idioma, lo cual provocó sonrisas entre los invitados porque fue sin intención ya que todos se comunicaban en inglés.
Nabi se levantó de su lugar para tomar el gran sobre blanco el cual le llevó a Kehvandra, con manos temblorosas él también quiso hacer un emotivo brindis para su hija.
-Es mi turno, quiero brindar porque estoy muy feliz de tener a todos mis bebés juntos, cuando convivimos en México los aprendí a querer con toda el alma y a extrañarlos el tiempo que estuvimos separados. Ahora que los tengo aquí reunidos quiero que recuerden que siempre estaré para todos ustedes, para orientarlos, ayudarlos y apoyarlos incondicionalmente. Y quiero brindar por mi hermosa bebé, por mi pulga tan hermosa, Tata, admiro tu fortaleza de espíritu, respeto todo el temple que haz demostrado día con día y te amo con todo lo que soy. Desde que te conocí me enamoré de tu alma pura, de tu energía, de tu alegría y de la perseverancia y el esfuerzo que pones en llevar tu vida por el camino digno. Desde hace mucho le prometí a tu papá cuidarte siempre- Su voz se quebró, la rubia comenzó a llorar -Esto ya lo había pensado desde hace mucho sólo que el trabajo y la rehabilitación y todo lo que me pesa en el alma habían retrasado este momento. Pero es tiempo, mi bebé, yo quiero ser tu papá en toda la extensión de la palabra y por eso tengo una pregunta muy importante que hacerte-
Tahalafa dejó de respirar aunque las lágrimas caían de su rostro sin parar.
-Pulguita ¿Me concederías el honor y la dicha de ser mi hija legalmente? Es decir ¿Me dejarías adoptarte?-
Tahalafa inhaló profundamente, su pecho dolió al retener el aire, la ansiedad comenzó a trepar por su garganta amenazando con cerrarla
-Yo...Yo...-
Silencio
-No-
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